C26: Tatto.
—No tienes que pedirme perdón, Erick—murmuró la chica apartándose lentamente de él.
—Claro que tengo que hacerlo...actué como un idiota y hui de ti cuando en realidad tendría que haberme quedado a tu lado y afrontarlo juntos...—explicó el pelinegro mirándola a los ojos. Aparto las lágrimas de Zoé con sus dedos y besó su frente tratando de hacerla entender que él no iba a dejarla.
Porque no lo haría. Nunca.
—Eso ya no importa...lo que verdaderamente importa en este momento es que estamos juntos ¿no?—cuestionó lentamente sin dejar de contemplarlo directamente a los ojos, sintiendo como su corazón –o el de Audrey pero eso ya no importaba- no paraba de latir descontroladamente dentro de su pecho como sí quisiera salirse de su sitio, como sus piernas estaban temblando ligeramente y como su pulso comenzaba a acelerarse a sobremanera.
—¡Me encantas, Luney!—susurró Erick besándola de nuevo dedicándole una pequeña y débil sonrisa.
—Y tú me encantas más...—murmuró la chica sonriéndole.—Erick...¿Tú sabes como Skyla y toda la escuela se enteró sobre mi trasplante de corazón y en efecto que mi donante fue Audrey?—cuestionó en voz baja. Erick negó un poco y ella dejó escapar un largo suspiro.
—No tengo ni idea, créeme. Sólo nosotros y los chicos lo sabían pero estoy muy seguro que ellos nunca dirían nada, sobre todo a Skyla...—susurró y Zoé asintió lentamente.
—Debí haber parecido una completa idiota encima de esa mesa gritándole a toda la universidad—comentó entrecerrando sus ojos. Erick rio divertido y la besó dulcemente.
—Claro que no. Ya te dije que para mí fue un acto de pura valentía, además no te juzgaría nunca por lo que hiciste...hay millones de chicos por ahí que se dejan humillar por miedo a alzar la voz y lo que tú hiciste fue defenderte de la mejor manera posible...eso es admirable y te amo más por eso...—explicó el pelinegro sonriéndole un poco.
—¿Sabes? Todos estos días que he permanecido alejada de todo el mundo he estado pensando mucho las cosas y hay dos cosas que quiero hacer—anunció tomando sus manos.
—¿Qué cosas? —cuestionó el chico completamente lleno de duda. Ella rio en voz baja.
—Es así algo así como una Bucket list—respondió y automáticamente la piel de Erick se erizó de golpe. —Pero sólo tiene dos puntos que ni siquiera creo que sean demasiado complicada de cumplir...y necesito tu ayuda...
—¿La bucket list es para mí?—preguntó Erick lentamente y ella negó.
—Es para mí pero quiero que me ayudes...no te voy a pedir que me acompañes a saltar a un lado atestado de pirañas y cocodrilos, o que vayamos a acampar a la Savannah, o algo parecido, son cosas simples pero sumamente importantes para mí—recitó y Erick se relajó por completo.
—¿Qué es?
Zoé inspiró profundamente tratando de que el ardor que comenzaba a hacerse presente en sus pulmones se disipara. Lo observó un momento y besó su mejilla cariñosamente—Primero quiero que me acompañes a ver a Audrey...y después...quiero tener algo simbólico.. —anunció y él la miró sin comprender.
—¿Algo simbólico?—cuestionó con duda.
—Sí. Quiero un tatuaje.—decidió haciendo que los ojos de su novio se abrieran con sorpresa.
—¿Un tatuaje?—interrogó. Zoé asintió de inmediato en el mismo momento en el que los brazos de su novio la rodeaban con fuerza.—Si eso es lo que quieres, yo estaré ahí contigo...
—¿Lo prometes, Er? —Erick sonrió ampliamente y la besó de nueva cuenta.
—Lo prometo, Zoé...
—¿Estás nerviosa?—cuestionó Erick avanzando lentamente por el pequeño local de tatuajes observando minuciosamente cada uno de los modelos impresos que el hombre con los brazos repletos de tatuajes tenía de exhibición.
Tenía que admitir que le gustaba la idea de hacerse uno pero era demasiado cobarde como para aguantar el dolor de la aguja marcándolo. Prefería verlos en otras personas.
Llevó su mirada verdosa hasta Zoé que permanecía sentada encima de una silla de cuero en espera del tatuado.
—Algo.—respondió simplemente y él rio en voz baja—Gracias por diseñar mi tatuaje, Er...significa mucho para mí, de verdad—Erick le sonrió ampliamente y se acercó a ella a paso lento. Se sentó a su lado y entrelazó sus manos antes de llevar el dorso de la mano de Zoé hasta sus labios.
Ella sonrió débilmente y apoyó su cabeza en el hombro de Erick. —Lo hice con todo el amor del mundo, créeme. No soy tan buen dibujante pero confío en Joseph va a hacerlo mucho mejor que yo—bromeó con una risita nerviosa.—¿Tu madre sabe que vas a hacerlo?—Zoé negó de inmediato—Jesús, seguro me va a prohibir verte si se entera que yo lo diseñé—comentó frustrado y la chica rio completamente divertida.
—No seas dramático, Er—se rio.—No va a prohibirme nada y sí lo hace entonces no la obedeceré—demandó y él negó un poco.
—¿Te puedo hacer una pregunta además de esta?—cuestionó y Zoé asintió de inmediato.—¿Tú crees que Audrey nos unió?—murmuró y la piel de la chica se erizó de inmediato.
—Yo creo que si—respondió en voz baja.—Nunca te lo dije pero la primera vez que te vi apenas lo hice y mi corazón comenzó a latir descontroladamente dentro de mi como si quisiese salirse de mi pecho...—confesó mirándolo con fijeza.—Y cuando me diste la mano para presentarte sentí algo muy raro en el cuerpo...como una descarga eléctrica o algo parecido...
—Te estaba reconociendo...
—A Audrey en realidad...—susurró Zoé y él negó un poco.
—A ti...te estaba reconociendo a ti, Zoé...
— ¿Estás lista, Zoé?—cuestionó el hombre entrando con la pequeña máquina de tatuajes en la mano. Los chicos se miraron entre sí y Zoé asintió lentamente sintiendo los nervios comenzar a invadir cada rincón de su cuerpo.
Erick se puso de pie y volvió su atención a los modelos en las paredes mientras el zumbido de la máquina de los tatuajes comenzaba a llenar el aire, fue capaz de escuchar un débil gemido por parte de su novia y sonrió un poco pero no se giró.
—Es un diseño muy lindo—musitó Joseph sin mirar a la chica.
—Lo sé—respondió la chica.—Erick lo diseñó...
—Pues déjame decirte que tu novio realmente tiene mucho talento, créeme...
El lugar era tan lindo como Zoé lo recordaba pero la sensación de pérdida seguía estando tan presente como el aire que de inmediato sintió un escalofrío atravesar su cuerpo.
La mano de Erick se entrelazó con la de su novia y la hizo avanzar por los pasillos del cementerio sin decir una sola palabra. Era una de esas ocasiones en las que las palabras salían sobrando y él lo sabía. Después de todo él mismo había atravesado por eso un año entero y aunque no lo terminase de aceptar, lo seguía haciendo.
—Hola Audrey...—susurró la chica de pie una vez que se encontraron frente a la lápida con el nombre de Audrey. Erick se mantuvo en silencio a su lado soltando su mano. —¿Sabes? La primera vez que vine aquí no tenía ni idea de que tú habías sido la persona que me había devuelto la vida...la primera vez que vinimos aquí me mantuve al margen mientras Er te hablaba...y hoy que hemos vuelto Audrey, ...sólo quería darte las gracias por lo que hiciste por mi...—hizo una pausa e inspiró profundamente—Gracias a ti tengo la oportunidad de seguir aquí...no tengo ni la menor idea de cómo hacer para pagarte por lo que hiciste por mi...no sé como hacerlo y realmente espero que desde el cielo estés contenta...espero que seas completamente feliz y que tengas tanta paz como sea posible...nosotros sólo nos vimos una vez y eso fue suficiente para saber que eras una buena persona...espero que te sientas orgullosa de mi...porque a partir de ahora, Audrey...todo lo que haga será por las dos...por ti y por mi...¿Te cuento algo? Mi abuela solía decir que cuando las personas más buenas del mundo mueren, se convierten en ángeles de la guarda y estoy completamente segura que tú te convertiste en uno...recuerdo la sonrisa que tenías cuando accidentalmente choqué con Chris...a pesar de todo lo malo que te estaba pasando en ese momento seguías sonriendo de esa manera tan cálida...te aferraste a la vida y aunque las cosas no salieron como hubiesen querido, lo aceptaste...y no sólo eso, decidiste hacer algo bueno y por eso estoy aquí...no quiero reemplazarte o algo parecido, Audrey...tú fuiste una persona sumamente especial para todos, tampoco quiero quedarme con tu vida o ser una intrusa, de verdad que no...sólo quiero tener una vida normal...en el fondo sé que tú fuiste la responsable de que llegase a la vida de Erick y de los chicos, y no sé como agradecértelo...
—Yo también espero que estés completamente orgullosa de mi por elegir a Zoé, Aud...sé que tú la enviaste a mi...—murmuró Erick entrelazando su mano con la de su novia.—Y quiero que sepas Audrey, que a partir de hoy...te dejo ir...te dejo descansar en paz...
Los ojos de Zoé se posaron en Erick que permanecía con los ojos empañados sin dejar de observar la lápida. —Erick...
—Gracias por aparecer en mi vida, Audrey...siempre vas a ser una parte importante de mi pero no podemos seguir así ¿lo sabes, cierto?—susurró.—siempre te voy a llevar en el corazón, eso tenlo por seguro, fuiste el amor de mi vida pero no puedo seguir añorando tu recuerdo, porque aunque duela, eso eres...eres el recuerdo más bonito que tengo pero no es sano seguir enamorado de un recuerdo...
—Erick, no tienes que...
—Encontré en Zoé una manera de amarlas a ambas, Aud...vives en Zoé y ella es el amor de mi vida...—suspiró—Creo que está será la última vez que vendré a verte en un largo tiempo...necesito poner en orden mis pensamientos e ir soltándote de a poco...sé que lo vas a comprender pero realmente quería que lo supieses aunque suene un poco loco hablar con alguien que no está más...gracias por existir, Audrey, gracias por todo el tiempo que me diste y por amarme con locura...te amo, Aud...—murmuró llevando sus ojos hasta Zoé que permanecía con la mirada clavada en la lápida—Ya ti te amo por siempre, Zoé...
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¡Ahora sí! ¡Nos leemos el sábado con el resto de los capítulos y el final de Hope!
Un beso enormeeeeeee.
Gloria, xx.
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