Capítulo 1.

Segunda actu.

—Recuerda la cita con el pediatra, es a las 5, no se te olvide pasar por nosotros —dijo Baekhyun con una sonrisa divertida hacia su esposo, mismo que se encontraba arreglando su corbata frente al gran espejo de su cuarto—. No tengo ganas de manejar, y sabes que no me gusta tomar taxi. 

—Lo sé, no te preocupes estaré puntual, amor —prometió acercándose a su pareja una vez estuvo listo y dejó un sonoro beso en sus labios—. Te amo, nos vemos más tarde. 

—Te amo también —correspondió tomándolo por el rostro con sus dos manos antes de que se vaya y le besó los labios un poco más profundo poniéndose de rodillas sobre la cama para estar a la altura de su esposo quien lo abrazó por la cintura pegándolo más a su cuerpo—. Mh, a veces no quisiera que salgas de casa, solo quiero que te quedes entre mis brazos todo el tiempo —confesó el menor tras dejar escapar un suspiro. 

—También deseo eso —confesó Chanyeol mirando con dulzura los bonitos ojos de su esposo y besó sus labios una vez más—. Pero tengo que ir al trabajo o tu papá me matará —bromeó a lo cual el bajito se rió—. Nos vemos más tarde, amor, te amo. 

—Te amo también, ve con cuidado —dijo Baekhyun soltando un nuevo suspiro lleno de resignación, no podía ser tan egoísta como para encerrar a su pareja con él todo el tiempo. 

Cuando estuvo solo en la habitación, se dirigió rápido a la ducha para tomar un baño rápido, tenía que ir a ver a su hijo y darle su comida como todos los días. 

Mei como siempre estaba al tanto del pequeño bebé hasta que él llegaba y se hacía responsable de él. Le sonrió a la chica quien una vez lo vio le llamó para que nada más viera los lindos gestos del pequeño Hyunyeol durmiendo. Baekhyun sintió su corazón derretirse al ver a su bebito todo pequeño chupando uno de sus deditos delgados y haciendo pucheritos como cuando bebía su biberón. 

—Es tan adorable su hijo —mencionó Mei enternecida también con el pequeño bebé. 

Baekhyun no podía negarlo, y no porque fuera su hijo. Sino porque realmente era así. Su bebé era casi una copia exacta de Chanyeol y él, había sacado los rasgos de ambos, tenía sus ojos pequeños y sus mismos labios junto con sus lunares en el rostro, mientras que tenía la misma forma del rostro de su otro padre, entre redondo y a la vez perfilado, su nariz se veía adorable a pesar de ser un poco grande, el mismo marco de las cejas que amaba en su esposo y sin duda, lo que más bonito hacía a su hijo, eran sus bonitas orejas grandes. Iguales a las de su papi Chanyeol. 

Una sonrisa boba se pintó en sus labios al pensar en que su hijo realmente era hermoso por donde le viera, aunque lo que sí deseaba con todo su corazón, era que tuviera la altura de Chanyeol y no la suya. 

—Mei, ayúdame a preparar el baño —le pidió a lo cual la chica asintió yendo hacia la ducha que tenía instalada el cuarto del pequeño bebé mientras él se encargaba de buscar la ropa de su pequeño. Mientras veía toda la ropa que habían comprado para su bebé en cuanto supieron su sexo, recordaba lo feliz que estuvo en todo su embarazo. 

Se había enterado de que estaba esperando a su pequeño bebé cuando estaba con la preparación de su boda. Tenía apenas tres meses desde que se había comprometido en matrimonio con Chanyeol. Recordaba perfectamente que estaban viendo el salón donde sería la fiesta cuando todo se le movió, su vista se le nubló y terminó cayendo desmayado. Por suerte su pareja estaba con él que pudo sujetarlo antes de que llegara por completo al suelo. 

Recordaba vagamente a su esposo llorando a su lado mientras lo llevaban al hospital, pensando en que algo malo le había pasado. Incluso en la habitación que le asignaron en lo que estaban sus análisis Chanyeol no dejaba de repetirle que todo estaría bien y que él siempre iba a estar a su lado. Y sí, debía admitir que su esposo a veces era un exagerado, pero tierno. Y toda preocupación se fue cuando el médico ingresó al cuarto y les dio la más bonita noticia que habían recibido hasta ese día. 

—Joven Byun, todo en usted está bien —había dicho el médico con una sonrisa en labios—. Pero de ahora en adelante debe tener más cuidado de sí mismo por usted y por el bebé que lleva dentro. 

Le costó un poco creerlo, siempre habían sido muy cuidadosos con Chanyeol cada que íntimaban, no porque no quisieran ser padres, sino porque los papás de ambos eran bastante tradicionales, chapados a la antigua y no entendían que el sexo antes del matrimonio ya era muy común en los adolescentes. Además que Chanyeol era mayor para él por tres años. Y no quedaba de más decir que sí, pasaron bastante vergüenza ante sus padres que estaban con ellos ahí cuando el médico dio esa noticia. 

El sermón no fue grande, contrario a ello ambos padres estaban contentos con la noticia, al parecer un nieto siempre llegaba a aligerar las tensiones de las familias. Pero sí se adelantó la boda, porque tanto la madre de Baekhyun como la de Chanyeol acordaron en que el menor no podía casarse luciendo un vientre grande en el día de su boda, las habladurías y eso no estaban bien vistas para ellos, que eran de familias importantes. Por ello a un mes de saber que Baekhyun estaba embarazado contrajeron nupcias. 

Para Baekhyun y su ya esposo eso no fue problema alguno, si por ellos hubiera sido se habrían casado mucho antes. Ninguno de los dos dudaba lo mucho que amaban a su pareja. Y si Chanyeol siempre había sido atento con él, ahora que sabía de la futura llegada de su hijo lo era todavía más. No había día en el que no le diera un detalle o estuviera al pendiente de que sus antojos se cumplieran. Si terminaba vomitando todo en el retrete por los ascos Chanyeol siempre estaba a su lado confortándolo hasta que se sentía mejor. 

Con el paso de los meses Chanyeol seguían siendo igual, y el amor que Baekhyun sentía por su esposo solo iba creciendo día con día gracias a todas esas atenciones, mismas que despertaba la envidia de sus amistades y conocidos, puesto que Chanyeol era el esposo que toda persona soñaría, pero era suyo y eso nadie lo podía cambiar. 

Cerró el clóset de su bebé al tener ya las cosas que necesitaría. Las dejó sobre la mesa portable del bebé y se acercó al mismo que ya estaba despierto y movía sus manitos sin sentido alguno. Le sonrió y cargó al mismo colocándolo sobre su hombro mientras le daba pequeñas palmaditas para mantenerlo tranquilo. 

—En un ratito iremos a ver al pediatra, y ahí veremos a papi Chan para ir a dar la vuelta por ahí —le contó a su hijo sin dejar de sonreír. Mei salió indicándole que ya estaba listo el baño, Baekhyun asintió y esbozó una sonrisa nuevamente caminando hacia el interior para poder asear a su bebé. 

En el primer mes de vida de su hijo todo había sido difícil para ellos. Baekhyun era padre primerizo, eso no quedaba a duda y a pesar de que Chanyeol tenía muchos sobrinos en cuanto tuvo a su hijo en brazos los miedos e inseguridades le llegaron puesto que no quería lastimar a su pequeño. Las madres de ambos estuvieron para ellos los primeros días, enseñándoles cómo debían cambiar, bañar y dar de comer al bebé. El trabajo fue un poco duro para Chanyeol a causa de que el menor de los dos no podía moverse mucho de la cama por estar recién operado, pero para al cabo de un tiempo Chanyeol lo manejó muy bien y para cuando Baekhyun pudo levantarse de la cama y ayudar a su pareja le enseñó con mucha paciencia y amor haciendo todo más fácil para ambos. 

Lavar el pequeño cuerpo de su hijo era algo ya más sencillo para él en ese momento, además que Mei siempre estaba a su lado cuando Chanyeol no estaba. Cuando terminó arropó al bebé con su toallita de algodón y después volvieron al cuarto. 

Dejó a su hijo sobre la cama y comenzó a secar bien su cuerpecito hasta que Mei le ayudó a colocarle el talco. Fue por la ropa del bebé pero se detuvo cuando un fuerte estirón y dolor atacó su pelvis. Mei se dio cuenta de ello pero no pudo acercarse a él por atender al bebé. 

—Señor... ¿Está bien? —preguntó preocupada mirando a su jefe y amigo. Baekhyun tomó un respiro profundo y asintió. La chica miró en dónde estaba la mano del menor, no era la primera vez que veía al más joven quejarse de ese malestar. Lo había visto antes cuando estaba embarazado y con más frecuencia cuando el pequeño Hyunyeol nació—. De nuevo tiene ese malestar, ¿ha ido al médico? 

Baekhyun apretó sus labios ante ello. No podía engañar a Mei tan fácilmente, la chica era quien más tiempo pasaba con él, veía cada cosa que hacía. 

—Es normal, me dijo eso el médico —mintió esbozando una sonrisa, tratando de disimular que ya no le dolía. Tomó asiento en la cama y le dio la ropa a la fémina—. No le digas nada a Channie, luego se preocupa por nada. Dice el médico que son cólicos por el post parto. Después de unas semanas se irá. 

—¿Está seguro? —insistió ella sin estar convencida. Baekhyun asintió efusivo—. Está bien... 

En cuanto su bebé estuvo cambiado Baekhyun salió del cuarto de su hijo y llevó al mismo al jardín. Tenían esa costumbre de salir por la mañana a tomar un poco de aire fresco y la resolana del sol por unos largos minutos y después entrar a la casa, mientras esperaban a que Mei terminara la limpieza en la planta baja y el polvo no le hiciera daño a su hijo. 

Mientras estaban en el jardín, sentado en la pequeña mecedora que Chanyeol le había comprado arrullaba a su hijo, quien solo comía y dormía casi todo el tiempo al ser tan pequeño. Sacó su celular cuando un mensaje le llegó, lo abrió y leyó. 

                                      <De: Channie>

                              "¿Cómo está mi rey y mi príncipe?"

Una sonrisa boba se formó en sus labios por ello. Chanyeol siempre se refería así hacia ellos y eso solo hacía sentir algo cálido nacer en su pecho día con día. Usó el dictador de voz de su teclado y mandó una respuesta ya que no podía usar sus dos manos al cargar a su bebé. 

"Ansiosos para ver a nuestro amado rey, ¿y tú? ¿cómo va el trabajo? ¿Papá no quiso matarte por llegar unos minutos tarde?"

Esperó paciente algunos minutos, sabía que el trabajo en la empresa de sus padres era bastante pesado y su esposo solo se tomaba minutos en tiempo muerto para estar al pendiente de ellos. Estaba quedándose dormido cuando escuchó de nuevo el timbre de su teléfono al recibir mensaje. Lo abrió una vez más.

                                           <De: Channie. >

                                        "Un poco, pero dice que me perdona solo porque trato bien a su hijo, ¿él sabrá lo que hacemos en las mañanas para que yo llegue tarde? "

Sintió sus mejillas ruborizarse. No era que todos los días lo hicieran por la mañana, pero sí solían distraerse mucho entre sus mimos que se daban al despertar. Soltó una pequeña risa suave y comenzó a redactar el nuevo mensaje. 

"Ni se te ocurra, capaz y nos manda a algún retiro espiritual, sabes cómo es. Te amo, ya quiero verte".

                                           <De: Channie. >

                                       "Yo también te amo, ya pronto será, amor".

Sabía que su conversación había terminado para ese momento. Hizo un pequeño puchero y miró a su bebé, ya se había quedado dormido. Buscó entre sus aplicaciones el calendario. Cuando lo encontró revisó las fechas que había anotado antes. 

—La siguiente semana tengo que ir de nuevo —susurró.

[>>>]

Terminó por apagar la computadora y se puso de pie tomando su saco. Formó una sonrisa pequeña en sus labios mientras miraba la hora en su reloj. Estaba a tiempo para ir a ver a su esposo a casa y llevarlo al médico. 

Agradecía realmente que su casa estuviera a unos escasos minutos del trabajo y también del hospital, así podían moverse con más rapidez por si los tomaba el tráfico. 

Salió de la oficina de subgerencia que ocupaba en la empresa y caminó hasta la oficina de su suegro, tenía que avisarle que ya se iba por si algo se ofrecía más tarde. Tocó a la puerta un par de veces hasta que recibió un adelante. Entró a la oficina esbozando una sonrisa hacia el padre de su esposo. Era un señor mayor, de quizás sesenta años pero muy bien conservado, a pesar de que parecía tener un carácter suave era todo lo contrario. 

—Jefe, ya me voy, llevaré a Baekhyun a la cita con el pediatra para que vean a nuestro hijo —informó con cierto temor al ver tan serio a su suegro. 

A pesar de todo el tiempo que conocía a los padres de su esposo, no podía quitarse ese temor que le tenía cada que hablaba con él, y no porque el señor fuera malo realmente, sino porque él nunca podía saber cómo iba a reaccionar su jefe con ciertas cosas. 

—Está bien, Chanyeol —aceptó el mayor mientras dejaba unos papeles de lado—. Mi esposa hará una cena para esta noche, por favor no falten, también irán tus padres. 

—¿Una cena? —inquirió confundido. 

—Sí. —Dejó los papeles en la mesa y miró a su yerno asintiendo con la cabeza—. Estuve hablando con tu padre en esta semana y acordamos varias cosas, de las cuales te queremos informar. Pero una junta aquí es aburrida, así que será mejor en casa además que quiero que mi hijo esté presente. 

Chanyeol escuchó atento todo eso y asintió con su cabeza, no veía algún problema con ello. Sino fuera porque su esposo estuvo embarazado también estaría trabajando ahí con él, era lo más normal que lo incluyan a las cosas del trabajo. Le sonrió a su suegro y después de asegurar de que ahí estarían a tiempo salió de su oficina caminando hacia el elevador. 

—¿Ya te vas? —preguntó SeHun, el contador de la empresa al toparselo en el elevador con quien en varias ocasiones había cruzado palabras desde que lo conocía. Asintió ante su pregunta—. Vas más temprano de lo normal, ¿pasó algo? 

—No, solo tenemos cita con el pediatra, revisión de rutina de mi hijo —le contó entrando al ascensor cuando este abrió sus puertas. SeHun también entró acomodándose a su lado—. ¿Ya terminaste tu horario laboral, no? 

—Sí, ya me voy a casa —respondió el chico y le sonrió—. Espero que todo bien con tu hijo, me saludas a tu esposo —le dijo cuando llegaron a la planta baja que daba hacia el estacionamiento. 

—Por supuesto, hasta mañana —se despidió con la mano y caminó hacia donde estaba su auto. 

La verdad era que no conocía muy bien a SeHun pero era con quien más hablaba en la empresa. A pesar de que ya llevaba tiempo trabajando ahí no solía relacionarse mucho con los demás empleados puesto que tenían la imagen de él de ser un "mandilón". Un término que no entendía por qué lo usaban con él, solo se dedicaba a darle la atención que su esposo merecía. 

Al subir a su auto dejó su maletín en el asiento trasero, sonrió al sacar su teléfono y le mandó un nuevo mensaje a su esposo avisando de que ya iba en camino. 

Estaba a buen tiempo, eran apenas las 4 de la tarde, se hacía nada más quince minutos a su casa y de ahí otros veinte minutos al hospital por lo cual no llegarían tarde. Quizás esa era la razón por la cual siempre llegaba con minutos de retraso a su trabajo, puesto que se confiaba de que estaban cerca y muchas veces lo cogía el tráfico. 

Sonrió por eso. 

Al llegar a su casa bajó del auto y caminó hasta la entrada principal. Al entrar vio a Mei que barría el jardín, la saludó con la mano y siguió de largo. Su sonrisa se hizo presente cuando vio a su esposo salir de su cuarto con su bebé en brazos. Se acercó rápido a él y les dio un beso a cada uno. A su pequeño hijo en la frente y a su esposo en los labios. 

—Qué rico, ansiaba tanto un beso de tus labios —dijo e hizo un sonido de gusto como si disfrutara de su dulce favorito—. Te amo. 

—Hola, Channie —saludó el más joven dándole un beso más y sonrió—. Te amo también, amor. Vamos —le indicó para que bajaran las escaleras. Chanyeol tomó el portabebé de su hijo que estaba en la sala y salieron de la casa. 

Una vez los tres estuvieron en el coche Chanyeol se puso en marcha. Durante el camino Baekhyun no se cansó de preguntarle sobre el trabajo a su esposo y todo lo que había hecho, como siempre, quería saber qué tal iba el día de su pareja. Y Chanyeol no tenía ningún inconveniente en contarle todo lo que hacía, era una manera de estar más cerca cada uno. La comunicación no era algo que les faltase en realidad. Aunque en eso Baekhyun estuviera fallando desde hacía unos días atrás cuando no le dijo que había ido al médico. 

Pero todavía dudaba mucho en si era el momento o no. Tenía miedo de decirle, aunque sabía que tarde o temprano debía hacerlo. Pero se encargaría primero de buscar el momento adecuado, además, si el médico decía que todo podía marchar mejor con el tratamiento, ¿debía preocuparse de más? 

—Amor, ahora que lo recuerdo —dijo Chanyeol después de unos minutos de silencio, deteniéndose en uno de los semáforos que había en la avenida, Baek le prestó atención—. Tu papá me dijo que fuéramos a casa de ellos en la tarde, tendremos una cena y quieren que estemos presentes —informó.

—¿Cena? —preguntó algo sorprendido de eso, era muy extraño que sus padres de pronto organicen algo así—. ¿Te dijeron sobre qué se tratará? 

—La verdad no, amor —dijo haciendo una mueca volviéndose a poner en marcha viendo de reojo a su pareja asentir nada más—. Pero está bien, así descansas hoy y no cocinas —dijo divertido mirando el camino. 

—Cierto, mamá cocina rico de igual manera. 

Ambos asintieron porque de eso no había duda. Si algo Chanyeol adoraba era la comida de la familia Byun. Tanto su esposo como la madre del mismo tenían un toque especial en sus comidas. 

Al llegar al hospital ambos bajaron del auto. Fue Chanyeol quien se acercó a la puerta trasera del auto y cargó a su bebé en brazos, el pequeño estaba bien dormido. Baekhyun tomó la pañalera y caminaron juntos hasta llegar al área de pediatría. El espacio de esa zona estaba decorada de colores pasteles y figuras de caricaturas tiernas demostrando que era un espacio dedicado para solo niños, dando un ambiente cálido y agradable al lugar. 

—Es por aquí, ¿no? —preguntó Chanyeol siendo que era la primera vez que él estaba yendo con su esposo, Baekhyun asintió guiando al mayor hasta el consultorio donde les tocaba la cita. 

Tuvieron que esperar unos cuantos minutos en lo que el pediatra Choi, quien estaba asignado a su hijo terminaba su consulta. Una vez pudieron ser atendidos ingresaron al consultorio saludando al médico. 

—Bienvenidos —saludó el pediatra con una sonrisa cálida en labios y miró al pequeño bebé haciendo un gesto de silencio al ver que estaba dormido—. Veo que está creciendo sano nuestro lindo paciente —comentó sonriente. 

—Sí, cada día lo vemos más grande —comentó Baekhyun mirando con dulzura a su hijo y después a su esposo quien se dejó guiar en todo por el pediatra para la revisión de su bebé. 

Quizá fueron 15 o 20 minutos los que el médico empleó en su hijo. Cuando terminaron el bebé había comenzado a llorar pues se había despertado por los movimientos al ser revisado. Baekhyun lo arrulló y dio su biberón para mantenerlo tranquilo. 

—Todo está bien con su pequeño, tiene buen peso y sus sentidos se están desarrollando muy bien —informó el médico quien terminó haciendo una receta básica que les entregó—. Los veo en el siguiente mes, que tengan buena tarde y sigan cuidando bien de su hijo. 

—Muchas gracias, doctor Choi —dijo Chanyeol poniéndose de pie e hizo una pequeña reverencia mirando después a su esposo. Fue él quien ahora tomó la pañalera de su hijo y ambos salieron del consultorio dirigiéndose hacia la salida del hospital. 

—Baekkie, ¿quieres ir a otro lado antes de ir a casa? —preguntó Chanyeol cuando llegaron a la camioneta, el menor lo pensó un momento y negó con su cabeza. 

—Vamos a casa, tengo otra cosa en mente —le aseguró guiñéndole a su chico uno de sus ojos y le sonrió subiendo al auto una vez dejaron a su bebé cómodo en su porta bebé al lado de sus asiento. 

Chanyeol esbozó una sonrisa coqueta al haber escuchado eso de "otra cosa en mente" su esposo siempre se ponía muy creativo cuando decía eso. Sin más preámbulo subió a su auto y pronto estuvo manejando hacia su casa. Quizás era por la idea de su esposo o el camino era realmente más corto de lo que creían porque llegaron rápido. Eran alrededor de las siete de la tarde, para esa hora Mei ya se había ido a su casa. A pesar de que le habían dicho muchas veces que podía quedarse con ellos no quería porque insistía en que los esposos debían tener privacidad, y en ese momento se lo agradecía. 

La sala de su casa era grande, tenía cómodos sillones y el cunero especial de su bebé donde solían dejarlo mientras ellos estaban en la cocina o la misma sala. Chanyeol se acercó a su esposo cuando bajó del auto y le pidió al bebé. Cuando lo tuvo en brazos caminó hasta la entrada de su casa y se adentró a la misma dejando al pequeño Hyunyeol en la cuna, el bebé se removió un poco y lloró pero movió la cuna suavemente hasta que volvió a quedarse dormido. 

Estaba por decirle a su esposo sobre que podían ya comenzar con esa otra cosa en mente cuando se quedó con la boca abierta. 

Cuando su chico le dijo sobre "otra cosa en mente" muchas cosas sucias y morbosas habían pasado por su cabeza, lo que iban a hacer era sucio, puesto que su chico tenía puesto un mandil de jardinería, dos palitas de mano para tierra y varias bolsas de semillas de girasoles y otras plantas más que no alcanzaba a distinguir. 

—Listo, Channie —dijo un Baekhyun muy animado que quedaba claro por su enorme sonrisa—. ¡Quiero que plantemos esto en nuestro jardín! 

"Perdóname Dios, por tener una mente tan sucia y un esposo tan puro".

Pensó esbozando una sonrisa resignada. 

Nota final:

Jsjsjs buenito. Este Chan anda de morboso pensando en cosas sucias
¿Alguien más también lo pensó?

¿Qué tal ven la vida de Baekhyun con Chanyeol? ¿Son dulces?

Espero que les haya gustado esta actu, ahora si me despido, no se olviden de dejar un bello comentario y su votito si la historia les está gustando.

Nos vemos mañana con la siguiente actualización, chao chao. 🌸

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