Sasuke.

Esperaba el momento para poder quitarme estas vendas y poner en marcha mi plan, debía de acostumbrarme a los ojos de Itachi y así obtener el mayor poder posible para destruir Konoha, y a Naruto.

La última vez que vi a Naruto tuvimos una pequeña pelea, ahí me di cuenta de lo mucho que había cambiado y que su poder había aumentado.

También antes de eso me encontré con mi antigua compañera de equipo, la cual me había dicho que se iría de la aldea para irse conmigo y que me ayudaría en todo lo que pidiera, pero no le tomé atención, ella era una simple molestia que no podría ayudarme y simplemente arruinaría todo.

Durante todo este tiempo he buscado el poder, he buscado volverme aún más fuerte para vencer a todo los que alguna vez me han hecho daño y también restaurar mi clan, mi clan que fue masacrado por mi hermano mayor, bajo las órdenes de los ancianos de Konoha.

En esa búsqueda de poder encontré a ___, una chica que entendía perfectamente el dolor de perder a alguien querido, ella entiende perfectamente mi dolor y somos muy parecidos.

—He traído un poco de dulces, Sasuke.

—Sabes que odio lo dulce. —digo de mala gana. Algo golpeó levemente mis pies y sabía perfectamente que ella se encontraba frente a mí. —Ni se te ocurra...

Mis palabras quedaron en el aíre y creí que lo que había metido a mi boca eran sus tontos dulces, pero no fue así.

—Sabía que te gustarían. —la oí soltar una risita. —Le pedí a Zetsu que los consiguiera. Me debes una, Sasuke.

—Hmp. —realicé una mueca mientras saboreaba los tomates que ella me había dado. —No pienso agradecerte. Yo no te pedí nada.

—Aún así te los estás comiendo. —bufó. —Que Uchiha malagradecido.

—Piensa lo que quieras, pero no me harás agradecerte. —digo fríamente.

No oí ninguna palabra más e iba a decir algo más; sin embargo, mis palabras nuevamente fueron interrumpidas y esta vez fue por un beso.

—Tomaré esto como agradecimiento.

—Tks...que molestia. —murmuré. —Necesito que venga Zetsu para preguntarle si puedo quitarme esta venda.

—¿Ya te quieres ir?

—Tengo que completar mi venganza. —digo con odio en mis palabras. —Tengo que hacerlo lo más pronto posible.

—Eh. Entonces nos separaremos. —soltó un suspiro. —Me hubiera gustado ir.

—Está es mi venganza. —dije de manera fría. —No tienes nada que ver con ello.

—Lo sé. Lo sé. Simplemente quería ver la cara de sufrimientos de esas personas.

Me hubiera gustado que fuera, pero esto no tiene nada que ver con ella y no me gustaría que algo le sucediera, pero yo no iba a decirle lo que en verdad pienso.

—¿Podrías buscar a Zetsu? Ya quiero quitarme esta venda.

—Que impaciente. —canturreó.

Luego escuché el sonido de la puerta, asumí que ella había acatado a lo que le solicité y después de varios minutos esperando oí nuevamente la puerta, pero nadie había hablado.

—¿Eres tú, ___? —pregunté de manera neutra. Entonces escuché como algo caí al suelo. —Si eres tú habla de una vez. ¿Qué ha dicho Zetsu?

—Veo que te estás llevando bien con mi hija. —dijo fríamente Madara. —Incluso has hecho que fuera a buscar a Zetsu.

—Hmp. ¿Qué es lo que quieres?

—Sé que estás ansioso por quitarte esas vendas, pero eso no será posible por ahora. —me dijo. —Deberás esperar un tiempo para que te adaptes perfectamente a los ojos de tu hermano.

—Tks...

—Bien. Te dejo, tengo unos asuntos que atender.

—¿Dónde está ___?

—Tengo una misión para ella. No la verás por un tiempo. —decía con sus palabras frías y de manera hosca. —Le diré que se venga a despedir. Si eso es lo que quieres.

—No me interesa.

—Le informaré tus palabras. No creo que le importe mucho.

Nuevamente oí el sonido de la puerta, solté un suspiro con frustración y toqué levemente mis ojos por encima de la venda.

Quería adaptarme rápidamente a los ojos de Itachi para poder irme de este lugar, pero algo me dejó un tanto inquieto y es el hecho de que no veré a ___ por un tiempo.

Sin embargo, algo me decía que pronto volveríamos a encontrarnos.

❇❇❇

Había pasado un tiempo, supuse que mis ojos ya se habían sanado por completo y es por lo que decidí irme de esta guarida.

Cuando salí había comenzado a llover, mi cara comenzaba a mojarse y miraba el cielo completamente nublado; luego comencé a caminar, notando como mis pisadas se iban marcando por el barro.

Seguí caminando notando que todo se encontraba tan desierto, miré el cielo notando como los pájaros iban en dirección contraría a la que deberían de ir, era como si estuvieran huyendo de algo.

Escuché el chapoteo del agua, alguien se acercaba y era un número alto.

—Así que por fin me han alcanzado. —digo con una media sonrisa mientras me giraba a ver a los Zetsu.

—¡¿Por qué estás aquí?! —preguntó uno de ellos.

—Por nada en particular. —digo activando mi Sharingan. —Cuando caminaba por los alrededores noté que todo estaba tan desierto... ¿Ustedes saben algo?

—¡Nosotros hacemos las preguntas! —exclamó Zetsu con enfado. —¿Por qué has salido?

—Si tanto les disgusta que esté fuera, ¿por qué no intentan capturarme? —los desafié. —Esta vez son una buena cantidad.

—¿Acaso nuestro original está...?

Antes de poder salir de ese lugar uno de los Zetsu intentó detenerme, pero yo me deshice de él sin algún problema.

—Si atacan tantos de golpe, seguro conseguirán respuestas. —digo con seriedad.

Ellos vinieron directamente a atacarme, yo activé mi Mangekyo Sharingan y realicé el Susano, el cual lanzó llamas negras a todos esos Zetsu.

Luego tomé a uno desde su cabeza, hice que me mirara directamente a los ojos y activé mi Sharingan para que me dijera todo lo que sabe.

—Guerra...derrotar...enemigos...

—Así que Madara empezó la guerra.

—Killer Bee y...Uzumaki Naruto...capturarlos. —decía con dificultad. —Utilizar...a...___...

—¿Qué? —digo confundido ante lo último que dijo. Tomé mi espada para luego cortarle la cabeza a aquel Zetsu. —Yo también me dirigiré a ese lugar. —digo con seriedad y frialdad.

—Debo huir...

Uno de los Zetsu intentó huir, pero con mi Susano le lancé unas llamas negras haciendo que comenzara a gritar.

—Son unos ojos maravillosos. Cada vez estoy más acostumbrado a ellos, hermano.

Desactivé mi Susano, viendo así nuevamente que los pájaros huían y supuse que por allá se encontraba la guerra.

Comencé a correr mientras miraba a los alrededores, pero entonces mi vista se fijó en aquella persona que pasó a mi lado y creí que mi vista me había jugado una mala pasada.

Mi hermano. Él era esa persona que había pasado.

Salté a una de las ramas para así comenzar a seguir a la persona que creía que era mi hermano.

—¡Espera! ¿Eres tú, Itachi? —pregunté con el ceño fruncido, pero no me respondió. Simplemente siguió saltando las ramas. —¡Te estoy diciendo que esperes! —grité mientras realizaba el Susano para atraparlo, pero él había utilizado su Susano para evitar que lo atrapara. —Ese Susano...así que eres tú, Itachi.

—No pensé que lograrías utilizar el Susano. —decía mirándome de reojo.

—¿Qué haces aquí? ¡Tendrías que estar muerto!

—Es un Jutsu de Kabuto. Fui revivido por el Edo Tensei. —me explicó sin detenerse. —No puedo detenerme, hay algo que debo hacer sin falta.

—¡¿Y a mí que mi importa?! —exclamé con mucho enojo. —¡Ahora estás junto a mí! ¡Tengo un montón de cosas que preguntarte!

—Si te dijera que lo dejemos para después, de seguro no me escucharás. —decía de manera calmada.

—¡Tú mismo lo dijiste! ¡Dijiste que fuera a verte cuando tuviera unos ojos como los tuyos! —grité con mucha furia. El que no quisiera hablar conmigo me estaba haciendo perder la paciencia. —¡¿Entonces por qué huyes?! ¿Tienes cargo de conciencia por haberme mentido?

Comencé a exigirle que me dijera la verdad, pero él simplemente me ignoraba y seguía saltando por las ramas a quien sabe dónde.

—Hubo muchos errores que cometí. —me dijo sin quitarle la vista al camino por dónde se dirigía. —Hice que el odio que tienes te hiciera deserta de tu aldea y que te convirtieras en un criminal...también hice que te juntaras con aquella chica de la máscara.

—¿Qué tiene que ver ___ en esto? —pregunté con el ceño levemente fruncido. —¡Ella no ha hecho nada más que apoyarme! ¡Ella comprende todo lo que me sucede!

Mi hermano me miró de reojo.