Habíamos seguido con nuestro camino y por el lugar donde estaba yendo Sasuke se me hizo muy reconocido al ya haber frecuentado por aquí varias veces; nos acercamos a un lugar, donde apareció el hombre que varias veces me ha recibido cuando venía a este lugar.

—Eres Sasuke, ¿verdad? —preguntó Yamato. Él se dio cuenta de mi presencia y me dedicó una sonrisa. —Puedes llamarme Yamato.

—Si vigilas es porque Orochimaru está aquí, ¿no?

—¿Ese Orochimaru? —preguntó sorprendida Chino.

—No se permite que nadie acceda directamente a Orochimaru, pero suponiendo que estás con Sakura debe de ser algo importante. —decía con seriedad. —Le informaré al Hokage que han venido.

—También infórmale que esto no le saldrá gratis. —digo formando una sonrisa de malicia.

Yamato simplemente asintió y nos dejó entrar a la guarida de Orochimaru. Una vez nos adentramos a esa guarida, fuimos a una habitación y nos encontramos a Orochimaru.

—Tanto tiempo sin verte, Sasuke-kun. —sonrió Orochimaru. —Trajiste unos amigos muy interesantes.

—¿Conoces a Fushin del Relámpago?

—¿No me vas a saludar? Tan insensible como siempre. —dijo para luego mirarme. —Al final has vuelto a mi guarida, ___.

—No fue decisión mía. —dije de mala gana. —Ahora responde a la pregunta.

—Sus actitudes no cambian para nada. —rió. —Fushin posee una habilidad heredada. Antes fue escolta de En Oyashiro.

—¿En Oyashiro? —preguntó Sakura.

—No es un hombre que salga mucho. Es un traficante de armas allí donde haya ninjas y si hay dinero hace lo que se le pida. —comentó. —Lo llaman "El Mercader". Se sabe que ganó una enorme fortuna los últimos años.

—¿Dónde está?

—Quién sabe. Tiene escondites como yo. —decía cruzándose de brazos. —Puede ser difícil de encontrar.

—Seguro que puedes resolver esa dificultad.

Orochimaru rió al oír eso de Sasuke.

—¿Confiarías en mí? —preguntó, pero Sasuke no le respondió. —Cierto, no sé dónde está, pero sé como atraerlo. Aunque puede ser algo molesto.

—¿A qué crees que vine?

—No te reconozco.

—Haré lo que deba hacer.

—Ya lo veo. —decía levantándose de su asiento. —Esperen un poco, prepararlo llevará un tiempo.

Orochimaru salió de la habitación y entonces Chino junto a Sakura suspiraron aliviadas.

—¡No sabía que eras amigo de Orochimaru, Sasuke-chan!

—No recuerdo haberlo dicho.

Inesperadamente la puerta fue abierta de golpe dejando ver a Karin sumamente emocionada al ver a Sasuke.

—¿Por qué no avisaste que vendrías, Sasuke? —preguntó acercándose coquetamente. —Hubiera preparado algo...

Karin había sido alejada de Sasuke rápidamente por Sakura.

—No deberías coquetear con Sasuke-kun.

—¿Eh? ¿Quién eres tú para decirme eso? —preguntó desafiante Karin. —¡Además yo no estaba coqueteando con Sasuke!

—No me intentes engañar. Sé perfectamente lo que hacías.

—¡No sabes nada!

—Lo que faltaba. Dos locas enamoradas por Sasuke. —bufé.

Cuando dije eso ambas se voltearon a verme con ira.

—Te recuerdo que tu estuviste con Sasuke. —decía Karin tocando sus lentes levemente. —Aprovechaste el momento en que no estaba para lanzarte sobre él.

—¿Lanzarme? —pregunté con confusión para luego mirarla seriamente. —Lo de Sasuke fue algo del pasado.

—Eh. Así que Sasuke-chan y ___-chan estuvieron juntos. —dijo chino riendo divertidamente. —Eso explicaría la actitud de ambos. Se entienden perfectamente.

—¿"Sasuke-chan"?

Karin quedó de piedra al oír como chino llamó a Sasuke, en ese mismo momento habían entrado Suigetsu y Juugo.

—Vaya. No pierdes el tiempo, Sasuke. —dijo Suigetsu con una risita. —Te has conseguido a varias chicas. ¿Quién es ahora tu novia?

—¡Cállate! —gritó Karin para luego golpearlo en la cara. —¡Estás hablando tonterías!

—Sasuke-kun. ¿Estas seguro que podemos confiar en ellos?

La pregunta de Sakura llamó la atención de Suigetsu, Karin y Juugo, lo que había dicho Sakura los había de alguna manera ofendido y eso se pudo notar por las expresiones en sus rostros.

—¿Qué es lo que has dicho? —preguntó Karin. —¡Sasuke confía plenamente en nosotros! ¿Verdad?

—¿Por qué tantos gritos? —preguntó Orochimaru adentrándose a la habitación. —Ya está todo preparado. ¿Nos vamos?

—¿Vamos a algún sitio, Orochimaru-sama? —preguntó animada Karin.

—Un pequeño viaje al mar con Sasuke-kun y compañía. —respondió Orochimaru a lo que Karin comenzó a fantasear sobre ir a la playa con Sasuke. —Ustedes se quedarán vigilando.

—No me lo imagino yendo al mar. —decía Suigetsu.

—Espera. ¿De qué estas hablando? —preguntó Sasuke.

—Siendo exactos, iremos en bote a una isla que es el paraíso de los ricos.

—¿Allí se encuentra En Oyashiro? —pregunté.

—Si muerde la carnada.

Orochimaru comenzó a caminar siendo seguido así por nosotros, él nos llevó hasta la parte donde se encontraba un bote y nos subimos a este para así partir a esa isla de la que anteriormente nos había dicho.

Estuvimos andando en aquel bote por un buen rato que incluso había anochecido, Sakura, chino y Nowaki se encontraban dormidos, mientras que Orochimaru, Sasuke y yo nos encontrábamos muy despiertos.

En todo el camino intenté no ver el mar, tenía la sensación que si veía el mar me marearía y terminaría por caerme, eso sería bastante peligroso al yo no saber nadar.

—¿Sucede algo? —me preguntó Sasuke.

—Te estás preocupando por la persona equivocada, Uchiha. —solté una pequeña risa sarcástica. —Deberías de ver si Sakura se encuentra bien.

—Ella está bien. —dijo mirando de reojo a Sakura. La cual se encontraba dormida apoyando su cabeza en su hombro. —¿Dónde has estado en estos dos años?

—Eso no te incumbe.

—¿Cómo has podido caminar libremente todo este tiempo? Después de todo lo que ha sucedido.

—Yo no diría que libremente. Me han estado vigilando durante todo este tiempo. —dije soltando un suspiro. —Kakashi es bastante precavido. Supongo que aún creen que volveré a caer en la oscuridad.

—Miren, ya se puede ver.

Habíamos llegado al lugar donde se suponía que encontraríamos a En Oyashiro, el lugar estaba repleto de gente rica y el tan solo ver el como actuaban me daban ganas de terminar con sus vidas.

Orochimaru nos guió hasta una parte donde estaba repleto de gente que extendían sus billeteras mientras gritaban de emoción.

—¿Dónde estamos? —preguntó Sakura.

—Se llama "El Coliseo".

—Damas y caballeros, ¿se están divirtiendo? —preguntó una persona que había aparecido en medio del escenario. —Gloria para el ganador, desespero para el perdedor. Ya conocen las reglas: Su agente debe luchar hasta derrotar al rival y el ganador puede quedarse a ambos.

—¿Quedarse a ambos? —pregunté confundida.

—¿Qué significa esto? —preguntó Sasuke.

—Justo lo que dijo, es un grupo de ricos. Contratan ninjas para que peleen, si ganan, se quedan el de su rival. —nos dijo Orochimaru.

—No tengo tiempo para espectáculos de mal gusto. ¿Dónde está Oyashiro?

—Ni idea. Pero apenas se lo ve fuera de aquí. —decía Orochimaru. —Aunque no aparece si no le interesa algo.

—Que lugar más molesto. —murmuré.

—Entonces, rescátalos. —me dijo chino. La miré de reojo notando que ella miraba el lugar de enfrentamiento con melancolía. —Víctimas, agresores, público...no se ayudan, por eso se hieren. Nadie detiene la lucha de poder de los ricos que ocurre aquí. Eres la única que habla mal de este lugar...

—Suficiente, chino.

—Este lugar es desastroso...—murmuró Sakura.

—Espera, chino.

Chino había comenzado a alejarse, su compañero intentó detenerla, pero ella no dejó de caminar. Yo me le quedé viendo por unos segundos, ella tenía razón ante estas personas ricas y algo había que hacer contra ello.