Cinco meses eran los que habían pasado.

Su felicidad solo duró cuatro y después había pasado uno en soledad con su cachorro creciendo en el vientre. Sus manos lo acariciaban constantemente para hacerle saber a su hijo que no estaba solo y que le daría todo el cariño del mundo para que nada le faltase, no importaba qué, estarían ellos dos solos contra todo el mundo.

Yuuri había regresado a Japón luego de enterarse de que Viktor había violado a su propio hermano y que el cachorro que estaba por dar a luz era de él... era enfermo y de hecho esas palabras aún le rondaban en la cabeza. No sabía cómo se sentía, no sabía como hacer para superar aquello, era la persona con la que se suponía pasaría el resto de su vida porque eran destinados y sobre todo, porque se amaban desde el primer momento en el que sus manos se rozaron tan sólo unos cuantos segundos al pasar en el aeropuerto. El vacío que sentía al contemplar su soledad era indescriptible, claro ¿Cómo se despierta un día sabiendo que estás solo en un extremo de la cama?
Su madre le pedía que saliera de la habitación, que tomara un baño en las aguas termales y le ayudaría también al bebé, pero, no, era una depresión horrible porque nadie le dijo que una separación iba a doler así.

El celular estaba desconectado.

No había redes sociales.

Un abismo.

¿Que debería sentir en ese momento?

¿Porqué debía de pasar por eso?

¿Qué mal había hecho?

No tenía a quién pedir ayuda, no podía hablar con nadie, la vergüenza de regresar a casa sólo y que el mundo lo mirase como un omega cualquiera, una promesa rota y la decepción más grande era algo que le carcomía.

¿Cómo se sobrevive a una ruptura como esa?

Yuuri se despertaba todos los días con la esperanza de que, al abrir la puerta de su cuarto o cruzar la casa para ir a la cocina pudiera encontrarse con él y su sonrisa de idiota o al menos un mensaje de texto... Nada.

Dolía.

¿Cómo se supone que se olvida?

Quisiera no hacer hecho caso a sus sentimientos, a las promesas paganas de encontrar a tu destinado. Ahora se daba cuenta que no todo era cierto, que siempre había mierdas en el aire y la gente incrédula como él se las creía. Quería huir, quería perderse en un lugar desconocido, irse y olvidar todo así como él había sido dejado atrás sin siquiera tomar en cuenta sus sentimientos.

Primero, tendría a ese bebé y luego se iría lejos... América sonaba bien, bastante prometedor... Quizás hasta podía encontrar un alpha o un beta que lo quisiera con todo y su cachorro y empezar de nuevo, pero, si aceptaba esa segunda realidad, ya no se entregaría por completo, sabía lo que dolía una separación, una marca sin propósito alguno, una vida vacía y al lado de alguien más.

¿A dónde lo llevaría todo esto?

¿Lo haría mejor persona?

Una mañana, Yuuri despertó con el coraje desbordándose por sus poros, por las cuencas de sus ojos, el coraje que no había tenido en toda su vida y ahora, estaba empacando todo lo que tenía o más bien todo lo necesario. 

No dijo más que unas cuantas palabras a sus padres. No estaba huyendo, estaba buscando paz y sanidad mental que era lo que más necesitaba en estos tiempos. Iba a reponerse, sabía que lo haría, no sabía que tanto iba a demorar en hacerlo pero el tiempo solamente le iba a dar la respuesta a esos males que le aquejaban.

Partió en el primer vuelo que encontró a Estados Unidos, lejos, donde nadie lo conociera, donde nadie pudiera juzgarlo por sus acciones o ser un omega soltero. Los primeros días fue difícil ya que su inglés todavía tenía un acento muy extraño, buscar un departamento o una casa barata no fue difícil, podría vivir al menos lo que restaba de su embarazo tranquilo con los ahorros que tenía, ya luego buscaría algún trabajo que no fuera tan extenuante ya que, debía estar todo el tiempo cerca de su cachorro.

Sexto mes.

Había escuchado en las noticias que había pasado un altercado en el aeropuerto de Kazajistán, no recuerda de donde, pero tuvo algo que ver la política Rusa con una pareja joven que estaba huyendo, hubo un muerto y varios heridos. Pensar en aquel país le producía urticaria pero de todas maneras no podía negar que su hijo tenía sangre rusa.

"—Aparentemente todo se trató de un omega que escapó de las leyes de Rusia, lo cual, en aquel país está totalmente penado según las últimas declaraciones.

—Sí, así como lo escuchan, aún existe en las altas familias rusas que utilizan el emparejamiento forzoso entre su familia para procrear a nuevas generaciones exitosas que pongan en alto el nombre de Rusia.

—Yo aún no puedo asimilar que en este siglo exista este tipo de maltrato

—Esto es más que maltrato, es abuso.

—Lo que es más indignante es que fue el mismo padre del menor quién armó todo el alboroto en Almaty, se valió de permisos gubernamentales y de su dinero."

El noticiero le encantaba sacar ese tipo de notas y Yuuri no quería saber nada de eso, siempre que empezaban lo apagaba antes. Vivía feliz y tranquilo luego de que ya tenía una buena vida comenzando en Estados Unidos. Su embarazo iba bien y estaba haciendo caso a todo lo que su médico le decía, incluso en su distrito había buenos vecinos con los que podía contar. 

"—El alpha, patriarca de la familia Feltsman, Yakov Feltsman ha sido arrestado por irrumpir en territorio neutral con propósitos no muy claros y que han violado los derechos humanos."

—Michiru, deja de moverte...

Se acarició el vientre para su séptimo mes. Su cachorro estaba creciendo rápido y era bastante activo aún y cuando todavía se encontraba dentro suyo. Habían sido unos meses turbios en cuanto a recuperarse de espíritu y alma pero, le gustaba por donde iba todo eso, de alguna manera, estaba sintiéndose mejor cada día. Él mismo había acondicionado el cuarto de su pequeño, por que iba a ser un niño, siempre lo supo incluso sin necesidad de una ecografía. ¿Eso era lo que hacían las madres, no? Sentir a sus hijos y desarrollar un vínculo más allá de sólo parirlos.

"—Han pasado ya cuatro meses desde el incidente en Almaty, la noticia ha recorrido el mundo entero por que es algo que debe ser digno de admiración para todos, sin siquiera tomar en cuenta que clase somos, Rusia ha tomado cartas en el asunto al verse totalmente abatido en críticas sociales, caída de la bolsa de valores, retiro de apoyos económicos y cancelaciones de tratados con otros países. Rusia por fin a prohibido el emparejamiento entre la misma familia, se ha declarado un país libre y que apoya cualquier movimiento en pro de las personas"

—El joven omega que inspiró esto y a que muchos otros lucharan por querer una vida tranquila es Yuri Feltsman, hijo de Yakov, el hombre que armó el alboroto en Almaty y..."

Michiru estaba ya en casa, en su hogar y con un montón de cosas que ver a su alrededor, su madre era más cálida y siempre le sonreía aunque le observaba con detenimiento como es que lloraba en ocasiones al verle. El cachorro nació con su cabello platinado pero con ojos marrones como su madre... Yuuri trató de olvidarlo a como diera lugar y la vida le daba un hijo igual al hombre que amó. 

Sus padres habían viajado por dos días para poder ir a verlo y conocer a su nieto, a palabras de ellos, era el niño más hermoso que hubiesen visto, era regordete y sonreía como a todo y a todos. Era una cosita llena de amor y felicidad.

—Mamá... no quiero regresar a Hasetsu, Michiru y yo tenemos una vida aquí ¿Por qué no mejor ustedes se mudan? Mi hermana puede hacerse cargo de las aguas termales y...

—No Yuuri, nosotros también tenemos una vida hecha —le acarició el rostro —podemos venir o tu ir cuando gustes, pero, este lugar no es para nosotros, además ya estamos viejos cariño

—Mamá... ¡Son las personas más jóvenes que conozco! —rió — Me hacían mucha falta

—Tú padre no dejaba de preguntar por su nieto, era nuestra excusa perfecta para venir a verte Yuuri.

—¡Oye Yuuri! ¿No es ese Viktor?

El corazón se le detuvo al escuchar a su padre, un poco ebrio por festejar el nacimiento de su primer nieto, hablar de Viktor cuando estaba la televisión encendida. Hacía tanto que no escuchaba de él que se quedó sin aire, le dolió el pecho y ahora... no sabía qué hacer. Se levantó con lentitud y se acercó a la sala para poder confirmar que su padre sólo estaba delirando un poco.

"—...joven promesa del patinaje, Viktor Felstman, también estuvo implicado en el caso de Almaty junto a su padre, fueron arrestados luego del juicio que enfrentaron por el que se hizo público en contra de su hermano, Yuri Feltsman... "

Todo lo que escuchaba lentamente se fue haciendo lejano, no pensó que aquello llegara tan lejos y mucho menos que él terminara de esa manera, quizás... quizás por eso no había recibido llamada o mensaje alguno.

"—... pasaran una condena de treinta y quince años en prisión respectivamente..."

"—Incluso lograron desmantelar una red de corrupción y subastas de omegas, gracias a la declaración de Viktor, liderada por Christophe Giacometti quién mantuvo cautivo al menor de la familia Feltsman por... "

—Yuuri...

—Mamá... debo de ir a ver a Viktor. 

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Había una entrevista en la televisión que estaba siendo retransmitida para países extranjeros, muchos decían en internet que había sido innecesaria, que no debían de hacer sufrir nuevamente al menor para saber que había pasado, pero, otros, lo consideraban necesario para poder saber qué hacer en casos como ese y que no deberían quedarse callados.

[...]

—Yo... perdí a mi bebé cuando me enteré que mi... mi hermano... era el padre, entré en shock e inconscientemente lo rechacé... murió horas después de nacer.

—¿Pero cómo fue que se enteraron que Viktor era el padre de tu cachorro?

—Ivan, un amigo hizo un estudio de ADN para constatarlo... además Viktor... lo confesó

—¿Viktor abusó de ti?

—Sí... y también... m-muchos... otros... —el rubio comenzó a llorar

—Yura... Calma

—Otabek, ¿Como conociste a Yuri Felstman?

—Es simple... Yura es mi destinado.

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Este capítulo es emotivo, porque ahora más que nunca, me puse en los zapatos del personaje.
No iba actualizar por lo mismo, pero hay que seguir adelante de alguna manera ¿No?

Btw, no, no tengo hijos gracias a Alá(???) simplemente cerré un ciclo que fue importante y trato de superarlo.

Es todo. Gracias por leer y votar.