seis

Mis ganas de ir a la escuela estaban reducidas a cero.

Andar por la vida con el periodo menstrual no era algo muy agradable.

―Ya levántate, Paulina ―dijo mi mamá entrando a mi habitación.

―Déjame faltar hoy ―me cubrí con las cobijas.

―Estás loca si crees que te voy a dejar faltar ―la escuché levantar un par de cosas―. Te quiero ver desayunando allá abajo en quince minutos. Corre tiempo.

Desafortunadamente tuve que levantarme de la cama y darme una ducha de cinco minutos. Cuando terminé de vestirme bajé al comedor y me senté a un lado de mi papá después de saludarlo.

―Mi mamá es mala ―me quejé―. No me dejó faltar a la escuela hoy.

―Paulina, casi vas empezando con las clases ―dijo alcanzando una servilleta.

Me limité a hacer un gesto de tristeza y después de que mi mamá dejara un tazón con cereal y leche frente a mí comencé a comer.

Esta vez fue mi papá quien me llevó a la escuela. Afortunadamente no tuve ningún contratiempo en el camino de la entrada a mi salón.

―Hola, chicos ―saludé a Zaira y a Alonso pasándolos de largo mientras bajaba las escaleras para ir al baño a mojarme la cara. No me arriesgaría a quedarme dormida y a que me sacaran de la clase.

La mañana se pasó rápidamente, al igual que el receso en el cual estuve con Jona porque mi única amiga me había abandonado para almorzar con Alonso. No me molestaba en absoluto que lo hiciera; sabía que entre los dos había algo de chispa y aunque odiara admitirlo, Jonathan comenzaba a gustarme más de lo normal.

―DE verdad tienes que leerlo ―dijo mirándome.

Habíamos estado hablando de lo mucho que adoraba leer y jamás me imaginé que a él también le gustara la lectura. No parecía de esa clase de chicos.

―¿Cómo dices que se llama?

―Los ojos de mi princesa.

Había visto el libro un par de veces pero jamás había llamado mi atención.

―Tal vez lo compre ―sonreí―, aunque ahora estoy un poco quebrada.

―Tal vez te lo regale ―dijo sonriéndome.

Tomé un poco del jugo de naranja que había comprado en la cafetería y luego comencé a girar mi teléfono sobre la mesa.

―Auch ―dije cuando se cayó.

Me agaché para levantarlo y al momento de enderezarme mi brazo empujó el vaso con jugo haciendo que este quedara regado por todo el piso.

Varias miradas se posaron en mí y en el jugo derramado.

―Iré por algo para limpiar ―se levantó Jonathan de su silla y se fue. A los pocos minutos volvió con un trapeador y limpió todo.

―Gracias ―dije mirándolo.

―No te preocupes.

Acompañé a Jona a dejar el trapeador y luego volvimos al salón. Las clases nuevamente se pasaron rápidamente y agradecí eso porque ya quería volver a mi casa. Lo bueno es que hoy no teníamos taller.

―¿Cómo te fue? ―dijo mi mamá apenas me subí al auto.

―Bien, supongo. Derramé un jugo en el piso ―sonreí cuando la escuché soltar una risita―. Pudo ser peor.

Cuando llegamos a la casa me puse a hacer la tarea mientras mi mamá calentaba la comida.

―Ya ven a comer ―me llamó desde la cocina.

―¿No va a venir mi papá?

―Sí ―asintió―. Dijo que no tarda en llegar.

Y en efecto, así fue.

Durante la comida estuvimos hablando acerca de las vergüenzas que había vivido desde que tenía uno de razón y no parábamos de reír. Pasar tiempo con mi familia era lo mejor que me podía suceder.

―Iré a dormir un rato ―dije mientras dejaba mi plato sucio en la tarja.

―Sólo un rato, Paulina ―miré a mi mamá―. El otro día dijiste lo mismo y te ibas levantando cuando nosotros ya nos íbamos a dormir.

Sonreí recordando ese día y asentí.

Mi plan para no dormirme más tiempo de lo planeado consistía en poner mi alarma aunque todos aquí sabemos que la alarma sirve para nada.

Saqué mi teléfono de la mochila y vi que tenía un par de mensajes.

Alonso chicken

¿Vas a ayudarme? Di que sí. 3:47 P.M

¡Claro que sí! 4:53 P.M

Zaira muffin

¡Alonso es tan lindo! 3:24 P.M

Ok, ya entendí que te gusta demasiado. 4:54 P.M

Puse la alarma y luego dejé el teléfono sobre la mesita de noche para poder dormir. Realmente lo necesitaba.

+ + +

Tal como mi mamá lo dijo, me quedé dormida hasta las ocho de la noche y ahora no podía conciliar el sueño.

Daba vueltas sobre la cama, incluso ya tenía dolor de cabeza.

Alonso chicken

¿Estás despierto? 12:34 A.M

Dime que sí 12:34 A.M

No, pero gracias por despertarme. 12:35 A.M

¿Por qué no puedes dormir? 12:35 A.M

Dormí toda la tarde. 12:35 A.M

¿Ya se te ocurrió alguna idea? 12:37 A.M

En eso estoy, ten paciencia chicken. 12:38 A.M

¿Qué es eso de chicken? 12:38 A.M

Tu apodo. Estás tan pálido como un pollo y pollo en inglés se dice chicken. 12:39 A.M

Ya sé que quiere decir chicken. 12:39 A.M

Muy bilingüe, ¿no? 12:40 A.M

Me voy a dormir, Hope. Descansa. 12:41 A.M

La verdad es que aún no había pensado en cómo ayudar a Alonso. Tenía varias ideas dando vueltas dentro de mi cabeza pero no lograba ordenarlas. Tenía que pensar en algo muy original.

+ + +

¡Hola, nuggets!

¿Cómo las trata la semana? ¡Yo hoy veo a los cedes! si quieren saber show, voy a estar subiendo snaps a mi snapchat :)

+¿Cuál es su combinación más de comida?

A mi me gustan las papitas de BK o MD con helado jajajajaja.

¡Nos leemos pronto!

Cit.

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