Limpie mis lágrimas, debía ser fuerte para el, no se cuanto tiempo dure estar lejos de él, pero ahora quiero que todo salga bien.

- No quiero desobedecer a mi padre, no quiero que crea que las sospechas que creo Sun sean ciertas, no quiero que nada te pase.

Mostraba desesperación al sostenerlo y era consciente. Lo deseaba.

- Vendré todos los días, aunque sea por una hora -. Mire sus labios -. No puedo dejar mi droga favorita.

Lo besé de una manera profunda, mientras mis manos acariciaban cada milímetro de piel que estaba en mi alcance, aun así quería más. Con cuidado recargue su espalda en el suelo sin separarme de sus labios, mis manos acariciaron sus piernas.

- Quiero hacerte el amor antes de irme, quiero tenerte.

Baje su pantalón junto a su bóxer, quería tocarlo, me sentía sediento.
Luego de quitar su pantalón y bóxer tomé su miembro con mi mano y empecé a estimularlo.

- Te amo, conejo -. Dije sobre sus labios.

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No podía aceptar tenerlo lejos cuando mi vida estaba repleta de Lay en cada segundo del dia. No podía hacer nada para detenerlo más que luchar en silencio.

- Te extrañaré... no sé como soportaré tenerte lejos, te estoy extrañando... amor... -. Susurré atando su persona a un sustantivo que me era reacio hasta que me di cuenta de él.

Sun me las pagaría, por todo. Escuché en silencio sus promesas y sonreí sobre su piel, suspiré.

- Nada me pasará mientras sepa que eres mío -. Sonreí muy feliz de verlo observar mis falos y los lamí -. ¿Prometes visitarme frecuentemente? Venir a dejarme un beso todos los días antes de dormir -. Pedí abrazándolo.
Sus labios buscaron los míos y su lengua penetró profundo en mi boca rozando la mía haciendo un baile genuino y erótico que me hacía gemir y me ponía duro como nada.

Mi piel vibraba bajo sus dígitos y me hacía jadear. Me recostó en la alfombra sin la intención de dejar mis labios y amaba que fuese tan posesivo cuando estas cosas pasaban entre nosotros. Sus manos sobre mis piernas fueron el colmo, mi entrepierna palpitaba con dolor, ardía el no sentírlo más y agradecí el espacio.

- Hazme tuyo -. Murmuré con las manos estiradas sobre mi cabeza y jadeando audiblemente -. Quiero sentirte Lay...

Sus manos me envolvieron y gemí abriendo la boca en un óvalo perfecto mientras alzaba la cabeza y tomaba las esquinas del sofá para apoyarme en algo, para apretarlo y gemir con fuerza.

- Te amo Lay -. Dije viéndolo, sus ojos estaban enfocados en mi y me hizo sonrojar con fervor.

Me levanté un poco y quité mi camisa, jalé su cuerpo hacia mi y lo besé. Lo mordí y lo a traje con mis piernas.

- Quita tu ropa, quiero verte, quiero sentirte Lay... -. Pedí pasando mi mano sobre su abdomen, parecía que cada día él estaba más en forma y más ardiente.

Tomé la pretina de su pantalón con una mano mientras me besaba y con la otra comencé a acariciar sobre su bóxer metiendo mi mano en su pantalón. Acaricié el bulto que poco a poco comenzó a sentirse más duro.

- No la beses por favor -. Pedí sobre sus labios -. No toques a Park HeeSoo, no la mires como me estas mirando a mi ahora -. Lo vi a los ojos e hice mi mejor expresión de inocencia y ternura. Lo besé suavemente poco a poco y sonreí apretando su miembro y luego de un momento verdaderamente dulce y romántico lo vi abrir su boca y gemir mi nombre, mordí su labio.

Abrí su pantalón sacando su miembro y reí cuando se ocultó en mi cuello entre jadeos, amaba a este hombre y me había tardado demasiado en aceptarlo, espero no haber tardado demasiado para lograr hacerlo mío por mi vida, toqué su glande y mordi su lóbulo.

- Me gustas mucho.

Besé su mejilla y él sonrió comenzando a besar mi piel, me besó la oreja y mordió mi hombro.

- Muerde con fuerza, quiero que me dejes marcas para recordar cada minuto que soy tuyo porque me quisiste tuyo...

Alcé el cuello y gemí sintiendo su lengua.

19102018

Feliz dia del cancer de mamá (? Por favor cuidense mis amores.