Linaje 5
15 Horas fuera de casa.
Yuri Volvió a tomar un autobús que lo llevara hasta Kazán, otra ciudad en Rusia.
Por un momento se sintió relajado porque ir en ese transporte e ir pasando por todos los pueblos y zonas boscosas era lo mejor que pudo haber hecho, lo único que no le veía el caso eran las doce putas horas en las que tenía que ir sentado. Claro que iba a tener paradas en algunos sitios pero de todas maneras era super cansado.
Aprovechó a comprar una chamarra que le cubriera del frío y una manta, más la comida que realmente no aprovechó ya que los mareos y el vómito empezaron a mermar su vida. El rubio quería calmar su malestar pero sólo conseguía molestar a la persona a su lado quién en todo momento le hizo saber su repudio ante un omega preñado y sin marca.
En ese momento Yuri se daba ánimos a sí mismo por que no iba a haber nadie más quien lo apoyara, nadie quién pudiera recibirlo en alguna casa, no tenía a quien pedirle ayuda si algo en su embarazo salía mal... Quería evitar todo sentimiento desagradable y no llorar pero fue imposible, pensar en que ahora estaba solo en el maldito mundo era algo que le dolía en toda el alma... No quería transmitirle eso a su bebé.
Ha, porque había escuchado de una linda ancianita cerca de Lyskovo que cualquier sentimiento que él experimentara se lo iba a transmitir a su hijo.
Rápido se secó las lágrimas y empezaba a generar coraje de alguna parte de su interior, no importaba que, iba a salir adelante e iba a tener a esa criatura, iba a vivir lejos y llevaría una vida tranquila, ya le valía tres céntimos que tuviera un destinado, estaba consciente de que nadie iba a quererlo así de corrompido.
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Yakov estaba ya listo para partir y salir en búsqueda de su hijo y lo estaba haciendo lo más discreto posible porque no quería que la prensa hiciera el escándalo de que un miembro de la familia Feltsman, de los principales deportistas de Rusia había escapado y roto las normas oficiales sobre el linaje. Tampoco quería hacer pública una ejecución por falta de compromiso, bajaría el estatus de su familia.
Viktor era un muerto en vida, la culpa lo agobiaba y con justa razón, de no haber dicho nada podrían haber fingido que ese bebé que estaba esperando Yuri era de ambos y así librarae de todo ese problema y los insultos de su padre... Aun tendría a su pequeño hermano a su lado y no perdido quién sabe donde.
— Vitya... Vitya ¡Vitya!
— ¿Yurio? Perdona, no te escuche —el platinado se acunclillo para estar a la altura del menor, dejando de hacer lo suyo — ¿Tuviste una pesadilla? — el menor asintió y lo cargo para reconfortarlo— Seguro estuviste yendo de puerta en puerta— el menor volvió a asentir— Ven, vas a dormir conmigo hoy ¿Está bien?
El menor asintió y se metió a la cama del platinado palmeando a su lado para que el mencionado se metiera también.
— ¿Porqué papá no me quiere?
Al platinado se le hizo un vuelco en el pecho por aquella pregunta que no supo responder inmediatamente.
Lo medito y tras un par de minutos le respondió acariciando sus cabellos dorados.
— Papá... Nuestro padre nos quiere a su manera y es muy viejo como para expresarse bien — le sonrío ampliamente para aliviar su preocupación.— Pero tu no tienes que pensar en eso, debes quererlo y esforzarte mucho en tus entrenamientos.
El menor sonrío mas relajado que cuando llego y esperaba que así fuera, pues aunque tenía ocho años se daba cuenta perfectamente de aue deberia cambiar y hacerse notar ante su padre.
— Deja de andar en las nubes, idiota, ve y pregunta en cada hotel los registros de hospedaje — le había estado hablando al platinado hasta que reaccionó de su letargo y se movió para obedecer a su padre — busca en los menos hostensos, ahí pudo haberse metido
Moscú es grande y una ciudad radial por lo que andar en sus calles era muy fácil, las direcciones no eran complicadas y aunque fuese un extranjero ubicarse era fácil. En el centro de la ciudad están los edificios importantes, buscar por los hoteles no tan buenos hasta hostales iba a ser un verdadero problema y Viktor rogaba al cielo no encontrar a Yuri.
Pero claro, Yakov no confiaba ciegamente en él y mando a alguien que fuese disimuladamente detrás de Viktor para informarle de todo.
Un hotel pequeño, mas parecido a un hostal en una callejuela de Moscú bastante retirada del centro, Viktor supo que su hermano había pasado la noche anterior ahí pero el encargado, no supo decirle a que hora partió, había encontrado las llaves de la habitación a eso de las ocho de la mañana junto con un "gracias" en un papel.
"Pequeño tonto, no debiste dejar una nota"
Le pidió al encargado el papel pero para su buena suerte ya lo había tirado, al menos así seria vaga la pista de que estuvo ahí.
— ¿Aló, padre? No obtuve resultados en ningún hotel, así que Yuri no...-!
— ¿Me quieres ver la cara de imbécil? Yuri salió de ese asqueroso edificio a las seis de la mañana y tomó un autobús a Kazan, ven de inmediato
La llamada terminó dejándolo con un mareo terrible y el enfado brotandole de los ojos. Lloraba, no podía evitar no sentirse mal, por mas que hubiese querido retrasar el contacto con su hermano, su padre estaba cinco pasos adelante de él.
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El frío le calaba horriblemente sus extremidades y lo peor era que no consentia alimento alguno.
Estaba seguro que iba a nevar pronto ya que cuando llego, había terminado de llover. Kazan era enorme y una ciudad muy vieja, aun así su arquitectura era imponente, las cúpulas de sus iglesias o mezquitas eran igual de pintorescas, hubiese querido visitar la ciudad en otro momento de su vida y no tener que estar de paso.
Exhalo pesado y fue directo a buscar un lugar donde comer algo caliente y donde pudiera pasar la noche. Se sorprendió de encontrar un lugar muy barato y que sus habitaciones fueran mucho mejor que en Moscú. Al menos podría descansar bien y mejor, aunque fueran sus primeros meses de embarazo quería estar lo mejor posible para que su futuro hijo no le afectara nada.
Antes se encerrarse en su habitación tuvo que salir para comprarae un collar... Vergonzosamente uno que usaban todos los omega cualquiera sin marca...
Como él.
El propósito de eso era protegerse y proteger a su bebé de cualquier estúpido alpha que quisiera pasarse de listo.
Cuando entro a la farmacia donde supuso venderían esas estúpidas cosas, el dependiente le miró extrañado y Yuri rogó por que aquel hombre no hiciera una barbaridad de reportarlo, omegas así no eran visto todos los días y algunos, eran regresados a sus familiares, otros eran llevados a burdeles como ya experimentó el rubio y los que menos suerte tenían eran ultrajados, asesinados y botados por cualquier lugar como basura.
Eso valían los omega desterrados.
A su lado escucho mucho alboroto y no era para más, dos alpha estaban buscando comprar material de primeros auxilios, quizás se habían metido en alguna pelea ya que el hombre tenía sus manos sangrando y la frente abierta, sin mencionar los otros golpes amoratados ya que tenia en los pómulos.
Evitó verlos, no queria llamar la atención y odiaba que el sujeto que lo atendía tardase demasiado.
— Oye... Oye tú.
"Carajo"
— Oye... Tu eres muy bonita — se talló la nariz limpiando su brote de sangre— Gané una pelea ¿Sabes? Soy boxeador, uno muy bueno — alardeaba y caminó con una sonrisa estúpida en su malfigurada cara. — Soy un gran alpha y excelente en la cama — su acompañante se reía y éste se acercó mas hasta el punto de llegar a Yuri y descubrirle au nuca — Sin marca... ¿Porqué no vienes conmigo? No tengo pareja y podremos divertirnos
El menor quito la mano del otro de golpe y se alejó lo mas que pudo.
— Si fueras tan buen boxeador no te habrían dado la golpiza que te metieron y...— el rubio era experto en provocar y en ocasiones de olvidaba de que era un omega de cuerpo pequeño — Aunque lo necesitara no iría contigo, por algo no tienes pareja y creo que es evidente el por que — señaló su entrepierna
El hombre se fue contra de Yuri y éste se cubrió como pudo con sus brazos y cerro fuertemente los ojos esperando recibir los golpes.
Estos nunca llegaron.
Escuchó que peleaban y abrió los ojos. Otro alpha había aparecido en el momento justo para detenerlo.
Sus orbes se cruzaron por un momento y Yuri sintió algo raro, sentía que debía salir de ahí antes de que otra cosa pasara pero... Se sintió seguro al mismo tiempo, no sabía realmente como describir aquella situación, aquel sentimiento tan raro.
— Lamento que te haya causado problemas... Esta afectado por los golpes — era raro que un alpha fuese así de amable, su voz seria daba calma y... Y... — ¿Estás bien? — el rubio trato de reaccionar y solo pudo asentir, bajo la mirada rompiendo con su pequeño lazo momentáneo. Estaba avergonzado y sólo pudo salir del lugar envolviendose en la chaqueta que le quedaba bastante grande.
— Otabek... ¡Otabek ya sueltame! Él se lo buscó, debiste haber escuchado todo lo que me dijo... Estúpido omega.
— ¿Estas bien, Otabek? ¿Otabek?
Originalmente no iba a poner su encuentro de esta manera, pero quería hacer que Yuri sacara ese lado suyo que es canon y de ahí hicieron pof!
El amor😚
Ahora ya no les puse cosas feitas, no me odien.
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