❝O17: What?❞

[Este y posiblemente el siguiente capítulo van a ser narrados por mí, así que: Narración Omnisciente].

Bang Chan descansaba en el sillón de la casa de su amigo. Tenía puesta la televisión y las ventanas abiertas, pues ahora que sabía que JiSung vivía solo, no quería que alguien pensara que pasaba el sitio desolado todo el día, para que no aprovecharan de ello.

A pesar de tener la televisión encendida, que estaba básicamente de fondo y ambiente, su total atención estaba centrada en aquella llamada que estaba teniendo con su novio de hacía un año, Yang Jeong In.

Llevaba casi que una hora en aquella conversación, pues JeongIn era claramente menor que él, y estaba llevando el último grado de preparatoria mientras que el castaño estaba pasando por sus segundo año de universidad, pero eso no impedía que sus encuentros, cenas y citas no se llegaran a dar.

JeongIn pasaba ocupado algunas pequeñas partes de su día a día, pero amaba dedicarle la mayoría de su tiempo a su novio y viceversa, llevarse de la mano y que Chan lo llenara de besos era sinceramente su pasatiempo favorito desde que tiene buena consciencia.

¿Falta mucho para que estés de vuelta?— preguntó JeongIn detrás de la línea. —Me haces mucha falta, que mamá me dé amor no es lo mismo cuando me lo das tú.

Chris se derretía con sólo escuchar la manera en como le hablaba, tan dulce, como lo había sido desde que lo conoció. Le hacía falta, pero JiSung tenía un gran espacio en su gran corazón, y merecía aquella visita.

—Pronto estaré de vuelta, bebé.— le dijo tratando de tranquilizarlo. El sonido de las llaves en la puerta le informó que su amigo ya estaba en casa, lo que era raro, apenas era la una treinta de la tarde y él no salía si no hasta en una hora más. —Tengo que cortar, JiSung está de vuelta— pero realmente no quería irse. —, te hablo luego.

—Claro.— el tono de JeongIn era apagado. —Te amo, hyung. despidió. —Cuídate.

—También te amo, Innie y cuídate, adiós.— y finalizó la llamada.

El fondo de pantalla volvió a relucir, era una foto de él y Yang en su primera cita. Pero ahora no era momento de pensar en ello, sólo le hacía tornarse más triste, por lo que lo arrojó en el sillón y fue a recibir a su amigo.

Había pasado todo el día solo, por lo que la alegría de ver a JiSung pasar por esa puerta se le hacía cada vez más inmensa, por fin podría contarle de JeongIn, básicamente toda la historia lo cual significaba no dormir por contarle, pero valdría la pena.

Al llegar a la puerta, la escuchó cerrarse, pero sólo vió zapatos en la entrada, por lo que seguro pensó que su amigo estaba en su habitación cambiándose su ropa, así que buscó las escaleras y subió hasta llegar a su cuarto, pero estaba todo igual, JiSung no estaba ahí.

La cocina fue otra de sus opciones a tomar. Sentía como poco a poco la piel se le comenzaba a erizar, ¿acaso había algún fantasma jugando con él? O, ¿simplemente era JiSung tratando de jugarle una broma? Las dos opciones eran tan posibles, y él era lo suficientemente asustadizo, para que un fantasma haya decidido jugar con él.

Salir corriendo por ayuda era otra muy buena opción.

Al llegar a la cocina, vió una figura. Alta, joven pero a su vez un poco dañada. Llevaba un traje totalmente formal, y el cabello corto a los hombros y suelto. La reconoció sin siquiera darse la vuelta, por que ¿cómo olvidar aquella cara que lo separó de su mejor amigo hace sólo unos años?

—¿Señora Han?— dijo y confirmó aquello que vió, era ella. —Señora Han.

MinHo había llevado a su... bueno, a lo que en ese momento eran, a su segunda cita. Ahora que él lo pensaba, se preguntaba. ¿Qué eran? Si bien es cierto estaba dejando esa faceta de mejores amigos, y aquello se esta tornando en algo más serio, por fin.

Quedaba más que claro que ya no eran mejores amigos, había un sentimiento diferente cuando estaban juntos, pero tampoco eran una pareja, simplemente salían y caminaban de las manos, algo, sí, fuera de lo normal, pero totalmente diferente para bien a favor de los dos.

Fueron a uno de los más hermosos miradores que había no tan lejos del lugar de estudio. De ese lugar podía verse el atardecer completamente hermoso, como el sol iluminaba el cielo de un color rojizo y anaranjado, que le daba un ambiente completamente romántico.

Los dos estaban ahí. Han estaba totalmente ido viendo aquel hermoso paisaje, una hermosa vista de lo que pocas veces veía, mientras que MinHo, tenía la de él. O a JiSung sin siquiera parpadear.

¿En qué momento se hizo tan hermoso y perfecto a sus ojos? ¿Por qué nunca antes notó aquella hermosa perfección que tuvo a su lado? ¿Qué hizo en su vida pasada para merecerla? ¿Salvar el universo de los aliens?

Se sentía tan afortunado, completamente suertudo de tenerlo ahí, a su lado en ese momento, era el más feliz. Aunque en ese momento, feliz le quedaba corto, pues, palabras no habían para describir aquel sentimiento por el que estaba viviendo.

Faltaba ya poco para que el sol desapareciera completamente y JiSung sintió la mirada de MinHo encima de él y volteó a verlo, y con él movió todo su cuerpo quedando totalmente frente a él. Estaban frente a frente y lo mejor de aquello es que las personas a su alrededor habían desaparecido, y los dos estaban en su mundo.

Ese mundo del que ya había hablado, donde sólo los dos existían, en donde podían demostrarse lo que sentía por el uno por el otro sin que alguien se interpusiera, en donde las palabras hermosas no faltaban, donde los momentos juntos eran especiales, un mundo donde JiSung es de MinHo y donde MinHo es de JiSung, y eso siempre sería así, porque se amaban mutuamente, podrían estar todo el tiempo juntos, tomados de las manos, verse a los ojos y estar así sin importar el tiempo. El amor que se tenían era el más grande amor y no podía abarcar una sola galaxia, ni dos, no tres, era tan grande, especial, único y mágico, porque se lo demostraban, no como querían, pero aún tenían tiempo para ello, pues su amor podía traspasar murallas, recorrer todos los mares, y revisar todas los mundos alternos posibles, todo por estar juntos, amarse, darse cariño, y ser ellos, ser MinHo y ser JiSung, estar juntos, en esta y las siguientes vidas.

El silencio que guardaban los dos, no era ni fue incómodo en ningún momento, era todo lo contrario, era tranquilizante y absolutamente lleno de sentimientos, los más hermosos sentimientos, pues los dos habían despertado eso el uno por el otro y eso podía sentirse en aquel aire.

MinHo se mordía los labios, estaba tan ansioso de probar sus labios, tan ansioso de poder tocar y sentir aquel tacto de que estaba completamente seguro que sería el más maravilloso de todos, porque si era JiSung, sabía que sería diferente, sería mágico, porque lo amaba.

—MinHo— le llamó JiSung, y este desviaba su mirada de los ojos a labios de él, no sabía a cuál ver. —¿Qué estás esperando?— le dijo JiSung, pero él se quedó estático, no sabía que hacer. —Ya bés-

Pero ni siquiera le dejó terminar con aquella oración, porque ya se había abalanzado sobre él, desesperadamente pero aún lento. Sus labios se correspondían mutuamente y los movimientos eran sutiles, versátiles, apasionados y tiernos.

Lentamente lo dirigió hasta la varanda del lugar, donde lo apoyó mientras lo tomaba suavemente de su muy pequeña cintura sin romper aquel beso. Con la mano que tenía en su cintura, apretaba suavemente de esta y la otra la tenía en su mejilla, donde su dedo pulgar no dejaba de pasearse por la misma.

JiSung había entrelazado su mano, con la que él tenía en su cintura mientras que con la otra, se aferraba al brazo del mayor, le acariciaba y apretaba lentamente su marcado brazo. Sus ojos estaba totalmente cerrados, estaban hundidos en su mundo, completamente, era simplemente perfecto.

Sus labios se divertían juntos, al mismo compás, perfectamente juntos.

Pero, la falta de aire provocó que los dos se separaran, pero no completamente aún estaban lo suficientemente cerca.

El sol ya se había ocultado y el lugar estaba oscuro, sólo la luz de una pequeña bombilla adornaba su ambiente.

El momento no quería ser interrumpido por ninguno de los dos y de ninguna manera, estaba sumidos en sus ojos, y MinHo sonrió al igual que Han. Estaba completamente feliz sabiendo que al fin pudo sentir sus labios y habiéndolo tenido tan cerca. Estaba feliz o más que eso, no tenía palabras, sólo el sonido del teléfono de JiSung.

—Espero que sea de vida o muerte, Christopher Bang.— dijo. Estaba molesto ante tal interrupción. —Habla más despacio, parece que estás rapeando.

Pero nuevamente el silencio apareció, MinHo estaba desesperado por que le dijera lo que estaba ocurriendo hasta que vió como se tensó y su mano libre se haya hecho un puño, parecía que su alma se había salido de su cuerpo o que había visto un fantasma.

¿Qué?— pero el tono de su voz fue la más preocupante para los dos.

Primero, disculpen si hay fallas ortográficas, pero estaba súper inspirada para fijarme en eso, además de que mi teclado no coopera mucho.

Segundo, pasaba para anunciar que YA SE VIENE EL DRAMA GENTE.

Y tercero, además, es posible que también se acerquen los capítulos finales, porque yo ya había discutido con alguien, que ya sabe quién es, sobre que no quería que está historia se hiciera tan larga y se me está yendo mucho, así que tengo que empezar lo bueno ya, y como ven, empecé.

Los quiero, cuídense y no salgan de sus casitas. ❤️

[Editado: 03/Noviembre/2020]
Y como ven, se me hizo largo, pero bueno, jaja.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top