¡HOO! (Capitulo unico)
El polvo caía de nuevo en la tierra del patio de esa casa tradicional, el suelo de madera que acumulaba el polvo en sus pequeños agujeros pero que a lo lejos dejaba verse como cualquier otra casa grande y tradicional japonesa, con su techo definido con ese color azul oscuro penetrante y que en la tarde reflejaba una inmensa paz, ya sea afuera mirando el sol caer junto a los árboles, o dentro con los pies sobre el tatami mirando hacia afuera con las puertas abiertas.
Y ahí estaba Akaashi, Akaashi Keiji, sentado en la madera que recién había barrido, comiendo con tranquilidad su onigiri mirando al atardecer, dio un suspiro y cerró sus ojos disfrutando la calma y la suave brisa, pero aveces el tiempo que perdemos en un parpadeo nos hace perdernos algo impresionante, en este caso, los abrió al escuchar la caída de algo pesado, en un -PUM- y sentir el viento de la caída y la tierra sobre su rostro, poniendo una mano, bloqueando aún la tierra que quedaba en el aire, y miró adelante, abriendo los ojos con cuidado, y abrirlos con sorpresa al ver una bola de plumas en medio del patio.
Se acercó cauteloso —Un...ave?— dijo intentando averiguar qué ave sería tan grande, pero de inmediato soltó su onigiri a la tierra cuando la bola de plumas se movió, eran enormes alas que aún no dejaban ver a quien le pertenecían, moviéndose con dificultad, así Akaashi retrocedía, y ¡WOOSH! Las alas se extendieron dando una explosión de aire que hizo caer a Akaashi, volviendo a cubrir su rostro con el brazo y mirar con caoutela, pero el cuerpo volvió a caer dando otra brisa más suave que la anterior, cubriéndose con sus alas, así Akaashi sonrió, levantándose y caminando al ser, tocando con suavidad las plumas y exaltándose al ver que la izquierda estaba en un pésimo estado, quizás rota o solo herida, pero tenía un mal aspecto —he-hey...esto se ve mal, te vez como un ave amable, ¿dejarías que...te ayude con esto?— el ala se movió, Akaashi la soltó esperando mirar el rostro de aquel animal, pero fue su sorpresa que el rostro era completamente humano, al igual que el cuerpo, era como ver a un ángel —¿tan mal se ve?— preguntó el contrario dando un puchero, Akaashi se inclinó a la altura del contrario, el cual tenía un cabello de puntas blancas y raíces negras, que combinaban con las plumas de sus alas —puedo hacer que se vea mejor— extendió la mano —soy Akaashi— el contrario abrió animado sus ojos amarillos —Bokuto Koutaro, gracias, Akashi— de inmediato se estremeció —disculpa, e-es Akaashi— Bokuto se sonrojó —AkaAshi— sonrió —Akaaaashi— rió para sí mismo mirando a Akaashi con curiosidad, tocándole el rostro y el cabello —¿Eres un Akaaaashi?— Akaashi se dejaba acariciar —soy una persona— de inmediato Bokuto apartó sus manos —"una"— dijo mirando a Akaashi con tacto —ah! No no, soy un hombre, un...humano— y al aclararlo las manos volvieron a tocarle —los ancianos hablan sobre los humanos aveces, no somos tan diferentes, Akaaaashi—.
Así, quizás pensando que estaba algo mal de la cabeza, lo metió a su caza, sentándolo y llevando vendas aquí y allá, medicinas y jarabes, esperando que no fuesen dañinas o que le provocasen alergia, solo intentaba hacer el mejor trabajo —está listo, Bokuto-san— miró el a la vendada esperando que estuviese bien —entonces, ¿cuando estará completamente sana?— miró a Akaashi con intriga —en...unas semanas, ¿tienes asuntos pronto?— Bokuto dio una mirada algo melancólica —no...no realmente—
Así la puerta sonó en el silencio, dándole dar un pequeño salto a Bokuto, quien miró a Akaashi levantarse con paciencia y abrir la puerta, intentando espiar con quien hablaba, y escuchar la voz quebrada, pero no la de Akaashi, una voz igual de calmada pero no tan grave, así sólo tuvo más intriga, intriga de por qué Akaashi lo estaba apoyando y dando palmadas, para entre sus dudas, logró ver al chico de cabellos algo largos cuando Akaashi cerró la puerta, caminando por el tatami y llegando de nuevo junto a él, sentándose mientras sostenía algo entre sus manos, que sostenía con fuerza y con un rostro desanimado y melancólico, dándole mal sabor de boca a Bokuto, quien miró a Akaashi con preocupación, moderando su tono de voz mientras pensaba que decir, para soltar algo simple, como parecía gustarle al de cabellos negros —¿Ha sucedido algo, Akaaaashi?— el mencionado abrió la palma de su mano —solo me dieron esto— una pulsera rodeada de corazones y de hilo rojo y suave, bastante fino, una pulsera que en definitiva tenía un par, un objeto que usarían las parejas, pero que para Bokuto solo era una pulsera normal —¿te ha regalado?— Akaashi frunció el ceño, dando un suspiro —no, el solo, Kenma es un amigo, y Kenma solo quería deshacerse de la pulsera que compartía con su pareja, ¿lo entiendes?— Bokuto negó con la cabeza —su pareja...¿Ha muerto?— Akaashi tocó las plumas de las enormes alas —no, solo ya no querían estar juntos, no como pareja— Bokuto se estremeció —pero las parejas que se unen jamás se separan— Akaashi dio una cara triste de nuevo —Kenma y Hinata no funcionan así— se levantó dejando la pulsera en el suelo —muchos humanos no son así—.
Así con aspectos melancólicos comenzaron a vivir juntos, los segundos llevaban a los minutos, los minutos a las horas, las horas a los días, y los días a las semanas, que pronto llevaron a dos meses de convivencia.
El ala de Bokuto mejoraba, el plumaje se restauraba en plumas blancas platinadas y blancas brillantes, con la herida sanaba, la piel del ala volvía a la normalidad, y Akaashi parecía reponerse de su humor, pero para Bokuto la conversación de hace tiempo era constante, y en una tarde, dejó que Akaashi se acostase sobre su ala sana, dejando que tocara el plumaje, dejó que la confianza que había estado surgiendo esos meses fluyese como siempre, y volvió a medir su tono de voz, en uno no muy fuerte pero tampoco monótono, y miró a Akaashi —Akaaaashi...¿tu y...tu amigo Kenma, fueron una pareja que no se amo más?— Akaashi se quedó inquieto un segundo, mirando a Bokuto con sorpresa —no, solo no me agrada verlo triste— explico con su cara melancólica, y de inmediato Bokuto negó —no es verdad—.
En el cuarto donde solían dormir juntos, esa noche parecía estar silencioso, así que Akaashi se levantó y sentó sobre el futon, sintiendo la mirada de Bokuto, quien le miró como si estuviese terriblemente lastimado —¿tu ala duele?— pregunto Akaashi queriendo ayudar, pero Bokuto se levantó pareciendo estar perfectamente bien, acercándose al futon de Akaashi y sentándose frente a él —Kenma, ¿te lastimó?— mencionó poniendo una mano sobre el rostro del pelinegro, quien tocó la mano sobre su rostro, y frunció el ceño con melancolía, dejando resbalar sus lágrimas por el rostro —nos besamos— dijo Akaashi mientras Bokuto le prestaba total atención —nos besamos porque creí que podría remplazar a Hinata, la antigua pareja de Kenma...pero solo empeore las cosas— la mano de alejo de su rostro, y dio un parpadeo lento, mirando con dificultad debido a sus lágrimas —B-Bokut-— un abrazo cayó sobre su cuerpo, la inmensa prevenida de la alas contrarias completamente abiertas, que comenzaron a envolverle en calidez y cuidado —¿amas a Kenma?— dijo Bokuto con una voz algo quebrada, y Akaashi regresó el abrazo con sus manos y cuerpo temblando aún en shock —n-no...pudo haber sido capricho...soy horrible— volvió a llorar dejando caer su cabeza, apoyada contra Bokuto, quien le tomó con fuerza —creo que el que quisieses ocupar un lugar de un ser amado...es genial, Akaashi, cuando me tenga que ir...enserio voy a extrañarte— soltó el abrazo y Akaashi le miró secando sus lágrimas —Akaashi, Kenma no parece haberse molestado contigo, porque sabe que tú jamás lo lastimarías— dio una sonrisa —y al igual que Kenma, te estoy agradecido— Akaashi se quedó en su sorpresa, así estando vulnerable ante Bokuto.
Bokuto estaba en lo cierto, Kenma nunca se molestó, era el mismo quien se sentía mal, frustrado por no poder ayudar a Kenma a sentirse mejor, así en su agradecimiento, sonrió terminando de limpiar sus lágrimas —gracias, Bokuto-san— sonrió.
Bokuto se abalanzó sobre Akaashi, haciéndole caer sobre el futon, y antes de que pudiese darle tiempo de reaccionar le besó, dejando asombrado al de cabellos negros, quien al separar el beso volvió a atraer al contrario —Akaashi, creo que quizás...quiero escogerte como una pareja, pero no como una que deja de amarse— volvieron a juntar sus labios —solo me conociste hace dos meses— tocó el cabello de Bokuto —solo te conocí hace dos meses...y no puedo creer que me sienta de esta forma también—.
Cada día se habían conocido más, entre las charlas del hogar del que envía Bokuto, entre las charlas de cómo había sido el estudio de Akaashi, parecía tan inesperado, pero ahí estaban, era algo incoherente, pero descriptible, una locura, que podía ser algo cuerda, pero ciertamente el pensamiento de que Bokuto se iría tenia mal a ambos, y la inquietud de Bokuto de si Akaashi ya había elegido a Kenma, y la satisfacción de saber que solo había sido un beso.
Así Bokuto sintió la libertadad de poner sus manos sobre Akaashi —cuando te vayas podrás volver a visitarme— menciono sintiendo como su ropa era removida de su cuerpo —vendré lo más seguido que pueda— dijo para besarle en los labios —en mi tierra, no te verían mal, serías bienvenido— dieron un corto beso pero Akaashi negó —tengo un trabajo, ahora solo tengo vacaciones— dijo para desviar la mirada con decepción, pero Bokuto solo tomó su cuerpo desnudo para ponerlo sobre si, en el roce de sus muslos también desnudos —Akaaashi— dio una risa —Akaaaashi, en ese caso de estar a distancia, tendríamos más cosas que contarnos cuando nos viésemos, el roce de nuestros cuerpos sería totalmente deseado, y nos conoceríamos lenta y ansiosamente aún más y más— el sonrojo se apoderó del rostro de Akaashi, quien sonrió y besó con ternura los labios contrarios —tienes razón—.
Así esa noche fue movida, las manos en el cuerpo ajeno, descubrir lugares de su cuerpo donde ni siquiera ellos mismos habían llegado a tocar, una intimidad que jamás habían tenido con otra persona, el calor de sus cuerpos, sus besos llenos de un amor que realmente les había unido, les llenaba y desbordaba, sintiéndose completamente cómodos y satisfechos, los gemidos que llenaban la habitación, quejidos que pedían más de lo cual podía quejarse, y Akaashi sintiendo el enorme cuerpo sobre si, mientras las enormes alas le rodeaban, y se sentía completamente seguro, porque Bokuto tomaba sus caderas con bastante cuidado mientras las movía para satisfacerse a ambos, en una secuencia de posiciones y exitacion hasta quedar exhaustos y satisfechos, durmiendo juntos, con las enormes alas cubriéndoles.
Así la mañana llego, el buenos días que les dio una sonrisa, bañarse juntos y comer mientras hablaban sobre lo bien que se sentían y lo que habían sentido la noche anterior.
Pero el momento llegó —¿te sientes bien? ¿Ya no duele más?— pregunto con preocupación Akaashi —hiciste un trabajo excelente— dijo Bokuto agitando sus alas llenas de fuerza, y la sonrisa de su rostro cambió al acercarse a Akaashi —entonces...es hora— dijo algo incomodo, pero Akaashi lo atrajo y le dio un beso corto —estaré esperándote— Bokuto devolvió el beso —volveré más pronto de lo que crees— se alejó con lentitud —entonces...un hasta pronto— sonrió —nos vemos, Akaashi— dio un pequeño impulso pero se detuvo, mirando a Akaashi a los ojos —¿sucede algo?— pregunto asustado, pero Bokuto sonrió —solo quería decirte que te amo— Akaashi sonrió de vuelta —también...también te amo— así Bokuto agito sus alas, con fuerza, extendiendo la tierra y polvo del patio, Akaashi se cubrió con un brazo el rostro con sus ojos cerrados, hasta dejar de sentir la tierra en el aire, y al mirar hacia arriba dando parpadeos acostumbrándose a la luz, miró a Bokuto, con sus alas fuertes, y como se dirigía a su tierra -enserio te amo— dijo sonriendo, quedándose en el patio, hasta perderle de vista en el cielo.
Fin
Espero que les haya gustado, no se si habrá sido alto muy flojo pero quería que quedase como One-shot, aunque fue más largo de lo que planeé espero que haya valido la pena leer estas 2000 palabritas jeje
Gracias por leer!!
⚠️Derechos de autor a los dueños de las imágenes utilizadas en la portada y en el capítulo⚠️
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