❝O16: So, I don't know❞

(Cuando lean las partes donde dice sonrisa, léanlo con el MinHo del gif en mente).

Mientras le explicaba a Félix la situación, siempre mantuvo su semblante totalmente serio. Estaba entendiendo al parecer, lo cual era bueno, significaba que sería más fácil que me ayudase con ello.

—Entonces, ese tal Bang Chan es amigo de infancia de JiSung, y tú estás celoso de él.— me dijo y yo asentí, agradeciendo que haya captado rápidamente. —¿Y?

Mi mano rápidamente se acomodó en mi frente. Si bien, había entendido perfectamente el problema, pero nunca entendió el punto que quería darle. A veces podía ser totalmente lento, pero tenía que aguantar aquello, ya que era básicamente que el único que tenía para ayudarme en eso.

Suspiré y luego tomé la almohada que más cerca estuviese de mí y se la palmé en la cara, no haría nada, sí, pero quizá lo ayudaría a no estar tan despistado.

—Mi punto, querido Félix, es que quiero que me ayudes a controlar mis celos.— le dije y este tomó nota de ello. —No quiero seguir celoso por cada cosa que se le acerque o parecer posesivo, de eso no.

—MinHo, cariño, sólo puedes hacer una cosa para ello.— dijo y puso su mano en mi hombro. Me miraba con consolación y yo con desesperación e intriga. —Tienes que decirle a JiSung que te gusta.

—En tus sueños, Yongbok.— me levanté de la cama y me dirigí hasta la ventana, donde podía ver la casa de JiSung. La luz de la sala estaba encendida, pero era lo único que podía ver pues las ventanas estaban cerradas. —Al menos no aún.

Félix suspiró y supe que obviamente estaba totalmente en desacuerdo conmigo. Pero yo tenía más razón, si es cierto que yo llevaba gustando de él ya hace un tiempo, pero aún era muy temprano.

—Bueno, entonces vamos por partes.— dijo. Félix quería también que aquello terminará para mí lo más rápido posible para poder estar junto a JiSung y yo también, pero más despacio, para el bien de los dos. —Sólo me queda algo de lo que estoy seguro que funcionará.

—¿Qué?— dije yo de brazos cruzados, volviendo mi vista a él.

—¡Bésalo!— dijo saltando de la cama con una sonrisa en su boca y los brazos en el aire, mientras los agitaba. —Tienes que besar a JiSung, Lee MinHo.— y me tomó de los hombros mientras asentí lentamente.

Yo le observé. Me parecía una magnífica idea, sabía que sería un excelente manera de hacerle saber que se diera cuenta de que yo estaba teniendo sentimientos hacia él, y de hecho quería hacer aquello, era algo totalmente especial, tanto para mí como para él.

Pero no, no lo haría.

Tenía miedo en cierto punto, miedo a su rechazo, porque sabía que si yo me confesaba sin que JiSung sintiese algo por mí, arruinaría toda la amistad que cosechamos en este tiempo que llevo de conocerlo, así que no, no lo haría.

—Félix.— dije sin más. —Sé que quieres verme junto a JiSung, y verme feliz.— traté de sonar lo más pacífico posible. —Y lo aprecio, en serio, pero no lo haré.

Entonces no sé.— se rindió finalmente. —Quiero ayudarte, amigo, pero eres incluso más complicado que una mujer.— se cruzó de brazos mientras se quejaba. —Por eso no me gustan.

Sé, porque lo conozco, que él quedó totalmente anonadado de como decía que no hacia sus opciones, pero era por una razón más obvia y buena, porque obviamente no arruinaría aquello que amo.

Narración Omnisciente.

Luego de que MinHo haya abandonado aquel lugar, el muchacho se quedó totalmente perplejo por las acciones que anteriormente habían hecho, pues jamás llegó a creer poder darle un beso en la mejilla a la persona que le gusta.

Al darse la vuelta hacia las escaleras, vió como Bang estaba viéndole de brazos cruzados, una ceja alzada y esperando para una explicación que le dejara bastante claro lo que había sucedido hace unos cuantos minutos.

Él simplemente le observó sin nada que decir y le mostró una sonrisa en la que trataba de verse lo más inocente posible, mas Chris lo ignoró, obviamente, pues él quería toda una explicación con introducción, marco teórico y conclusión.

El menor se golpeó la frente con la mano, pues sabía que ahora tenía que contarle todo aquel embrollo que protagonizaba él junto al otro que hace un rato ya se había retirado, y para eso lo dirigió hasta la cocina, donde incluso le preparó un café, pues era una larga historia.

—Quiero que empieces desde que te fuiste de Incheon.— JiSung rodó los ojos y comenzó a contarle.

—Voy a resumiterlo, será mejor.— habló el chico. —Cuando me presenté el primer día de clases, nos hicimos amigos, de hecho tiene un amigo que se llama Félix, es un amor y también es de Australia. Bueno, llevamos siendo amigos desde ese entonces, pero-

—Te enamoraste de él.— le cortó Christopher dando un suspiro, y él asintió. —Los ví en el parque juntos, pero no sabía que estaban a punto de besarse, perdón.— explicaba él lentamente. —Y, ¿ya se lo dijiste?

—No.— habló y se levantó de la silla para dejar la taza en el lavaplatos y dirigirse a la sala seguido del castaño. —No pienso decírselo aún, hyung. Pero hay algo más.

Él elevó las cejas esperando la respuesta de aquello que ya había mencionado antes.

—Últimamente él ha estado más encima de mí, me pone más atención y me dice cosas bonitas, me trata hasta diferente, es más cariñoso conmigo e incluso me abraza más.— relató con una sonrisa recordando el tiempo que MinHo le dedicaba.

—De verdad te gusta él.— encaró Chan, y tenía razón. —No sé si lo notaste, pero cuando hablas de él, hay un brillo en tus ojos y estabas sonriendo, JiSung.

—Concéntrate, Chris.— reclamó el peli azul.

—Sólo hay una respuesta a eso.— dijo seguro de lo que hablaba. —Le gustas a MinHo.

Él suspiró mientras negaba pues para JiSung obviamente no era así, y en sus pensamientos él aún lo veía como su simple mejor amigo, al cual adoraba por completo.

—No me digas que no, — dijo Chris riendo levemente. —yo sé que un chico demuestra mayormente con sus acciones cuando está enamorado.

—¡Deja de estar inventando!— volvió a negarse así mismo. —Además, ¿cómo lo sabrías?

—No te conté sobre JeongIn.— dijo con una sonrisa en su boca con tan solo mencionar el nombre de aquel muchacho, que por obvia razón lo hizo verse feliz. —Él es simplemente especial, pero es otra historia, primero es más importante esto, por el momento. Podemos hablar de mi novio en otro momento, no planeo irme aún.

La noche de aquellos dos se hizo completamente extensa, alcanzaron altas horas de la madrugada hablando de su vida luego de que se separaran en aquel tiempo.

A la mañana, el chico se quedó en la casa, pues obviamente no era su escuela. Entonces JiSung se adelantó esta mañana para poder dejar un pequeña tarjeta en el casillero de su amado.

En la pequeña nota, había escrito "Me gusta tanto como tú." dejando una sonrisa dibujada en aquel espacio que le quedaba, lo cual simbolizaba la cafetería favorita de MinHo, y a la que habían ido en su cita también.

Cuando él escribía esas cartas, lo hacía siempre teniendo en mente las cosas favoritas de Min, incluyendo su sonrisa, que para JiSung es la primera y única maravilla de mundo, su mundo, donde sólo eran JiSung y MinHo, así como simplemente su existencia, que básicamente, todo para él.

En algún momento tenía pensado decirle, pero por supuesto que lo haría si es que MinHo no se daba cuenta primero, menos que lo haría si se enteraba y no por boca de él, eso lo mataría, pero la idea de decirle cuánto lo ama le rondaba día y noche.

Y de hecho pensar en aquello lo atemorizaba, y le causaba tantas preguntas, pero siempre ganaba más su miedo, miedo a arruinar aquella bonita relación que ellos dos habían creado con el pasar de los últimos años, y eso no se lo permitiría, MinHo es todo para JiSung, y JiSung todo para MinHo.

—¿Qué haces?— preguntó Min apareciéndose de la nada, pero con la sonrisa que le había enamorado no le permitió asustarse. —¿Otra vez en mi casillero?— el chico se paralizó. —A veces siento que me dejas cosas ahí más bien.

JiSung casi muere de un paro en ese mismo instante. Pensaba que se había dado cuenta de que él era quien le dejaba las notas, tendría que comenzar a ser menos obvio con respecto a eso sí no quería ser descubierto por MinHo.

—Eran bromas, precioso.— y sonrió, haciendo que incluso olvidara lo que estaba haciendo en ese momento. Su sonrisa podía hacer muchas cosas en él. —¿Salimos hoy, hermoso?

A JiSung le estaba comenzando a gustar la idea de tener citas junto a MinHo, se le hacían totalmente únicas, sabiendo que tenía a semejante ángel de su lado, se hacían las mejores tardes de su vida, bueno, realmente con sólo tenerlo a su lado en una clase se sentía bien, pero una salida con MinHo, era otro nivel.

—Claro.— aceptó cortésmente y el mayor le regaló una sonrisa. Esas bellas sonrisas que JiSung se había ganado que le regalaran, pues si bien es cierto, JiSung era la única causa de las sonrisas de MinHo. —Tu sonrisa es tan hermosa, Min.

Y luego de ese comentario se maldijo una y otra vez mentalmente mientras cerraba los ojos y agachaba su cabeza para ocultar aquel sonrojo. A veces odiaba tanto pensar en voz alta y que el receptor de aquello, fuese la persona que le gusta.

—Si es hermosa, entonces no dejaré de sonreír.— le dijo del mismo modo, pero aún así él continuaba maldiciéndose internamente. Tenía ganas de correr y encerrarse en un baño y que nadie lo viera, pero desafortunadamente no podía hacer aquello.

—Debo irme a clases.— musitó tratando de buscar una excusa para huir de ahí. —Adiós.— se giró sobre sus talones y trató de irse.

Lastimosamente la serie de desgracias siempre estuvieron de su lado, pues los dos iban al mismo lugar y JiSung no se había percatado de ello.

No hasta que MinHo tomó su mano y la entrelazó con la de él. Su tacto era tan suave pues no era para menos, siempre tenía el cuidado de tocarlo como si fuese una obra de museo, la cual se sentía encargado de cuidar, y así era.

Han JiSung es la obra de arte más hermosa jamás vista, sólo para MinHo.

Han palideció más de lo que ya, y si antes de tener su tacto se sentía nervioso y anonadado, pues ahora lo estaba más, y eso era lo que Lee MinHo causaba en JiSung. Sabía cómo hacer que todos sus sentimientos se mezclaran, lo que para él es de primera vez.

—¿Q-Qué haces, Min?— dijo aún observando sus manos entrelazadas mientras caminaban hasta aquel lugar.

—Quiero tomarte de la mano.— respondió mientras lo tomaba del mentón, obligándole a verlo, pero a su vez dándole una mirada reconfortante. —Siempre.

En ese pasillo, se escuchaban mascullos, susurros y señalizaciones hacia los dos. JiSung jamás había sido reconocido en ese lugar por algo, pero ahora que iba de la mano de MinHo, se hizo en fama total. Lo único reconfortante para sí, era que la persona de quién iba de la mano, era aquel del que se había enamorado perdidamente.

—No me sueltes, MinHo.— dijo aferrándose más.

—No lo haré nunca, JiSung.— le devolvió el gesto acariciando su mejilla.

2010 palabras. JAJS.
Me re-inspiré, perdón.
Última vez que me inspiro tanto.

Quería además preguntarles unas cuantas cositas, tengo unas dudas.

¿Qué opinan de la historia?

¿Les gusta?

¿Alguna calificación que quieran darle?

¿Quién creen que le dice primero, Minho a JiSung o JiSung a MinHo?

¿Lo que más les gustó?

¿Lo que menos les haya gustado?

¿Algo que quieran decirme a mí?

Les leo sus comentarios, amores.
Gracias por el apoyo. ❤️

[Editado; 13/octubre/2020]

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