O57 | Noticeada

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Jisoo se sentía desesperada, parecía que se estuviera ahogando en el fondo del mar sin poder escapar o respirar.

Cada vez era más tensa la situació, no podía ser quien quería ser por más que quisiera, así que debía resignarse y seguir todo lo que le inculcaron sus padres pero había fracasado.

La cabeza le daba vueltas, Jisoo a penas se estaba despertando después de haberse dormido llorando, sus emociones parecían un torbellino porque la habían golpeado demasiado la noche anterior, tanto que no puedo evitar llorar hasta quedarse dormida.

─No quisiera ir ─Jisoo miró el reloj de la mesita de noche de su habitación, 6:15 a.m. debía moverse para estar 8:00 a.m. en la universidad.

Un suspiro cansado salió de su boca, acompañado de un dolor de cabeza insoportable.

─Se fuerte, Jisoo ─Se dio ánimos a sí mismo. Se levanto y estiro su cuerpo, observando en su cama aquel tierno peluche de osito color morado que Jennie había obsequiado para ella y por inercia sonrió.

Jennie ha sido tan paciente con ella, no se ha rendido a pesar de la caídas que ha tenido, hay en ocasiones que quisiera llorar de la frustración al no poder hacer de mucho por ella.

¿Qué podría hacer? No quería herir a Jennie más de lo que ya había hecho a lo largo de esos meses, ni herirse a ella misma cuando se había dado cuenta de sus sentimientos por Jennie, ni que decir que sus padres estaban actuando solos por su cuenta, sin preguntarle su opinión o lo que realmente sentía acerca de todo eso.

Aparentaba ser fuerte, fría, cuando por dentro era débil, frágil, con ganas de ser protegida por alguien.

Su familia era tan difícil y complicada, no era fácil vivir así.

Siendo una familia (Exceptuando a sus dos hermanos y a su abuela paterna, porque literalmente toda la familia era así y hasta envidia existía entre todos.) que lo más importante para ellos era la reputación, imagen social frente a todos y el dinero, entre más mejor. Siempre queriendo superar a los demás.

No podía tan siquiera pedirles a sus hermanos que la ayudaran, debía hacer esto sola, era su problema y tendría que buscar una manera de resolverlo.

Debía resolverlo sola, así que tomó un baño, lavó sus dientes y se cambio del uniforme allí mismo que había sido colocado en su habitación por los sirvientes horas atrás.

Suspiró pesadamente al ver su apariencia en él espejo, no le gustaban esas ojeras, debía arreglar aquel error antes de salir de la casa.

Su piel, su cabello, su maquillaje, todo era obligatoriamente que lo cuidará, porque de ella también dependía la imagen social, sus padres no podrían soportar que ella ocasionase problemas.

Tomó su mochila junto a su teléfono salió para desayunar y poder irse a la universidad.

Los hermanos de Jisoo miraban a su hermana menor con tristeza. No era justo que sus padres hicieran lo que querían con ellos, era una total injusticia y aunque hablaron con ellos no dieron su brazo a torcer.

─Hermanos, ya me voy ─Se despidió Jisoo silenciosamente de sus padres y sus hermanos con el semblante apagado. 

Sus padres ni siquiera respondieron o tan siquiera escucharon la voz de su hija menor.

Jisoo sintio una opresión en su pecho al ver que sus padres estaban tan ocupados en sus celulares, por eso quería que toda esa situación fuese una fea pesadilla.

─Yo te llevo, Jisoo ─Dijo el hijo mayor de los Kim mientras se levantaba de la mesa. No iba a dejar a su hermanita viajar sola en ese estado, realmente necesitaban una buena charla.

Rápidamente Seungho se levantó con las llaves de su auto para llevar a su hermana mientras tomaba su abrigo.

Jisoo asintió, sintiéndose mejor al no irse sola.

Nunca le ha gustado estar sola.

Seungho abrió la puerta del copiloto donde viajaría su hermana en el auto. Estaba preocupado, su hermana se veía realmente mal.

─Jisoo, no creo que sea buena idea que vayas con esas condiciones a la universidad. Necesitas reposo urgentemente ─Mencionaba el castaño al ver a su hermana pálida, casi sin vida ni color.

Jisoo miró a su hermano, estaba cansada, su cuerpo se sentía pesado.

Solo quería dormir.

─No puedo faltar, lo sabes oppa ─Los ojos de Jisoo se estaban llenando de lágrimas, estaba tan sensible por todo. ─. Nuestros padres me matarían si lo hiciera, ya suficiente les di problemas esa vez que me suspendieron una semana, no quiero volver a escuchar un sermón de dos horas de por qué debo ser una Kim perfecta ─Respondió mientras su hermano procedía en encender el auto para irse.

Era cierto, los señores Kim no les gusto en absoluto eso.

Seungho quien seguía concentrado en la carretera sonrió al escuchar eso. Recuerda que sus padres pegaron grito en el cielo por la suspensión de Jisoo por mala conducta.

─Fue divertido ver sus caras debes admitirlo, incluso noté que querías reírte de la situación ─Comentó el chico sonriente ─. Es bueno verles hacer otro tipo de gestos que no sean los mismos aburridos de siempre.

Jisoo odiaba admitirlo pero también le había gustado por primera vez experimentar lo que era una suspensión.

─Tienes razón Seungho oppa ─Contestó la pelinegra ─, aunque aún tienen el resentimiento por aquella falta que provoque, no me lo van a perdonar fácilmente.

El mayor miro por unos segundos a la menor para después observar a carretera.

─Pero ocurrió por una buena causa ¿Cierto? Fue por defender a la niña que te gusta ─Contestó con una sonrisa en el rostro, sorprendiendo a su hermana quien se quedo pálida sin decir nada ─. Estoy orgulloso de ti Jisoo, por fin dejaste aquellas ideas que te quisieron creer nuestros padres. Sé tal y como eres, no trates de dejar tu felicidad a causa de ellos.

Jisoo no sabía que decir, se había quedado pálida a más no poder y su pulso se aceleró. Sus mejillas ardieron, lo cual trato de parecer no afectada.

─Oppa ¿Tú me apoyas? ¿No me encuentrás desagradable? ─Musitó con el nudo en la garganta. Sus lágrimas querían salir, amaba demasiado a su hermano mayor.

El mayor removió con una de sus manos el cabello negro de su hermana.

─¿Cómo voy a creer que eres desagradable si nada ha cambiado? Sigues siendo mi hermanita menor, la más hermosa del mundo ─Le contestó con cariño ─, siempre tendrás mi apoyo incondicional en lo que sea, estoy aquí.

Jisoo se sintió mucho mejor, su hermano le apoyaba.

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Cierto castaño miraba a la castañita que estaba frente a él con impresión, al escuchar aquellas palabras en las que le pedía un favor.

Esas dos personas eran Jennie en la entrada de la universidad después de ser acompañada por Jiyong, el novio de su prima, porque con todo lo que pasaba en la ciudad era peligroso que caminaran los jóvenes tan tarde y aún más solos.

─Hay algo que no entiendo y necesito que me lo confirmes ─Comenzó a decir el mayor algo dudoso ─, ¿Me estás pidiendo un consejo para conquistar a esa niña que te gusta? ─Le pregunto Jiyong mientras sonreía con algo de diversión mirando la tierna prima de su novia, las mejillas de la contraria ardieron un poco mientras asentía.

─Y-Yo necesito tu ayuda, Jiyong oppa.

─Vaya, nunca creí ser útil para algo, por lo general pensé que siempre sería el payaso personal de Chaerin.

Jennie asintió con seriedad, eso era un tema delicado y serio, no era un juego.

─Así es, necesito tu ayuda ─Confirmó la castaña.

La morocha observó cómo sus amigos venían hacía ella con una sonrisa.

─¡Hey Jennie! ─Exclamó Yoongi en saludo para luego ingresar a la universidad acompañado de Jimin a su lado.

La chica agito su mano a todos sus amigos, ya era hora de irse.

Antes de darse la vuelta, un auto elegante se estacionó en la banqueta, de la puerta del conductor salió un chico de cabellos castaños, guapo y elegante con una sonrisa en su rostro para abrir la puerta del copiloto.

Jennie observó sorprendida, de aquel elegante automóvil salio la unnie que le gustaba, Jisoo.

Jiyong aún no se había ido, observará con algo de burla que la prima de su novia no hacía nada ni tan siquiera para disimular que veía a la chica de uniforme impecable y rostro que mostraba seriedad.

─Cierra la boca, te entrarán moscas ─Musitaba Jiyong en voz baja cerca del oído de la menor.

No era para menos esa reacción, porque para Jennie la existencia de Kim Jisoo era todo para ella, porque era la definición de perfección y no olvidar de lo muy hermosa que es, aunque desconocía quien era su acompañante a su lado.

Era alto, de cabellos castaños y una sonrisa bonita, ¿Sería algún pretendiente?, no podría ser que ese chico fuese alguien amoroso de Jisoo.

La mayor abrazó a ese chico alto, lo cual este removió sus cabellos con cariño.

La morocha observaba aquello de lejos.

Sin más, el chico comenzó a ingresar al auto para irse, Jisoo se giro para comenzar a avanzar a la entrada principal.

Jisoo camino casi cerca de Jennie, lo cual al mirarla a los ojos, le sonrió, en sus mejillas se podía notar un pequeño rubor que brotaba de ellas.

Jennie se quedo tiesa, ¿Le estaba sonriendo? ¿A ella?

Trató de ver si no había nadie detrás de ella pero se sorprendió que estaba sola, porque el novio de su prima estaba a su lado y sus amigos ya no estaban allí.

Estaba siendo noticeada.

Agitó su mano tímidamente, lo cual Jisoo contesto también con un saludo para perderse en el paisaje.

Era el mejor día de su vida.

Anotaría eso en su diario.

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