~Catfish/Hyunsoul~
(Antes de empezar, reproduce el video y continúa leyendo. Disfruta)
Las fuertes pisadas del caballo sonaban tan cercanas a la gigantesca puerta de madera del castillo, Jinsol respiraba pesadamente, sintiendo aún las fuertes llamas de fuego que se encontraban ahora lejos de ella
Pero aún estando a metros de la puerta, podía escuchar los gritos desgarradores de los soldados en llamas y algunos más siendo brutalmente decapitados
Le provocaban náuseas
Con gotas de sudor y con su garganta seca después de gritar a todo pulmón por su reino, se acercó a la puerta y con lo último que le quedaba de aire, grito lo suficientemente fuerte como para ser oída por la reina enemiga y alguno que otro refugiado
—¡Reina Kim!—Respiro profundo, el sudor cayendo por su mandíbula—¡Da la cara maldita cobarde!
Y sin esperarlo, la enorme puerta se abrió, dando paso a un largo camino de piedra y a metros de distancia, justo enfrente de la elegante puerta de ingreso, la reina Kim la miraba con cara neutral
Kim Hyunjin era una maldita
Bajo de su caballo a toda prisa y sin esperar palabra enemiga, empuñó su espada
Se acercó lo suficiente como para evitar gritar
—Me repugnas Kim, tú poderío no es nada más que una manta enorme para cubrir tu cobardía—Su ceño fruncido y sus cabellos moviéndose delicadamente debido al poco aire existente—Esperaba verte en el campo de batalla—La miro de arriba a abajo, viendo su vestimenta tan elegante como siempre—Y no acá sentada esperando la cena
La otra ni se inmutó, y una simple sonrisa la sacó de quicio
—Ah, Reina Jinsol, siempre tan respetada por tu pueblo—Y sin apuros saco su espada igualmente, siendo incluso más lujosa que la de Jung—Sabría que vendrías, para ti es dar la cara o morir... aunque bueno, mis soldados dieron la cara y creo que están muertos ¿no?
Soltó suaves risillas mientras echaba un ojo a sus espaldas, viendo las gigantescas llamas coloradas
Se alejó unos cuantos pasos y con la elegancia que siempre cargaba, tomó la espada y la apuntó hacia ella con una cara seria
—Veamos quien es la cobarde—Sonrió sin mostrar diente alguno
Jinsol no tardó en posicionarse, esperando el primer ataque, pero solo estaban dando vueltas evitando acercarse demasiado
—Porque no atacas Kim
—Hay razones Jinsol, pero apenas estamos empezando, no quiero que sepas mi debilidad—Y terminando de decir eso se abalanzó hacia ella de manera rápida
Rozó su hombro que para su suerte se encontraba envuelto en armadura
Se defendió inmediatamente dando un intento por golpear el pecho de su oponente siendo atajado por la espada enemiga
—No soy tan fácil de ganar Jinsol, tus intentos mediocres no funcionaran
De un empujón logró alejar a Jung, casi tirándola
La batalla era muy lenta, a la vista de Jinsol, quien lo único que buscaba era la cabeza de Kim Hyunjin, pero para Hyunjin, era un baile lleno de sentimientos
Y con una sonrisa más grande, continuó enfrentando a Jung, esta vez más rápidamente
Las espadas chocaban con rapidez, el sonido metálico casi ensordecedor junto con las fuertes pisadas de ambas retumbaban en ese extenso pasillo
Un espadazo y un grito de dolor detuvo todo movimiento
Hyunjin cayó jadeante y adolorida al suelo de piedra, su abdomen había sido perforado
—Kim, no sabes como he esperado este momento—Apuntó con su espada ensangrentada a la cara de Hyunjin, ambas estaban sudorosas—Tenerte bajo mis pies, luchando por respirar
—Jung Jinsol, no sabes lo afortunada que me siento—Dijo con dificultad, dándole una sonrisa dolorosa, una pulsada de dolor se esparció por su costado—Espere como nunca en mi vida imaginé, espere veinte años para que por fin pudiera decirte toda la verdad
—¿Verdad? ¡¿Que verdad?!
Los oidos de Jung captaron la suave risa de su oponente, siendo casi dolorosa de escuchar
Hyunjin levantó su cabeza, dejando a la vista sus ojos llorosos y una mueca de dolor
—Jung Jinsol, la reina enemiga, una chica tan hermosa que era conocida en cada reino como "la chica de porcelana"—Pasó la lengua por sus labios resecos—Desde que tengo memoria estuvimos juntas en todo ¿por qué nos dejamos llevar por la ambición de nuestros padres? ¿Por qué elegiste el amor del pueblo sobre el mío?
Así que de eso hablaba, ¿quería reclamarle toda decisión que tomó en el pasado?
—Tienes razón Jinsol, soy una maldita cobarde, no pude decirte nada de lo que en mi corazón sentía, y ahora, estoy aquí, desangrandome, mientras la persona que más amo disfruta verme morir—Sollozando le soltó su más grande secreto—Soy una maldita cobarde por quedarme aquí a esperarte, no quería morir sin contarte, que te amo desde que tengo memoria y que deje de verte como la mejor de las amigas desde que tenía diez
Los ojos de Jung se abrieron en grande y su espada resonó en el suelo después de haberla soltado repentinamente
—¿Qué? Tienes que estar bromeando, tiene que ser una jodida broma—Se tiró de rodillas a un lado de Hyunjin, levantando desesperadamente con sus manos la cabeza de la misma y recostandola en sus piernas
—¿Te parece una broma Jinsol?—Su respiración se volvía más lenta cada segundo
—¡Maldita sea! Alguien por favor ¡Ayuda!
Ambas soltaban lágrimas, las más desgarradoras pertenecientes a Jung
–No hay nadie Jinsol—Se detuvo para respirar—Les pedí a todos que huyeran, estaba decidida a morir, no importaba si después de mi declaración me dejabas botada o me dejarías morir entre tus brazos
—No Hyunjin, no me dejes, no ahora, ¿me oyes?, también te amo, te amo, no te vayas sin mi, no cierres tus ojos, por favor—Hyunjin negó, ya no podía escucharla, sus oídos se volvieron sordos
—No te rindas—Con su poca fuerza alcanzo el rostro de Jung, torpemente acariciaba su mejilla, su mano fue tomada fuertemente por Jinsol—Pecesito
Jung sollozo aún más fuerte, los ojos de Hyunjin luchando por seguir abiertos, queriendo grabar por última vez el perfecto rostro de su amada
—Quedate conmigo, por favor.. por favor—La mano de Hyunjin cayó más pesada, resbalandoce de las temblorosas manos de Jinsol—¡Hyunjin, por favor! ¡por favor, quédate a mi lado! ¡Te protegere! ¡Pero no me dejes!
—Te amo—Salio como un suspiro y después, su pulso se detuvo
—¡Hyunjin! ¡No! ¡Por favor! ¡Despierta! ¡Ámame! ¡Por favor! Por favor—Su voz quebrandoce y bajando su intensidad
Dos amantes, sin un final feliz, se encontraban en el ancho pasillo del castillo de Kim Hyunjin, la reina más débil de todos los reinados. La más cobarde de todos y la más infeliz de todos.
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