Capítulo 25: Al borde de la muerte.

Madara se encontraba ahí parado frente a nosotros muy mal herido, rápidamente activé mi Sharingan comenzando así a ir a por él.

—Ambos son unos Uchiha como yo. —habló Madara mientras esquivaba cada uno de mis ataques. —¿Por qué no se unen a mí?

—No pienso unirme a tu plan. —informé. —Yo tengo mis propios planes.

Madara soltó una risa para así dar un salto hacia atrás, pero detrás de él había aparecido ___ e intentó clavarle un fierro en su cuerpo. Madara con su única mano sostuvo de aquel fierro y lo rompió sin algún tipo de dificultad.

Comencé a acumular chakra para así poder utilizar mi Mangekyo Sharingan.

—No era este el orden que esperaba. —decía Madara con tranquilidad.

En ese instante había aparecido Zetsu, atrapando por completo a ____.

—Lamento la tardanza, Madara-sama.

—Por fin llegas. —Madara giró un poco su cuerpo y con su única mano tocó el rostro de ____, acercando así sus dedos a su ojo derecho. —Asegúrate de que no se mueva.

—¡Sasuke! —Naruto gritó mi nombre a lo lejos. —¡Sasuke! ¡Aléjate de ahí!

Ignorando lo que me decía seguí mirando a Madara, esperando a ver qué era lo que intentaba.

Madara comenzó a hacer presión sobre el ojo de ___, comenzando poco a poco a quitárselo mientras que ____ gritaba desgarradoramente intentado zafarse del agarre de Zetsu.

Solo poco segundos pasaron para que Madara le quitara por completo su ojo y se lo implantara sin algún tipo de problema. Zetsu dejó libre a ____, la cual cayó al suelo de rodillas tocando levemente su ojo anteriormente extraído.

—Con esto nos vamos a divertir mucho...—decía Madara cortando el brazo de Zetsu para implantárselo. —¡Al fin tengo mi cuerpo!

Madara comenzó a reír de manera macabra para luego posicionar su mano en el suelo y realizar una invocación.

El suelo comenzó a temblar y la estatua demoníaca había aparecido detrás de él.

Comencé a alejarme, sin antes ver a ___, la cual aún seguía sufriendo por su ojo perdido. Quizá sentí un poco de lástima por ella, pero no iba a hacer nada para ayudarla.

Ella me traicionó y lo que le estaba sucediendo se lo merecía.

❇❇❇

De un momento a otro la estatua que había invocado Madara absorbió por completo a todos los Biju, incluyendo al de Naruto.

Realicé una invocación, invocando así a mi ave para que me llevara hasta donde se encontraba Madara. Ya había acumulado el chakra suficiente para así poder enfrentarlo.

—Espera, joven Uchiha. —la voz del primer Hokage me detuvo. —Te daré un jutsu...

—¿Un jutsu? —pregunté un tanto confundido.

—Así es. Madara ya me robó el chakra de Senjutsu. —me informó. —Es un jutsu que lo ata en respuesta al chakra de Senjutsu.

—Entonces hazlo tu mismo. —digo con desdén. —Siendo un revivido, volverás a la normalidad enseguida. En todo caso, puedo quitarte eso de la espalda.

—Las barras entraron en los puntos de presión para que ya no pueda manipular más chakra. Además, sería mejor que no los tocaras. —decía mirándome de reojo. —Te entregaré todo el chakra que me queda. Detén a Madara.

—¿Por qué se lo pides a un Uchiha como yo?

—Porque te parecer al hermano pequeño de Madara. —sonrió. —Uchiha Izuna.

—¿Y eso qué? ¿Qué relación puede tener con detener a Madara?

—Al principio Madara era un buen hombre. Alguien que quería y preocupaba por el bienestar de sus hermanos, por eso te dio la oportunidad de sobrevivir. —me contó con melancolía. —Puede que seas capaz de detener a Madara sin usar la fuerza.

Lo miré de reojo para luego comenzar a acercarme, el primer Hokage comenzó a darme lo poco que le quedaba de chakra y una vez terminó, me acerqué nuevamente a mi ave par así irme hasta donde se encontraba Uchiha Madara.

Pude ver como Madara se encontraba hablando con el segundo Hokage, aprovechando que se encontraba distraído, me lancé de mi ave sosteniendo mi espada entre mis manos y así enfrentarlo. Sin embargo, me quedé inmóvil detrás de él, algo me impedía moverme y eso causó que mi espada cayera.

—Maldición...—murmuré intentando zafarme de lo que sea que me retenía.

Madara había tomado mi espada para luego verme fijamente.

—Para salvar algo...hay que sacrificar algo.

—¡Para, Madara! —exclamó el segundo Hokage.

Madara iba a clavarme mi propia espada en mi pecho, pero en ese mismo instante apareció ___ y fue ella la que recibió el ataque.

—Te he dicho que esta vez no te traicionaría, Sasuke. —me dijo con un tono de voz casi inaudible.

Ella se encontraba temblando mientras intentaba mantenerse consiente. Madara le quitó con brusquedad la espada de su pecho causando que ella cayera de rodillas y escupiera sangre.

—Tu sacrificio ha sido inútil. —decía Madara acercando su espada hasta a mí. —Al final has fallado al igual que tu padre.

—No hables de mi padre...—murmuró con rabia. —Tú solo lo has utilizado para tu beneficio.

—Tienes razón. Pero él te utilizó para su beneficio. —él acercó su pie a al cuerpo de ella, comenzando así a pisarla. —Tuviste la oportunidad de vivir, pero decidiste unirte a esas personas que pronto terminaran como tú.

—¡Déjala, Madara! —exigió el segundo Hokage.

—¿Qué piensas hacer, Tobirama? —preguntó haciendo aún más presión en el cuerpo de ___. —¿Ayudarla? Ni siquiera puedes moverte.

—Mírala bien. ¿A quién recuerdas al verla?

Madara frunció levemente el ceño para posicionar su mirada en ___, la quedó viendo unos segundos para luego soltar una gran risa.

—¿Crees que porque se parece a Misaki la dejaré vivir? —preguntó aún soltando una risa. Aunque luego de unos segundos su expresión cambió totalmente a una de seriedad. —Misaki murió. Deberías saberlo muy bien, Tobirama.

—El Sacrificio de Misaki fue algo...

—¿El sacrificio de Misaki? —preguntó con rabia. —Misaki no se sacrificó. Tú la mataste o... ¿ya lo has olvidado?

El segundo Hokage bajó levemente la mirada como si estuviera arrepentido, mientras ellos se encontraban hablando, yo intenté zafarme de lo que sea que me estuviera reteniendo y así poder irme de aquí.

Sin embargo, no era posible que yo pudiera salir y mis esperanzas de sobrevivir eran nulas. Miré a ___ por unos segundos, notando, así como ella había fijado su vista en mí y activó el poder de su único ojo, pero antes de que pudiera hacer algo; Madara la había pateado causando que cayera de la cabeza del Juubi.

—Ya les dije que no les quedaba mucho tiempo.

Madara me clavó mi propia espada, de la misma manera que lo había hecho con ___ anteriormente. Un fuerte dolor se hizo presente y causó que soltara bastante sangre; Madara me quitó mi espada de mi pecho para luego lanzarla y entonces comencé a caer.

Intenté hacer algo para poder salvarme, pero mis fuerzas estaban por los suelos y no podía hacer nada.

🌟Me demoraré en actualizar debido a que la universidad me está consumiendo mi tiempo, pero no dejaré la historia :( <3 

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