Capítulo 4.
Holaaaaaa. Nueva actu. Ahora sí creo que a tiempo, y pues nada. De nuevo, gracias por votar, comentar y sobre todo leer esta historia.
Lamento mucho que han llorado con estos caps que han pasado, les dejo pañuelitos para que estén previstos -dejar pañuelos-
A leer :3
Soltó el bolígrafo sobre la mesa con palma abierta y negó con su cabeza un par de veces. No podía quitarse de la cabeza la imagen de su chico esa mañana. No entendía por que Baekhyun siempre terminaba corriendo al baño para vomitar lo poco que ingería de comida. Había tantas cosas que tenían su cabeza hecha un lío. Baekhyun había cambiado tanto en esos últimos tres meses.
Era mucho más reservado con sus cosas, siempre parecía estar escondiendo algo, y ni hablar de sus hábitos de sueño y de alimentación. Si no era que comía muy poco, por no decir nada, dormía todo el día, casi como si fuera su pequeño Hyunyeol.
Y no, no le molestaba eso, pero sí le preocupaba. Era notoria la pérdida de peso de su esposo, ya no era solo delgado, los huesos se le marcaban más en sus clavícula y costillas. Mientras dormían podía tocar su espalda y sentir cada vértebra de su columna, era preocupante. El problema estaba, en que si tocaba ese tema Baekhyun se cerraba en sí y no respondía nada. También podía darse cuenta de que algo no andaba bien, los ojos de su esposo que siempre habían desprendido un brillo juguetón, ahora se encontraban opacos y también tenía ojeras.
Quería encontrar la manera en la que su esposo se sincere con él, porque se había dado cuenta de que la comunicación entre ambos se había roto, al menos cuando se trataba de lo que pasaba con el menor.
Cada que iban al hospital por las consultas de su hijo, se ponía un poco tenso al pasar por ciertas zonas del hospital, solo se veía más relajado cuando llegaban a pediatría. Y tal parecía que Baekhyun volvía a ser el mismo de siempre cuando se trataba de la salud de su hijo, quien estaba ya cumpliendo cinco meses de haber nacido. En todas las citas que había ido con Baekhyun al pediatra su esposo se veía animado, parecía que saber que su hijo estaba completamente sano le hacía feliz y lo recargaba de energía, porque eran esos momentos en los cuales Baekhyun se portaba con su misma sencillez y naturalidad de siempre.
Por eso era que ya quería irse a casa, tenía que pasar por su esposo para ir al hospital a la cita de Hyunyeol, tenían que ponerle una nueva vacuna.
Se apresuró en terminar todos los pendientes que tenía ese día, su secretaria, una chica de quizá la misma edad que su esposo, aunque no era muy eficiente estaba al pendiente de que todo quedara en orden ese día. Para cuando terminó no se había dado cuenta de que ya iba con retraso hacia su casa. Se despidió de sus trabajadores que se irían en cuanto su horario laboral terminara y salió de la empresa.
Manejó un poco más rápido de lo que normalmente lo hacía, cuando llegó a casa Baekhyun ya estaba en el jardín con su pequeño bebé en brazos mirando las flores que habían plantado meses atrás, justo el día que le dieron su nuevo puesto de gerencia. Sonrió al verlo, se veían realmente lindos.
Bajó del auto caminando hasta ellos y les dio un beso a cada uno disfrutando un poco más el beso que le correspondió su esposo y le dolió mucho terminar.
—Perdón el retraso, amor, me sumergí en el trabajo y cuando me di cuenta ya iba tarde —explicó a lo cual Baekhyun no le dio mucha importancia—. ¿Vamos?
—No te preocupes, está bien —restó importancia el más joven caminando con su pareja hasta el auto al cual ambos subieron y se acomodaron—. ¿Terminaste tus labores?
—Sí, amor. Quedó todo en orden —respondió mientras conducía rumbo al hospital—. Espero lleguemos a tiempo, la vacuna de Hyunnie es importante.
—Lo es, además el pediatra es amable —comentó Baekhyun sabiendo que pediatra Choi le tenía mucho aprecio a su hijo y era muy amable—. Debes estar cansado, perdón por cargarte más trabajo —dijo apenado. Su esposo trabajaba todo el día y tenerlo ahí llevándolo hacia el hospital era más trabajo para el mayor.
—Está bien, amor, no te preocupes por eso —pidió esbozando una sonrisa al estirar su mano hacia el menor y despeinarle los cabellos al bajito.
Para Chanyeol no era ningún problema llevar a su esposo al hospital o cualquier lugar al que su esposo desee ir. Él tenía en cuenta que como esposo del bajito debía estar al pendiente de él y sus necesidades personales o las de su hijo, además que, era una manera de pasar más tiempo juntos. Por lo cual, no le importaba si estaba muy cansado o no.
Cuando llegaron al hospital Chanyeol buscó un espacio disponible para estacionar su auto, lo consiguió después de unos minutos de dar un par de vueltas y ambos bajaron del auto. Fue el alto quien se ofreció en llevar a su hijo en brazos. El pequeño había comenzado a sentirse frustrado en la carreola y exigía los brazos de sus padres y aunque Baekhyun no lo decía, Chanyeol ya se había dado cuenta de que el pequeño Hyunnie pesaba mucho para su papi Baek.
Por ello fue que caminaron así al interior del hospital. Para los cinco meses que visitaban el área de pediatría ya conocían a varios enfermeros y enfermeras del lugar a quienes el pequeño bebé de mejillas regordetas, ojos pequeños y orejas grandes ya les había robado el corazón con sus lindos gestos, por lo cual iban saludando a todos a su paso. En cuanto llegaron al área donde siempre atendían a su hijo esperaron pacientes a que pudieran ser atendidos. Al parecer el pediatra no llegaba todavía.
Estuvieron jugando nada más con su hijo mientras esperaban, haciéndole caras graciosas para que se riera, porque no había nada más hermoso para el matrimonio que la linda sonrisa sin dientes del pequeño bebé gordito.
Media hora más tarde a Baekhyun le pareció extraño que el pediatra de su hijo no llegara, el doctor Choi siempre estaba ahí a tiempo. Hizo una mueca y estaba a punto de pararse cuando Chanyeol lo hizo y le dio a su hijo.
—Espera aquí, amor, iré yo —se ofreció sin dejar de sonreír, Baekhyun no se negó a ello.
Chanyeol se acomodó un poco su camisa a botones y caminó hacia el escritorio de recepción para preguntar a la señorita que estaba ahí si sabía algo del pediatra, pero ella tampoco estaba informada. El chico hizo una mueca pensando en que era mucha irresponsabilidad del médico no haber avisado nada, la vacuna para su hijo era realmente importante, no podía simplemente pasarla por alto. Dio un paso hacia atrás para volver con su esposo pero chocó con algo, o mejor dicho alguien.
Un chico un poco más bajo que él, cuerpo esbelto y piel lechosa. Lo sostuvo por instinto del brazo cuando lo vio que casi se iba de lado por el impacto y no podía culparlo, su cuerpo se veía mucho más menudo que el suyo.
—Lo siento, no me fije —se disculpó Chanyeol con una sonrisa apenada en sus labios. Por la ropa del jóven podía darse cuenta de que era tal vez un enfermero del lugar, llevaba su pantalón azul celeste y su camisa con dibujos pequeños, como el de los demás que trabajan ahí—. En verdad lo siento —insistió retirando su mano del cuerpo ajeno.
El chico esbozó una sonrisa amplia, divertida ante la disculpa de Chanyeol y negó rápidamente con su cabeza mirando a Chanyeol.
—No se preocupe, venía tan rápido que no me fije tampoco —restó importancia el muchacho.
Chanyeol se impresionó mucho al ver su rostro, sino fuera por lo grueso de su voz y esa manzana de Adán marcada en su garganta lo hubiera confundido con una bonita chica, pero era un muchacho, de cabellos castaños claros, ojos risueños, labios delgados y un rostro que parecía haber sido creado por los mismos angeles, era muy bonito. Se sostuvieron la mirada por un momento hasta que la chica de recepción habló. El chico se acercó a la recepción y Chanyeol solo lo siguió con la mirada hasta que escuchó los balbuceos de su hijo.
Chanyeol observó a su esposo, Baekhyun solo movía a su bebé con suavidad sobre sus piernas en las cuales el pequeño Hyunyeol estaba sentado. Chanyeol no supo descifrar la mirada de su esposo pero un peso de culpa cayó sobre sus hombros.
—¿Hyunyeol Park? —preguntó el muchacho con el que recién el alto se había topado, llamando la atención del bebé y su otro padre quien se puso de pie y se acomodó al niño en sus brazos—. Son ustedes sus papás, ¿no es así? —inquirió el joven esbozando una sonrisa—. Pero que bello bebé eres tú —dijo al acercarse un poco al pequeño Hyunyeol y Baekhyun asintió a su pregunta—. Excelente, soy LuHan, el pediatra Choi lamentablemente tuvo un accidente de tránsito por lo cual sus pacientes me han sido asignados, soy pediatra también y estaré encantado de atender a su pequeño.
Chanyeol se acercó hasta su esposo colocándose a su lado. Baekhyun parecía sorprendido por la noticia del médico Choi, incluso afectado por ello y lo entendía, llevaban el mismo tiempo de vida de su hijo conociéndolo, se habían vuelto cercanos a él. Solo esperaban a que el médico Choi se recupere pronto.
La consulta con el nuevo pediatra fue amena, al menos así lo percibió Chanyeol. El chico que se había presentado como Luhan tenía verdadero ángel con los niños. Hyunyeol fue bastante risueño a su lado, sonreía y no lloró para nada cuando lo inyectaron y revisaron como siempre el médico Choi lo hacía, contrario a ello reía y hacía lindos gastos.
Al quien Chanyeol no veía nada animado era a su esposo e imaginaba la razón del porqué se encontraba así. Era de esperarse y su culpa. Soltó un suspiro cuando se despidieron del pediatra y salieron del hospital. El menor seguía serio, se veía cansado y sobre todo, veía una ligera tristeza en sus ojos. Subieron al auto, después de que cada uno se acomodó en su asiento y puso el cinturón de seguridad, Chanyeol se puso en marcha hacia su casa.
De camino trató de hacer algún tipo de conversación con su pareja pero este solo respondía con monosílabos, perdido en sus pensamientos al parecer, incluso no le hacía tanto caso a su hijo en brazos que balbuceaba y jugaba con el cuello de la camisa a botones de su chico.
—¿Quieres que compremos algo antes de llegar a casa para comer? —preguntó Chanyeol deteniéndose en un semáforo mirando a su esposo, estaban cerca de los centros comerciales donde vendían la comida que a su esposo le gustaba—. ¿Pizza, pastas, comida china? —dio sugerencias.
Baekhyun salió de sus pensamientos y miró a su pareja sin mucho interés en lo que decía y negó con su cabeza acomodando a su hijo en brazos.
—No tengo hambre, puedes comprar cualquier cosa para ti.
La respuesta del menor para nada le pareció a Chanyeol quien trató de respirar tranquilo y no molestarse por la forma pedante de responder de su chico. Asintió y se puso de nuevo en marcha cuando el semáforo lo permitió. No pasó a comprar nada para cenar, solo se dirigió hacia su casa. Una vez llegaron a su hogar Chanyeol fue el primero en bajar, como era su costumbre le abrió la puerta a su esposo y este bajo con cuidado del auto con su bebé ya dormido en brazos.
Chanyeol vio entrar a su esposo a la casa sin siquiera decirle nada, él entró poco después dejando sus llaves en la mesa que había en la entrada y de ahí siguió a su esposo. Baekhyun se encontraba en el cuarto de su bebé dejando a este en su cunero, después de varias horas por fin veía esa sonrisa que había querido ver durante el día y la consulta. Esperó a que Baekhyun activara las radios y cuando sus miradas se conectaron Chanyeol ya no podía más.
—¿Estás así por el pediatra? —inquirió con un tono ligeramente severo que tomó por sorpresa a Baekhyun—. Estás exagerando.
—¿Estoy exagerando? —preguntó confundido ante lo que su esposo estaba diciendo, y su rostro lo expresó claramente—. ¿Por qué estoy exagerando, Chanyeol?
—Te has puesto celoso de una persona que ni al caso, es el pediatra de nuestro hijo, ¿sabes lo incómodo que fue por tu mala actitud la consulta?
Baekhyun sonrió incrédulo por lo que su esposo le estaba diciendo. No dijo nada, solo apretó sus labios y dejó que su pareja terminara de hablar, escuchando nada más como repetía una y otra vez que no debía de pensar en nada que no tuviera pies ni cabeza, y muchas cosas que para él estaban fuera de lugar en ese momento pero le dejaban claro algo, y es que no solo se trataba de haber conocido al nuevo pediatra de su hijo.
—¿Fui yo el que puso todo incómodo o fuiste tú el que te sentiste incómodo porque el chico es lindo? —preguntó ya cansado de escuchar eso de su esposo.
Chanyeol se quedó callado en seco cuando escuchó la pregunta del menor. No supo qué responder, fue como si sus ideas se hubiesen desconectado de su lengua. Tragó saliva desviando un momento la mirada. Baekhyun sonrió todavía y negó con su cabeza saliendo de la habitación de su hijo caminando hacia la suya.
Chanyeol se quedó algunos minutos más en la habitación de su hijo viendo solamente al pequeño dormir. No, no era la culpa de Baekhyun, eso lo sabía realmente, pero se había querido engañar y buscar culpa en su pareja. Sentía vergüenza de ir a su cuarto y ver a la cara de su esposo.
Cuando entró a la habitación Baekhyun estaba en su clóset poniéndose su ropa de dormir. Apenas tenía puesto su pantalón e iba colocándose su camisa, desde la puerta podía ver la espalda del menor cada vez más delgada, sus huesos se veían. Baekhyun no se encontraba bien y él lo había atacado de esa manera sin ponerse a pensar que la actitud de su esposo no era porque él se había admirado de aquel pediatra joven.
—Baek.
—No quiero hablar contigo ahora, Chanyeol —respondió sincero el más bajo terminando de vestirse y caminó hasta la cama donde se sentó. Sacó un frasco de pastillas de su cajón y tomó la misma bebiendo un poco de agua que se sirvió en el vasito de la jarra que siempre estaba en su buró.
—Perdóname —dijo Chanyeol sonando arrepentido mientras se acercaba a él, se sentó a su lado sin decir nada por algunos minutos, Baekhyun solo estaba ahí, sentado a su lado mirando hacia la ventana del cuarto—. Perdóname —insistió tomando la mano de su esposo y apretó la misma, Baekhyun no dijo nada nuevamente, solo lo miró de reojo—. Fue...
—¿Te atrajo?
La pregunta salió débil de los labios del menor. Chanyeol se tensó ligeramente, Baekhyun no necesitaba una respuesta. Lo había notado en cuanto Chanyeol se quedó mirando a ese chico como siempre lo había hecho con él, incluso se preguntaba en ese momento cuándo había sido la última vez que Chanyeol lo había visto admirado. Y no, no lo culpaba. Luhan era hermoso, él lo podía reconocer, su piel brillaba, tersa y suave, sus ojos radiaban alegría, todo lo que él carecía en ese momento.
—Baekhyun, sabes que yo te amo más que a mi vida, jamás te.. .
—No estoy enojado, ni lastimado —interrumpió antes de que su chico siguiera echándose la soga al cuello—. Entiendo que hay chicos más bonitos que yo, y sí, es bonito, yo también lo noté —dijo con tono divertido y miró a su pareja sonriendo—. Olvidemos esto, ¿sí? Yo sé que me amas y nunca harías algo para lastimarme, no tiene importancia.
—Baek.
—Vamos a dormir —sugirió metiéndose por completo a la cama y se tapó con las sabanas sin dejar de sonreír y mirar a su esposo. Le palmeó su lado de la cama al más alto haciendo referencia de ir con él.
Chanyeol sentía que nada estaba bien entre los dos en ese momento, pero no había espacio para hablar más de ello. Baekhyun habían dado por terminado ese tema cuando él solo quería hablarlo. Fue hasta su lado en la cama y se acostó sobre la misma, Baekhyun buscó comodidad hasta que quedó sobre su pecho cerrando sus ojos hasta que se quedó dormido.
Los siguientes días todo iba normal entre los dos, al punto que Chanyeol podía confiar que en efecto su joven esposo no estaba lastimado por su estupidez de aquella vez. Y aunque Baekhyun no se lo había dicho debía tener cuidado con sus expresiones y acciones, lo que menos deseaba era lastimar a su esposo y hacerle creer cosas que no eran reales.
Como todos los días fue al trabajo, organizó juntas, checó cuentas e hizo unas cuantas llamadas y citas para nuevas inversiones, la empresa iba bien, sus padres y suegros estaban conformes con el funcionamiento de la empresa y eso le daba un alivio. El padre de Baekhyun había sido claro en decirle que ese sería el patrimonio que tanto los Park como los Byun les estaban dando, que era la manera en la que tanto él como su esposo e hijo tuvieran algo propio, por lo mismo era que se estaba empeñando demasiado en sacar adelante ese nuevo proyecto. Pero no por ello estaba olvidando cosas verdaderamente importantes. Hacía poco había cumplido un año de casado con Baekhyun pero por a o y motivo no habían podido festejarlo como se debía.
No habían tenido el tiempo suficiente para hablar de ello con su pareja, además que notaba al menor sin cabeza para pensar en un festejo y estaba bien, Baekhyun era quien pasaba todo el día con Hyunyeol y entre más crecía un bebé significaba más responsabilidad y más trabajo. Quería creer que a eso se debía el cansancio de su pareja, por ello mismo, no veía mal el poder hacer algo especial para los dos. Una sorpresa.
Conocía los gustos de su esposo completamente, sabía cuál era su comida favorita, su bebida favorita y el postre que lo enloquecía, también sabía bien cual era el restaurante perfecto para su chico, por lo cual preparar algo lindo para su esposo no sería nada complicado. Pero esperaba hacerlo bien.
Antes de que terminara su jornada de trabajo había hecho varias llamada para su reservación, también había pedido el platillo especial de su chico y la preparación de un postre favorito de su esposo. Para cuando tuvo que volver a casa ya había quedado todo listo, lo demás que pensaba darle a su esposo sería dependiendo de su destreza para hacer que tenga un día hermoso.
Pensaba que por ese día, podía dejar a su hijo con sus padres, y estos no se negaron para nada a la idea. No lo había comentado con Baekhyun pero sabía que no se iba a molestar o al menos eso quería creer. Su esposo era todo una leona feroz con su cachorro. Y amaba que fuera así, realmente Chanyeol sabía que mejor padre para su hijo no podía haber más que Baekhyun.
Mantenerle la sorpresa en secreto a Baekhyun era realmente un gran lío, Baekhyun siempre se daba cuenta cuando él le tenía oculto algo y sabía que para ese momento en que estaban cenando juntos en la cama, con su hijo en medio de los dos mientras veían una película infantil, el menor ya sabía que tramaba algo.
—¿No quieres que pregunte? —susurró Baekhyun para no hacer tanto ruido, Chanyeol asintió—. Está bien, no preguntaré, ¿pero no es nada malo o sí?
—Es algo bueno —aseguró creyendo que era así—. Mañana mamá y papá vendrán por Hyunyeol —avisó.
Baekhyun le miró de inmediato haciendo reír a Chanyeol quien ya había previsto esa reacción de su pareja, y no era que Baekhyun no confiara en los padres del más alto, era solo la simple desconfianza de no tener a su hijo con él.
—¿Por qué? —cuestionó pasando por completo su bocado de sándwich—. Digo.. .
—No te asustes, amor —pidió dándole un beso en su mejilla y le sonrió—. Solo serán unas horas, después de regresar a donde iremos pasaremos por él si así lo deseas.
—¿Saldremos? —preguntó un poco curioso y a la vez confundido sin tener idea de a dónde y el porqué de la salida—. Me tomas por sorpresa.
—No te preocupes, saldremos a un mandado, pero solo tú y yo, como en los viejos tiempos —comentó mirando a su pequeño, que no les estorbaba en nada pero realmente quería tener un momento a solas con su pareja—. Tú solo ponte más bonito mañana, y yo pasaré por ti a las cuatro —pidió acariciando suavemente la mejilla del menor.
Baekhyun asintió con su cabeza pensando que no tendría ningún inconveniente con eso. Estaba a buena hora, su tratamiento era por la mañana y para las cuatro de la tarde él estaría libre para su chico, aunque le preocupaba que el nuevo tratamiento le hiciera más estragos de nuevo.
[>>>]
En cuanto el médico lo vio más recuperado en ese momento después de haber recibido la segunda quimioterapia con el nuevo tratamiento, lo llevó hasta una nueva habitación donde terminarían el procedimiento. Estaba agotado. Y agradecía internamente al cielo que Mei se haya ofrecido a acompañarlo a pesar de que su hijo no iba con ellos porque se había ido a casa de la madre de Chanyeol. Porque si de algo estaba seguro, es que después de esa aplicación nueva no iba a poder volver solo a casa.
Se sentía muy aturdido para ese momento, todo le daba vuelta e incluso sentía que su cabeza estaba hueca. El médico le indicó que debía cambiarse la ropa y ponerse una bata especial porque le harían unas radiografías. Obedeció en todo lo que el médico le pedía hasta que todo terminó. Ya con su ropa puesta se quedó sentado frente al médico en espera de un nuevo diagnóstico. Varias placas se vieron en una pantalla ancha en la pared donde el médico analizaba todo. Baekhyun no entendía nada de eso, solo podía ver su cuerpo interior y muchas manchas que aunque no entendían qué eran, le dejaban un mal sabor de boca.
El médico sin todavía ver a su paciente cerró los ojos tomando un profundo respiro. Habían hecho de todo hasta ese momento.
—Doctor...
El médico regresó a verlo, no había expresión alguna que le descifre lo que pasaba, solo una expresión neutra mientras el médico jugaba con su bolígrafo en sus dedos.
—Lo siento mucho, señor Park —dijo el oncólogo muy a su pesar y negó con su cabeza—. Las quimioterapias no están haciendo efecto en su cuerpo, el cáncer llegó a su etapa más avanzada y... —Guardó un poco de silencio por unos minutos, aunque pareciera para todo mundo que los médicos no tenían problemas en dar noticias no era así, realmente era lo más difícil decirle a un paciente que estaba desahuciado—. Hay cáncer en otras partes de su cuerpo, señor Park.
Baekhyun se quedó estático, tratando de procesar lo que estaba escuchando. ¿Era todo para él? ¿Había perdido sin siquiera luchar tanto? Esbozó una sonrisa mirando incrédulo al médico.
—¿Es broma, verdad? —preguntó incluso con un tono burlón en su voz. El doctor no se mostró ofendido por eso—. Dígame que es una broma, que no es profesional y que me mintió, por favor.. . Dígame que no voy a dejar solo a mi hijo de meses de nacido y a mi esposo con quien me falta toda una vida con ellos, ¡dígame! —suplicó sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas y estas escurrirse por sus mejillas—. Por favor, doctor. Dígame, ¿cómo voy a dejar solos a los dos hombres de mi vida si todavía Chanyeol no sabe cómo preparar la papilla de mi hijo? Cómo.. . —Su voz fue bajando lentamente hasta volverse un susurro.
El doctor desvió la mirada un momento. Estaba acostumbrado a todo eso, a ver como los sueños y la vida de muchas personas se derrumbaban de pronto ante una noticia fatal como esa. Llamó a una enfermera con el botón rojo y esta pronto entró. Tuvieron que administrar un calmante al joven cuando este entró en una pequeña crisis de ansiedad por tal noticia.
El médico lo entendía, Baekhyun era una persona joven, con 23 años de edad cualquier diría que tenía toda una vida por delante, que tendría un buen futuro pero, ahí estaba el caso, la vida le había preparado un destino muy oscuro. Mei entró a ver a su jefe y amigo cuando el médico salió a ver al familiar que iba con Baekhyun. En cuanto la chica vio a su jefe este estaba como ido, sumergido en sus pensamientos descansado un poco sobre la camilla producto del calmante que le habían suministrado.
Al salir del hospital la chica se encargó de llevar a Baekhyun a casa. En todo el camino su jefe se veía perdido en sus pensamientos. Ese día al llegar al hospital el menor se veía animado, con un ligero toque de esperanza en su rostro, y ahora no había nada. Quería preguntar qué pasaba, para saber si había alguna forma en la que ella pudiera ayudarlo, pero sentía vergüenza de hacerlo. De haberle querido decir el chico lo haría solo.
Una vez estuvieron en la casa, Baekhyun subió hasta su recámara. Si bien, Mei podía dejarlo solo y seguir con sus labores, pero su amigo le preocupaba. Pronto estuvo entrando a la habitación del chico. Baekhyun estaba nada más sentado en su cama, mirando fijamente el anillo que llevaba en su mano, su anillo de bodas y el de compromiso que Chanyeol le había dado.
—Baek.
—Las quimioterapias no funcionaron —dijo tomando por sorpresa a Mei, sin mirarla—. El cáncer está avanzando en mi cuerpo, tengo cáncer en varias zonas de mi cuerpo, Mei —susurró como si todavía no pudiera creerlo, como si fuera algo irreal que se iría con solo cerrar sus ojos y despertar—. No pude vencer al cáncer, me ganó.
Mei hiperventiló por ello y caminó hasta el menor. Se sentó al lado de Baekhyun abrazando al mismo con fuerza, tratando de darle confort pero sabía que un abrazo no sería suficiente, entendía la gravedad del asunto.
—No debes tener miedo, Baek... Muchas personas logran vivir muchos años a pesar del cáncer y.. .
—No me da miedo morirme —dijo seguro de ello. Estaba feliz con todo lo que había vivido hasta ese momento. Y aunque no era mentira que prefería una vida hasta viejito con Chanyeol, también estaba bien con todo lo que había vivido con él hasta ese momento—. Me da miedo dejarlo solo con Hyunnie —confesó secándose las lágrimas que bajaron por sus mejillas sin poder seguir reteniendo estas en sus orbes—. Chan.. . Chan es muy torpe, y aunque ha crecido mucho siempre está metiéndose en problemas, no sabe cocinarse.. . ¿Quién le hará sus platillos favoritos? Nadie salvo a mí sabe cómo le gusta su café descremado, también.. . Mi hijo es tan pequeño, ¿quién va cuidar de él cuando yo no esté? Quién.. . —Su voz se rompió, no sabía en qué momento había comenzado a llorar por completo.
A Mei se le partía el corazón de ver de esa manera a su amigo, y lo peor era que no tenía las palabras y mucho menos nada que hacer para hacerlo sentir mejor. No había forma.
—Chanyeol es una persona muy fuerte, él sabrá hacer todo eso, y cuidará bien de tu hijo pero, Baekhyun —sollozó sintiendo sus mejillas húmedas por estar llorando también—. No tienes que hablar como si ya mañana fueras a morir, todavía te quedan muchos meses, incluso años al lado de Chanyeol.. . Verás a tu hijo crecer y serán muy felices y. . .
—Tienes razón —susurró Baekhyun alejándose un poco de la chica y se puso de pie mirando a la misma, limpió sus mejillas húmedas y esbozó una sonrisa amplia, que no demostraba nada de felicidad, solo una máscara que trataba de ocultar el dolor de su alma—. Channie ya no tarda en pasar por mí, tengo que estar listo, y bonito para él, debo tapar estas ojeras y mis ojos hinchados, ¿me ayudas a preparar el baño? —pidió tratando de sonar más animado.
Mei asintió obligándose a sonreír también y no poner más triste a su amigo. Le había dicho que estaría con él sin importar qué pasara. Por lo cual fue hacia el baño para llenar la tina y dejar el cuarto de baño listo para usar.
Llegada la hora en la que se habían quedado de ver, Chanyeol llegó a su casa. Pensó que encontraría a su esposo en la cama como casi todos los días que llegaba pero se llevó la agradable sorpresa de ver a su esposo en la sala, sentado en el sillón individual leyendo una revista. Estaba por llamar la atención de su chico cuando este solo alzó la mirada y lo dejó sin palabras.
¿Hacía cuánto no había visto a su esposo tan arreglado? Una sonrisa amplia se pintó en sus labios al ver de nuevo esos bonitos ojos lucir un ligero marco de delineador que hacía lucir sus ojos más grandes y llamativos. Y no podía ignorar la manera en la que iba vestido, que aunque su esposo había adelgazado mucho, esos pantalones ceñidos le quedaban muy bien, dejaban ver bien el contorno de sus piernas y también esa playera marcaba bien su cintura a pesar de llevar una chaqueta encima.
—Que sexy y lindo luces, amor —halagó acercándose a su esposo tomando su mano para hacer que se ponga de pie.
Las mejillas de Baekhyun se ruborizaron un poco por la mirada de su chico y sus palabras. Le gustaba sentirse amado por su esposo y saber que le gustaba lo que veía, incluso él se sentía diferente en ese momento. Dejó que los labios de su esposo se unieran a los suyos en un beso suave y lento. Cerró sus ojos disfrutando de la suavidad de los carnosos labios de su pareja, sintiendo tan dulce el sabor de los mismos y un montón de sensaciones agradables que hacían cosquillas en su interior, cual si fuera el primer beso que se dieron hacía muchos años. Se separaron de manera lenta, las manos amplias del mayor estaban acariciando su cintura mientras que sus manos estaban en el pecho ajeno. Cuando abrió sus ojos sonrió al sentir un beso en la punta de su nariz.
—Te amo —susurró Baekhyun mordiendo sus labios mientras sonreía y miraba los profundos ojos cafés de su esposo—. ¿Ya nos vamos?
—Te amo —respondió Chanyeol asintiendo con su cabeza. Tomó la mano de su pareja y ambos caminaron hacia la salida de la casa, Mei estaba entrando de terminar los quehaceres del jardín.
—¿Ya se van? —inquirió sonriente mirando lo bien que se veía Baekhyun.
—Sí, Mei —respondió Chanyeol sonriente mientras besaba la sien de su pareja, Baekhyun sonrió por ello mirando a la chica—. Por favor cierra bien la puerta, cualquier cosa nos avisas al celular —indicó Chanyeol antes de continuar con su camino.
Baekhyun subió al auto cuando su esposo le abrió la puerta. A pesar de que se sentía casando estaba haciendo un esfuerzo grande por verse lo más animado posible, lo que menos quería era arruinar la salida a donde sea que su esposo fuera a llevarlo.
Durante el camino Chanyeol le habló sobre los planes que tenían para la empresa y sobre la próxima junta que tendría con los padres de ambos para ver que todo fuera en orden. Baekhyun por su parte se sentía orgulloso de su esposo, por ese ámbito sabía que su chico siempre saldría adelante, tenía un talento nato. Varios minutos más tarde se sorprendió de que estaban en la feria de la ciudad, había esperado cualquier cosa menos eso. Miró confundido a su esposo pero este solo le sonrió y bajó del auto rodeando el mismo hasta que estuvo a su lado y le abrió la puerta.
—¿Qué hacemos aquí, amor? —preguntó curioso tomando la mano de su chico al bajar y caminó al lado de su esposo. Chanyeol seguía sin responder—. Hace tiempo que no veníamos aquí.
—Eso es verdad —aceptó Chanyeol con una pequeña sonrisa en sus labios mientras lo iba guiando por los estrechos caminos entre los puestos llenos de tanta gente que también disfrutaban del lugar—. Apenas fue nuestro aniversario, no lo festejamos y pensé que hoy sería un buen día, ¿no lo crees?
Baekhyun se sorprendió por ello. Lo había olvidado como un tonto, sin lugar a duda. Ambos se detuvieron en medio de toda esa gente y se miraron fijamente. Chanyeol sonreía todavía mientras Baekhyun parecía culpable.
—Lo olvidé.
—Lo sé, pero no hay problema, tenemos muchos aniversarios por delante que festejar y hoy festejamos nuestro primer año de casados —dijo sin darle importancia al haber olvidado su fecha importante. Él lo veía así, había muchos más años que iban a pasar juntos por lo cual estaba bien—. Bien amor, no te preocupes y disfrutemos esta salida —pidió jalando su mano para seguir caminando.
Baekhyun asintió con su cabeza un par de veces y siguió caminando de nueva cuenta con su pareja por esos pasillos. Estuvieron yendo de un puesto a otro, sobre todo los de comida. A Baekhyun siempre le había gustado mucho visitar las ferias por los distintos dulces que venden en esos lugares, sobre todo por aquellos que eran entre picosos y dulcitos, los disfrutaba mucho.
Ambos recordaban en ese momento que veían cada juego, cada puesto de comida y otras atracciones lo mucho que disfrutaban de más jóvenes ir a las ferias que se instalaban cada año en la ciudad, porque fue ahí donde se conocieron.
Baekhyun apenas tenía sus quince años en ese entonces, regresaba del extranjero donde estuvo estudiando toda su infancia a su ciudad natal y había llegado justo en fechas de ferias. Él había asistido con uno de sus primos a la feria local, y donde jugando al tiro al blanco se topó con un muchacho extremadamente alto, que tomó con seguridad la pistola de balines y comenzó a disparar hacia las figuritas de metal que le darían el premio si tumbaba todas. Baekhyun sonrió admirado al verlo, su porte era bastante varonil por donde le viera, además de que a pesar que tenía cuerpo delgado sus brazos se veían trabajados y sus venas se remarcaban haciéndolo lucir todavía más atractivo a los ojos del bajito.
Jackson, el primo de Baekhyun lo notó de inmediato, esa atracción que su primo sufrió ante ese poste de metro ocho de alto. Sonrió y por molestar a su primo gritó al chico: Hey, tú, el altote, mi primo dice que no eres capaz de tumbar todos sin fallar.
El muchacho regresó a verlos, las mejillas de Baekhyun se pusieron rojas en su totalidad pero no negó nada, solo se quedó viendo la reacción de aquel joven de cabellos castaños oscuros. Una sonrisa amplia se formó en el rostro de aquel muchacho que tenía unas orejas llamativas, un poco más grandes de lo común a lo que Baekhyun había visto, pero que no dejaban de ser lindas.
—¿Y si sí, qué gano a cambio? —preguntó con tono retador sin dejar de mirar los bonitos ojos ámbares del bajito quien se puso extremadamente nervioso.
—Un beso de él —dijo Jackson con una sonrisa linda en sus labios señalando al más bajito de los dos, tomando por sorpresa a Baekhyun quien quiso negarse pero su primo le cubrió la boca recibiendo un "hecho" por parte del chico más alto.
Baekhyun pensó que su primo estaba loco por haber hecho eso, pero cuando el alto le había dicho que lo aceptaba lo dejó de lado, solo sentía sus mejillas cada vez más calientes. No fue sorpresa alguna para Baekhyun el sentirse atraído por un chico, desde un poco más joven se había dado cuenta que las chicas no eran lo suyo, sino los chicos por como seguía mucho a una banda famosa de pop y su vocalista principal le alborotaba las hormonas, pero quizá no de la misma manera en la que ese alto de brazos fuertes y orejas grandes lo hacía.
Baekhyun solo vio como Chanyeol cada que tumbaba una figurita le miraba, como si le estuviera dedicando cada tiro que daba y eso solo hacía que su corazón latíera rápido, ¿realmente ese muchacho estaba buscando un beso suyo? La sola idea le hizo sentir muy apenado. Para cuando el alto tumbó la última figura pagó los tiros que tuvo y tomó su premio, el oso de peluche más grande que tenía el dueño del juego en su colección.
Todos los que estuvieron presenciado como el chico alto tenía buena puntería se quedaron admirados al ver como ese mismo chico llevaba el peluche hacia el chico bajito de cabellos claros quien estaba con los ojos abiertos.
—Toma —dijo el alto dándole el oso de peluche a Baekhyun quien no entendía el porque se lo estaba dando—. No todos los días uno se topa con niños bonitos a quienes su acompañante lo apuesta —dijo con tono divertido esbozando una sonrisa—. Soy Chanyeol, ¿cuál es tu nombre? —inquirió deseando saber el nombre de ese niño bonito.
—Baekhyun —susurró el bajito tomando entre sus brazos el enorme peluche que casi estaba de su altura y sonrió mordiendo sus labios.
Tal como Jackson había prometido Baekhyun debía pagar la apuesta con un beso, lo que ninguno de dos más altos que Baekhyun fue que el menor le diera solo un beso en la mejilla a Chanyeol, pero eso bastó para que ninguno de los dos sacara al otro de sus pensamientos.
Los recuerdos estaban muy vivos en ese momento en el cual, Chanyeol le entregaba un peluche enorme a su esposo, mismo que había ganado en ese momento en el tiro al blanco. El señor del local ya lo conocía, de hecho sabía que sería mejor darle el peluche a tener que poner todas las figuritas de nuevo para los demás jugadores, pero Chanyeol amaba ganarlo como se debía.
—Es el noveno peluche de felpa que me das —susurró Baekhyun con una pequeña sonrisa en sus labios mientras se abrazaba al suave peluche café que tenía en brazos. No sólo había sido ese año en el cual habían asistido a la feria, cada año se había vuelto como una tradición para los dos—. Gracias.. . Lo pondré en mi cuarto de colección.
—El siguiente año ganaré dos, uno para ti y el otro para Hyunyeol —prometió Chanyeol dándole un beso en la frente a su esposo y tomó su mano—. Es una bonita tradición para recordar el día que nos conocimos.. . Tal parecía que el destino nos quería juntos, éramos vecinos y coincidimos en una feria donde cientos de personas asisten.
Baekhyun asintió con su cabeza un par de veces antes de abrazarse a Chanyeol dejando el oso de felpa de lado un momento. Tal parecía que sí, la vida quería que ellos dos se conocieran y vivieran la más bonita historia de amor que comenzó como una linda amistad hasta volverse en un matrimonio sólido que ahora era una familia y en cualquier momento.. .
—Te amo mucho, Chanyeol.
Los brazos del más alto rodearon el pequeño cuerpo de su esposo y correspondió a los sentimientos del más joven. Él también lo amaba mucho, con su misma vida.
Siguieron su camino por la Feria. Chanyeol tenía sobre sus hombros el enorme oso de felpa mientras con su mano tomaba la de su esposo quien iba comiendo un algodón de azúcar del cual le iba dando de vez en cuando. Pararon un momento al llegar a un Carril de puestos de atersanias, instrumentos y obras de arte que estaban montados en exhibición.
—Mira amor, este se parece a nosotros —mencionó Chanyeol cuando estuvieron frente a una pintura al oleo, donde una pareja con un bebé en brazos caminaba por lo que parecía ser un jardín de una casa. Baekhyun la observo atento y sonrió asintiendo, el bebé era pequeño e iba en brazos de la fémina de cabellos claros, mientras el hombre al lado de la mujer iba unos pasos adelante mostrando apuro—. ¿No lo crees?
—Sí, ¿recuerdas cuando Yeollie bebé sería presentado a mi papá? —preguntó Baekhyun recordando ese momento—. Así te veías, temeroso y apurado por agradar a tu suegro con tu pequeño hijo —dijo en tono divertido.
Cuando su pequeño bebé nació sus padres habían viajado por negocios, ni el señor Byun ni el señor Park estuvieron en la ciudad hasta casi un mes después, donde ellos tuvieron que ir a casa de los Byun para presentar al primogénito y futuro heredero de ambas familias. Chanyeol siempre había querido agradar a su suegro, por lo cual había estado muy nervioso y apurado por que su suegro conociera a su hijo.
Y los mismo pasaba en ese cuadro, un matrimonio que buscaba la aprobación. Pero al final, los dos estaban casados por amor.
Después de unos minutos de seguir observando ese bonito cuatro siguieron su camino para seguir disfrutando de su salida. Para al cabo de las nueve y treinta de la noche los dos se dirigieron hacia el restaurante donde Chanyeol había hecho la reservación. Baekhyun se vio totalmente maravillado por tan bonito lugar al que siempre iban pero, este estaba especialmente arreglado en el segundo piso en un espacio privado.
La atención que les dieron hizo sentir completamente cómodo a Baekhyun. La comida fue deliciosa y su pastel que aunque sabía no podía comerlo no paró a pensarlo, lo disfrutó plenamente. En ese momento de su vida no le quedaba más opción que esa, dedicarse a vivir su vida a todo lo que podía el tiempo que le quedara.
Disfrutar cada momento con su esposo, como ese día, amarlo cada día como si fuera el último y evitar pensar algo más allá que no fuera el amor que tenía por su familia. Y estaba bien, si en algún momento tenía que partir, quería hacerlo llevándose momentos lindos con su esposo e hijo.
—Hoy tienes mejor apetito que otros días —comentó Chanyeol contento de ver a su pareja comer como siempre, Baekhyun asintió dejando que su chico juegue con su mano—. Disfruté mucho la salida contigo —confesó besando el dorso de la mano del menor.
—Yo también, fue muy linda y me hizo recordar muchas cosas que hemos vivido y desearía volvamos a vivir una vez más —comentó Baekhyun apretando la mano ajena que sostenía la suya.
—A mí también, amor —susurró Chanyeol acercándose un poco a su chico y le besó los labios. En ese lugar tan íntimo solo eran ellos dos disfrutando de los labios ajenos, pero Baekhyun lo detuvo un momento esbozando una sonrisa—. ¿Qué pasa, amor?
—Quiero que me hagas el amor —susurró bajito cerca de sus labios, Chanyeol sintió un cosquilleo en su vientre bajo—. Pero no aquí.. . Vamos —pidió poniéndose de pie cuando ya habían terminado de cenar. Chanyeol no dijo nada solo se puso de pie y caminó detrás de su chico dejándose guiar hacia el baño del restaurante.
Cuando estuvieron dentro del cubículo las mejillas de ambos se pusieron rojas. Nunca habían llegado a ser tan atrevidos como eso, pero la sola idea de que alguien los podía cachar los puso ansiosos.
—¿Estás seguro, Baekkie? —preguntó Chanyeol con voz más ronca de lo usual a lo cual el menor asintió. No tenía duda alguna, quería saberse suyo de esa manera—. ¿Y si te lastimo? —preguntó temeroso. Baekhyun sonrió y negó con su cabeza, sabía que podía doler, pero no iba a echarse para atrás.
—No lo harás, no tengas miedo —pidió y besó sus labios, profundo y húmedo a lo cual Chanyeol se dejó llevar completamente.
Baekhyun ya había tomado su decisión en ese momento, el cáncer había ganado la primera batalla, quizá la más importante pero no le robaría la felicidad de compartir toda su vida, cada día con el único hombre que había amado hasta ese momento.
"Channie... Te amaré intensamente hasta que mi corazón no pueda más" Pensó al cerrar sus ojos y disfrutar de los besos que el más alto dejaba sobre su cuerpo.
Nota final:
Baekkie ha sido vencido por la batalla que estaba llevando contra el cáncer.. . Tristemente suele ocurrir esto cuando no se detecta a tiempo y pudo ser el caso.
😢
He leído los comentarios y ;; pues es muy triste.
Pero por ahí alguien me puso que esperaba esto de mí, sí, soy muy dramática, el drama corre en mis venas, cuando vi esta idea dije "tiene que ser mía" Y aquí estoy, llorando también por lo que sucede.
Esperemos igual a ver que sucede en el proceso de los siguientes caps.
¿Se imaginan que el amor de tu vida sea tu vecino pero te lo encuentres en un sitio con cientos de personas? No? Baekhyun tampoco y así le pasó.
No sé, se me hacen súper lindos.
Por ahí anda un ciervo,. . . Le habrá movido el tapete a Chanyeol? O solo habrá sido admiración, porque acá entre nos, el Han está como diosito lo hizo, bien bonito y bueno.
Pues, qué habrá pensando realmente Baekhyun de eso?
Será algo de importancia?
Lo sabremos en la próxima actu, Chao Chao, ahí mañana 😁👌☺🌸
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