capítulo 15

-Hola Lucca - le digo cuando me lo encuentro en la entrada del edificio.

-Hola preciosa - dice y me da un beso en la cara - Nos vamos.

-Sip - respondo, al salir de la uní pedimos un taxi y vamos de camino al restaurante. Llegamos después de unos 30 min, pagamos al conductor y entramos. Todo es hermoso, las paredes son azul marino y tiene algunas paredes de espejo, las mesas son circulares con sus respectivas sillas, llevan un mantel blanco con detalles en azul oscuro y en el centro hay un florero - Esto está precioso.

-Si verdad - me dice y nos sentamos en una mesa - Y que tal la facultad.

-Bien ahí lo llevo y tú que estás haciendo - le pregunto.

-Esta semana tengo prácticas, la que viene la tengo libre para estudiar - me contesta.

-Qué bueno a mí también me hace falta una semana entera - le digo y se forma un silencio.

-Y entonces eres sobrina de Amelia - me pregunta.

-Sip - le contesto - Me encanta todo ese lio de la terapia y eso y por lo que me dijo te quieres especializar en oncología.

-Si me encanta esa rama, me gusta ayudar loa las personas - dice y yo asiento - Sinceramente no quisiera estar en esa situación - Dice y yo lo miro raro - A ver quiero decir que me da cosa ver a esas personas luchar por su vida y eso es lo que me motiva a estudiarlo, me ago entender.

-Sip te entiendo y también sé que tener cáncer no es para nada bueno - le digo, viene una camarera a pedir nuestra orden y a traernos vino - No tienes algún refresco o agua.

-Si enseguida se lo traigo - me dice la mujer.

-Y dime nueva amiga que es lo que más te gusta hacer en tus tiempos libres - me pregunta Lucca.

-Me gusta leer y hacer fotografía - le digo con una pequeña sonrisa.

-Que bien, un día de estos puedo hacer como modelo - me dice y yo me río de su comentario - Eres preciosa lo sabes - me dice y yo me sonrojo - Y cuando te sonrojas eres más hermosa todavía.

-Gracias, pero tu ni te quedas atrás - le digo desviando un poc la mirada.

-Si me di cuenta el primer día que nos vimos que me comiste con tu mirada - dice y siento mis cachetes calentarse de la vergüenza claro que te acuerdas de ese día. Nos cirvieron la comida, y mientras comíamos íbamos contando cosas de cuando eramos pequeños.

-Un día cuando tenía 9 años más o menos, no me querían llevar al parque de diversiones porque me porte mal y sabes lo que hice - le digo y niega con la cabeza mientras ríe - Me escape de mi casa, empecé a caminar hasta que me encontré con una mujer que tenía dos niñas y le dije que si me podía llevar y me dijo que si, el porqué de que si te encuentras una niña sola en la calle le preguntas donde están sus padres, no lo sé, esa mujer me llevó al parque y luego me llevó a mi casa y dijo que era mamá de una amiga de la escuela - le digo - Mi mamá no se creyó el cuento porque conocía a todas las madres de mi amigas pero la convencí.

-Valla chiquilla que eras - dice terminando de comer - Quieres postres.

-Eso no se pregunta - le digo y el niega con la cabeza sonriendo - Sabes porque la mujer me llevó al parque de diversiones - le pregunto mientras como mi postre favorito, helado de chocolate y tarta de nata - Porque le di 30 dólares a la mujer y no se los robe a mis padres eran mis ahorros.

-Eras toda una mujercita y también convences a la gente muy rápido preciosa - me dice, terminamos el postre y entre los dos pagamos la cuenta, porque si no quiero que me mantenga mi barriguita feliz.

-Sabes me encanta pasartiempo contigo - me dice, estamos caminando por la calle - Quieres sentarte un rato - dice señalando un pequeño parque.

-Si - le digo y nos sentamos a la sombra de un árbol - A mí también me encanta pasar tiempo contigo - le digo, nos miramos a los ojos unos minutos, su azul está muy lindo, tiene un cierto brillo en ellos que ojos más bellos, pasaría horas mirándolos nos despegamos la mirada el uno del otro, su mirada me pone un tanto nerviosa que hace que la desvíe - MIRA ALGODÓN DE AZUCAR - pego un grito que ago. que un par de gente me mire raro - Digo, quieres comprar algodón de azúcar.

-Si tú quieres - dice y nos levantamos hacia el carrito de los algodones - Me puedes dar dos, de qué color lo quieres preciosa.

-Rosa - le digo como si fuera niña chiquita, me lo da y yo doy saltitos de alegría - Muchas gracias - le digo, lo abrazo y le doy un beso en la mejilla, nos vamos ya.

-Vamos - me dice y empezamos a caminar, pedimos un taxi a los 5 min, siento su mirada, giro un poco la cabeza y correcto me lo encuentro mirándome, alza su mano y mete un mechón de pelo detrás de mí oreja - Eres preciosa - me dice y yo siento que mi corazón se me quiere salir, (que me está pasando), estoy nerviosa - Estás nerviosa.

-No - le respondo y giro mi cabeza hacia la ventanilla, siento sus dedos en mi barbilla haciendo que gire mi cabeza y lo mire.

-Y porque juegas con los dijes de tu cadena - dice señalando y si es verdad me doy cuenta, estoy dándole vueltas a los dije de la cadena de mi cuello, siempre lo hago cuando me pongo nerviosa - Eres hermosa cuando te sonrojas, tus cachecitos se ponen muy rojitos - dice acariciando mis cachetes, su tacto hace que sienta algo extraño dentro de mí, involuntariamente mis ojos se cierran que me está pasando porque me gusta lo que me hace - Tienes los mofletes más blanditos y lindos que he visto.

-Ya llegamos - la voz del conductor hace que abra los ojos y salga de mi transe, miro a Lucca y este me sonríe, pagamos el taxi y nos bajamos.

-Me encanto comer contigo - le digo cuando estamos en la puerta de mi edificio - Espero que se vuelva a repetir, pero esa vez es coges tú el lugar.

-Créeme preciosa a mí también me encanto comer con tigo y dar por echo que se va a repetir y para la próxima te voy a llevar a un lugar súper increíble - me dice y yo asiento - Bueno preciosa, me tengo que ir, pero hoy por la noche te escribo, claro si se puede.

-Claro que se puede - le digo con una sonrisa - Bueno hasta otro día.

-Hasta otro día - dice y se acerca lentamente a mí, mi corazón se me quiere salir y creo que he dejado de respirar - Adiós preciosa - dice y me da un beso en la comisura de los labios, me sonríe y se va, yo todavía estoy en shock. Entro al edificio y voy directo hablar con Pato.

-Y te gusta - me pregunta Patricia, estamos sentadas en su cama comiendo nutella, ya le conté todo lo que hice hoy.

-No lo sé - digo encogiéndome de hombros - Me gusta pasar tiempo con él, hablara, me gusta su mirada, su sonrisa, me flipa la manera cuando me llama preciosa....

-Si te gusta - afirma mi amiga.

-Puede que un poco si, lo acepto - le digo y meto cucharadas en mi boca - Pero voy a seguir conociéndolo y ya veré - le digo y esta asiente, me pasé lo que quedaba de tarde con pato, cenamos y todo junta y luego a eso de las 9 me fui para mi habitación, me di una ducha, mi puse mi pijama y a la cama

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