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12 horas.

Llevaba 12 malditas horas sentado en las sillas de espera del hospital privado al que los había conducido Hwasa.

Cuando habían llegado, había llevado alzado a un dormido JiMin hasta la sala de emergencias. Al ver el estado de JiMin, y por estado refiérase a "una evidente persona de la calle", los enfermeros habían dudado en atenderlos, pero cuando JungKook sacó su tarjeta de crédito y prácticamente se la tiró a la de la recepción con las palabras "todo gasto corre a esta tarjeta", los enfermeros corrieron para acostar a JiMin en una camilla y llevarlo a los consultorios del hospital.

Por esa misma razón Hwasa sugirió el hospital privado; en uno público los hubieran echado del lugar al enterarse que el chico no tenía un seguro de salud hospitalaria.

JungKook había tratado de entrar con ellos, pero claramente no se lo habían permitido. Hwasa le había tomado el brazo y lo había guiado hacia las sillas de espera que estaban a un costado.

Cerca de las ocho de la noche, Hwasa se había ido junto con su esposo y prometió a JungKook cuidar de Pequeñín hasta que se solucionara todo.

Ahora eran las seis de la mañana y JungKook no había dormido ni comido un bocado. Hwasa había intentado hacerlo comer antes de irse la noche anterior, pero había sido en vano. JungKook no tenía apetito ni para un vaso de agua.

Se sentía tan cansado y tan angustiado. En las doce horas que llevaba ahí, no le habían dado noticias sobre el ojiazul. Cada enfermero que salía, le respondía lo mismo que todos: "Por ahora no podemos dar información sobre el paciente."

Y ahora JungKook, sentado en una de las incómodas sillas, sentía que en cualquier momento empezaría a golpearse la cabeza contra la pared.

Deseaba que todo fuera un sueño y despertar con JiMin dormido a su lado y con Pequeñín acurrucado entre ambos. Deseaba poder verlo en su cama y despertarlo con besos y caricias. Deseaba que todo fuera una vil pesadilla creada por todos sus temores.

Pero el frío del hospital y el constante hueco en su estómago le recordaban que era real.

Una hora más tarde, JungKook se encontraba con la cabeza recostada a la pared y con los ojos cerrados cuando sintió una mano posarse sobre su brazo.

Al abrir los ojos, se encontró a Hwasa sentada a su lado con un vaso de cartón en su mano libre y con una bolsa de papel sobre su regazo. Estaba tan ido en sus pensamientos que no se percató de cuando llegó la peli negra o cuando se sentó a su lado.

— ¿Alguna noticia? — preguntó la mujer y JungKook negó con su cabeza, cerrando de nuevo sus ojos. — ¿Has dormido o comido algo?

— Sabes que no. — respondió JungKook de manera seca. — He evitado al máximo levantarme de acá porque temo que salgan a decir algo de JiMin y yo no esté.

— Pues que bien que traje este café caliente y este sándwich. — dijo Hwasa y le puso en las manos a JungKook el vaso de cartón y la bolsa de papel.

— Hwasa... — empezó a decir JungKook pero su amiga lo interrumpió.

— No me importa JungKook. Debes comer algo o te vas a desmayar y no podrás estar para JiMin cuando te dejen verlo.

JungKook la miró directo a los ojos y sintió ganas de llorar. La chica, a pesar de llevarle solo un par de años de edad, era como una madre para él. Y supo decir exactamente lo que JungKook necesitaba escuchar para convencerse de comer algo.

Y así, sin palabra alguna, JungKook empezó a comer y cuando terminó, sintió como sus párpados caían del sueño.

— Duérmete, prometo despertarte si alguien viene. — JungKook escuchó a Hwasa decir las palabras, pero ya estaba más dormido que despierto cuando la chica lo dijo.

(🍒)

Un fuerte sacudir en sus hombros fue lo que despertó a JungKook y el ojinegro se levantó sobresaltado, casi cayendo directo al piso por el nudo que se hizo con sus propias piernas. Para su suerte, Hwasa estaba preparada y lo ayudó a recuperar el equilibrio.

Aun desorientado, JungKook miró a su agente y luego se percató de que un doctor estaba de pie frente a ambos.

El doctor prosiguió a darles una serie de explicaciones científicas sobre el estado de JiMin, de las cuales el cerebro alarmado y desorientado de JungKook solo comprendió "inyección de vitaminas y minerales", "lo encontraron antes de que desarrollara una neumonía", y la más importante de todas:

— El paciente se encuentra estable. Pronto podrán entrar a verlo.

JungKook sintió como sus rodillas se debilitaron por el alivio y pronto Hwasa lo tenía entre sus brazos, frotando su espalda para ayudarle a calmar los temblores de sus sollozos.

Nunca en su puta vida se había sentido tan asustado, ni siquiera cuando se fue de su casa a empezar una vida por sí solo en una gran ciudad. Así que ya sabía que iba a llorar en algún momento por todo el temor acumulado, pero se sentía infinitamente agradecido de que sus lágrimas se debieran a un alivio al corazón y no a una pérdida.

No sabía cuánto tiempo había estado llorando en los brazos de su amiga, pero mucho antes de sentirse preparado, escuchó al mismo doctor llegar a avisarles que ya podía pasar uno de ellos a ver a JiMin. Solo una mirada con Hwasa fue suficiente para hacerle saber que él era quién debía ir a verlo.

Con temblorosas manos, JungKook limpió su rostro con torpeza y caminó siguiendo al doctor.

Se sintió a desmayar cuando el doctor le abrió la puerta de la habitación de hospital y vio a JiMin dormido sobre la blanca cama hospitalaria.

Ingresó despacio y se sentó en la silla que estaba al lado de la cama. Con delicadeza, tomó la mano de JiMin y se estremeció al sentir lo delgada y fría que estaba.

Despacio, la llevó a su boca para soplar aire caliente sobre ella y darle un poco de calor. Sin poder evitarlo, bañó la mano en besos y observó la cara adormilada de JiMin.

A pesar de estar dormido en una camilla, JungKook pudo ver la vida que desbordaba del poco de color que habían ganado las mejillas de JiMin al haber salido del terrible lugar en el que lo encontraron. Vio la vida en el subir y bajar del pecho de JiMin con cada respiración del menor. Y vio la vida en el calor que fue recuperando la manito de JiMin entre las suyas.

— Esta vez haré bien las cosas. — susurró JungKook y deseó que JiMin fuera capaz de escucharlo. — Y esta vez no permitiré que huyas, bonito. No cuando ya te robaste mi corazón.

(🍒)

JiMin es mi bebé
JungKook es la luz de mi vida ♡

Capitulo dedicado a: KimValuu
Gracias por tu apoyo y bonitos comentarios, siempre te veo ahí jsjs ♡♡

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