dieciocho


Marzo 2013

Habían pasado ya tres meses desde que había hablado con Alonso. Le mandaba mensajes, lo llamaba, incluso había ido a su casa a buscarlo pero no había logrado verlo. Era como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra.

Gracias a los profesores me enteré de que Alonso recibía clases particulares y que lo más seguro era que él no volviera a la escuela. Eso me ponía mal ya que antes todo parecía ir bien pero ahora todo iba mal, muy mal.

―Paulina, ¿me escuchaste? ―miré a mi mamá y fruncí el ceño.

―Perdón, ¿qué decías?

―Paulina, debes dejar de pensar tanto en Alonso ―se levantó de donde estaba y se colocó a mi lado en el sillón―. Debe tener una buena razón para haberse ido sin decir por qué.

―Mamá ―la miré mal―. ¿Cuál buena explicación? Algo está pasando y yo no tengo ni idea de que se trata. No lo entiendo, me dice que me quiere y luego desaparece, ¿quién hace eso?

―Te estás preocupando demasiado, seguramente todo volverá a ser como antes ―acarició mi hombro.

―Claro ―hice una mueca y me levanté del sillón para ir a mi habitación.

Lo primero que vi cuando entré fue la foto que nos habíamos tomado el día de mi cumpleaños con la Instax que me había regalado, la cual comprobé que en efecto había sido costosa.

Marzo pasó tan lento como un caracol tratando de correr una maratón. Abril fue un poco mejor aunque la lluvia me ponía sentimental y cada noche terminaba llorando a causa de la ausencia de Alonso en mi vida; había sido el mes más duro desde que había dejado de verlo. Nunca imaginé que lograría querer tanto a alguien como lo quería a él. Se había convertido en alguien muy especial para mí y ahora se había alejado de mí, de todos.

Casi vencida por el sueño alcancé mi teléfono que se encontraba sobre mi buró y entré a mi última conversación con Alonso. Lo último que me había mandado era ese audio suyo cantando Mistletoe, después de eso todos los mensajes eran míos preguntándole a donde había ido, por qué se había ido y si pensaba responder mis mensajes, pero no lo había hecho.

Alonso Phantom

Te extraño mucho. ¿Por qué te alejaste? Por lo menos hazme saber que no fui yo la razón por la que te fuiste. 11:22 P.M

Por favor responde, juro no volver a molestarte. 11:23 P.M

Dejé el teléfono de lado y me dispuse a sacar las cobijas para irme a dormir, mañana era domingo pero al parecer Elías vendría a visitarnos e iríamos a desayunar.

Agarré el celular con la esperanza de tener un mensaje de Alonso y cuando lo vi casi me puse a llorar―otra vez―de la emoción.

Alonso Phantom

Hope, en respuesta a tus mensajes... No te odio y no me alejé, es solo que no puedo decirte, espero lo entiendas. Te sigo queriendo muchísimo. ¿Recuerdas el hilo rojo? Siempre lo llevo conmigo, espero que tú también lo lleves contigo. ¿Recuerdas lo que decía la leyenda? Bueno, nuestro hilo va a estirarse tanto que creerás que va a romperse pero jamás lo hará. Te lo juro Paulina. 11:31 P.M

Ve a dormir, cariño. 11:31 P.M

Te quiero Hope. 11:32 P.M

Y desde entonces no escuché más de él.

El resto del año estuvo tranquilo, lleno de tareas, trabajos y proyectos grupales. Agradecía a los profesores que dejaban tanta tarea porque mantenía a Alonso fuera de mis pensamientos. Bueno, por lo menos solo venía a mis pensamientos de vez en cuando.

+ + +

Enero 2014

Las vacaciones de invierno se habían ido en un abrir y cerrar de ojos al igual que mis dieciséis. Enero llegó tan frío y yo estaba más que lista para mi sexto y último semestre en la preparatoria, me sentía ansiosa por terminar pero al mismo tiempo me llegaba la tristeza de solo pensar que todos mis compañeros tomarían rumbos distintos y que ya no los vería más.

Tenía muy claro lo que estudiar: Comunicaciones. Mis papás no estaban muy de acuerdo con mi elección pero de igual manera dijeron que me apoyarían en todo.

―Oye, Pau ―me giré para mirar a Jonathan que estaba sentado detrás de mí―. Ve esto.

Me extendió su celular y en la pantalla estaba la aplicación de YouTube abierta en un video con el título: CD9 – Nuestra Historia.

Fruncí el ceño y miré a mi amigo quien me alentó a ponerle play. En la pantalla apareció en rojo la ―si así se le puede llamar― palabra CD9 y un par de fotos atrás. La voz de un chico abrió el video y luego aparecieron unos chicos y sus nombres. El primero fue Alan, así es, Alan el amigo de mi primo Leo; el siguiente fue Alonso, Alonso, se veía tan angelical con su cabello revuelto a cause del viento. También apareció un tal Bryan, un Jos y un Freddy. Todos muy atractivos.

Hola, soy Alonso. Tengo diecisiete años y curso el último año de prepa. Jos me invitó a formar parte de una banda con sus amigos y en ese momento mi vida cambió.

Entonces todos comenzaron a relatar la historia de cómo es que se había formado la agrupación y fue cuando entendí por qué Alonso había dejado de acudir a la escuela. En una parte del video, Alonso mencionó el código nueve y recordé la vez que vi la conversación de Alonso en la que había escrito un nueve y como después de eso había un montón de emojis.

Así que ahora Alonso estaba en una banda y yo simplemente era yo. Común como siempre.

Le devolví el teléfono a mi amigo y ninguno de los dos comentamos acerca del tema. Ahora muchas cosas tenían sentido. Estaba contenta por Alonso, tiene una voz increíble y es bueno esto de la banda pero por otro lado me sentía triste porque ya no iba a volver a verlo. Tal vez a eso se refería cuando dijo que nuestro hilo se iba a estirar demasiado.

―Y tienen varios videos antes de éste, ¿quieres verlos? ―negué con la cabeza―. ¿Lo extrañas? ―dijo mi amigo llamando mi atención.

¿Qué si lo extrañaba? ¡Eso ni siquiera se pregunta!

―Bastante. Pero bueno, ¿hiciste la tarea de filosofía?

―¿Había tarea de filosofía? ―me limité a reír. Jonathan siempre olvidaba las tareas o al menos últimamente lo hacía.

―¿A ti qué te pasa? Andas más distraído de lo usual.

―No me pasa nada ―negó con la cabeza.

―No te creo ―entrecerré los ojos.

―No lo hagas.

―Voy a averiguarlo. Ya verás.

―Mejor pon atención a la clase.

―No ha llegado el profesor ―me reí.

―Buen punto ―señaló.

El resto del día estuvimos haciendo chistes y poniendo atención a clases. Nos pusimos como meta no presentar ningún examen final. Iba a ser difícil, pero no imposible.

+ + +

―¿Por qué traes esa cara? ―dijo mi mamá apenas me vio entrar a la cocina. Jonathan se había ofrecido a traerme ya que por fin había sacado su permiso para conducir.

―Porque no tengo otra ―me reí y ella me fulminó con la mirada―. Ya sé por qué Alonso dejó de ir a clases.

Mi mamá arqueó ambas cejas y después de dejar mi mochila en el suelo, saqué mi teléfono de la bolsa de mi pantalón y le mostré el video que me había enseñado Jonathan un par de horas antes.

―¿Cantante? ―asentí―. Bueno, es cierto que tiene una voz preciosa, pero ¿por qué no te dijo nada?

―No lo sé ―hice una mueca―. El asunto es que probablemente no vuelva a verlo.

―¿Por qué? ―frunció el ceño y se giró para limpiar el agua que se escurría de donde estaban los trastes recién lavados.

―Mamá, Alonso se volverá famoso y va a tener un montón de fans y montón de compromisos. ¿De verdad piensas que va a tener tiempo para mí? ¡Claro que no!

―¿Qué tal que no tiene éxito?

―¡Mamá! ―me quejé. Sabía que Alonso era muy talentoso y además todos eran guapos, era lógico que tendrían éxito―. Es una boyband, las boybands siempre tienen éxito. Algunas más que otras pero siempre lo tienen.

―Solo queda esperar y ver qué sucede.

El resto de la tarde estuve haciendo tarea y cuando la terminé decidí escribirle a Alonso. Sé que escribirle iba a ser en vano pero igual lo haría.

Alonso Phantom

¡Hey! Ya vi por qué no me querías decir que tramabas. He visto el video con Jonhy y estoy segura de que van a tener mucho éxito. 8:42 P.M

Te mando mucha buena vibra para su proyecto. 8:42 P.M

Bloqueé el teléfono y luego bajé a cenar algo. Definitivamente iba a extrañar tener a Alonso solo para mí. Lo peor es que no sabía si realmente volvería a verlo o no.

 + + +

¡Nuggets!

Les pido una disculpa por no actualizar antes pero no estuve en mi casita y eso.

¿Cómo las trató la semana pasada? Espero que muy bien.

¿Cómo las trata esta semana? A mí bien, creo. Mañana tengo examen de lingüística así que todos los deseos de buena vibra(?) se aceptan.

Espero que les haya gustado el capítulo *inserte lunita negra*

¡Muchísimas gracias por leer y votar y comentar! Son un lof de personitas♥

+ Última canción que escucharon.

 Yo escuché Cuando te encontré de Matisse.

Ol de lof para ustedes,

Cit.

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