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Y sin poder evitarlo, JungKook cortó la distancia y unió sus labios a los de JiMin.
Solo fue una pequeña presión de labios contra labios, pero JungKook sintió como la totalidad de su piel empezó a arder.
Después de unos segundos, ambos se separaron. JungKook abrió los ojos y se encontró con los ojos brillantes de JiMin clavados en los suyos.
Bajó la mirada a los labios del menor y los vio brillando un poco por la saliva.
— A la mierda. — murmuró JungKook y con una mano en su nuca, jaló al menor hacia él y volvió a besarlo.
Esta vez, JiMin correspondió el beso y sus labios empezaron a moverse en sintonía. Empezó como un suave roce de labios, pero las manos de JiMin empezaron a explorar y hacer tirones de ropa con frenesí y JungKook perdió el control que había tratado de mantener.
— JungKook... — suspiró JiMin cuando JungKook bajó a besar su cuello y el mayor sintió como todo su cuerpo se encendía al escuchar su nombre salir del menor de aquella manera.
Succionó con fuerza la piel bajo sus labios y sonrió complacido al escuchar el gritito que soltó JiMin, alentándose a seguir explorando con sus labios y con su lengua la piel que tenía bajo su merced.
Los sonidos que salían de los labios del menor solo provocaban más y más al mayor así que cuando un gemido especialmente alto escapó de la garganta de JiMin, JungKook lo tomó de las piernas y lo alzó.
JiMin tomó una bocanada de aire por la sorpresa y ató sus piernas a la cadera del mayor. Enredó sus manos en el cuello de JungKook y se dejó cargar hacia lo que asumía era la habitación del mayor.
En ese momento ninguno de los dos podía pensar en algo que no fuera el cuerpo sólido y caliente que tenían al frente.
Llevaban mucho tiempo de soledad y ambos necesitaban saciar su sed de contacto.
Al llegar a la habitación, JungKook acostó a JiMin en su cama y se arrodilló sobre él. JiMin se sentó y llevó sus manos al borde de la camisa del mayor y se la quitó de un tirón. Seguido, se quitó la suya propia y jaló a JungKook de la nuca para unir sus labios en un desesperado beso.
JungKook por su parte y sin romper el beso, fue empujando a JiMin hasta dejarlo acostado de nuevo y se acostó sobre él, apoyando la totalidad de su cuerpo sobre el del menor.
Ambos soltaron fuertes gemidos al sentir el contacto de sus calientes y desnudos torsos.
Sin tapujos, JungKook empezó a mover sus caderas sobre las del menor, provocando el roce que ambos tanto estaban necesitando.
— M-Mierda. — murmuró JiMin y clavó sus uñas en la espalda del mayor. JungKook aprovechó y volvió a pegar sus labios a los del cuello del menor.
Sus labios succionaban sin compasión dejando salvajes marcas rojas y sus caderas se movían en frenesí. Sabía que no iban a durar mucho, ninguno de los dos, y que no llegarían muy lejos por lo mismo, pero en ese momento no le interesaba.
— JungKook, JungKook, JungKook... — JiMin repetía su nombre una y otra vez y cada vez que lo pronunciaba, JungKook sentía que se acercaba cada vez más su orgasmo.
— Mierda, eres tan bonito. — murmuró JungKook al levantar su rostro para mirar al menor e inmediatamente vio a JiMin abrir su boca en un gemido silencioso y su cuerpo se estremeció.
Con un par de estocadas más, JungKook se corrió y dejó su peso caer sobre el del menor.
Sentía como si su piel estuviera ardiendo en fuego y sentía el pecho ligero. No se había dado cuenta realmente de lo mucho que le hacía falta tener algún tipo de conexión con alguien.
Con la poca energía que tenía, se bajó del cuerpo de JiMin y lo jaló hacia él, estrujándolo contra su pecho.
Y lo último que sintió JungKook antes de caer profundamente dormido fueron los dedos de JiMin acariciando su pecho desnudo con delicadeza.
(🍒)
5/6
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