❝O11: Don't worry❞
Narración omnisciente.
El peliazul palideció pues no pensó que aquel chico le viera de aquella manera. No tenía una explicación exacta de lo que diría, pues realmente no era capacitado para decirle que estaba haciendo ahí.
Por su lado, Lee MinHo estaba adrede esperando una respuesta correcta por parte del muchacho. No encontraba una explicación más obvia, o le estaba robando o siendo cortésmente de introducir algo en su casillero.
—Algo cayó de tu casillero— le dijo el azul. —Lo estaba metiendo por la endija antes de que alguien lo agarrara y lo robara.— mintió, obvio.
—Ah, muchas gracias, pequeño.— le dijo éste más tranquilo y devolviéndole con un sonrisa a aquel agradable gesto que él le había hecho. —Es muy cortés de tu parte.
Ya más tranquilo, pudo respirar y soltar el aire que tenía contenido debido a la adrenalina de ese momento, pero no dejó caer su rostro, no dejaría que el chico se diera cuenta de su secreto.
—No te preocupes— respondió el azul —, no es nada.— le dijo éste respondiendo con una sonrisa. —Tenemos clase, vamos.
El castaño y el peliazul emprendieron camino al salón. Félix por su parte, diría que las palabras de JiSung no le fueron lo completamente verdaderas hacia su amigo, notó lo nervioso que estaba y lo pálido de su cara, incluso pensó que MinHo lo vió, pero al parecer no.
A su caminata, se les unió ChangBin, quien se acercaba con una sonrisa encantadora hasta su novio y los amigos de éste último. En ese último tiempo se habían convertido en un cuarteto, casi que inseparable.
—MinHo— le llamó el pecoso. —Ven aquí. JiSung, me lo robaré unos segundos, cuida a ChangBin por mí ¿sí?
El castaño comenzó a ir hacia atrás, donde se encontraba Félix. Por lo general, cuando se trataba de discutir algo, los hacían entre todos, pues así se ayudaban mutuamente, como buenos amigos.
—Sabes, se supone que debemos discutir esto juntos, pero ya no lo aguanto.— dijo el de pecas.
—¿Qué pasa, Lixie?— dijo Min ya algo preocupado por la intriga del otro.
—¿No has notado a JiSung algo raro? Digo, se comportó muy nervioso cuando apareciste.— explicaba, parecía estar sobre actuando, pero parecía ser real.
—No lo noté.— dijo de mismo modo pues realmente ni siquiera se había fijado en ello, siempre se fijaba en sus palabras y en sus ojos, sus lindos ojos marrones en el que se reflejaba su universo, nunca o casi nunca en su comportamiento. —Seguro lo tomé por sorpresa y se asustó.
—¿Es en serio? Se puso hasta pálido,— dijo tratando de gritar, pero bajó un poco la calma. —algo tiene.
—¡Y si está enfermo!— habló sobresaltado al escuchar aquello que dijo Félix. —No puede enfermar, tengo que cuidarlo más de ahora en adelante.
—No está enfermo, tonto. —dijo Félix rodando los ojos al ver que no captaba su punto, si es que había uno. —Pero hay algo raro.
—Bueno sea lo que sea, saldrá adelante, lo sé.— habló ya más tranquilo.
—Estas cegado por el amor, MinHo.— dijo el de pecas. —Esto será largo.
Al reincorporarse nuevamente en su grupo, Bin y JiSung estaban hablando algo gustosos, ya habían entrado al salón, ChangBin le guardaba campo a Félix y JiSung a MinHo, como de costumbre, lo único nuevo era que estos último dos estaban al lado de otro, riéndose mientras hablaban, lo cual hizo sentir raro a MinHo.
POV MinHo.
Sentí un leve punzón en el pecho cuando lo ví reírse al lado de ChangBin. Se veía tan feliz al lado de él, que cualquiera que no los conoce diría que están seduciéndose entre sí.
Al ver a mi lado, ví que Félix empuñó sus manos y las apretó fuertemente. No sabía que era, pero igualmente no pregunté sólo continúe mi camino hasta el asiento que JiSung estaba reservando para mí.
—¿De qué se reían?— dijo Félix cambiando su tono de voz a uno más grave del que ya era, lo cual me asustó. ¿Acaso estaba molesto?
—De nada, Lixie.— le dijo Seo mientras se levantaba y daba un leve beso en la mejilla del pelinegro. —No te preocupes, cariño.
Los dos tomamos asiento y no dijimos otra palabra hasta que comenzó la clase. Otra aburrida clase para el día de hoy, pero el tiempo pasa más rápido cuando estamos en clases.
Durante el trayecto con Félix, le comenté sobre una pequeña salida que tenía planeada con mi mejor amigo, pero no en una manera de amigos, hace algunas noches me dispuse a pensar sobre mi atracción hacia JiSung, entonces me decidí a demostrárselo poco a poco.
Le diría que saliéramos hoy, sabía que yo no tenía nada que hacer pero no sabía si él tenía algún plan con alguna otra persona en especial, pero de igual manera le preguntaría.
—JiSunggie— le dije llamando su atención sin que el profesor nos cachara.
—Dime.— lo escuché susurrar cuando obtuve su atención.
—¿Salimos hoy?— le dije sin más preámbulos.
—Uhm... Voy a salir con alguien más, Min.— me dijo. —Lo siento, pero podemos ir mañana.
El punzón volvió a aparecer y sentí como una chispa de electricidad recorrió cada parte de mi cuerpo y sin darme cuenta apreté la mandíbula, sintiéndome un poco molesto por dentro, pero, ¿de qué?
—No, tranquilo, descuida.— le dije del mismo modo y por ende, mis manos se empuñaron. Me moleste sin querer. —Iremos otro día.
—¿Estás bien?— me preguntó, y sólo con esa pregunta se me bajó todos esos nuevos sentimientos que estaba experimentando. —¿No estás molesto, verdad?
Yo suspiré y puse una sonrisa.
—No puedo molestarme contigo, pequeño.— le dije sinceramente y pues era cierto.
Durante el transcurso de la clase, traté en lo más posible de estar a su lado, quería demostrarle que me gusta él, que me gusta Han JiSung, pero no sería del todo directo, después de todo soy su mejor amigo y no creo que él tenga el mismo sentimiento que yo.
Abrí mi casillero y algo cayó. Otra nota, la segunda desde que recuerdo. No decía nada, sólo tenía algunos dibujos, pero era algo que yo conocía bastante, y al parecer esa persona, también, lo cual era raro.
Me recordó a la vez que fuimos a la piscina con Félix y JiSung. Félix no lo sabe, pero el día antes de irnos, JiSung me pidió ayuda para elegir un traje de baño, entonces fuí a su casa. Aunque terminamos escogiendo uno negro.
En la nota, estaba dibujado el mismo traje lo cual es raro y yo no entendía.
Cerré el casillero y emprendí mi camino a casa. Félix estaba esperándome sentado mientras jugaba con su celular. Al verme comenzamos a caminar, pero al ver hacia el lado izquierdo, que era el contrario hacia nuestro vecindario, ví a JiSung caminando con ChangBin, hablaban y reían. Félix no lo vió, seguía en su teléfono.
Supongo que se habían ido minutos antes, pero yo sí alcancé a verlos. No iban tan lejos, por lo que distinguirlos era básicamente trabajo fácil para mí.
Verlos caminando me molestó un poco, bueno bastante.
Y de nuevo.
El punzón.
[Editado; 02/Noviembre/2020]
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