Los dos caminamos por los pasillos de la escuela, ya dirigiéndonos hasta nuestro destino, el cual, casi no habíamos planeado sólo dijimos que iríamos por un café y a darnos una vuelta por el parque.

Antes, le dije que necesitaba pasar por unas cosas a mí casillero. Tomé los libros, los apuntes y nuevamente algo cayó de entre mis libros y cosas. Rápidamente volví a ver si JiSung estaba mirando, pero se encontraba sumido observando hacia otro lado.

Tomé el papel y leí lo que tenía:

Me gusta tu hoodie hoy.
El café te queda bien;
además de que a ti el
rojo y blanco te van,
deberías llevarla más
seguido. Al igual que
la de color gris, simple
y estupendo. Como tú.

Hoodie Clown.

Introduje el papel algo arrugado en mi mochila y terminé de guardar otras de mis cosas. Sería extraño para Han y para mí tener que mencionarle lo de aquellas cartas, por lo mismo no lo hice, ni lo haría, sino hasta dar con el paradero de ese tal Hoodie Clown.

Cuando estuve a su lado, le regalé una de mis sonrisas, haciéndole saber que estaba listo, y así poder comenzar con nuestra caminata hasta aquel lugar.

Mientras nuestros pasos sonaban en la acera, recordé que no ví a Félix en todo el día, lo cual no me preocupaba puesto a que sabía perfectamente con quién estaba, sólo esperaba que no aparecieran de sorpresa en la tarde.

—Hoy no te lo había dicho.— habló JiSung rompiendo nuestro silencio. —Me gusta tu hoodie café, deberías prestármela un día.

—Gracias.— agregué sin más, pues no negaría el hecho de que estaba completamente nervioso con tal sólo su presencia. —Algún día podrás usarla.

—¿Vamos a la cafetería Smile? Sé que es tu favorita.— me dijo y lo volteé a ver, al parecer estaba más al pendiente que yo de lo que me gustaba y lo que no.

Si bien, era cierto y él sabía cómo leerme la mente. Así que sin más, simplemente accedí.

Pero de repente sentí la necesidad excesiva de tenerlo entre mis brazos y simplemente lo abracé por detrás, tomándolo por la cintura -una muy pequeña, por cierto-, que según él no tenía, pero para mí, era totalmente perfecta y lo tomé de ahí. Traté de llegar hasta el lugar así, pero fue casi que imposible para los dos.

Lo bueno de ir a ese lugar, es que es un centro comercial, significa que hay un posible lugar donde podemos ir a jugar a un arcade; sé cuánto le gustan.

Cuando íbamos por las escaleras, subiendo al segundo piso, pude ver el letrero de la cafetería hacia donde nos dirigíamos, y entonces lo tomé de la mano para salir corriendo hasta aquel lugar.

Dimos unas cuantas vueltas antes de llegar a la dichosa cafetería, reímos bastante porque si bien es cierto parecíamos la típica pareja que se divierte en una cita, y eso me gustaba completamente.

Ver a JiSung sonreirme, me hacía todavía más feliz, él es parte de mi todo y verlo divertirse a mi lado me llena de adrenalina, su risa es como música con la que podría bailar y escuchar todo el día, es la perfecta melodía, JiSung es perfecto para mis ojos.

Para cuándo lo noté, entramos y rápidamente tomamos asiento en uno de los primeros asiento que ví ahí y esperamos a que llegasen a tomar muestras órdenes, pero como era de suponer, terminaría pidiendo yo por los dos.

—Buenas tardes, hermosa pareja.— dijo el mesero. Noté como él se sonrojaba con las palabras que había pronunciado el muchacho. —Mi nombre es Ian, ¿gustan de ordenar algo?—prosiguió sin dejarme hablar aún. —Esta tarde tenemos un delicioso café que hemos preparado para las parejas que nos han visitado, ¿gustan probarlo?

—De hech- —pero yo hablé ante de que JiSung dijera algo más.

—Sí, por favor.— pedí finalmente.

El mesero se dió la vuelta y comenzó a caminar hasta la cocina, donde imagino que le habrá dicho nuestra orden y luego se perdió de mi vista, pero al voltear hasta JiSung, éste tenía su vista ya puesta en mí, esperando un tipo de explicación.

—¿Qué?— fue lo único que dije para que él empezara a reír. —¿De qué te ríes, precioso?

—MinHo tú y yo no somos pareja— dijo entre risas.

Aún no.

—Lo sé, pero pudimos conseguir algo nuevo de mí cafetería favorita.— dije levantándome de hombros. —¿No ves el lado bueno? Tsk.

Su mano rápidamente se estrelló con su frente mientras éste no cesaba su risa. Ante mis ojos, él se veía simplemente precioso, hermoso, básicamente todo lo que hacía JiSung era un obra de arte hecha únicamente por él, y me llenaba de felicidad saber que yo lo tenía conmigo, tenía a Han JiSung conmigo y eso... es maravilloso.

Entre charlas, nuestra tarde se fue poco a poco y con ella, la idea de ir al arcade también se esfumó, prefieriendo más que todo ir y dar una caminata por el parque de cerezos que había en el centro de la cuidad, y justo de ahí, se veía una hermosa puesta del sol.

Esta vez, lo llevé tomado de la mano todo el camino, pues se me hizo que sería algo que luciría muy tierno viéndose de nosotros dos, y tampoco iba a mentir, fuera de eso, tomar su mano me hacía sentir totalmente fuera de este mundo, es como si olvidara todo y en el mundo solo existiera JiSung y yo, sólo JiSung y MinHo y eso se sentía totalmente real.

—¿Sabes que quiero hacer?— me dijo mientras yo lo observaba, poniendo toda mi atención sobre él. Negué. —Escribir nuestras iniciales en aquel árbol.

Por supuesto la idea me encantó y me dirigí con él hasta un árbol de cerezo que estaba cerca. Con una piedrita que ví en el suelo comencé a tallar nuestras iniciales, haciendo que aquello se viera diferente.

—Tienes una letra muy bonita, Min.— decía.

Se veía tan lindo: HJS+LMH.

—Tengo una letra bonita porque pienso en alguien bonito.—le dije soltando lo primero que se me vino a la mente, sin haber notado que JiSung se había sonrojado.

El momento se tornó completamente diferente, el sol ya se había ocultado, debido a que habíamos llegado un poco tarde a ver aquello, entonces nos alumbraba la luz de una bombilla que adornaba también la calle.

Pasé mi mano suavemente por su mejilla, acariciando levemente esta misma, sin dejar de observarle a los ojos, al igual que él no dejaba de verme también, y sin darme cuenta nos acercábamos un poco más al otro, quedando lo suficientemente cerca.

—Eres tan hermoso.— le dije sin aún quitar mi mano de su cara.

Mi dedo pulgar recorría sin límite el lado derecho de su carita preciosa. Pasando incluso a tocar hasta sus labios, y para aquel momento, también comenzamos a acercarnos de manera que incluso yo sentía su respiración sobre la mía, pero sin evidencia de algún tacto entre los dos.

JiSung cerró sus ojos y yo continué apreciándolo, hasta que sentí como tomó la mano que rondaba por su cara y suavemente entrelazó su meñique con el mío, y así hasta entrelazar toda la mano. Estábamos tan cerca de tocarnos, de yo poder besarlo, sentir sus labios y poder tenerlo aún más cerca de mí, quería estar con JiSung, y empezar por besarlo, cosa que desearía haber hecho, de no haber sido por otra cosa.

—¡Han JiSung!

[Editado; 02/Noviembre/2020]