ღ tres
Con el pasar del tiempo, Taehyung se había vuelto más seguro al hablar, sus padres lo motivaron a entrar a un taller de teatro los sábados por la tarde, junto a su primo Seokjin, con la intención de soltarse ante las personas, como también se había vuelto bastante sociable influenciado por Jimin y esto se lo agradecía un montón. Por lo que, cuando estuvo con la edad suficiente para entrar a clubes en la escuela, no lo dudó dos veces en inscribirse a todos los que pudiera. Los miércoles y viernes tenía club de jardinería, donde aprendería a cuidar de las bonitas plantas junto a sus compañeros, los martes y jueves tenía club de pintura, donde aprendería a desarrollar cada vez más su gusto por el arte y podría dibujar cuantas veces quisiera. Llenó su horario sin importar su tiempo solo por la ilusión de realizar distintas actividades que le gustaran. Sus padres estaban felices de que se integrara y que desarrollara varias habilidades, y a Taehyung también le agradaba la experiencia, solo que inconscientemente su tiempo reducido le dificultaba sus interacciones con Jimin.
La primera semana de su nuevo año escolar se pasó casi volando, ahora con sus actividades extracurriculares y la exigencia de su nueva profesora, apenas tenía tiempo para él. Sus clases eran totalmente diferentes a lo que estaba acostumbrado a ver el año pasado, ahora eran menos dinámicas y más exigentes, teniendo que esforzarse el doble para entender. Habían separado el curso en dos secciones, sumándole a eso, la nueva profesora era bastante estricta, empezando con separarlos a todos de puesto para evitar distracciones o charlas durante la clase, asegurándose de alejar a cada grupo de amigos, quedando así lejos de Jimin, su consuelo era que al menos tenía los recesos para poder compartir con él. Por otro lado, había empezado sus actividades en los clubes. Al principio estaba asustado por no estar con Jimin ya que sentía que él era su zona de confort, pero el simpático niño de hoyuelos quien se presentó como el líder del club de jardinería lo ayudó a integrarse. Eso lo motivaba a que todo saldría bien en el club de pintura y el teatro con su primo. Aunque Seokjin era mayor que él, se llevaban muy bien desde que se habían conocido y volverse más cercanos lo alegraba.
La segunda semana llegó, dejando a Taehyung agotado por todo el movimiento de la primera semana, sus padres le habían dicho que era falta de costumbre y todo era un nuevo proceso de adaptación que poco a poco se le haría más sencillo de llevar. Él prometió dar todo su esfuerzo para pasar el año, aprendería mucho aunque le costara el idioma todavía, y no se metería en problemas. Empezaba a tener tareas complejas y materias que no había visto antes, ya no tenía tiempo para jugar ni divertirse. La primaria parecía ser un lugar difícil.
— ¡Taetae!
Taehyung pegó un brinco del susto, siendo sorprendido por Jimin al estar ensimismado en sus pensamientos, su mejor amigo se rió de él y Taehyung sonrió al verlo. Habían hablado muy poco últimamente, todo era más movido en los primeros días de clase, esperaba que al menos pudieran compartir fuera del aula.
— ¿Estás muy cansado?— preguntó Jimin. ¿Cansado? Lo estaba, pero seguramente era porque apenas empezaba su día, miró a Jimin esperando a que este continuara— ¿Te gustaría ir a mi casa el sábado? Mi mamá preparará tu comida favorita y esta mañana me dijo que podías ir a comer con nosotros. Ella llamará a tu mamá para que vaya a buscarte a mi casa. Puedes quedarte a dormir si quieres.
Sonaba maravilloso, y Taehyung estuvo tentado a decir que sí, pero de inmediato recordó que tenía que asistir al taller de teatro ese día, arruinando sus planes y obligándolo a rechazar a su amigo.
—Me encantaría ir, Mimi, pero no puedo...— lo miró tristón, de verdad tenía ganas de pasar tiempo con su amigo— Mis padres me inscribieron en el mismo taller de teatro de Seokjin hyung y el sábado será mi primera clase.
—Wow, eso es genial, Tae.— exclamó Jimin, emocionado— ¿Estás nervioso?—preguntó curioso, no parecía enojado, parecía bastante feliz por él.
Taehyung rió al pensarlo y asintió.
—Un poco pero, papá me dijo que eso me ayudaría a tomar más confianza. Además, Jin hyung estará conmigo entonces no tengo miedo.
—Yo sé que lo harás súper bien, Taetae.— lo alentó hablando con seguridad, apretando sus puños en el aire, Taehyung se sintió cálido por el apoyo, le regaló la más bonita sonrisa que pudo dar, agradecido— ¿Te parece si le pregunto a mamá si lo puede adelantar para mañana? Puedes irte con nosotros y llamamos a tu mamá desde mi casa para que vaya a recogerte allá.
—Mañana no puedo tampoco.— rechazó apenado.
— ¿Qué? ¿Por qué?— preguntó, ahora escuchándose desanimado.
—Me inscribí en el club de pintura también.— explicó mirando al suelo, sintiéndose mal por rechazarlo nuevamente— Los sábados tengo clases de teatro, los martes y jueves voy al club de pintura y los miércoles y viernes asisto al de jardinería después de clases.
—Pero... —Jimin parecía querer decir algo, pero solo calló y asintió.
Taehyung estaba empezando a asustarse por si Jimin se habría molestado, lo miró preocupado, tratando de analizar su expresión y deducir si se habría enojado. Él amaba pasar tiempo con su mejor amigo y de verdad quería ir con él, pero ahora sus deberes se lo impedían y él no podía hacer mucho para evitarlo. Quería ser responsable y no decepcionar a sus padres, solo esperaba que lo entendiera y supiera que aunque su tiempo era limitado, él aún lo seguía queriendo.
—Está bien.— agregó Jimin—Siempre podemos dejarlo para otro día, ¿verdad?
Taehyung asintió haciendo un puchero inconsciente, Jimin sonrió demostrándole que de verdad no estaba enfadado, calmando el corazón de Taehyung que aún se sentía mal por haber dejado a su amigo de lado. Pero así como había dicho este, siempre podrían verse otro día.
El club de pintura era su favorito, si bien amaba el de jardinería por el cuidado y dedicación que le daba a las plantas, el de pintura le encantaba un poco más porque podía gozar de dibujar tanto como a él le gustaba. Disfrutaba de cada color reluciente o trazo perfecto que veía plasmado en los lienzos, hojas o cualquier otra superficie en la que estuviera permitido dibujar. Taehyung opinaba que sus compañeros de ese club eran muy talentosos, solía distraerse desviando la mirada para curiosear qué estaban dibujando, encontrándose con obras de arte a sus ojos como con dibujos que jamás imaginó hacer. Observó el lienzo de tonos cálidos de uno de sus compañeros, un niño de un grado menor pero a pesar de eso tenía un gran dominio con el pincel, Taehyung miraba encantado la pintura del atardecer que dibujaba bastante concentrado, del otro lado había una niña de su clase dibujando una mariposa con alas elegantes llenas de colores vivos que se degradaban poco a poco. Miraba absorto cada cuadro que llamaba su atención, hasta que la profesora le llamó la atención por estar de distraído.
— ¡Hola! ¿Qué estás dibujando?— preguntó la niña a su lado, quien estaba dibujando la mariposa hace un momento.
—Hojas de arce canadienses.
La niña pareció encantada con su respuesta.
—Wow, ¿en serio? Eso es muy bonito ¡A mi hermano le encantan!— comentó, luego se acercó a él como si le fuera a contar un secreto— Pero él está enojado porque no le gusta la pintura y mis papás lo obligaron a estar conmigo.— susurró la niña, señaló a un niño unos puesto adelante de ellos, tenía el ceño fruncido y dibujaba trazos dispersos de una figura sin forma.
Taehyung sintió pesar por el chico.
— ¿Crees que si le regalo mi pintura se sentirá mejor?— preguntó con inocencia, la niña enseguida asintió con efusión.
— ¡Eso sería muy bonito!— lo alentó— ¿Eres Taehyung, cierto? ¡Yo soy HyeSook! ¿Cómo es que sabes dibujar tan bien las hojas de arce canadiense?
HyeSook hablaba rápido y con entusiasmo, Taehyung se sorprendió ante esto pero aun así le agradó lo extrovertida que parecía ser.
—Porque yo nací allá.— explicó con tranquilidad, sin una forma pretenciosa ni mal intencionada, solo con la verdad como si no fuera nada.
— ¡Wow!— exclamó asombrada, sus ojos brillantes con admiración.— ¡Hermano, ven acá!— llamó la niña lo suficiente alto para que todo el salón la escuchara.
El niño volteó al escuchar la voz de su hermana, quien le hacía señas con las manos para que se acercara y aún enfurruñado se acerca sin ánimos. Taehyung los miró curioso, tenían muchos rasgos físicos parecidos, se notaba mucho que eran hermanos como también pudo notar que tenían la misma edad.
—Él es Taehyung, estudia conmigo, es extranjero.— comentó HyeSook como si hubiera descubierto algo importante, enseguida su hermano cambió su expresión por una sorprendida.
—Hola, soy HyoSuk.— se presentó el niño y para sorpresa de Taehyung le tendió una mano como forma de presentación, este la recibió alegre sintiéndose familiarizado.— ¿De dónde eres?
Taehyung abrió la boca para responder pero HyeSook se le adelantó.
— ¡Canadá!— anunció emocionada agitando el brazo de su hermano.
—Oye, no estoy hablando contigo, deja que él responda, no seas tan metiche.— pidió HyoSuk con tono duro, la niña no dijo nada, quedándose tranquila finalmente. Taehyung se sintió incómodo pero luego HyoSuk le sonrió como si nada— ¿Hablas Inglés?
—Sí, claro...
— ¡Vaya! Dinos algo.— pidió, ambos lo miraban con atención esperando a que hiciera algo.
— ¿Cómo qué?
—Lo que sea.
—Eh... ¿"hello"?— respondió dudoso, pero estos se emocionaron como si hubiera dicho algo maravilloso.
Y a partir de ahí, HyoSuk y HyeSook no se separaron de Taehyung. No se alejaron de él en toda la clase, preguntándole y curioseando sobre su vida en Canadá. No estaba seguro si su acercamiento era para bien o para mal, ellos no estaban siendo malos, simplemente bastante curiosos y a Taehyung le agradaba el interés de los mellizos por él.
Cuando finalizó la pintura recibió cumplidos bonitos por parte de ambos, se sintió orgulloso, mostrándoles una bonita sonrisa cuadrada con todo el agradecimiento que podía dar. Los dos eran bastante diferentes con respecto a la personalidad, HyeSook parecía tener tanta energía que llegaba a contagiar su buen humor, demostraba tener mucha alegría y personalidad, lo contrario a HyoSuk que parecía aburrirse rápido de las cosas, bastante serio y reservado, pero a medida que hablaba con él podía notar lo simpático que era, podía ver lo preocupado que parecía por su hermana, siendo la persona que la calmaba cuando la energía de la chica se sobrepasaba, cuidando que no llegara a hacer alguna locura por su espontanea personalidad. Lo hizo sentirse como cuando Jimin lo protegía y ayudaba a mejorar, le agradó el sentimiento familiar que le daban, aunque ellos fueran un poco raros, Taehyung creía que eran buenas personas.
HyoSuk lo acompañó al baño a mitad de la clase para lavar los pinceles que habían utilizado, seguían conversando, ahora Taehyung preguntándole cosas para que no fuera todo sobre él. Se enteró que su nuevo amigo estudiaba en una sección diferente que su hermana, pero aún así pasaban mucho tiempo juntos en el recreo, parecían ser el mejor amigo del otro.
— ¿Quién es tu mejor amigo?— le preguntó HyoSuk quien lavaba los pinceles torpemente en el lavamanos junto a Tae, las gotas de agua transformadas en pintura esparciéndose por todos lados.
— ¡Park Jimin!— no dudó en contestar— Es muy bueno y divertido, con Jimin la paso genial todo el tiempo, —contó entusiasmado— siempre me ayuda en mis tareas y tiene paciencia conmigo cuando me equivoco, me ayudó mucho cuando recién me mudé y no sabía hablar bien, jugamos siempre en mi casa o en la suya, es como un hermano para mí, lo quiero mucho.
— ¿Él no es el amigo de Minki?— dudó HyoSuk.— A mi no me cae bien Minki, le jalaba el cabello a HyeSook y le decía que se callara.
—No diría que son muy amigos... Se hablan a veces, pero Minki es un poco, uh, asfixiante.— respondió inseguro sin querer sonar grosero.
Taehyung miró su reflejo en el espejo mientras recordaba las actitudes molestas de su compañero, miró su cabello desordenado como siempre y una mancha de pintura en el rostro que se apresuró en quitar, su expresión era de incomodidad ante la conversación porque a él tampoco le agradaba Minki. HyoSuk lo miró a través del espejo con una expresión de estar de acuerdo con él.
Cambió el tema no queriendo hablar más del niño, volvieron al club juntos y limpiaron todo para dar por finalizada la clase. Un poco más tarde, cuando la jornada escolar había acabado, Taehyung fue acompañada de ambos hermanos a la salida, HyeSook estaba abrazada de su brazo con confianza y HyoSuk le seguía preguntando cosas con curiosidad.
Vio a Jimin a lo lejos, conectaron miradas y Jimin le sonrió a la distancia, Taehyung le devolvió la sonrisa y lo saludó agitando una mano, contento de verlo, hizo el intento de acercarse para hablar con él pero HyoSuk lo detuvo.
— ¿A dónde vas?
—A hablar con Jimin.— señaló.
HyoSuk miró hacia donde estaba el niño, encontrándose con que el amigo del chico hablaba con cierta persona que detestaba, frunció el ceño asqueado.
—Pero está con Minki.
—Pero lo podemos ignorar... Solo quiero hablar con Jimin.
— ¡No!— exclamó HyeSook— ¡No vayamos, por favor! Minki es muy malo conmigo, Taehyung oppa, quédate con nosotros.— pidió mirándolo con intensidad y apretando el agarre en su brazo.
Se sintió mal por HyeSook, realmente Minki la había tratado muy mal y entendía que no quisieran estar cerca de él, pero Jimin era su amigo y no había podido hablar muy bien con él desde el inicio del año escolar
—Podría ir rápido..., lo saludo y vuelvo.
—Puedes hablar con él en otro momento, cuando no esté con Minki.— propuso HyoSuk.
No le dio mucho tiempo de pensarlo porque justo vio como llegaban a buscar a Jimin. Su amigo se despidió de él con un corto movimiento de mano y subió de un salto al auto. Se sintió triste por no poder estar con él, extrañaba las visitas a su casa y sus juegos ingeniosos, pero su amigo parecía estar bien con Minki, y eso le bastaba a él. Taehyung se preguntaba si Jimin lo extrañaba tanto como él.
— ¡TaeTae se quedará con nosotros!— celebró la niña al ver a Jimin irse.
Sin poder evitarlo, Taehyung se sintió bastante incómodo luego del comentario que hizo HyeSook. Él entendía que a ambos hermanos no les agradara Minki, inclusive a él le caía mal pero, Jimin no tenía nada que ver en eso.
HyeSook le enseñó una extensa sonrisa a Taehyung, él se la devolvió inseguro y con el mayor disimulo que pudo reunir, la apartó de su brazo, colocando un poco de distancia entre ambos.
— ¡Taehyung!— lo llamó una voz conocida a la distancia, Taehyung volteó de inmediato encontrándose con su mamá en el auto esperándolo.
Los mellizos se intrigaron por los rasgos occidentales de la mujer.
— ¡Wow! ¿Ella es tu mamá?— cuestionó HyeSook, bastante curiosa y asombrada. Taehyung asintió alegre.— Pero no es coreana.
HyoSuk hizo una mueca disgustada ante el comentario de su hermana.
—Claro que no, niña tonta, su mamá es canadiense.— dijo HyoSuk con un tono obvio, aunque él tampoco lo sabía.
— ¡Ohh!— exclamó en comprensión — ¡Oppa, tu mamá es muy bonita!— halagó la niña. Saludó a la mujer agitando ambas manos entusiasmada, mostrándole una gran sonrisa.
Taehyung se rió.
—Gracias, Sookie, hablamos después. Hasta luego, Suk.— se despidió rápidamente para no hacer esperar más a su madre.
— ¡Adiós, adiós!— escuchó los gritos de HyeSook a la distancia.
Corrió hacia el auto y se subió en los asientos de atrás, abrocho su cinturón de seguridad y se sentó correctamente.
— ¡Hola, mamá!— saludó con la seguridad de hablar en Inglés.
—Hola, cielo.
Silencio. Solo había silencio en el auto.
Su mamá no le hacía preguntas de cómo le había ido, ni que había aprendido, no había música en el auto, ni un solo sonido que representara la dulzura que siempre desprendía su mamá. Solo había una atmósfera tensa que Taehyung no comprendía.
No se dio cuenta de la expresión deprimida de la mujer, ni su cara enrojecida debido al llanto, mucho menos de los problemas que habían ocurrido antes en casa para que ella estuviera así. Taehyung era solo un niño, y en ese momento no se había dado cuenta de nada, sin embargo, eso sería el inicio del cambio.
El timbre sonó alegrando a Taehyung, finalmente pudiendo salir para encontrarse con HyoSuk, su amigo le había dicho que cuando saliera de clases fuera directamente a verlo porque había llevado una enorme paleta de acuarelas que su abuelo le había regalado en navidad, le prometió que se la prestaría con la condición de que él le prestara su juguete de Iron Man que brillaba en la oscuridad, llamando enseguida la atención de Taehyung, pero tenía que apurarse o si no se la daría a alguien más. Se apresuró en salir sin importar la posibilidad de haber olvidado algo en el salón, caminó a paso rápido por el pasillo con su juguete favorito perfectamente guardado en su bolso.
Fue detenido de pronto por un agarre en su brazo siendo asustado por la repentina acción. Se sorprendió al girar y encontrarse a Jimin con una expresión de tristeza en su rostro, Taehyung se preocupó enseguida, pensando que quizás había pasado algo malo con su mejor amigo.
—Hola, Taetae.— lo saludó con su tono de voz apagado, siendo evidente su desánimo, extrañando aún más a Taehyung.
Tenían varios días que no hablaban, por lo que no tenía ni idea que pudo haber pasado. Quizás Minki le hizo algo, quizás había reprobado una tarea, quizás había tenido problemas en casa. Fuese lo que fuese, Taehyung quería ayudarlo.
—Hola, ¿sucede algo?— preguntó suave, tratando de calmar a Jimin con su voz, para que así entrara en confianza y le dijera que ocurría.
—No...— titubeó. Taehyung no estaba tan seguro de eso, alzó ambas cejas esperando pacientemente a que Jimin decidiera decirle que sucedía, su expresión parecía marchitarse cada vez más.— Me estaba preguntando si quieres hacer algo hoy. Ya sabes, ver una película o algo así. Podemos hacer lo que tú quieras.
El corazón de Taehyung se apretó. Jimin quería pasar tiempo con él para sentirse mejor, pero a pesar de que quería ayudarlo no podía ir con él, seguía estando ocupado con sus actividades, teniendo que rechazarlo de nuevo en contra de su voluntad.
—Uhm, no puedo.— dijo apenado.
— ¿No puedes hoy? ¡No importa! Podemos quedar mañana. ¿Te parece bien como a las tres?
Tendría club de pintura.
—Tampoco podré...
Jimin parecía desanimarse más y Taehyung se sintió peor.
— ¿Y el viernes?
—Estaré ocupado también...
—Pero... pero eso fue lo que me dijiste la última vez.
Jimin lo miró herido, como un cachorro regañado, con sus mejillas sonrojadas y aire de afligido. Taehyung le gustaría que Jimin pudiera entender que no estaba en sus manos la decisión y la ilusión que le daba estar en los clubes.
— ¿Cuándo podemos vernos?— quiso saber.
Taehyung se encogió de hombros. Se sentía terrible por tener que seguir rechazándolo, ya no sabía qué hacer y tampoco podría darle una respuesta segura de cuándo podrían verse. Quiso decirle entonces que hablaría con sus padres para que lo dejaran faltar el sábado al taller de teatro, Seokjin podría decirle que vieron ese día y así no habría problemas.
—Okay, está bien, lo entiendo.— Jimin se adelantó, sacudiendo la cabeza, parecía ya cansado de insistirle— No te preocupes, no importa. Que te diviertas haciendo lo que sea que harás.
Sin darle la oportunidad de agregar algo más, le lanzo una última mirada antes de pasar por su lado e irse.
¿Estaba enojado? ¿Había hecho mal? ¿Qué podría hacer para recuperar a su amigo?
Luego de aquella conversación con Jimin, Taehyung no dejó de pensar y cuestionarse el resto del día qué podría hacer para hacerlo sentir mejor. Se había dado cuenta que por culpa de su apretado horario y pocos espacios libres, había dejado de lado a su amigo, dándole a entender, tal vez, una idea errónea. Además, Jimin estaba poniendo de su parte para seguir estando juntos y lo más justo para ambos era que él hiciera lo mismo.
Por ello, decidió contarles lo ocurrido a sus padres, ambos adultos se dieron cuenta de inmediato que aquella situación estaba afligiendo demasiado a su hijo y creyeron que la mejor decisión que podía tomar el pequeño Taehyung era no dejar aquella amistad tan bonita. Autorizaron a su hijo para faltar al taller el día sábado, explicándole así que podría visitar a su amigo y si gustaba, estar junto a él toda la tarde. Aquello le serviría a ambos pequeños ya que reforzaría la amistad de ambos niños y le permitiría un merecido descanso a Taehyung.
Al día siguiente, trató de acercarse a hablar con Jimin en cuanto tuvieron receso, pero su amigo parecía desaparecer de la faz de la tierra cuando Taehyung salía a buscarlo. Le lanzaba miradas de vez en cuando entre la clase pero él nunca se las devolvía, temía que lo estuviera evitando. No le quedó más que esperar a la salida para poder ir a hablar con él antes de entrar al club de pintura, y en cuanto sonó el timbre de salida fue lo primero que quiso hacer, pero nuevamente Jimin había sido más rápido que él perdiéndose de su vista. Salió apresurado del salón tratando de encontrarlo, topándose de frente con HyoSuk.
— ¿A dónde vas?— preguntó el niño, extrañado al verlo tan inquieto.
—A ver a Jimin, tengo que hablar con él.— explicó brevemente y de forma apresurada mientras su mirada seguía moviéndose entre la gente del pasillo, buscándolo.
HyoSuk hace un sonido disconforme. Una muy pequeña parte de Taehyung gritaba con fuerza que a HyoSuk no le agradaba su mejor amigo y no precisamente por todo lo que él le decía, aquél tema de Minki. Taehyung siempre notaba ciertas muecas y miradas raras cuando hablaba de Jimin pero, no había querido darle mayor importancia. Sólo pensaba que se trataba de simple casualidad.
—Pero HyeSook nos está esperando en el club... — se quejó—. Cuando salgamos puedes ir a hablar con él.
Taehyung lo miró finalmente a los ojos notando su ceño fruncido.
—Es importante, quiero ir a hablar con él, será rápido.— aseguró.
—Bueno. — aceptó HyoSuk, hastiado— Pero luego iremos directamente al club.
— ¿Me acompañarás?— preguntó Taehyung. Debía admitir que estaba muy nervioso y saber que Suk iría con él lo tranquilizaba.
—Sí, ¿dónde está Jimin?
Taehyung se quedó en silencio, sin saber exactamente dónde se encontraba su amigo. Vio una pequeña oportunidad de saber dónde se encontraba Jimin al ver a una de sus compañeras saliendo del salón. Él la había visto hablar con Jimin en un par de ocasiones. Estaba seguro que ella sabría.
—Disculpa, noona.— la llamó tocando varias veces su hombro con su mano, la niña lo miró con curiosidad— ¿Sabes dónde está Jimin?
—Uhm...— la niña cambió su expresión a una pensativa antes de pegar un pequeño brinco al recordar la respuesta— Seguramente está entrenando con el equipo de fútbol.
— ¿Equipo de fútbol?— repitió sorprendido. No sabía que su amigo estaba ahí.
Su compañera afirmó amistosamente, Taehyung le agradeció y luego se dirigió junto a HyoSuk a los vestidores del gimnasio en busca de su amigo.
Cuando estaban llegando al gimnasio, HyoSuk lo jaló del brazo llamando su atención, Taehyung volteó a mirarlo notando la expresión agria que tenía mientras miraba hacia adelante, siguió su mirada encontrándose a Minki en la puerta del gimnasio.
¿Qué era tan grave que había hecho Minki contra HyeSook que su hermano lo detestaba de esa manera?
— ¿Qué hacen aquí?— preguntó Minki con el ceño fruncido al notar su presencia. Casi parecía como si se lanzara rayos láser por los ojos con HyoSuk.
—Busco a Jimin... — explicó Tae, sintiéndose incómodo por el trato y miradas amenazantes que se lanzaban ambos niños.
—No pueden entrar mientras estamos entrenando.— anunció Minki cruzando sus brazos.
— ¿Entonces podrías avisarle a Jimin que lo estoy buscando?— pidió Taehyung tratando de sonar amable a pesar de la atmósfera tensa.
—Jimin está ocupado cambiándose, no puede salir ahora.
—Oh, bueno...— no sabía que más decir, Minki no parecía dispuesto a ayudarlo— ¿Sabes desde cuando Jimin está en el club?— preguntó inocentemente por curiosidad como también para aligerar el ambiente.
Minki lo miró como si fuera estúpido.
— ¿Hablas en serio?— le preguntó Minki con una media sonrisa burlona curvando sus labios. Al no obtener una respuesta por parte de Taehyung, dejó escapar una risa carente de humor de sus labios— Se supone que son amigos, deberías saberlo.
—Pero Jimin nunca me lo contó...
— ¿Cómo que no? Yo estaba ahí cuando él te lo dijo, Taehyung. ¿Te das cuenta de lo egoísta que eres? Sólo te importan tus tontos clubes que no sirven para nada. Ahora entiendo por qué Jimin terminó aburriéndose de ti...
Taehyung sintió como sus ojos comenzaban a picar, avisándole que lloraría en cualquier momento. Entendía que Minki estuviera enojado porque era amigo de Jimin pero, no tenía razones suficientes para hablarle de esa manera. Era un niño muy cruel.
Cuando el primer sollozo ahogado escapó de sus labios, HyoSuk se dio cuenta que era su momento de actuar. No iba a dejar que Minki abusara de esa manera de Taehyung. Ya lo había hecho con su hermana y no pudo detenerlo a tiempo porque ambos eran demasiado pequeños pero, ya no. No iba a dejar que Minki le hablara de esa manera a su amigo. Era su momento para tomar revancha.
— ¿Por qué estás siendo tan cruel, Minki? —lo acusó HyoSuk, con el ceño fruncido. Dio un paso adelante en un acto de protección y valentía— ¿Quieres quedarte solo como el año pasado? Sólo eres un tonto mentiroso que le gusta hacer sentir mal a la gente.
Minki soltó una carcajada —Sólo le estoy diciendo la verdad. ¿Es mi culpa también que sea un llorón?
—Estás mintiendo —lo acusó Suk.
—Yo no miento.
— ¿Y la vez que dijiste que mi hermana había robado el juguete de Wheein y fue todo mentira? Mi mamá tuvo que venir a hablar con la profesora y todo por tu culpa.
— ¡Eso es mentira!
— ¿Cómo podemos estar seguros de que no estás mintiendo con lo de Jimin?— siguió retando, intentando desenmascarar a Minki. Taehyung no lo conocía como él lo hacía.
—Jimin se aburrió de ser amigo de Taehyung porque se dio cuenta que él no era nada más que un egoísta. ¿Por qué crees que ya no se junta con él?
— ¿Entonces qué hace contigo si eres mucho peor que alguien egoísta?
—Me da igual —Minki se encogió de hombros de manera desinteresada—. Que Mimi no quiera juntarse con Taehyung es sólo por culpa suya.
Taehyung sintió un dolor en el pecho demasiado insoportable en ese momento. ¿Por qué Minki llamaba de esa manera a su mejor amigo? Jimin le había dicho que sólo algunas personas podían llamarlo así y le dolía que un niño tan malo como Minki pudiera hacerlo también. Se negaba a creer en las palabras que decía Minki pero, la actitud de Jimin de los últimos días no hacía más que confirmar todo lo que le estaban diciendo.
¿Había perdido a su mejor amigo?
Hyosuk tuvo la intención de lanzarse sobre Minki y borrarle esa tonta sonrisa del rostro porque realmente no lo soportaba, sin embargo, se contuvo.
—Realmente espero que te llegue un pelotazo en la cara que te quiebre los dientes. —escupió con rabia contenida.
Miró hacia atrás, totalmente enfadado.
—Taehyung, vámonos. — exigió. Sin preguntar, lo jalo del brazo alejándolo de Minki. Taehyung se veía bastante afectado, creyendo en todas las palabras venenosas que había dicho el niño— Aléjate de Jimin, si él se junta con Minki ya me imagino qué clase de persona es, igual de horrible que él.
Taehyung no quería creer eso, él sabía que Jimin tenía un corazón bonito y atento, sabía que era todo lo contrario a Minki, pero aun así las palabras de ambos niños fueron marcadas en su memoria, haciendo que Taehyung no volviera a acercarse a Jimin por el inevitable temor de que hubiese cambiado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top