Subí a mi auto, solo quería conducir y irme lejos, pero mis lágrimas no daban tregua, me sentía como todo un idiota, dolía.

Me miré al espejo retrovisor y noté mi labio partido, tenía unos aruñones —. Maldita

No sé que tiempo estuve así, hasta que mi celular sonó, un mensaje y ver de quien se trataba solo me hizo llorar más, cuando lo leí mi corazón dolió demasiado, me bajé del auto, quería ir a detenerlo.

'— Es una broma'

Me acerque lentamente con la cabeza baja y lo abracé —. Y-Yo no soy un en-enfermo...

Rompí en llanto, quería saber lo que el piensa de mi, yo solo no quería perderlo, no a él. 

Alzó la mirada y pude ver sus ojos.

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— ¿Creíste que dejaría que te fueras? —. Pregunté acariciando su espalda, no podía negar ese sentimiento que me daba náuseas pero tampoco el dolor cuando se fue.

Volví a introducir mi nariz en el hueco de su cuello y respire abrazandolo, soy idiota ¿verdad?

— No lo eres Unicornio —. Mis labios rozaron su piel y los dejé ahí ocultandome porque la verdad es que tenia miedo, quería alejarme pero también quedarme inmerso en su cuello y su aroma.

Su llanto era doloroso y lo sostuve tanto como quiso, alcé la mirada y con el corazón hecho estragos latiendo, retorciéndose de terror y ansioso, tomé su rostro y limpie sus lágrimas.

Mis mejillas eran un desastre que reflejaba a mi pobre corazón, ¿era cansancio por correr? y eso que iba al gimnasio y corría. No era una maratón, solo corrí hacia Lay, sonreí cuando el me observó curioso.

— Actúas como un daddy consentidor a veces pero en momentos como estos recuerdo que eres un bebé llorón —. Reí aún viéndolo. Un atisbo de sonrisa y un sonrojo lo invadió.

Era lindo, a quien engañaba, Yixing siempre ha sido atractivo, no sé como no tiene novia, especialmente porque conozco quien es y qué tiene para dar que me parece algo absurdo. Me acerqué y fruncí el ceño observando sus labios y una mancha de jalea en ellos.

— No le digas al tio Zhang —. Susurré y besé sus labios con suavidad —. No soy gay —. Dije cuando me separé y volví a besar sus labios y luego lamí la mejilla con jalea —. Solo que los unicornios me gustan.

26062018