Poema de Flor C. Publica poemas en su perfil de instagram: srblo_om

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Se mi mujer

No puedo contener

las lágrimas de enojo

te fuiste y me dejaste sola ayer

ayer en noviembre.

No puedo, no puedo querer a otra mujer

si no es a ti mi linda muñeca,

toda simétrica con sus dedos

pequeños delicados

cuerpo grueso y fuerte

ojos adormilados

te amo mi pequeña grande mujer.

Estoy celosa desde hace 8 años

no quiero verte con nadie más

me gusta tu piel, tu cabello

y tus ojos que no son color café.

Quiero que te quedes

Quédate

Quédate

Quédate

que difícil es ser un mimo, una amiga.

Una amiga quiero ser

quiero hacer lo correcto,

quiero ayudar y ser quien quieres que sea,

quiero agradarte

pero estoy cargando conmigo misma

con mi enojo, mi mujer.

Ay mi mujer,

por favor se mía hoy y ayer.

Ya no quiero ser una figura de cartón

alguien transparente sin fondo ni sazón

quiero gritarte que existo, que tengo voz,

que te amo, que estoy acá para vos.

Ay mi mujer, la única, la legítima

por quien perdería mi orgullo pantanoso.

No tengo nada que ofrecer

soy lo que ves y siempre he sido

un silencio largo y un hombro acogedor

una silla en un busito

la que no toma acción.

Los años pasaron y yo seré y nunca seré

quien esperas que sea

quien te de el beso que deseas.

Esa soy

una alma pérdida de Dios

un deseo sin cumplir

soy la decepción.

Pero esa nunca serás vos

y si serás siempre

la que me enseñó a amar a una mujer

la que nunca ha sido ni será mi mujer.

Que desilusión

amarte toda la vida con ardor

y desesperación.

Una pena marcada que no se borra

porque nunca te vas ni te has ido

fantasma de mi vida

vete o quédate

ámame o déjame.

No me importa

haría lo que fuera

y quizás por vos

y solo por vos

he de aferrarme al maldito dolor

que me arrecha tanto.

Estoy enojada desde el 2015

desde que yo me enamoré

de alguien que no podía ser mi mujer.

Notas

Desde que aprendí a comunicarme a través del lenguaje escrito, me ha sido más fácil cargar con ciertas cosas que antes quizás me eran difíciles de afrontar, como el amor.

No por ello siento menos, mi querida mujer. Te amo con intensidad desde la primera vez y son estas pequeñas cosas las que me hacen reflexionar cada ciertos años.

¿Acaso es uno capaz de dejar de amar a alguien? Quizás la respuesta es fácil, la solución igual o quizás nos guste aferrarnos al dolor nada más.

Te me vas y otra vez no seré capaz, de hacerte quedar, de decirte que te amo, de besarte.

Prefiero lidiar con este dolor otra vez, que decirlo, que afrontarlo, quizás hubiese sido mejor cambiar el título por algo peor: que C O B A R D E que soy.

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