Hora de dar explicaciones.

— Amelia, ¿Qué es esto? - me pregunta Alex molesto.

¿Por qué está enojado?

— ¿Qué es que Alexcito? — suelto una risita nerviosa.

Blue mira fijamente su teléfono, Alex me mira con cierto recelo, y Lexie... La cara de Lexie es un cuadro.

Están muy tensos y disgustados.

Algo me dice que fue por algo que hice...

—Amelia... ¿Por qué publicaste eso? - pregunta Blue en su faceta voy a analizar hasta el cómo respiras.

—¿Qué pasa? Me están asustando - respondo más seria.

—¿de verdad no sabes? — pregunta Alex.

—No...— murmuro.

—Mira - Lexie me pasa su teléfono.
¿Por qué siempre soy la última en enterarse de todo?

Es una publicación emitida por la cuenta Instagram oficial de mi familia.

Sí, mi familia tiene una cuenta, nunca la usamos para temas polémicos o cosas de trabajo, porque solo la usamos para pretender que somos felices y publicar fotos más falsas que nuestra estabilidad.

Maldita sea...

Ni siquiera quiero leerlo, porque me hago una idea de lo que dice...

¿Y ahora como le explico yo esto a los chicos?

Con mínimas esperanzas de estarme equivocando, empiezo a leer lo que dice el comunicado.

Ya me llevo la mierda.

En los recientes días se han surgido ciertas especulaciones a raíz de unas fotos filtradas por los medios sensacionalistas.

En las fotos se logra apreciar a uno de los integrantes de nuestra familia: Amelia Pérez, junto a tres hombres.

Los medios de comunicación infirieron que ellos sostienen una relación denominada como poliamorosa dado al historial de uno de los hombres ya mencionados, pero lo cierto es que estos rumores son solo eso, rumores, no existe ningún tipo de relación más allá de profesional o amistosa.

Cabe aclarar que no tenemos nada encontrar de este tipo de relaciones o tipos de vida, pero no los practicamos. Amelia está sumamente sensible por la manera en la que esto le está afectando, tanto como profesionalmente como emocionalmente.

Como ya fue mencionado, no tenemos nada en contra de este estilo de vida, pero agradeceríamos dejar de ser vinculados con este tema.

Sin más que aclarar les pedimos a los medios de comunicación, dejar de esparcir rumores tan graves, o de publicar artículos sin averiguar bien el trasfondo, no saben la manera en que estos les pueden afectar a las personas involucradas.

Atentamente: La familia Pérez.

Mi ira es inexplicable, mi decepción es inexplicable, mis ganas de estampar el teléfono contra la pared son inexplicables, pero no puedo porque es de Lexie.

—Puedo explicarlo— digo. Siento como mi corazón se aprieta en decepción.

Otra vez, otra vez se pasaron todo lo que yo quería por el arco del triunfo y me pasaron por encima, sin importar mis sentimientos ni nada...

Todo por los retrógrados pensamientos de mi padre...

Es que ni siquiera tenía que decir algo, él solito volvió a encender el problema.

Me pregunto si algún día él me dejara de joder.

No tengo palabras para explicar lo enojada, decepcionada, frustrada y estresada que estoy...

Yo juro que quería ser pacífica, que quería dejarlo pasar, pero esto, esto si no lo dejare pasar.

Pero tengo otro problema...

Diego.

Paso, por un lado, de Lexie para tomar mi teléfono que está en el sofá.
Borro el comunicado y le quito el absceso a mis padres a la cuenta.

El comunicado tenía veinte minutos, tiempo suficiente para que millones de personas lo vieran, pero podemos resolverlo.

Los chicos me miran con muy confundidos.

—Amelia - Me llama Lexie, tenso.

—Esto tienen una explicación. Yo juro que no tuve nada que ver, pero creo que puedo arreglarlo, solo denme cinco minutos y les juro que les explico todo, solo voy a arreglar esto— respondo.

—Bien— responde Blue.
Llamo a Diego. Quien responde en segundos.

—Juro que intente evitarlo. Lo juro— chilla— sabes como son. Me quitaron el teléfono y me encerraron en mi cuarto, ahora fue que pude encontrar mi teléfono de emergencia, borraron todas las redes de mis teléfonos.

—Diego, no tienes que explicar nada, esto no es tu culpa, tranquilo. Solo llamo para ver si estás bien.

No confió en mis padres, no me sorprendería que le hagan algo a mi hermano.

Necesito sacarlo de ahí.

—Pues... estoy bien, pero quiero ayudar.

—Diego, es mejor que no te involucres.

Tengo que darle algo que hacer, si no sé quedará quieto.

—En lo que quieras. Literalmente cualquier cosa.

—No, yo lo resolveré. Tú evita problemas. ¿Entendido? - empiezo.

—No es justo.

—La vida no es justa. Pero ya lo resolveré.

—¿Cómo borraste el comunicado?

—¿recuerdas la vez que la tía Georgia perdió su teléfono? Bueno, esa vez, dejo todas sus redes abiertas, es mi teléfono, dijo que no era problema que las tuviera, además ella también es parte de la familia, por lo que esa cuenta también es de ella.

—Qué bueno...

—En fin. Enfócate en otra cosa. Sal con tus amigos o lo que sea, pero alégate de la casa por ahora. Confió en que tomaras la mejor decisión y no harás locuras.

—Está bien...Cuídate mucho Amelia.

—Ese es mi chico.

¿Por qué esto? Fácil, ahora mi casa es como zona de peligro, cualquier cosa por mínima que sea alterara a mis padres y eso podría hacer que termine mal para Diego.

Definitivamente, tengo que sacarlo de ahí. Pero no me dejarán ni verlo sin una orden judicial.

Lo sé, porque ya ha pasado.

—Bueno, es momento de explicar todo, ¿podrían sentarse?

Esto será interesante...

—¿y bien? — pregunta Alex cuando ya estamos todos sentados en el sofá.

—No sé por dónde empezar— no hablo nunca de mi familia, ni bien ni mal, me cuesta, pero ellos merecen una explicación - mi familia es complicada, ¿vale? Es medio conservadora, en especial mi padre. Cuando se filtraron las fotos ellos lo tomaron muy mal...- Hago una pausa.

—Entonces me pidieron que emitiera un comunicado negando todo.

—¿por eso mencionaste el tema el otro día? — pregunta Blue más para sí mismo que para mí.

—Sí, pero me negué, les dije de mil maneras que no lo haría y que estoy en completo desacuerdo con esto, igual se pasaron por el arco del triunfo todo, pero juro resolverlo.

Por mi culpa ellos están metidos en todo esto, entendería completamente si se enojaran o algo.

—Lia...-empieza Lexie.

—Mi familia es una reverenda...— me callo antes de terminar la frase.

Sin entender una risa brota de lo más profundo de mi garganta, una risa agria, una risa que carga con el peso de años y años de traumas y maltratos, una risa que no puede estar más escasa de humor.

—No tengo palabras suficientes para disculparme, debí esforzarme más, debí protegernos más, debí haber sido más clara. Solo que pensé que por una maldita vez mis padres podrían tomar en cuenta mis sentimientos y deseos, pero eso en mi familia las cosas no funcionan así - me limpio las lágrimas con rudeza. Miro cualquier cosa menos a los chicos, no puedo ni mirarlos.

<<Entiendo, si están molestos, yo haré todo por solucionar esto, solo necesito tiempo, yo...— inhalo y exhalo para intentar regularme un poco, porque las lágrimas ya me hacen casi imposible hablar —Lo peor es que siempre hacen esto. Lo siento mucho, yo pido perdón por mi irresponsabilidad, por todo lo que está pasando, por todo en general. Yo juro que lo intente todo, todo, solo que jamás creí que esto pudiera pasar, lo siento, de verdad lo siento.
— la habitación queda en absoluto silencio.

Mis padres suelen sobrepasar mis límites, me usan y me usan hasta dejarme exprimida, hasta sacarme todo lo que puedan para usar a su beneficio. Quieren que trabaje para ellos, que resuelva sus problemas, que me encarga de mi hermano.

Pero en el minuto en el que yo necesito o pido algo me dan una patada en el culo, en ese momento dejo de importar, dejo de ser su hijita, en ese momento están en mi contra.

No hay nada más hipócrita diciendo que la familia lo es todo, porque él es el primero en darle la espalda a su familia cuando no hacen lo que él quiere.

Una mano sostiene mi mentón para que levar mi rostro. Es Lexie.

—Preciosa, esto no es tu culpa— me tranquiliza.

—En parte sí— rebato.

—¿tú publicaste eso? - Pregunta Alex, quien también se agacha frente a mí.

—No, yo no...

—Entonces no es tu culpa. — responde.

—Pero sabía sus intenciones, puede haber hecho más.

—Hiciste lo todo lo que estaba a tu alcance, Lia. No puedes culparte por los actos de los demás, lo que tus padres hagan no es tu culpa, no tiene que ver contigo. No te tortures por sus actos — se les suma Blue.

Quizás tengan razón.

—Y Lia, no tienes que encargarte de esto sola, nosotros vamos a ayudarte, ya no estás sola - asegura Lexie.

—Son mis padres, no tiene que hacerlo.

—Y tú eres nuestra novia, somos nosotros cuatro contra el mundo. Siempre que nos necesites vamos a estar aquí para ti— Alex dice casi exactamente lo mismo que yo le dije ese día en su departamento.

—Uno para todos y todos para una— anima Blue.

Los cuatro mosqueteros...

—No tienen que decir esas cosas por lastima... — susurro. — No la quiero ni la necesito.

—No lo decimos por lastima, lo decimos porque nos importas, Amelia. — me responde Lexie, sonriendo.

Y mis ganas de llorar desconsoladamente vuelven. No llorar de tristeza ni por nada mal, son de felicidad, muy pocas veces en la vida alguien me hizo sentir tan segura, muy pocas veces me apoyaron tanto...

Muy pocas veces me hicieron sentir que podía bajar la guardia, muy pocas veces alguien me hizo sentir protegida, apoyada.

Y ninguna de esas pocas veces se sintió tan lindo como ahora.

Sin poder evitarlo los abrazo. Los abrazo con todas mis fuerzas.

Ellos responden el abrazo inmediatamente. No sé por cuanto tiempo nos abrazamos, solo sé que fue una de las sensaciones más lindas que he sentido jamás.

Después de un rato me recompongo y empiezo a contarle mi plan a los chicos.

—Sé más clara— Alex, me mira raro.

—Mi idea emitir un comunicado, no voy a negar ni afirmar nada. Solo diré que lo que dice mi padre no es cierto - explico.

—Es decir: si él quiere negarlo, nosotros vamos a confirmarlo - concluye.

—Claro que no estoy dispuesta a sacrificar nuestro bienestar por esto – aclaro - es decir que si no quieren verse más involucrados o algo lo entiendo completamente. Podemos dejarlo así.

—Pues...— Alex parece pensativo, como si estuviera reconsiderando toda su vida - Lia sin ánimos de ofenderte o algo... tu padre es un retrógrado de mierda - todos lo miramos con los ojos muy abiertos.

—No me ofende, es la completa verdad— susurro.

—Es decir, ni siquiera nos conoce... - Alex no habla como si estuviera hablando sobre nosotros, parece que está proyectando algo más - es decir, ¿en qué le afecta esto a él? No le estamos haciendo daño a nadie y él está inventando cosas, no veo lo malo en decir la verdad.

—Técnicamente - concluyo.

—Solo estiramos diciendo la verdad— interviene Blue.

—Pues está decidido, vamos a hacerlo— expresa Lexie.

—Pero chicos, esto no está tan fácil, eso traerá mucha atención mediática, cosa que no hemos llevado bien, entonces tendríamos que de verdad ponerle empeño a alejarnos de los paparazis, es decir, que no lleguen de sorpresa, que si nos ven sea solo porque nosotros así lo queremos, lo que será difícil.

—¿existe una manera de que los paparazis no se acerque tanto?— pregunta Alex.

—Sí, pero es complicado— susurro.

—Bien, solo que se alejen— pide a un mentando mis sospechas que los paparazis tuvieron algo que ver con el ataque de ansiedad de Alex el otro día. Él claramente no quería hablar de eso y yo lo respeté, porque si hay alguien que entiende el no querer hablar de sus sentimientos soy yo.

—Perfecto. Tendremos cuidado— concluye Lexie.

—Podrías poner una advertencia de demanda por daño a la integridad— propongo.

—¿no es excesivo?— cuestiona Alex.

—Es efectivo, y creo que esto ya es daño a la integridad— respondo.

Sinceramente, debimos hacer esto mucho antes, pero no teníamos argumentos suficientes para levantar una demanda, o amenazar con una.
Lexie y Blue no saben mucho de lo que paso, pero sí se hacen una idea.

—Bien, como Lia ya explico, esto será complicado, más de lo que ya es, entonces, esto nos agregara presión, cosa que va a acabar con nosotros a menos que mejoremos nuestra comunicación y seamos más sinceros respecto a nuestros sentimientos y problemas— interviene Blue— ¿de acuerdo?

¿Ser sincera con mis sentimientos y problemas? Eso suena complicado.

—Bueno, podríamos intentarlo— susurra Lexie.

—Bien, ser sinceros— responde Alex. Al parecer no solo a mí me cuestan los sentimientos.

Bueno, tampoco me están pidiendo que les cuente toda mi vida de golpe, solo un poco más de sinceridad...

No creo que termine tan mal...

Además, ¿qué es lo peor que podría pasar si expreso un poco más mis sentimientos con ellos?

Pues...

No respondas.

—Sí, de acuerdo— respondo finalmente – solo que una cosa más...

—¿Qué sería?

—Si esto no mejora... Tendremos que tener escoltas...

Yo debería tenerlos, eso ya está decidido. Pero los chicos igual, sobre todo Alex.

—¿Cómo? ¿Guardaespaldas? – cuestiona el ya mencionado.

—Sí. Algo así.

—Pues no es mala idea – me apoya el rubio. Él no parece muy convencido y Blue lo nota automáticamente.

—Uy, escolta como la familia real o algo así. Que divertida la fama – bromea aligerando el ambiente.

Pasamos bastante tiempo hablando sobre qué tan necesario sería esto, al final todos quedamos en que si los tendríamos. Lexie y yo tendremos un equipo completo al tener mucha más explosión pública, Alex y Blue solo dos cada uno.

Yo quería que tuvieran más, pero ellos se negaron.

Bueno, será divertido volver a tener equipo de seguridad.

Rato, después de dar por terminada la conversación, recibo una llamada.
De mi tía...

—Vuelvo en un momento - digo levantándome del sofá —¿Hola?— saludo.

—Cariño, ¿Qué paso? - sabía que llamaba por eso. No le conté a absolutamente a nadie sobre la idea de mis padres, eso incluye a Georgia...

—Pues – es cuestión de segundos para que le empiece a contar todo.

—Lo voy a matar - dice cuando termino.

—Tía...

—Definitivamente, los padres, tus padres, están mal de la cabeza, ¿sabes? A veces me cuestiono si esa bestia con más cabeza que cerebro de verdad es mi hermano - debo admitir que si me dio risa.

—Ya lo estoy resolviendo— intento calmarla.

—Quiero ayudar, si hay algo que yo pueda hacer...

—No sé...

—¿puede verlos hoy? A los cuatro— específica. Siendo sinceros, eso no sonó a pregunta.

—Un momento— silencio la llamada— chicos.

—¿Qué pasa?— pregunta Blue sin quitar los ojos de la pantalla del televisor.

A Alex y a Blue les dio por ver una película de terror. Aunque Lexie está bastante asustado.

—Mi tía quiere conocerlos, hoy.

—¿Ahora? — cuestiona Lexie, feliz de tener una excusa de acabar esta tortura.

—Sí, ¿vamos o invento algo?

—Ay Amelia— me regaña— es tu tía.

—¿Qué? No están grave.

—Vamos— dice apagando la tele.

—Oye— se queja Alex.

—Circulen, vamos a conocer a la tía de Lia— demanda.

—A veces te pones muy mandón— se queja Blue.

—Si— apoyo.

—Está en mis genes. Dejen de quejarse y vamos.

Hubiera inventado algo.

—Sí, llegamos en treinta— le respondo a Georgia.

Yo pensé que treinta iban a ser unos cincuenta minutos, pero Blue se estresó y si llegamos a la hora.
Ese hombre tiene una manía con la puntualidad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top