El presentador había anunciado a dos competidores y nos sorprendimos al ver que aquellos ninjas trabajaban para En Oyashiro.

—Mordió la carnada. —dijo Orochimaru.

—Esta vez será un encuentro especial. Por primera vez tendremos a cuatro competidores...sus rivales son representantes de Orochimaru-sama. —decía el presentador. —Uno es conocido por atacar la reunión de los cincos Kages y la otra persona es conocida por causar la cuarta guerra ninja...ellos los últimos Uchiha... ¡Uchiha Sasuke y Uchiha ___!

Cuando ambos oímos nuestros nombres nos quedamos sorprendidos e inmediatamente miramos a Orochimaru esperando a que nos explicara lo que sucedía.

—Oyashiro no aparece a menos que algo le interese y es un coleccionista de habilidades heredadas. —decía Orochimaru. —Se le hacía agua la boca pensando en sus Sharingan.

—¿No podías buscar un sitio sin público? —preguntó Sasuke.

—En Oyashiro es muy cauto. No sé dónde estaría si no fuera aquí, pero las normas dicen que debe estar en persona para llevarse al perdedor.

—¿No podía simplemente enviar a Sasuke? —pregunté de mala gana. —No quiero gastar mi tiempo enfrentándome a esas personas.

—Creí que te sentirías aburrida el estar aquí solo mirando. —rió. —Solo busqué un poco de acción para ti.

—Sasuke-kun. Buena suerte. —le dijo Sakura con una sonrisa. —Estaré aquí animándote.

—¿Hola? ¿Se van a retirar? —preguntaba el presentador. Con Sasuke nos miramos por unos segundos para luego aparecer frente a esos dos competidores. —¡Una aparición melodramática! ¡Los últimos Uchiha en persona!

Aquel hombre dio por comenzado el combate, por lo que ambos vinieron rápidamente a atacarnos y uno de ellos realizó una técnica de vapor que tuvimos que esquivar con un salto.

Inesperadamente oímos un grito y una persona había caído por el balcón, al ver detenidamente a esa persona nos dimos cuenta que se trataba de una bomba humana. Sasuke rápidamente fue y lo detuvo utilizando su Sharingan para así evitar que este explotase.

—Hay más. —digo viendo como varias personas eran bombas humanas. —Yo me ocuparé de los de la Izquierda.

Sasuke asintió, rápidamente comencé a ir donde se encontraban aquellas personas bajo el efecto de ese Genjutsu. Utilicé mi Sharingan para así detenerlos, pero cada vez iban apareciendo más y más.

—¡Sasuke-kun!

El grito de Sakura llegó a mis oídos, ella estaba frente a una de esas bombas humanas. Sasuke rápidamente fue en su ayuda, la sostuvo con su brazo y la alejó del lugar, lugar que explotó en unos segundos produciendo así varios daños.

Sakura abrazaba fuertemente a Sasuke, yo mordí mi labio con frustración al verlos de esa manera y entonces una cuchilla intentó darme. Aquella cuchilla simplemente me traspasó, miré por donde había sido lanzada, pero no encontré absolutamente a nadie.

Cuando miré detalladamente esa Cuchilla me dio la sensación de que ya antes la había visto.

—Oyashiro los llama. —decía Orochimaru llegando a mi lado junto a Sasuke, Sakura y un señor que no había visto. —Al parecer han hecho un buen trabajo.

Aquel hombre que no había visto en mi vida nos comenzó a guiar hasta el lugar donde se encontraba En Oyashiro. En todo el camino ninguno dijo una palabra y entonces cuando aquel hombre abrió una puerta, nos encontramos con la presencia de un hombre mayor que traía un atuendo algo extraño.

—Hola, soy En Oyashiro.

—¿De verdad es En Oyashiro?

Él había extendido su mano, pero ninguno de nosotros quiso estrechar su mano.

—Es sorprendente eso de que la gente estalle. —decía Oyashiro sentándose en su gran sillón. —Esas eran las bombas humanas que atacaron a Konoha, ¿no?

—¿Cómo sabe que atacaron a Konoha? —preguntó Sakura.

—Llevo bastante tiempo en el negocio de la información. —sonrió para luego ver a Sasuke. —Han aparecido por que iban por ti, ¿verdad?

Cuando Oyashiro dijo eso, Sasuke se sorprendió y simplemente se limitó a presionar su puño.

—El creador de las bombas fue tu escolta. —dije. —Un tal Fushin. ¿Lo conoces?

—Ah, ese. Daba esa impresión.

—¿Esa impresión?

—Le ganaron en el Coliseo y lo contraté como escolta. Dijo que había nacido en la isla del País del Agua, que les temían y los desterraron de allí cuando era pequeño.

—¿Lo desterraron? —preguntó con sorpresa Sakura. —¿Por qué harían eso?

—Pasa con los que tienen habilidades heredadas, ¿no? —decía con calma. —Como la gente no soporta parecer débil, odia a los que tienen poder especial o simplemente lo utilizan desde su nacimiento, pero a mí me gustan.

Cuando dijo lo de utilizar presioné un poco mis puños.

—¿Fushin tiene alguna técnica ocular? —preguntó Sasuke.

—Uno de los que se fugó con él tenía algo así.

—¿Uno de los que se fugó?

Así que Fushin tenía compañeros, era posible que la trampa ocular en la que estuve metida haya sido obra suya.

—Era una persona del clan Chinoike.

—¿Del clan Chinoike? —preguntó confundida Sakura. —Nunca había oído hablar de ellos.

—El clan Chinoike poseía el Ketsuryugan. Se decía que, si caías en su técnica, ya no podrías escapar. —comentaba Oyashiro. —nos dijo. —Ellos vivían en el país del Rayo, pero por un malentendido fueron desterrados al Valle Infernal y los que los desterraron fueron...

Él se quedó callado.

—¿Qué sucede?

—Fueron los Uchiha. —confesó dejándonos sorprendidos. —Los Chinoike podían resistirse con sus poderes, así que hubo que recurrir a los Uchiha con su Sharingan. Los Chinoike intentaron negociar, pero los Uchiha no aceptaron.

—Así que los Uchiha, que eran perseguidos, perseguían a otros. —dijo Orochimaru. —Puede que se enteren de algo si van al Valle Infernal.

—¿Dónde está el Valle Infernal? —preguntó Sasuke.

—En el país de las aguas Termales.

Sasuke nos ha dicho que vayamos andando, nosotros nos hemos levantado para así seguirlo. Cuando hemos salido de aquella habitación nos encontramos con chino y Nowaki, quienes comenzaron también a seguirnos.

Cuando llegamos al país de las aguas termales, chino se decepcionó al ver que no iríamos a ese lugar a bañarnos.

—Desde aquí nos separamos. —decía Sasuke con seriedad.

—¿Por qué nos separamos, Sasuke-kun?

—El objetivo de las bombas humanas soy yo. Es mejor que no vengan conmigo.

Sasuke comenzó a irse y nos dejó a todos nosotros aquí en medio del bosque.

—Yo iré con Sasuke-kun. —dijo Sakura dándose media vuelta y chocando con una persona. —Lo siento.

Sakura había chocado con una persona que estaba bajo el efecto de aquel Genjutsu, rápidamente les he dicho que se alejaran y entonces utilicé mi Sharingan antes de que este explotara.

Cuando aquella persona cayó al suelo inconsciente, me percaté que una cuchilla iba en mi dirección por lo que utilicé el Kamui para que así esta me traspasara. Pude notar a una persona sobre las ramas de los árboles, la cual al percatarse de que la había visto, comenzó a huir.

—No te dejaré escapar.

Salté a las ramas de los árboles para así seguirlo, él me iba lanzando varias cuchillas, las cuales simplemente me traspasaban y entonces tomé una y se la lancé haciendo que este perdiera el equilibrio, y cayera a una de las aguas termales que había cerca.

—¿Él es Fushin? —preguntó Sakura llegando al lugar.

—No. Él no es Fushin.

—¿Qué? Yo soy el jefe...

—Tengo el Sharingan. Puedo usarlo para mirar tus recuerdos. —digo con seriedad mientras lo miraba fijamente con mi Sharingan activado. —Si me mientes. Estarás arriesgando tu vida.

—Está bien...—dijo mientras se levantaba para luego alejarse y formar una sonrisa. —¿Qué arriesgo mi vida? Eso debería decirlo yo.

Aquel chico había realizado varios muros para encerrarnos, yo simplemente suspiré y miré a Sakura, la cual se encontraba completamente confundida.

—Quédate aquí. —digo acercándome a una de esas paredes para así traspasarla y encontrarme cara a cara con aquel chico. —Te he dicho que estabas arriesgando tu vida.

Lo sostuve por su cuello y comencé a hacer presión.

—Te diré lo que quieras...hablaré...

—No tienes porque hablar. —digo con seriedad y utilicé mi Sharingan para ver en sus recuerdos, encontrando así la respuesta que buscaba. —Me lo imaginaba.

—Así es. —decía una voz detrás de mí.

—El chakra que lanzaste era el mismo que en la aldea de bambú. —digo dándome vuelta encontrándome así con Fushin. —Ese no es tu verdadero aspecto. ¿Verdad, Fushin?

Él me miró con una sonrisa para luego tomar una de sus cuchillas y causarse unos cortes, entonces él comenzó a cambiar.

—Ciertamente, este es mi verdadero aspecto.

Fushin había aparecido frente a mí con su verdadero aspecto.