O7

Después de haberse tomado las pastillas, JiMin se había quedado dormido y JungKook aprovechó para hacer el té y los paños calientes.

Cuando terminó de preparar ambas cosas y salió a la sala, sintió como su corazón se derretía al ver la imagen que tenía ante sus ojos.

JiMin estaba aún dormido con la cara recostada al respaldar del sillón y Pequeñín estaba acurrucado en su regazo.

Cuando JungKook se acercó, Pequeñín levantó la cabeza y movió la cola al verlo. JungKook sonrió y acarició su pequeña cabeza.

— No permitiremos que nada le pase, ¿de acuerdo? — Susurró JungKook mientras alzaba al cachorrito y lo colocaba en el piso.

Poco a poco fue colocando el pañito tibio sobre la frente de JiMin. Cada vez que el paño enfriaba, JungKook lo volvía a sumergir en el agua tibia y lo escurría para luego volverlo a colocar.

En uno de esos momentos en los que se había volteado para mojar el pañito, JiMin despertó y cuando JungKook se volteó para colocar el pañito, se sobresaltó al ver esos ojos azules abiertos y mirándolo intensamente.

— ¡Oh! Despertaste, ¿cómo te sientes? — Preguntó JungKook sonriendo y colocando el pañito sobre la frente de JiMin.

— Mejor. — Contestó JiMin y carraspeó, su voz se escuchaba ronca.

— Me alegro. Ahora siéntate, bonito, te preparé un té. — Contestó JungKook aliviado al ver que JiMin se pudo sentar por sí mismo y le entregó el té caliente, sonriendo al verlo tomar un sorbo y cerrar sus ojos. El pañito cayó de la frente de JiMin y JungKook lo tomó en sus manos. — No soy el mejor preparando tés, pero espero que te ayude un poco.

JiMin abrió sus ojos de nuevo y clavó su mirada en JungKook. El ojinegro se removió un poco, intimidado por la intensa mirada azul. Se relajó un poco al ver la pequeña sonrisa que apareció en los labios de JiMin.

— Gracias JungKook, de verdad. — Respondió JiMin y tomó otro sorbo de té. — No sé cómo voy a pagarte por lo que estás haciendo, pero...

— No. — interrumpió JungKook y JiMin lo miró sobresaltado. — No tienes que pagarme nada de vuelta, yo hago esto con mucho gusto.

— ¿Por qué lo haces? — JiMin preguntó sin poder resistirse más. — Es decir, ¿por qué me ayudas?

— ¿Por qué razón no te ayudaría? — Respondió JungKook inmediatamente, tomando por sorpresa al ojiazul.

— Porque soy solo un mendigo. — Respondió JiMin agachando la cabeza y JungKook puso un dedo sobre su barbilla, haciéndolo levantar la cara y mirarlo a los ojos.

— Pues para mí eres un chico bonito con ojos brillantes y un talento musical increíble. — contestó JungKook y sonrió al ver el sonrojo en las mejillas del castaño.

JungKook aprovechó que tenía la mano en la barbilla de JiMin y la subió a su frente, respirando aliviado al sentir que la fiebre había bajado.

— Grac- — empezó a decir JiMin pero su estómago gruñó con fuerza. Un sonrojo aún más fuerte se elevó hacia sus orejas y llevó una mano a su rostro, tapándolo.

JungKook nunca había visto algo más adorable.

— ¿Tienes hambre? — preguntó JungKook sonriendo pero su sonrisa se desvaneció al imaginarse porqué el chico tendría tanta hambre. — JiMin, ¿cuándo fue la última vez que comiste?

JiMin destapó un poco su cara y observó a JungKook, dudando en si responder o no.

— Ayer, con el dinero que- — empezó a decir JiMin pero se interrumpió, se rehusaba a admitir que su última comida había sido gracias al dinero que le había entregado JungKook el primer día que se vieron. Tampoco iba a admitir que hoy no había comido porque había gastado el último dinero en el jarabe para la tos.

JungKook iba a responder, pero empezaron a sonar las fuertes explosiones de los fuegos artificiales y miró hacia el ventanal, viendo los colores brillar en la oscura noche.

— Feliz navidad, JiMin. — susurró JungKook mirando de nuevo a JiMin y sonriendo.

— Feliz navidad, JungKook. — contestó JiMin sonriendo avergonzado.

JungKook no había conseguido su cheesecake para la noche buena, pero había conseguido algo mejor.

(🍒)

Se nos viene todo lo bonito, con problemas sjks pero bonito 🥺

Les amo mucho mucho

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