Capítulo 1: Nuevos compañeros.

Camino por el bosque tranquilamente, miraba el cielo sintiendo la luz del sol cegar un poco mis ojos, volví mi vista al frente y seguí caminando en paz; con mi dedo iba girando un Kunai, el cual se encontraba ensangrentado.

Sí. Hace poco había matado a un hombre.

¿La razón?

No quiso entregarme la comida que traía.

—Así que aquí te encontrabas.

—Te has tardado. —digo de manera neutra mientras me detenía y miraba a aquella persona que apareció de aquel árbol. —No has aparecido en el lugar de encuentro.

—Estuvimos un poco ocupados. —respondió su parte blanca. —Te guiaremos a la guarida.

—Dime. ¿Todos los demás son así como tú?

—¿Así como? —preguntó la parte negra.

—Ya sabes. Así como tú.

—Te aseguramos que los demás no son tan geniales como yo. —habló nuevamente su parte blanca. —Yo soy Zetsu.

—Solo síguenos.

—Está bien.

Ellos comenzaron a guiarme al lugar donde se encontraría los demás, me preguntaba como serían y si lograríamos llevarnos bien, pero eso no importaba mucho por ahora.

Zetsu me trajo hasta donde una guarida, miraba sin ninguna expresión el lugar e iba seguir avanzando, pero frente a mí apareció un hombre de cabellos naranja y varios piercings en su cara.

—Al fin la han traído. —decía fríamente mientras me miraba fijamente. —Ya he planeado todo lo que harás.

—¡Oh! —exclamé feliz. —¡¿Será mi primera misión, Senpai?!

—No.

Cuando me dijo que no me decepcioné.

—¿Por qué? —pregunté desanimada. —¡Yo quiero una misión, Senpai! —exclamé mientras tiraba de su capa.

—Ella está tocando a Pain. —dijo Zetsu blanco. —¡No lo puedo creer!

—Al parecer quiere morir.

—Te llevaré con los demás.

Pain se dio medía vuelta por lo que bufé, le seguí todo el camino en silencio y llegamos hasta un lugar donde se encontraba todos los demás.

—¿Ella es la chiquilla de la que nos hablaste? —preguntó aquel hombre que mantenía una guadaña en sus manos. —Creí que sería alguien mejor.

—Me gustaría hacerla explotar, hmp.

—¡Ha dicho que me quiere hacer explotar! —exclamé en pánico mientras me escondía detrás de Pain. —¡Senpai haga algo!

—Deidara, Sasori. —los nombrados dieron un paso adelante. —Ella será su nueva compañera.

—Mientras no me haga esperar todo estará bien. —respondió el tipo que tenía una cola de escorpión. —Sino me veré obligado a convertirla en mi marioneta.

—Ya les tengo su primera misión.

—¡¿Misión?! —pregunté con felicidad. —¡Tendré una misión! ¡¿Has oído chica rubia?!

—¡No soy una chica, hmp! —exclamó con molestia. —No me hagas enfadar o te haré explotar.

—¿Cuál es nuestra misión? —preguntó de manera seria Sasori.

—Buscarán un pergamino. Konan me informó que un hombre lo tiene oculto aquí cerca de una pequeña aldea. —decía seriamente. —No quiero errores.

—Bien.

Antes de salir del lugar noté que uno de los miembros de esta organización me miraba fijamente, aquel hombre de cabellera negra atada a una pequeña coleta me veía de manera sería y el verlo detalladamente me di cuenta de quien se trataba.

Uchiha Itachi.

Había oído de él por parte de mi padre, me ha contado muchos detalles de esta organización junto con la información de los miembros que se encontraban aquí; sin embargo, yo debía de hacer que todo esto era nuevo para mí y no levantar sospechas.

Así nuestro plan sería un éxito.

—Sino te apresuras te convertiré en mí marioneta.

—¡No quiero ser una marioneta! —exclamé preocupada mientras me apresuraba a ir con ellos. —¿Cómo llegaremos al lugar? —pregunté curiosa.

—De eso me encargo yo, hmp. —me dijo Deidara comenzando así a moldear un ave. —¿Qué te parecen mis habilidades?

—¡Impresionante, Deidara-senpai!

—He dicho que se apresuren.

Sasori ya se encontraba sobre el ave, con Deidara también nos hemos subido y comenzamos a volar por los aires.

En el camino iba viendo el lugar, sintiendo como mi cabello se revoloteaba por el viento y no pude evitar el sonreír.

—Debe de ser ese el lugar. Lo haré explotar en un segundo.

—No hagas estupideces.

—Siempre le quitas la diversión a todo esto.

—Silencio o te convierto en marioneta.

Deidara se quedó mudo por lo que no pude evitar reír y recibí una mirada asesina de su parte.

—¡Lo has hecho enfadar, Senpai! —exclamé. —¡Me pregunto qué marioneta serías!

—Sabes, tu voz chillona me molesta. —frunció el ceño. —Además, ¿por qué estás ocultando tu rostro?

—Eso es confidencial. —Deidara se acercó para revelar mi rostro, pero de un movimiento rápido sostuve sus muñecas. —He dicho que es confidencial. —digo fríamente.

—Deidara bájanos. —exigió Sasori. Deidara acató a sus ordenes y bajamos en un pequeño callejón. —Nos separaremos y nos juntaremos aquí mismo. No tarden.

—¡Bien!

Me alejé de ellos para comenzar a buscar al hombre que nos había dicho Pain, mientras iba buscando pasaba a cada tienda comprando dulces y me los devoraba en un rato.

—Esto está delicioso. —digo saboreando un dulce. Al estar tan metida comiendo, no me di cuenta de que frente a mi había una persona y terminé chocando con esta. —¡Mi dulce! —exclamé desanimada al ver mi dulce en el suelo.

—¿No te han enseñado a disculparte?

Miré a la persona que hizo que mi dulce se cayera, aquel chico de cabellos negros y ojos del mismo color me miraba fijamente.

—La verdad. No.

—Discúlpate ahora mismo.

—Tú deberías disculparte por tirar mi dulce. —digo colocando mis manos en mis caderas. —Eso me costó mucho dinero.

—No me importa tu estúpido dulce. —dijo con molestia y entonces vi sus ojos, él poseía el Sharingan. —¿Quién eres?

—No tengo porque decirte quien soy. —digo fríamente. —Esos ojos no me intimidan para nada.

—¿Qué es lo que haces, Sasuke? —preguntó un hombre de lentes detrás suyo. —Orochimaru-sama está esperándote.

—Hmp.

Él desactivó su Sharingan para luego darse media vuelta y comenzar a irse con aquel hombre.

Yo lo miraba irse, aquel chico era bastante especial por los ojos que poseía.

—Otro miembro del clan Uchiha. —murmuré formando una media sonrisa. —Interesante.

Uchiha Sasuke.

Estoy segura de que volveremos a encontrarnos.

❇❇❇

Corría con rapidez al lugar de encuentro con mis nuevos compañeros, una vez llegué ahí los vi esperando sobre aquella ave y cuando Sasori se giró a verme, colocó la cola de escorpión muy cerca de mi cara.

—No me gusta esperar.

—Me he perdido mientras buscaba al hombre. —mentí con una risita. Sasori con su cola movió un poco mi capa e hizo que todos los dulces que guardaba cayeran al suelo. —Puedo explicarlo.

—¡Te has ido por ahí a buscar dulces! —exclamó molesto Deidara. —¡Esto es una misión!

—No me obligues a convertirte en marioneta. —dijo tomando uno de los dulces. —Me quedaré con este.

—¡Gracias por perdonarme, Sasori-senpai!

—Andando.

Los tres nos subimos al ave de Deidara, nos elevamos y entonces Deidara dejó caer unos pequeños insectos hechos de arcilla sobre aquella aldea y estos comenzaron a explotar.

—Con eso está mejor, hmp.

Ninguno dijo una palabra más y volvimos a la guarida.

🌟¿Qué les ha parecido el primer capítulo?  <3

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