C7: Pizza con amigos.
—¿En donde diablos estuviste ayer cubano del demonio?—demandó Christopher a la mañana siguiente apenas vio a Erick aparecer frente a él con unos enormes lentes oscuros cubriéndole casi todo el rostro.
—¡En casa!—respondió de inmediato dándole un pequeño sorbo al vaso termino que tenía en la mano.—Y hazme el favor de dejar de gritar que me está explotando la cabeza...—pidió entre dientes.
—¿En serio? ¿Y si te quedaste en casa como por qué demonios la cabeza te está explotando?—cuestionó totalmente divertido cruzándose de brazos.
—¡Tengo migraña!—se defendió del muchacho.
—Sí, claro.—se burló—Si ahora a la resaca se le llama migraña pues entonces sí, tienes una súper migraña—Erick negó un poco y volvió a tomar del vaso.—Más vale que hagas que la migraña se vaya, Colón porque el día de hoy tenemos el primer entrenamiento en fútbol.—Erick se sacó los lentes de inmediato, se frotó los ojos y negó un poco.
—Definitivamente el día de hoy moriré—sentenció dramáticamente y Christopher rio divertido.
—Deberías decirle a Skyla que las fiestas durante las semana no son tan buenas—se rio.
—¿Skyla?—murmuró el ojiverde.
—Claro, así que deja de hacerte el desentendido que es más que obvio que fuiste a la fiesta con Skyla Spaguelove—hizo una pausa y Erick suspiró—¿Qué es lo que pasa?
—Pasa que Sarah me llamó esta mañana—anunció en voz baja y Christopher frunció el ceño.
—¿Sarah?—preguntó el castaño sin apartar sus ojos de su mejor amigo ni un solo centímetro.—¿Por qué la hermana de Audrey te llamó?—Erick negó de inmediato.
—Porque me olvidé que ayer tenía que pasar por la caja de recuerdos de la que me habló su madre...pero la verdad, Christopher es que me da mucho...miedo encontrarme con cosas que me lastimen que...
—Si quieres yo puedo acompañarte, Er—ofreció el castaño.
—¿De verdad harías eso por mí?—susurró mirándole fijamente.
—Pues claro, si hemos sido amigos desde hace mucho tiempo además...de esa manera no pasarás por esto tú solo—decretó sonriéndole al tiempo que Erick posaba mirada en la figura del muchacho pelinegro que caminaba junto a Bethan y Zoé, la chica nueva. Christopher lo observó un momento y suspiró.—Por cierto, creo que deberías comenzar a ser un poco más amable con Zoé, la pobre chica piensa que la odias o algo parecido...
Erick apartó la mirada del sus amigos y se encogió de hombros—No la odio...
—Pues al menos da la impresión de que si...
—¡Hola, Zoé!—la saludó Bethan apenas la pelinegra entró en su campo de visión.
—¡Bethan!—murmuró—¡Nicolás!—agregó una vez que el muchacho llegó un momento después.
—Nico—corrigió el muchacho lanzándole una pequeña sonrisa a modo de protesta.—¿Acabas de llegar, Zoé?—cuestionó en voz baja.
—Sí, de hecho estaba pensando en ir a la cafetería por un zumo de naranja—anunció mirándolos.
—Bueno, pues creo que en este momento acabamos de sumarnos a tu decisión tan atinada—sentenció Bethan sonriéndole ampliamente.—Oye, Zoé...esta tarde iremos a comer a una pizzería que está muy cerca de aquí, ¿quieres venir?—la pelinegra le lanzó una mirada fugaz y soltó un pequeño suspiro.
—Creo que sería una idea increíble—respondió la muchacha con una pequeña sonrisa tirando de sus labios mientras avanzaban a paso lento esquivando a tantos estudiantes como les era posible.
—También le diremos a Chris y a Erick—anunció el muchacho—Y claro que tendremos que invitar a Nat también, no la podemos dejar fuera de los planes en amigos sino se nos muere Chris—Zoé rio un poco y negó divertida.
—¿Nat?—cuestionó mirando a sus nuevos amigos.
—Es una buena amiga que Christopher ama en secreto—decretó Nicolás encogiéndose de hombros de manera despreocupada. Zoé pestañeó un par de veces y suspiró.
—¿La ama secretamente?—cuestionó llena de confusión.
—Claro, un secreto para Nathaly porque en realidad todo el mundo nos damos cuenta de ello menos ella misma—se burló la castaña.
—Sí, de hecho a Christopher sólo le falta hacer una pancarta del tamaño de la entrada de la escuela para que ella se dé cuenta—musitó Nicolás y la muchacha negó.
—¡Pues ya estoy deseando conocerla!—añadió entrando en la cafetería.
Zoé avanzó hasta la fila que se extendía delante del mostrador lanzándoles sonrisas amistosas a Christopher y Erick que se mantenían sentados en una mesa con vasos térmicos frente a ellos. Y entonces lo volvió a pensar.
De nuevo los pensamientos tristes llegaron hasta su mente otra vez. ¿Cuánto había sufrido Erick con la partida de su novia? Él en serio tenía que ser el muchacho más valiente y fuerte sobre la faz de la Tierra. No podía ser de otro modo.
—Hola—saludó una voz masculina a sus espaldas sacándola de su trance. Zoé se giró sobre sus talones para encontrarse de frente con un muchacho de cabello marrón y electrizantes ojos azules que la observaba fijamente y le sonreía ampliamente.
—Hola—susurró Zoé lanzando una mirada fugaz en dirección a le mesa donde sus nuevos amigos permanecían sentados.
—Estuve esperando tu llamada el día de ayer pero...nunca pasó—anunció simplemente el muchacho identificado como Luca Froyland y automáticamente las mejillas de la muchacha se tornaron totalmente rojizas.
—Creo que perdí tu número—mintió porque en realidad el número telefónico había terminado en las manos de Bethan pero no es que se lo fuese a decir de todos modos.
—Puedo dártelo de nuevo—ofreció el chico. Zoé lo contempló un momento y volvió a llevar sus ojos hasta la mesa de los chicos para encontrarlos con los ojos clavados en ellos.
Sintió su corazón acelerarse sin razón aparente e inspiró profundamente.
—¡Tu orden, cariño!—se giró de inmediato para encontrarse con la mirada amable de la mujer que le ofrecía un vaso de zumo. Le sonrió ampliamente y lo tomó de inmediato.
—Creo que tendrá que ser después...—anunció en voz baja antes de alejarse de él.
Soltó el aire de sus pulmones y negó un poco avanzando hasta la mesa, lo raro era que entre más avanzaba más miradas curiosas se posaban en ella y la hacían sentirse totalmente incómoda. Resopló y se dejó caer en la única silla libre que había en la mesa junto a Erick. El cubano le lanzó una fugaz mirada a través de los lentes y Zoé clavó la mirada en el filo de la mesa.
—Creo que Luca está realmente interesado en ti—bromeó Christopher notando la incómodidad de la chica. Los ojos de Zoé se posaron en él y negó de nuevo.
—El colegio no es como lo pintan en High School Musical—respondió encogiéndose de hombros y a excepción de Erick que seguía con un tremendo dolor de cabeza los demás rieron.
—Le decíamos a los chicos que si quieren venir con nosotros a la pizzería después de la escuela y dijeron que si, solamente tenemos que esperar a que la práctica de fútbol termine—anunció Nicolás jugueteando con una manzana roja.
—¿Juegan fútbol?—cuestionó la pelinegra observándolos brevemente.
—Soccer así que de una vez te decimos que estás más que invitada a nuestros partidos. ¿Cierto, Er?—argumentó el castaño lanzándole una mirada a Erick.
—Sí, eso.. —susurró el cubano frotándose las sienes.
—También ya le prometimos a Christopher que le enviaré un mensaje a Nat para que se una a nosotros.—informó Bethan con una enorme sonrisa en los labios.
—¡Que no me gusta!—chilló el muchacho y Bethan rio divertida.
—Sí, claro.—hizo una pausa—Voy a creerte semejante mentira cuándo vea un cerdo volando...
—¡Esta tarde va a ser una tarde demasiado interesante, Zoé!—se burló Erick a su lado.
Zoé lo observó fijamente sin poderse creer que él le estuviese hablando y le ofreció una pequeña sonrisa—Eso creo...
El lugar era realmente lindo, nadie podía decir lo contrario. Los colores chillones abundaban por todos lados y lo hacían ver como el lugar más acogedor del mundo. Zoé se sentó junto a Bethan y Christopher observando fijamente el menú que tenía delante de ellos.
Soltó un pequeño suspiro y sonrió un poco. Así que eso era lo que era tener amigos. Era lindo ahora que se detenía a pensarlo.
—Oye Zoé, ¿eres nueva en la ciudad?—cuestionó Bethan en medio de un pequeño suspiro.
—No, he vivido toda mi vida aquí, sólo que...es complicado—murmuró con las mejillas en llamas.
—No quería incomodarte—se apresuró a decir la castaña—lo que pasa es que...bueno...eres la chica nueva de la universidad y el ciclo escolar comenzó hace unos meses—Zoé suspiró.
—¿Cómo se llamaba su escuela anterior?—preguntó Christopher y Zoé lo miró fijamente siendo consciente que los ojos de Nicolás y Erick estaban fijos en ella.
—No asistía a la escuela.—informó en voz baja—Toda mi vida estuve tomando clases particulares desde casa...
—¿Por qué?—para su sorpresa Erick preguntó. Zoé lo miró directamente a los ojos y sintió su corazón acelerarse de inmediato.
Ella tenía dos opciones. Mentía descaradamente o les contaba la verdad. Después de todo ellos iban a ser sus amigos ¿Qué caso tenía guardar secretos con ellos? No es que le gustara recordar todo el infierno en el que había vivido pero tampoco quería mentirles. No a ellos que lo único que habían hecho era ser amables con ella.
—Porque estaba enferma, pasaba mucho tiempo en los hospitales y todo eso—murmuró y Christopher suspiró.
—Recuerdo que dijiste que eras una paciente cuándo nos topamos en el hospital y te mandé al suelo—Zoé sonrió un poco.
—Sí, de hecho ese día estaba yendo para una revisión de rutina...—susurró en medio de un pequeño suspiro.
—Bueno, pues como sea ya estás aquí ¿verdad?—musitó Erick sonriéndole un poco. Zoé lo observó un momento antes de ofrecerle una amplia sonrisa.
—Sí, ya estoy aquí...—Christopher los observó un momento y sonrió internamente.
—Por cierto, no quiero arruinar el momento ni nada por el estilo pero espero que no les vaya a molestar que haya invitado a Luca a comer con nosotros—el par de pelinegros rompieron el contacto visual y le lanzaron miradas fugaces al chico que les sonreía un poco.—Creo que es amigo de Zoé o por lo menos eso fue lo que vimos hoy—inquirió en voz baja.
—Para nada—respondió Bethan con una boba sonrisa en los labios.
Y entonces como si el muchacho lo hubiese invocado la puerta del local se abrió provocando un leve tintineo, Zoé llevó sus ojos disimuladamente hasta le entrada del lugar para encontrar caminando a una muchacha de cabello castaño algo rizado ajustándose los anteojos de montura negra. Escudriñó detenidamente el lugar hasta que una leve pero linda sonrisa se instaló en sus labios.
Bethan agitó su mano a modo de saludo para atraer su atención y automáticamente la recién llegada comenzó a caminar en dirección a ellos. Al menos no había sido Luca.
No era que le molestara, al contrario era muy lindo que un chico se interesara por ser su amigo pero ella no quería que él pensara otras cosas que no eran. A Zoé Bulman no le interesaba tener una relación amorosa ni con él ni con nadie, recién comenzaba a vivir y lo menos que necesitaba era una distracción que la hiciese cambiar el rumbo de sus planes.
Estaba bien así.
—¡Zoé! Quiero que conozcas a Nathaly—anunció la castaña sonriéndole ampliamente.—Nat, ella es Zoé Bulman, nuestra nueva amiga y Zoé, ella es Nathaly Cedeño pero tú puedes decirle Nat, es la cosa más dulce que podría imaginar—decretó con una enorme sonrisa en los labios.
Nathaly le tendió la mano y automáticamente la pelinegra la tomó.—Es un gusto por fin conocerte, Zoé.—anunció en voz baja—Bethan y Nicolás me hablaron sobre ti...
—¿De verdad?—preguntó asombrada—El gusto es mío, Nathaly...
—Oh, sólo dime Nat, así es como me llaman mis amigos y sí tú eres amiga suya entonces también eres amiga mía—Zoé sonrió brevemente—¿Ya pidieron? ¡Me muero de hambre!
—¡Tal para cual!—se burló Erick y automáticamente la mano de Christopher se estrelló en su estómago.—Ay, no es cierto...—murmuró apartando la mirada.
—¡Hola!—saludó una voz masculina haciendo acto de presencia. Zoé llevó sus ojos brevemente hasta el recién llegado y le ofreció una breve sonrisa.—Lamento la demora, el tráfico a esta hora se triplica—explicó en medio de un suspiro cansado.—Nat, no sabía que vendrías...
—Siempre es un gusto verte, querido primito...
—¡Bienvenido, Luca!—anunció Bethan más que feliz.
—¿A ti también te da gusto verme, Zoé?—cuestionó en voz baja. Erick la contempló expectante y resopló débilmente antes de apartar la mirada.
—Claro...Luca, que gusto verte...
__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
¡HOLILOLI! ¡Las extraño un montón!
Les envío muchos, muchos, muchos besossss.
¡Ya casi nos leemos!
Gloria, xx.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top