EXTRA: Hope.
Erick Brian Colón de verdad era completamente incapaz de apartar la mirada de la pequeña de espero cabello negro azabache que permanecía sobre la cama profundamente envuelta en las mantas color lila.
Era la niña más hermosa que había visto en su vida y la mejor parte: ¡Era suya!
Llenó de aire sus pulmones y esbozó una pequeña sonrisa al tiempo que la puerta de la habitación se abría suavemente. Llevó sus ojos verdes hasta Zoé que entraba a paso lento con una increíble sonrisa en los labios.
Él también le sonrió y le tendió su mano para que ella se acercara a la cama donde él permanecía sentado—¿Qué haces, Er? Pensé que te estabas duchando...?—murmuró al tiempo que el la abrazaba por la cintura para atraerla más a sí mismo.
—Eso era precisamente lo que iba a hacer pero vamos...mírala, por Dios...es hermosa...—musitó Erick sin perder la sonrisa de sus labios y ella sonrió un poco apoyando su espalda en el pecho de su esposo.—Gracias, Zoé...gracias por hacerme el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra—susurró sobre su oído haciéndole estremecer.
—Gracias a ti...porque no importa cuántas cosas digas y cuantas veces lo niegues, ella es idéntica a ti y por eso son hermosos los dos...—inquirió en medio de un pequeño suspiro.
—Yo más bien tengo la fiel creencia de que se parece a ti...—replicó Erick y ella negó de inmediato al tiempo que la pequeña entre las mantas comenzaba a moverse perezosamente.—Recuerdo perfectamente bien el día en el que me dijiste que seriamos padres ¿sabes? Ese día realmente fue el segundo mejor día de mi vida...—comentó el muchacho dejando un pequeño beso en la cabeza de la chica.
—Lloraste dos horas—se burló Zoé dejando escapar una pequeña risita lo que provocó que su hija despertara de golpe en medio del llanto. Ella se puso de pie lentamente para acercarse a la pequeña que lloraba tan fuerte como sí de eso dependiese su vida. Zoé depositó un pequeño beso sobre la cabeza de la niña y luego miró a Erick que las observaba fijamente con una amplia sonrisa en los labios y una mirada soñadora que hizo que hasta la última fibra de su cuerpo temblara.
Realmente era impresionante la manera en la que él la hacía sentir Seguía teniendo el mismo efecto y estaba completamente segura que así pasaran cincuenta millones de años más, lo seguiría teniendo.
Caminó cautelosamente hasta él y se sentó a su lado. De inmediato los pequeños ojos verdes de la pequeña se posaron en Erick y lo observó fijamente como sí realmente lo estuviese reconociendo.—Hola, mi amor...—murmuró él acercándose lentamente hasta ella para besarla.
Después de todo, ya habían pasado diez minutos desde la última vez que la había besado y eso realmente ya era un record.—Ella tiene hambre...—comentó Zoé y Erick jadeó débilmente.
—¿De nuevo va a comer?—cuestionó casi sin poder creérselo.
—Si—se rio ella.—¿podrías tomarla un momento mientras le preparo el biberón?—preguntó y él asintió de inmediato.
La niña soltó un gemido de lo que parecía ser protesta apenas estuvo sobre los brazos de Erick y él rio divertido observándola.—Apenas tiene dos semanas de nacida y ya protesta por esto...realmente no quiero pensar cuando sea más grande...
—¿Vas a ser un padre celoso?—preguntó ella con media sonrisa.
—No lo creo, aunque es tan bella que muy bien podría serlo...—respondió mirándola fugazmente antes de apoyarla contra su pecho. Pegó sus labios a la pequeña frente de la niña e inspiró profundamente.—Hope va a ser igual de bella que tú, estoy completamente seguro de ello...
—Erick...pensé que considerarías lo que te dije sobre que nuestra hija llevase el nombre de Audrey...es un nombre hermoso además tiene un significado completamente especial para ambos...—susurró y él volvió a llevar sus ojos hasta la cabecita negra de su hija.
—Lo es y siempre lo será...pero Hope me pareció muy atinado ¿sabes? Es un lema de vida que compartimos y encima, significa Esperanza.—hizo una pausa—Porque en nuestra historia de amor eso fue precisamente lo que significábamos el uno para el otro...tú eras ese pequeño rayito de esperanza que comencé a tener cuando creía que jamás iba a poder dejar atrás todo lo malo de mi pasado...y ella, Hope...siempre va a significar esperanza para nosotros...siempre que no podamos más sólo tenemos que mirarla a los ojos para volver a encontrar el sentido de nuestras vidas ¿no lo crees?—cuestionó mirando a Zoé que lo observaba con los ojos empañados y el biberón de la niña en la mano.
—¿De verdad lo crees así, Erick...?—preguntó y él asintió de inmediato.
—Estoy completamente seguro de ello...y sin temor a equivocarme te puedo decir, Zoé Bulman...que Hope es lo segundo mejor que me ha pasado en la vida...—murmuró y entonces ella no pudo más. Comenzó a sollozar y avanzó hasta él para sentarse a su lado y apoyar su cabeza en el hombro de Erick—¿Sabes que es lo que más me gusta en la vida?—cuestionó el muchacho y ella negó.—antes lo que más me gustaba en la vida era pasar tiempo contigo pero desde hace unas semanas lo que más me gusta en la vida es pasar tiempo contigo y con nuestra hija ¿sabes? Me siento en paz conmigo mismo y estoy muy seguro que mientras estemos juntos nada malo puede pasar...
—Te amo...—susurró ella apartándose un poco para poder depositar un pequeño beso sobre sus labios. Erick le ofreció una pequeña sonrisa y cerró sus ojos disfrutando de la sensación de los labios de su esposa sobre los suyos. Otra de las cosas que más le gustaban en la vida.
—Te amo más, amor de mi vida...—la niña comenzó a llorar de nueva cuenta y ellos se separaron de inmediato.—A ti también te amo, Hope...
—En realidad no creo que eso le interese mucho a Hope en este momento ¿sabes?—cuestionó Zoé con diversión. Erick negó un poco y se la entregó cuidadosamente mientras la niña seguía llorando. El llanto cesó apenas tuvo el biberón entre sus pequeños labios y Erick rio en voz baja.
—Me gusta esta vida—comentó Erick y Zoé lo observó fijamente.
—A mí me gustan tú y nuestra hija...—respondió ella sonriéndole ampliamente.
—Nuestra hija...—repitió Erick.—Todavía no me la creo...
—Pues créetela porque aquí la tienes...
—¿Juntos para toda la vida, cierto?—cuestionó él acercándose a ella para besarla fugazmente.
—Los tres...para toda la vida, Er...
_ _ _ _
Holiiii.
¡LES PRESENTO A: Hope Colón!
¿Es bella, verdad? Que bebita, por Dios. ¿Quién quiere ser la tía de Hope?
En fin, espero que les haya gustado el extra, que lo disfrutaran y todo lo demás.
Un beso enorme, Gloria, xx.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top