Capítulo 5.
Hoooolooooo. Jsjs nueva actu. Ahora si a la hora que es, ayer la app andaba media loca y me esperé para poder actualizar.
Espero que hoy no haya complicaciones jsjs.
Muchas gracias por todos su bellos votos y comentarios. Me duele que les duela ;; porque también me duele lo que sucede.
No diré más, lean este capítulo pero antes
Tomen su pañuelito. 😢🌸 -pañuelito gratis-
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Estaba seguro de que le había estado exigiendo demasiado a su cuerpo. Estaba casando. Cada día se sentía más y más abrumado. Por más fuerte que tratara de verse había momentos en los cuales simplemente pensamientos negativos llegaban a él.
Cada que se había suministrado una quimioterapia había tenido la esperanza de que saldría de eso, pero ahora que las habían suspendidos porque ya no había caso, los pensamientos de que podía morir en cualquier momento llegaban con más frecuencia hundiéndolo en su miseria.
Para dos meses desde que había dejado las quimioterapia su cuerpo había sufrido muchos cambios que ya no podía seguirle ocultando a su esposo, Chanyeol siempre estaba encima suyo preguntándole qué pasaba con él, el porqué no comía como antes y Baekhyun ya no podía seguirle mintiendo, y quizá lo más saludable para los dos era que Baekhyun le dijera la verdad, pero quizá fue una reacción de defensa que terminaron peleando por primera vez en años de conocerse.
Y por primera vez en años Chanyeol había dormido en una habitación diferente. Eso a Baekhyun no le vino nada bien, le dolió en el alma porque él era el culpable de que su relación se viera opaca en el último mes. Nada le costaba responderle las dudas a Chanyeol, pero tenía miedo. Él no quería ver a su pareja triste, mucho menos quería tener una mirada llena de condolencia en esos ojos cafés que tanto amaba, él quería pasar su vida tranquila al lado de Chanyeol hasta el momento de partir, pero Mei, Key y su madre tenían razón.
Estaba siendo egoísta, y al final, Chanyeol iba a sufrir demasiado. Y eso era lo que había estado evitando hasta ese momento. Había intentado en dos ocasiones decirle a Chanyeol lo que estaba pasando con él, pero simplemente llegado el momento su cabeza desviaba todo y sacaba otro tema, no podía. ¿Cómo lo iba a tomar Chanyeol?
Pensaba en que su esposo lo iba a odiar cuando supiera que durante todos esos meses le había estado ocultando algo tan importante a pesar de sus preguntas e insistencia en saber porqué tenía tantos cambios y malestares.
—Señor, ya he bañado al pequeño Hyun —avisó Mei llevando al bebé ya cambiado y bien peinado con él a la sala, Baekhyun sonrió y tomó al pequeño en brazos—. ¿En verdad no quiere que lo acompañe? —preguntó ella preocupada de que su jefe se fuera a poner mal en la calle estando solo con su hijo.
Baekhyun cargó a su bebé que estaba ya cumpliendo sus siete meses de haber nacido, lo llevó hasta su carreola donde lo acomodó y negó con su cabeza ante el ofrecimiento de la chica.
—Iré en mi auto, no te preocupes —le dijo y esbozó una sonrisa—. Igual, si me llego a sentir mal le hablaré a Chanyeol o a ti, te veo más tarde —dijo y empujó la carreola de su hijo hacia la salida de la casa.
Tenían nueva consulta médica de su bebé. La cita con el pediatra sería en unos cuantos minutos, los mismos que le alcanzaban para llegar a tiempo. Le sonrió a su bebé cuando lo acomodó en su asiento especial que colocaron en el asiento del copiloto. El pequeño bebé estaba ya bastante grande, era muy hiperactivo, tanto que a veces al balbucear parecía que decía palabras. Baekhyun deseaba poder escucharlo decirle papá antes de.
Subió al auto acomodando su cinturón de seguridad y se puso en marcha. A veces le daba miedo el manejar, temía que algún mareo o ataque de dolor le dé mientras lo hacía y tener algún accidente, por ello era que tenía sumo cuidado al salir de casa o de preferencia no lo hacía. Pero Chanyeol no podía acompañarlos ese día a causa de una junta importante, algo que no le molestaba en lo más mínimo, lo entendía, y sabía que cuando se trataba de juntas con sus padres era simplemente imposible negarse.
En cuanto llegó al hospital se sintió aliviado, todo el camino fue tranquilo y su bebé no se enfadó ni alteró en el camino, se había mantenido muy tranquilo con su chupón en los labios y su sonaja de mariposa moviendo de un lado a otro mientras en la radio del auto de su padre sonaban canciones infantiles. Bajó del auto y rodeó el mismo hasta estar del lado de su hijo, tomó la pañalera y al quitar el seguro cargó a su bebé en brazos dándole besitos en su mejilla y comenzó a caminar hacia el área de pediatría.
Su bebé parecía reconocer el lugar porque en cuanto entraron al área que estaba llena de dibujos y había muchos enfermeros y enfermeras en los pasillos soltaba risas altas, llamando la atención de quienes los veían. Baekhyun se veía feliz en ese momento y lo estaba, la risa de su hijo parecía como si fuera su cura, al menos cuando lo escuchaba reír de esa manera podía olvidar todo el dolor de su cuerpo y alma.
Al llegar al consultorio del médico Lu pidió su cita y la muchacha de la recepción le dijo que pasara, el pediatra lo estaba esperando. Caminó hasta la puerta y dio dos toques a la misma, cuando recibió un adelante del médico a quien ya conocía bastante bien entró. La sonrisa limpia y bonita del pediatra lo recibió.
—Bienvenidos, siéntate, Baek —dijo LuHan sin dejar se sonreír indicando la silla con su mano mientras terminaba de guardar unos archivos—. ¿Cómo ha estado el pequeño Yeol? Se ve más grande —comentó admirado cuando por fin vio al bebé y se acercó a ellos.
—Bien, cada día más activo que el anterior —dijo sonando algo agotado a lo cual ambos adultos se rieron—. ¿Pondrás inyección? —preguntó pensando en que había visto la cartilla y le pareció ver que le tocaba, Luhan asintió y le pidió el bebé a lo cual Hyunyeol atendió de inmediato dándole los brazos.
A Baekhyun no le tomaba por sorpresa esa reacción de su hijo. Desde que LuHan había tomado la atención de su bebé, el pequeño niño parecía tener conexión con el pediatra, ambos parecían llevarse bien. Quizás era la esencia de LuHan, tranquila y suave la cual le agradaba a su hijo, y eso le gustaba a Baekhyun. Podía ver que su pequeño príncipe no lloraba ante sus revisiones y pequeños ejercicios cada que iban al pediatra, mucho menos con sus vacunas cundo le tocaban, a comparación del médico Choi con quien siempre el bebé terminaba llorando y a ningún padre le gustaba ver a su hijo llorar.
—Veo que el peso de Hyunyeol va muy bien, y también tiene buena estatura. Es un poco más grande de lo normal a su edad —mencionó LuHan mientras iba tomando talla del bebé quien reía y movía su sonaja—. ¿Come bien? ¿Has visto algún comportamiento extraño? ¿Algo nuevo? —preguntó el médico dándole de nuevo su hijo a Baekhyun quien negó con su cabeza.
—Come muy bien, la fórmula la cambié como me dijiste y le he dado sus papillas recomendadas, todo lo come sin problema —respondió Baekhyun sonriendo a su hijo quien golpeaba sus manitos suave sobre la madera del escritorio—. Y no, creo que su comportamiento es normal, solo que duerme cada vez menos, me cuesta más dormirlo.
LuHan asintió mientras iba tomando apuntes en su PC y después le sonrió a Baekhyun.
—Tienes un hijo muy sano, todo va bien con él —aseguró LuHan tomando la manito del bebé y le sonrió al pequeño—. Cuando me case y tenga un bebé espero que sea así de bonito como tu hijo.
Baekhyun alzó la mirada hacia el pediatra cuando le dijo eso. Había pensando en que quizás el joven estaba casado o algo similar, le había tomando por sorpresa.
—¿No eres casado? —preguntó mostrando ligero interés, LuHan negó sonriendo apenado—. Pero debes tener novio, ¿no?
—No... —respondió ligeramente tímido el pediatra con las mejillas rojas, Baekhyun sonrió por ello—. ¿Usted es feliz en su matrimonio, Baek?
—Sí, Chan es un buen chico, es el esposo que cualquier persona desearía tener —mencionó bajito como si temiera confesar ese secreto y alguien pudiera robarlo—. ¿Cuántos años tiene, doctor?
—Tengo 25 años —respondió LuHan ladeando su rostro un poco al responder. Baekhyun le miraba como si lo estuviera estudiando, se sintió extraño por eso mas no molesto—. Usted se ve muy joven, supongo que es menor que yo, ¿verdad?
—Sí, hace poco cumplí los 23 años —respondió acomodando a su hijo en sus piernas y le acomodó su ropita—. Chan tiene 27, los cumplió apenas también, ¿él también se ve muy joven verdad? —preguntó con tono divertido, tratando de que sus palabras sonaran casual, LuHan asintió dándole un dulce de palito al bebé que lo tomó y llevó a su boquita chupando el mismo.
—Su esposo también se ve muy joven, pero también maduro —respondió Luhan recordando las pocas veces que había visto a Chanyeol cuando tenían consulta con su hijo—. Perdón si soy muy hablador, es solo que, muy pocos pacientes son amigables como ustedes y su hijo es muy adorable, les tengo aprecio —confesó el chico con las mejillas rojas tomando del pequeño refrigerador especial para las vacunas la que le tocaba al bebé—. A ver, es momento de ponerte tus poderes, bebé Yeollie, así crezcas sanito y fuera de peligro —dijo Luhan con voz aniñada para hacer el ambiente ligero para el bebé.
Baekhyun solo se quedó viendo como LuHan hablaba con su hijo y le ponía la vacuna. El bebé como siempre no lloró, se dejó hacer sin problema hasta que la consulta terminó y salieron de ahí.
Para cuando Chanyeol regresó a casa Baekhyun ya había terminado de poner la mesa para cenar, Mei se había ido media hora antes y su hijo estaba en la sala jugando en su cunero con sus peluches y juguetes que Chanyeol le había comprado una semana atrás, todos recomendados para la edad del pequeño.
El alto se acercó a su esposo dándole un beso en la frente y otro en sus labios.
—Buenas noches, amor —saludó el mayor a lo cual Baekhyun sonrió—. ¿Cómo están? ¿Qué tal les fue con el pediatra? —inquirió aflojando su corbata.
Baekhyun dejó los cubiertos sobre la mesa y ayudó a su esposo a lo cual Chanyeol agradeció hasta sentirse liberado de ese trozo de tela y compartieron un beso más antes de que Baekhyun respondiera.
—Todo bien con nuestro hijo —respondió haciendo que su chico tome asiento en su lugar en la mesa—. Dice LuHan que quizá tendrá Hyunyeol tu estatura, tiene varios centímetros más de lo normal a los de su edad —comentó divertido y agradecido de eso, realmente quería que su hijo fuera más alto—. ¿Sabes algo? Estuve pensando en el bautizo de nuestro hijo y quién podría ser su padrino.
Chanyeol había tomado el vaso con agua de sabor que Baekhyun había dejado sobre la mesa y bebió de este mirando a su chico mientras hablaba.
—¿Quién? —preguntó con interés dejando el vaso de lado y se lamió los labios prestando interés en ello. Baekhyun partió un bocado de la pechuga rellena que escogió para la cena y la llevó a boca de su esposo quien lo recibió con gusto disfrutando del sabor.
—LuHan, su pediatra —respondió Baekhyun.
Chanyeol tosió al sentir que su bocado se le atoró en la garganta por eso. Había esperado cualquier nombre menos el del pediatra a quien apenas conocían. Baekhyun se sorprendió por ello pero aun así socorrió a su esposo dándole un poco de agua que bebió el más alto hasta que se sintió aliviado.
—¿El pediatra? —preguntó sin poder creerlo realmente. No entendía el porqué esa sugerencia pero esperó a ver—. ¿Por qué él?
Baekhyun comió un poco de su comida mientras pensaba en que respuesta darle a su chico, Chanyeol estaba atento, el hambre se le había apaciguado un poco.
—Los padrinos de bautizo de un niño son como los segundos padres del bebé, por si un día los padres faltan ellos se harán cargo de ver por el pequeño —mencionó Baekhyun lo que ambos sabían, Chanyeol asintió—. Mis amigos tienen sus propios hijo, son jóvenes también y... Bueno, ninguno de ellos son cercanos a Hyunyeol, y es el mismo caso que tus amigos, ¿crees que sería bueno confiar esa tarea a alguien que no ve a nuestro hijo? —preguntó el menor dándole otro bocado a Chanyeol.
El alto recibió la comida pensando en ello, Baekhyun tenía mucha razón. Ninguna de sus amistades tenía cercanía con Hyunyeol y entendiendo ese punto, LuHan trataba muy bien al bebé, más allá de ser su médico. Pero no dejaba de sorprenderse por ello, en un inicio había pensando que Baekhyun odiaría a ese chico por haberse sentido deslumbrado por él cuando lo conoció, pero ahora que le decía eso, no sabía qué pensar. Y aunque debía aceptar que esa atracción momentánea que había tenido desapareció a los días a pesar de que siguió viendo a LuHan, seguía siendo extraño que su esposo le pidiera eso.
Pero igual no se negó. Estaba bien si su esposo lo deseaba así. Acordaron el día que hablarían con LuHan, para poder explicarle el deseo que ambos tenían porque fuera el padrino de su pequeño hijo Hyunyeol y saber si el joven quería eso también.
Después de la cena fueron a la cama como cada noche después de tomar una ducha. Baekhyun descansaba sobre el pecho de Chanyeol quien la acariciaba los cabellos y parte de su nuca. El más alto todavía no abandonaba la idea de preguntarle a su esposo qué era lo que pasaba con él, y aunque esa noche lo vio comer lo suficientemente normal, su cuerpo se veía delgado, enfermo.
—Baekkie —susurró pero no obtuvo respuesta. Pensó que se trataba de su esposo nada más no queriendo responder pero cuando buscó su rostro se dio cuenta de que se había quedado dormido de nuevo. Soltó un suspiro, quizá de nuevo tenía que posponer esa plática.
El día en que tuvieron que hablar con LuHan sobre ser padrino de Hyunyeol llegó pronto, ni siquiera Baekhyun se esperó a que el pequeño niño tuviera nueva cita, le había pedido a Chanyeol acompañarlo al hospital y esperar un turno libre de LuHan.
Para el pediatra fue realmente una sorpresa que el matrimonio Park lo invitara a comer a su casa, no le habían dado realmente el motivo de la invitación pero la aceptó gustoso y esa cena sirvió para conocer un poco más al pediatra.
Luhan para el matrimonio Park resultó ser un chico muy sencillo. Era alguien de buen corazón, y eso lo notaron por como hablaba con amor de los pequeños que atendía y también de las veces que iba a fundaciones de niños sin padres. Los bebés para Luhan era su debilidad y Baekhyun ante eso estaba maravillado. Y sí, de nuevo Baekhyun había tenido esos pensamientos, en la vida de Chanyeol cuando él no esté, si había alguien más debía de ser alguien correcto y sabía que su esposo no podía con esa tarea. Chanyeol escogería a la peor de las opciones y hasta ese momento, ahí sentados en su sala viendo a Luhan jugar con Hyunyeol y su esposo se daba cuenta de que Luhan, él era la mejor de las opciones que Chanyeol podría tener.
Cualquiera que supiera sus pensamientos le diría que estaba loco, ¿cómo era posible que pensara en buscarle nueva pareja a su esposo? Cualquiera diría si no lo amaba, y no era eso, lo amaba más que a todo en el mundo, incluso más que a su propia vida, pensar en que Chanyeol podría amar a alguien más le apretaba el pecho pero, más le dolía pensar en su chico, sufriendo solo y descuidando a su pequeño hijo. No era solo él, eran sus dos chicos, los hombres de su vida por quienes tenía que ver aun después de muerto. No había opciones a pensar en que iba a curarse y estaría muchos años con Chanyeol, no las había. Sabía que cada día que pasaba era un día menos para él y un día más en el cual el cáncer avanzaba en su cuerpo, matándolo. Lo sabía por los dolores que sentía y muchas veces era insoportable al punto de casi desmayarse, también, porque había estado presentando úlceras en su garganta y cada que comía su estómago ardía, incluso con el agua.
Por ello mismo, aunque se le desgarrara el alma de pensar en su Channie en brazos de alguien más, no tenía tiempo que perder. Luhan era dulce con su hijo y eso era lo que él quería. Quería una persona que no sólo cuidara de Chanyeol día con día, sino también, un buen padre para su hijo, por ello mismo había pensando en ese chico como padrino de Hyunyeol, así Luhan estaría siempre cerca de Chanyeol y su hijo, con el tiempo podría nacer algo, estaba seguro de ello. Sería fácil para Chanyeol enamorarse de alguien como Luhan, ¿no?
—Amor —habló Chanyeol esbozando una sonrisa entre divertida y confundida al no tener respuesta de su esposo desde que le había hablado la primera vez minutos atrás. Baekhyun salió de sus pensamientos mirando confundido a su esposo—. ¿Pasa algo, cielo? Te le quedaste viendo a Han tan fijamente.
—¿Yo? —inquirió tontamente haciendo reír a los otros dos adultos, sus mejillas se ruborizaron—. Perdón... Estaba pensando y me perdí —se disculpó. Luhan no le dio importancia—. En verdad lo siento.
—No te preocupes, Baekhyun —dijo Luhan esbozando una amplia sonrisa mirando al bebé que se había sentado en sus piernas—. Chanyeol me decía sobre que tenías algo que comentarme, ¿qué es? —preguntó curioso.
—Oh, sí —dijo Baekhyun recordando el motivo por el cual habían llevado a Luhan a casa. Le sonrió y le pidió a su hijo el cual Luhan le alcanzó esperando saber qué pasaba—. Hyunnie cumpliría en una semana sus ocho meses, cada vez está más grande y no lo hemos bautizado aún —comentó jugando con las manos pequeñas de su bebé, Luhan asintió comprendiendo—. Hablé apenas con Chan y llegamos a la conclusión de que estaríamos encantados de que tú seas su padrino. ¿Qué dices?
El silencio invadió la sala donde los tres estaban con el bebé. Luhan estaba atónito, no había esperado eso. El matrimonio esperaba ansiosos una respuesta de parte del pediatra quien parecía todavía no procesar lo que ellos habían dicho. Baekhyun tocó suavemente la mano de su esposo quien le miró dándose cuenta de la expresión de Baekhyun, el menor necesitaba una doble voz.
—¿Nos harías ese favor? —preguntó Chanyeol a lo cual Luhan le miró y terminó asintiendo con su cabeza.
—Por supuesto —aceptó Luhan finalmente esbozando una sonrisa amplia y tomó las manitos del pequeño Hyunnie quien le sonreía con sus encías sin dientes—. Me encantará ser el padrino de este bonito bebé, muchas gracias por tomarme en cuenta —dijo con sinceridad sintiéndose muy honrado por dicha petición.
Los preparativos para el bautizo quedó a cargo de Baekhyun y Luhan quienes pasaban la mayor parte del tiempo libre de Luhan juntos. El pediatra tenía varios pacientes que atender pero eso era solo por la mañana, por lo cual durante la tarde tenía casi todo libre y podía estar junto a Baekhyun y su futuro ahijado. Y aunque Baekhyun no había dicho nada al respecto no había día en el cual no estudiara a Luhan. El chico era amable por naturaleza por lo que veía, si en algún momento lo dudó y creyó que solo era imagen por quedar bien se equivocó. El pediatra era un amor de persona.
Lo había hecho un par de veces, dejarle a su hijo a ese chico solo para ver en las cámaras que tenía en la casa cómo era que Luhan se portaba con el bebé, y el chico era bastante cuidadoso. Siempre estaba atento a que el pequeño bebé no fuera a ahogarse con algún juguete o mientras comía algún biberón y eso a Baekhyun le daba una inmensa paz.
A dos semanas de haber hablado sobre el bautizo casi tenían todo listo, desde el salón hasta los bocadillos que darían a los invitados. Luhan tenía un buen gusto para la decoración por lo cual Baekhyun dejó que el chico se encargara de eso.
—Le diré a Chan que vaya contigo a ver en persona el salón que escogimos, así puedan asegurarse de que es perfecto —informó Baekhyun mientras hacían la comida de Hyunyeol. Luhan le miró confundido mientras pelaba las manzanas.
—Pensé que iríamos juntos —dijo Luhan a lo que había creído metiendo las manzanas al procesador. Baekhyun negó sonriente.
—Mañana iré al médico, Channie no sabe de ello por lo cual te agradecería si vas con él y Hyunyeol —explicó Baekhyun dándole uno de los botes especiales donde guardaba la comida de su hijo. Luhan asintió sin tener algún problema con eso—. Veo que casi no hablas con mi esposo, ¿sucede algo? —preguntó con ligero interés, Luhan negó de inmediato.
—Su esposo parece ser muy reservado, por ello es que me sorprendió que me pidieran ser el padrino de su hijo —mencionó Luhan quien tenía esa imagen de Chanyeol desde la segunda cita que tuvieron de Hyunyeol con él—. En verdad, creí que no estaba cómodo con que yo fuera el pediatra de su hijo, y lo entiendo, soy un pediatra joven a comparación del doctor Choi que tiene años de experiencia.
—No es nada de eso, te lo aseguró —dijo Baekhyun negando con su cabeza. No entendía el porqué su esposo había tomado esa postura con Luhan o quizá sí lo entendía pero no estaba muy seguro de ello.
Todo lo que había hablado con Luhan sobre los últimos detalles del bautizo de su hijo se lo contó a su esposo y Chanyeol lo escuchó atento mientras tomaban una ducha y el más alto frotaba la espalda del menor. Tomar baños juntos era algo que los dos disfrutaban cuando estaba Mei, pero cual estaban solos debían ser un poco más rápidos por sí su hijo quería atención al despertar, por ello es que a veces solían tomar duchas separadas para evitar percances.
—¿Si podrás entonces? —preguntó Baekhyun al secar su cuerpo. Miró de reojo a su esposo que se enrollaba una toalla a la cintura, Chanyeol asintió—. Me alegra... ¿Sabes? Luhan es un buen chico.
—¿Sí? —preguntó el más alto sin mucho interés mirando a su pareja y después ambos salieron del baño yendo hacia la cama donde Baekhyun se sentó. Chanyeol había prometido ayudarle a ponerse sus cremas de siempre—. ¿Avellana o chocolate? —preguntó el alto al ver las dos cremas que tenía Baekhyun para dormir. El menor señaló la más dulce a lo cual asintió y comenzó a aplicar esta en las piernas ajenas con suaves masajes que Baekhyun disfrutó.
—¿Tú no lo crees así? Quizá mañana que irán solos al salón puedas conocerlo como yo. Seguro te gustará —dijo sintiendo como las manos de Chanyeol se detenían de pronto sobre sus piernas—. A mí me gusta su actitud.
—Ya veo, bueno, no hablemos de nuestro compadre —dijo Chanyeol inclinándose sobre su chico y lo acostó sobre la cama besando sus labios brevemente mientras tomaba posición entre las piernas del menor—. Hyunnie sigue dormido, deberíamos aprovechar, bebé —le dijo y pronto los besos se hicieron presente tanto en sus labios como en su piel a los cuales el más joven no se negó.
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Mei miró con el ceño ligeramente fruncido a su amigo cuando el esposo del mismo subió al auto junto con el pediatra quien cargaba en brazos al bebé, como si fueran una bonita familia feliz, mientras Baekhyun los veía desde la puerta de la casa irse. La mirada del menor se dirigió a su amiga mirándola extrañado.
—¿Qué estás haciendo, Baekhyun? —preguntó Mei con tono molesto—. ¿Por qué veo a ese chico más tiempo con tu hijo que tú?
—No seas exagerada, siempre estoy con ellos —dijo Baekhyun esbozando una sonrisa la cual Mei no creyó—. No digas esas cosas.
—¿Qué cosas, Baekhyun? —inquirió todavía mostrándose severa—. ¿El que no le has dicho la verdad a tu esposo, y contrario a ello le estás metiendo por los ojos al pediatra de tu hijo?
Baekhyun entre abrió los labios por lo horrible que eso sonó a como Mei lo dijo. Pero esa era la realidad, no podía cambiarla. Su única intención fue esa cuando comenzó a meter a Luhan a su casa.
—No lo entiendes —fue lo único que dijo entrando de nuevo a la casa y caminó hacia la sala, Mei iba detrás de él—. Solo quiero que Chanyeol se enamoré de una persona que valga la pena, y creo que Luhan es el indicado.
—¿El indicado? —preguntó Mei confundida, sin poder entender realmente a su amigo—. Eres su esposo, Baekhyun. ¿Por qué te estás haciendo esto?
—Porque...
No pudo terminar la frase cuando una fuerte arcada le vino de la nada, la sensación ácida de nuevo estaba ahí quemando su garganta hasta que no pudo aguantar más y terminó vomitando en la sala de su casa. Se dobló sobre sí mismo tocándose el estómago con fuerza, dolía como los mil infiernos, era una sensación horrible, como si se hubiese comido una braza caliente y está fuera recorriendo sus intestinos lentamente.
Mei trató de ayudarlo dándole un poco de agua y una servilleta, Baekhyun tosió un poco cubriendo su boca con su mano la cual retiró un poco y al verla estaba manchada de sangre. Sus ojos se abrieron con demasía al darse cuenta de ello. Miró su desastre, podía darse cuenta de que nada de lo que sacó era extraño más que la sangre mezclada. Sintió asco pero más allá de eso, miedo. Sabía lo que estaba cerca.
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Al llegar al lugar donde se encontraba el salón para la fiesta de su hijo estacionó el auto y bajó del mismo rodeando el auto hasta ir al lado del copiloto. Olvidó por un momento que no era su esposo el que iba con él, y se vio de vuelta a la realidad cuando la puerta se abrió y Luhan trató de bajar quedando los dos demasiado cerca.
Los ojos de ambos se abrieron con mesura al darse cuenta de lo cerca que ambos quedaron, fue el pequeño bebé en brazos del menor y más bajo quien los hizo alejarse y desviar la mirada al estar los dos fuera del auto.
—Por aquí —susurró Luhan caminando unos cuantos pasos guiando a Chanyeol hacia el interior del salón. Tenían que hablar con el encargado para asegurar la reservación y hacer el pago tal como Baekhyun le había dicho.
Chanyeol soltó un suspiro, debía seguir manteniéndose al margen si no quería lastimar a su esposo con su actitud, además que Luhan sería el padrino de su hijo, no cualquier persona. Se dio una bofetada mental antes de ir al lado de Luhan y su pequeño hijo quien señalaba cosas y balbuceaba a su vez.
No les llevó mucho tiempo en ver el salón, no era ni tan grande ni mucho menos pequeño, era lo suficiente para una fiesta moderada donde iría la familia y también amigos del matrimonio. Cuando Chanyeol pagó por la renta y reservó la fecha le sonrió a su hijo y acompañante.
—Estamos algo lejos de casa, Baek me dijo que iría al médico quizá no ha llegado a casa, ¿quieres pasar a comer? —preguntó Chanyeol pensando que era lo de menos que podía hacer por su futuro compadre al estar al pendiente de todo lo de la fiesta.
Luhan acomodó al pequeño bebé en sus brazos y asintió con su cabeza sin ningún problema, su estómago ya le estaba pidiendo comida y sabía también que ya era la hora de comer del pequeño Hyun.
—Me parece bien, conozco un restaurante casero aquí cerca, seguro te gustará —dijo Luhan animado llevando de nuevo a Chanyeol hacia el auto del mismo.
Ambos subieron al coche y se pusieron en marcha hacia el restaurante que Luhan había mencionado. A Chanyeol no le pareció para nada mal el lugar, era bastante hogareño, y tal vez se debía a que estaba situado en la misma casa de los dueños. La decoracion rústica con madera, mesas pequeñas y manteles sencillos le daban un toque cálido al lugar. En su vida Chanyeol habían ido a un lugar a sí. Desde siempre había pertenecido a una familia con posición medianamente alta, donde sus padres tenían la costumbre de comer elegantes, incluso la familia de Baekhyun era así, por ello mismo habían coincidido en el mismo lugar de residencia y aunque después de casarse y vivir en una casa más pequeña que la de sus padres, las cosas que les rodeaban eran lujos, los lugares a los que iban, los restaurantes y sobre todo, las comodidades. Que estar en un lugar diferente a eso le causó más interés del que pensó.
Había comido de todo, incluso en puestos de locales de la calle cuando salía con su esposo y a este se le antojaba algún platillo extravagante que veían, pero la comida que vendían en ese sitio le pareció tan diferente que la disfrutó demasiado, incluso pidieron papilla fresca de papa para el bebé quien parecía disfrutarlo.
Mientras comían Chanyeol podía ver como Luhan alimentaba a su pequeño príncipe, era bastante cariñoso e incluso jugaba con él diciendo que la cuchara era un avión y Hyunyeol abría su boquita sin tardanza recibiendo todo. Podía darse cuenta de esa manera en que su esposo tenía razón, Luhan era un buen chico y parecía llevarse bien con su hijo, eso le gustaba.
—¿Te gustan mucho los bebés? —preguntó Chanyeol bebiendo un poco del agua fresca que les dieron en el lugar. Luhan le limpió los labios al pequeño bebé con una servilleta y miró a Chanyeol asintiendo con una impecable sonrisa en sus labios—. Se nota que serás un buen padre, eres tierno.
Las mejillas de Luhan se ruborizaron levemente por eso. No era normal para él recibir ese tipo de halagos, mucho menos de una persona con la que casi no hablaba.
—Gracias, espero serlo —dijo deseando realmente que fuera así a lo cual Chanyeol le despeinó los cabellos levemente por puro instinto—. Tengo el deseo de tener un bebé pronto, pero la verdad es que... No me da tiempo siquiera de conocer a alguien, y siento que la responsabilidad de tener un bebé a cargo es mucha y uno debe elegir muy bien con quien compartirá su vida, por ello me gusta como son ustedes, son una bonita familia. El joven Baekhyun es un buen padre y esposo por lo que veo, y él habla muy bien de usted, se nota que está muy enamorado de ti, Chanyeol —comentó Luhan retomando su labor de darle de comer al pequeño bebé.
Chanyeol no sabría explicar exactamente lo que sintió al escuchar eso. Era algo similar a la felicidad pero inquietante. Conocía bien a su esposo, sabía de sobra que era un chico noble y de su boca siempre salen buenas palabras hacia cualquier persona, pero era extraño. Casi siempre pasaba hablándole bien de Luhan cuando estaban solos, y por lo que el joven frente a él decía, podía darse cuenta de que también con Luhan hacía lo mismo.
Un poco confundido por eso se dedicó a terminar de comer. Para cuando salieron del restaurante eran apenas las cuatro de la tarde, volvieron al auto y se pusieron en marcha hacia la casa donde Chanyeol pensaba que ya estaría su esposo. Al llegar Luhan llevaba en brazos al bebé que se había quedado dormido en el camino. Chanyeol lo ayudó con la pañalera y pronto estuvieron ingresando a la casa. Todo estaba en silencio algo que le pareció extraño a Chanyeol, no veía a Mei por ningún lado.
—Ponlo en su cuna por favor, Han —pidió a Luhan quien asintió llevando al bebé a la cuna que descansaba en la sala. Chanyeol subió a la habitación pensando que quizá Baekhyun estaría dormido como usualmente hacía, pero estaba la habitación vacía.
Volvió hacia la sala donde Luhan esperaba todavía. El chico podía ver el rostro confundido de Chanyeol, algo que llamó su atención.
—¿Pasa algo? —preguntó curioso el más joven, Chanyeol negó.
—Me parece extraño que Baek no esté en casa, él no tardaría tanto en volver si no tiene a Hyun con él —comentó casi en un susurró. Sacó su móvil y marcó el número de su esposo pero este mandó directo a buzón—. Que extraño... No contesta —comentó.
Luhan hizo lo mismo de sacar su teléfono y marcó el número de Baekhyun, pero fue la misma respuesta, mandaba directo a buzón.
—Quizá se le acabó la batería, no pienses en nada malo, las noticias corren rápido —le dijo tratando de calmarlo.
Chanyeol asintió tomando asiento en el sillón mediano de la sala y Luhan lo hizo a su lado. Ambos se quedaron platicando de Hyunyeol por varios minutos hasta que la plática se tornó más personal y compartieron gustos y disgustos de cada uno. Pronto las risas se escucharon en la habitación de la sala mientras el tiempo iba pasando. Quizá dos horas más tarde la puerta principal se abrió, dejando ver a Mei que entraba con Baekhyun del brazo.
Tanto la chica como Baekhyun se quedaron estáticos al ver como Chanyeol le acariciaba los cabellos a Luhan y este se reía tímidamente mientras al parecer habían estado viendo una película. Baekhyun pestañeó un par de veces antes de desviar la mirada y pedirle a Mei que lo deje solo mientras avanzaba a su habitación. La fémina quiso negarse pero no le quedó de otra que obedecer. Ella cerró la puerta con fuerza llamando así la atención de Luhan y Chanyeol quienes se sobresaltaron un poco por el ruido hecho. Chanyeol al ver a Mei ahí se puso de pie y caminó hacia ella.
—¿En dónde estabas, Mei? Baekhyun no está en la casa y he llamado a su teléfono pero no contesta —dijo Chanyeol con un ligero tono molesto, algo que cabreó todavía más a la chica.
—El señor Baekhyun acaba de pasar detrás de usted y subió a su habitación, pero como está muy entretenido tocando a otro que no es su esposo no se dio cuenta —dijo ella sin tomarse la molestia de ver si incómodaba o no al otro presente y se fue de ahí metiéndose a la cocina.
Chanyeol se quedó atónito por eso, ni siquiera se movió de su lugar. Cerró sus ojos con fuerza apretando un poco su sien, Mei nunca se había tomado el atrevimiento de decirle algo así, mucho menos con el tono molesto en el cual lo hizo. Se giró un poco hacia Luhan quien estaba atónito, todavía sentado en el sillón. Chanyeol estaba seguro de que el chico había escuchado lo que Mei dijo, no fue nada discreta. Y conociendo a su esposo estaba seguro de que también pensaría algo similar a Mei.
—Siento mucho esto, han malentendido las cosas —se disculpó con Luhan esbozando una pequeña sonrisa que era más forzada que voluntaria. Luhan le miró y negó con su cabeza señalando hacia donde sabía estaban los cuartos—. Puedes quedarte con...
—No te preocupes, ve con Baekhyun, así sabrás qué pasó para que llegara tarde —le dijo esbozando una sonrisa cálida y tomó asiento bien en el sillón estando al pendiente del bebé.
Chanyeol no dijo nada más y solo subió a la habitación que compartía con su esposo. Al entrar escuchó a Baekhyun toser en el baño. Suponía que se estaba bañando por lo cual esperó en la cama a que el menor saliera. Quizá fue alrededor de media hora en la que Baekhyun salió tomando por sorpresa ver a Chanyeol ahí. Le sonrió mientras se ajustaba su bata de baño.
—Intenté llamarte varias veces, pero no entraba la llamada —dijo Chanyeol mirando atento a su esposo, podía darse cuenta de su piel pálida y ese par de ojeras que estaban marcadas en las bolsas de sus pequeños ojos, antes no las había visto. Baekhyun al darse cuenta de ello desvió la mirada—. ¿Pasó algo? ¿Cogiste resfriado? Estabas tosiendo y.. .
—Olvidé el móvil dentro del auto, y no lo cargué en la noche, sabes lo descuidado que soy con ello —le dijo encogiendo sus hombros un poco y caminó hasta su closet—. ¿Cómo les fue? —preguntó sobre el salón, Chanyeol hizo una mueca cuando se dio cuenta de que el menor ignoró sus preguntas. Se puso de pie y se acercó a él acorralando al mismo contra el clóset, Baekhyun se encogió un poco en el lugar—. Chan, tengo que vestirme para ir a ver a Hyunyeol.
—No me has respondido —le dijo dándole vuelta para tenerlo de frente. Estaba cansado de que esposo evite hablar con él cuando el tema era su salud—. Llevas mucho tiempo dándome vuelta cuando te pregunto cómo estás, y eso ya no me está pareciendo, Baek. Fuiste al médico, quiero saber qué pasó.
Baekhyun mordió sus labios y negó con su cabeza sonriendo levemente pasando sus manos por el cuello ajeno y le dio un beso en los labios a su pareja. No había ningún otro sabor sobre los mismos, se sintió aliviado.
—Es una infección en mi garganta, me salió una pequeña úlcera —dijo sin mentirle en esa ocasión, Chanyeol le miró extrañado—. Me dieron los medicamentos para el tratamiento y pronto estaré bien, así que si me escuchaste toser es por eso, ¿cómo les fue?
—¿Una úlcera? —preguntó Chanyeol apretando un poco sus manos en la cintura de su esposo, por encima de la bata—. ¿Qué te causó la infección? —insistió.
Baekhyun se giró sacando ropa de su closet y caminó hacia la cama alejándose de su pareja. Debía saber que no sería tan sencillo quitarse de encima a Chanyeol si este tenía dudas. Comenzó a vestirse.
—No le entendí muy bien al médico —mintió. Lo sabía bien, era a causa de su enfermedad, consecuencias de tener cáncer avanzado pero no quería decirle eso a su pareja—. Creo que una bacteria, la otra vez me dormí sin lavar mi boca, ¿lo recuerdas? Nada grave, ya me pondré bien —restó importancia.
Chanyeol soltó un suspiro acercándose a su esposo y le tomó su mano sentándose en la cama. Baekhyun le miró confundido, sobre todo cuando el más alto agachó la mirada.
—Lo que viste en la sala, no es lo que parece, Baek.
—Oh, Luhan ¿ya se fue? —preguntó cómo si recién se acordara de ello—. Deberíamos comprar cena, la verdad no me siento bien para cocinar hoy, baja a preguntarle que quisiera comer en lo que termino de vestirme, ¿sí? Así me cuentan los dos como les fue y si ya está el salón.
—Baek.
—Dime.
—¿Me amas? —preguntó Chanyeol con un nudo en la garganta.
Baekhyun le miró confundido. No entendía esa pregunta de pronto.
—¿Por qué me preguntas eso? ¿Tienes dudas de lo que siento por ti? —preguntó el más joven mirando todavía sin entender a su esposo. Chanyeol se puso de pie alejándose unos cuantos pasos. Baekhyun le siguió con la mirada viendo como pasaba sus manos por su rostro, frustrado.
—Este no eres tú —dijo el más alto mirando al menor—. Pareciera que nada de lo que hago te molesta, eres extremadamente tranquilo, incluso... Me gusta Luhan, lo sabes y no dices nada, tal pareciera que quieres que pase más tiempo con él que contigo, todo el tiempo me estás hablando de Luhan, y ni siquiera parece importarte, pienso que dejaste de amarme y quieres deshacerte de mí.
—¿Te gusta Luhan? —preguntó Baekhyun en un hilo de voz.
Chanyeol al darse cuenta de lo que había dicho sintió un escalofrío recorrer su espalda, no por ello, sino por la mirada de su esposo, sí, lo dijo con intención, pero no midió realmente cual sería la gravedad. Gruñó golpeando su puño contra la pared y negó constantemente mirando asustado a su esposo, se acercó a él temiendo que Baekhyun se aleje de él pero eso no pasó.
—No es de esa manera, Baek.
—Está bien si te gusta —susurró Baekhyun desviando la mirada. Chanyeol quedó boquiabierto—. Luhan es un chico bonito, incluso lo es más que yo y...
—¡Cállate! —alzó la voz el más alto tomando por sorpresa a Baekhyun—. Deja de decir eso, joder. ¿No te das cuenta que me lastima tu actitud? Eres el amor de mi vida, la persona que amo, el padre de mi hijo, ¡por qué demonios te portas así! No te entiendo, no entiendo nada, ¿qué está mal? ¿Por qué si te tengo te siento tan distante?
—Pero no quiere decir que no te ame.
Le tembló la voz y Chanyeol se dio cuenta de ello. Se maldijo a sí mismo, nunca le había alzado la voz a Baekhyun, ni pensó en hacerlo. Pero ya no podía más con esa situación. Sentía que no conocía a su esposo, que eran dos extraños que no sabían del otro, al menos, desde hacía unos meses ya no sabía nada de su pareja, Baekhyun ya no le contaba nada, todo estaba relacionado con su hijo y nada más allá.
—No puedes quitarme a la persona que amo así, Baekhyun —le dijo acercándose de nuevo a él tomando su rostro entre sus manos, haciendo que sus ojos se miren fijamente—. Quiero que dejes de hacer lo que sea que estás haciendo, no me voy a fijar en Luhan, no me gusta ni va a gustarme, porque yo te amo y te amaré solo a ti, ¿lo entiendes? Dime que lo entiendes.
—Chan —susurró bajito, Chanyeol apretó un poco más el agarré en su rostro—. Lo entiendo, perdóname, en verdad lo siento, no quería lastimarte —pidió abrazándose de él.
La vocesita en su cabeza le repetía un y otra vez que era el momento para decirle la verdad, pero sus labios simplemente parecían estar sellados por el miedo que le daba ver a su esposo sufrir porque aunque él no quisiera, la vida le iba a quitar al amor de su vida tarde o temprano.
Nota final:
Sin duda, las mentiras siempre son lo que más lastiman.
Pero también, hay cosas que no son tan sencillas de decir. Baekhyun ya perdió el control de sus mentiras y aunque no fueron con intención de lastimar a su esposo, lo hará tarde o temprano y también se lastima él, no debe ser fácil el ver que alguien más haga sonreír al amor de tu vida, más cuando sabes que pronto te irás.
El cáncer sigue avanzando
¿Alguien más me acompaña en este río de lágrimas? Nadie? Jsjs
, no se olviden de comentar y votar,, pasen al siguente cap😁👌🌸
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