Capítulo 2: El Jinchuriki del Shukaku.
Un mes ha pasado desde que incorporé a Akatsuki, siempre nos estaban dando misiones de buscar un pergamino y ahora por fin nos asignaron una misión que valía la pena.
Capturar al Shukaku.
—¿Cuánto falta para que lleguemos? —pregunté con aburrición mientras mis pies se llenaban de arena. —Hemos estado caminando durante una hora.
—Ya estamos llegando. —me informó Sasori. —¿Estás seguro de que no necesitas ayuda con lo que llevas en esa bolsa, Deidara?
—Todas mis técnicas son una obra maestra. Además, traje mi bolso...después de todo, solo vamos a enfrentarnos con un simple dos colas.
—Ya quiero ver como es aquel jinchuriki. —digo emocionada. —Quiero poder golpearlo.
—Me sorprende tu entusiasmo en todas nuestras misiones. —me dijo Sasori. —Sin embargo, en esta misión tú no harás nada.
—¡¿Eh?! —exclamé desanimada al oír eso. —¿Por qué, Sasori-senpai?
—Hemos llegado.
Evitó mi pregunta por lo que solté un suspiro frustrada, luego fijé mi vista al lugar donde habíamos llegado, frente a nosotros se encontraba un hombre con sangre en su ropa y también había varios cuerpos en el suelo.
—Buen trabajo, Yuura. —lo felicitó Sasori. —¿Recuerdas quién soy?
—¡Sí! ¡Sasori-sama! —decía haciendo una reverencia.
—Vaya, Sasori-senpai. Lo tenía todo planeado.
—Por supuesto que lo tenía todo planeado. —habló Deidara. —Akatsuki siempre va un paso adelante.
—Ya veo. Ya veo. —digo tomando notas en una libreta, pero Deidara me la quitó. —¡Ah!
—Silencio. —me miró Sasori de manera molesta. —Si haces tanto ruido nos descubrirán.
—¿Acaso esto es un dibujo? —preguntó Deidara mostrando la libreta donde aparecía un dibujo. —Que horrible.
—Deidara-senpai usted es cruel. —digo de manera triste.
Yuura nos hizo una señal de que lo siguiéramos, nosotros comenzamos a seguirlo y entonces pude ver la aldea de Sunagakure.
—Bien. Todo está listo. —decía Deidara moldeando así un ave, la cual se volvió grande. —Ustedes esperen aquí y observen.
—Yo también quiero ir...
—Atacaré la aldea desde el aíre. —nos dijo mientras se subía a su ave y se quitaba aquel sombrero para luego lanzármelo. —¿Qué les parece mi escultura, hmp?
—No me hagas esperar mucho, Deidara.
Deidara sonrió con seguridad para luego elevarse con su ave, yo lo veía irse y me sentía desanimada al no poder participar en la pelea.
❇❇❇
La noche había caído y Deidara aún seguía peleando con aquel jinchuriki del Shukaku, yo me encontraba sentada en la arena esperando a que mi compañero se apresurase.
—Deidara siempre es tan lento. —se quejaba Sasori. —Yuura, debes de regresar. Si te ven aquí estaremos en problemas.
—Sí, Sasori-sama.
—Sasori-senpai, mire. —digo feliz mientras lo miraba. Él giró su rostro a verme y le apunté al suelo. —He hecho un dibujo de usted.
—Deja esas tonterías y prepara tus preparativos.
—Aburrido. —canturreé mientras me levantaba del suelo y comencé a acercarme a aquel pasadizo por donde nos adentramos. —"Prepara tus preparativos" —imité la voz de Sasori mientras de mi bolsa sacaba unos explosivos.
Luego que mis explosivos estuvieran perfectamente puestos, volví a acercarme a Sasori y me di cuenta de que Deidara se estaba acercando en su ave.
—¡Ah! ¡Es Deidara-senpai! —exclamé con felicidad. —¡Ya no tendremos que esperar, Sasori-senpai!
—Silencio. —me regañó. Entonces Deidara llegó hasta donde nos encontrábamos. —Te has tardado demasiado, Deidara.
Sasori sonaba molesto, a él si que no le gusta esperar; yo me acerqué al cuerpo de aquel Jinchuriki y comencé a tocar su cara.
—¿En serio este es el Jinchuriki del Shukaku? —pregunté picando la mejilla de aquel chico haciendo que arena cayera. —Vaya. Su cuerpo está hecho de arena.
—No me digas que te ha interesado el chico.
—No me interesa un chico como él. Además, va a morir.
—Déjense de tanto parloteo y andando.
—Tenga, Deidara-senpai.
Le extendí su sombrero a lo que él lo tomó para así comenzar a ir al lugar donde se realizaría el sellado del Shukaku.
Mientras íbamos caminando se pudo escuchar una explosión y sonreí victoriosa al saber que ellos habían caído en mi trampa.
❇❇❇
Ya había amanecido y aún no salíamos de aquel lugar, no nos habíamos detenido en ningún momento, pero entonces Sasori se detuvo de improvisto.
—¿Qué sucede, maestro Sasori? —preguntó confundido Deidara.
—No puedo creer que nos estén siguiendo.
—¡Deténganse!
Detrás de nosotros llegó un chico con la cara pintada, él nos veía con el ceño fruncido mientras presionaba sus puños con furia.
—Su plan ha fallado. —me burlé a lo que Sasori intentó atacarme con su cola. —¡Yo no he dicho nada!
—¡Me llevaré en este mismo momento a Gaara!
—¿Por qué? —pregunté inocentemente mientras me acercaba al Jinchuriki y le di leves golpes en su mejilla. —Él y yo somos nuevos amigos.
—¡Aléjate de él, Idiota!
—¿Me has llamado Idiota? —pregunté con molestia al oír lo que me ha dicho. —¿Sabes lo que sucedió con la última persona que me llamó así?
Lo miré fijamente e iba a acercarme, pero Sasori me impidió el paso.
—Ustedes vayan adelantándose. —nos dijo. —Yo me encargaré.
—Te mostraré como funcionan mis marionetas. —informó mientras de unos pergaminos salían unas tres marionetas. —Te lo repetiré. Devuélveme a Gaara.
—Andando, ___. —me decía Deidara subiéndome así al ave. —Bien. Nosotros nos adelantamos.
Una de las marionetas de aquel chico se dirigía a nosotros, pero Sasori la detuvo inmediatamente con su cola de escorpión.
Yo veía como aquel chico intentaba de todo para poder llegar con Gaara.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top