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Ese día bien temprano Aten y Seto fueron a donde estaban los duelos, entraron donde están los competidores sin ser reconocidos hallando en la puerta a Yugi que está hablando con un competidor, ellos se acercan por detrás para escuchar la conversación sin ser vistos.

- Yugi, ¿Dónde está tu hermano?- pregunto un chico de la misma estatura de el con el pelo blanco, piel blanca y ojos de color marrón.
- Esta entre la gente, ¿no te acuerdas la ultima vez que estuvo aquí y gané?- el asiente- pues, le tiene miedo estar por acá desde entonces Ryou.
- Ha, pobre- se lamenta- con lo que le gusta estar cerca de a arena.
- Si- se apena y muestra una cara muy triste.


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- ¿Qué paso con Yami?- pregunta dudoso Aten, Seto suspira.
- En uno de los duelos uno de los oponentes de Yugi al ver que perdió agarró a Yami y le dio una patada en a boca del estómago causando que quedará desmayado, no contento con eso, le empezó a patear en el cuerpo hasta que envíe a los de seguridad se lo llevaran a un hospital- le explicó con ganas de llorar por no haber podido salvarlo antes de que sea herido.
- Ah entiendo, ¿Contra quien compite ahora?- tratando de cambiar el tema viendo que Seto está deprimido.
- JA, juega contra un tramposo llamado Weevil- Aten lo miró con sorpresa así que explico- hizo trampa para llegar a las finales, todos sabemos que también lo va a hacer ahora- mientras tanto empieza el duelo entre Yugi y Weevil.
- Con todos incluye a Yugi, ¿no?- pregunto con duda viendo que se intercambiaban las cartas.
- Por supuesto, es más el fue el primero en darse cuenta- dijo decepcionado porque su equipo técnico no se dio cuenta y el si.
- Ah, ya veo- dijo con cierto orgullo de que su Yugi se haya dado cuenta.

Empezó el duelo, al principio el que predominaba era Weevil causando que todos creyeran de que el "rey de los duelos" no era rival de él, pero gracias a una carta débil Weevil se confió y empezó a despreocuparse, grave error. Yugi al ver una oportunidad empezó a atacar sin piedad causando que en tres turnos ganara.

- NO! ¿Cómo pudo pasar esto?- se arrodillo por la derrota.
- Te confiaste y cuando vi que tu guardia estaba baja la aproveche, no importa las trampas que utilices, nunca funcionaran- se acercó a Weevil extendiendo el brazo para levantar a que perdió, este a regañadientes lo aceptó y se paró.
- Aunque me duela admitirlo fue un buen duelo- se apretaron la mano, y seguidamente le hacían la entrega del premio, el ese preciso momento apareció Yami abrazando a su hermano con alegría.
- Felicidades hermanito- le revuelve el pelo.
- No Yami, que después no puedo acomodarlo- se queja tratando que su hermano parara.

Mientras Tanto eran vigilados por dos personas muy conocidas por ellos, de repente se escuchó al presentador decirle a Yugi y a Yami que vallan al edificio de la corporación para recibir el trofeo.

- Pero el que ganó fue Yugi- se trató de alejar Yami.
- Ya lo sabemos pero, hay dos personas que quieren verlos.
- ¿Quién?- preguntaron los dos al mismo tiempo.
- Ya lo verán.

Deja que los dos lleguen solos a dentro del edificio siendo guiados por dos agentes de seguridad, en todo el camino se comunicaban por señas para decir lo que pensaban de todo aquello, al subir al último piso se encontraron con una gran puerta, uno de los guardias los presento escuchando desde dentro "-déjalos entrar, solos-". Esto último les extraño a todos los presentes, pero igualmente los guardias los dejaron entrar, cuando ellos entraron no podían creer lo que sus ojos estaban viendo.

- ¡SETO!
- ¡ATEN!


--- --- Años después --- ---

Narra Seto

Han pasado los años, estamos felizmente casados, hicimos una ceremonia simple ya que no quería que los medios estuvieran encima de mi Yami, ese día salimos apresurados ya que aunque soy dueño de Kaiba-corp tenía solamente una semana de vacaciones por casarme por lo que no lo íbamos a perder. Fuimos al Caribe ya que no conocíamos las costas, en todo el trayecto no dejábamos de besarnos sin pasar al otro extremo, llegamos y nos amamos con locura, y cada día nos amamos más.
Estoy acostado en mi cama, junto a Yami, me doy vuelta viéndolo dormir, parece un ángel. Me acerco y le acarició la mejilla y él empieza a despertar lentamente, me mira y me sonríe para después besarme con cariño, sus brazos pasaron por detrás de mi cuello jugando con mi pelo, yo paso mis brazos abrazando por la cintura, y nos quedamos viéndonos a los ojos.

- Buenos días amor- me dijiste mientras bostezas.
- Hola cielo- pasó una mano por su vientre abultado- ¿Cómo durmieron?- me separo un poco para besar su vientre, para después acariciarlo con cariño.
- Bien, solo que el bebé estuvo un poco inquieto- se ríe.

De pronto la puerta se abre mostrando a un niño de unos 5 años estaba parado en la puerta mirándonos, tiene el pelo castaño y unos ojos rojos muy intensos, se acercó a nosotros y pidió que lo alcemos, cosa que Yami no dudo, estando él entre nosotros.

- Papa también quiero cariños- le hizo un puchero tierno a Yami y el por la ternura que mostró le abrazo con mucha fuerza, yo me paro para ir a bañarme y empezar el día.
- ¿Hijo, no te quieres bañar con tu padre?- pregunto Yami mientras se levanta lentamente de la cama.
- SI, vamos papá- gritó entusiasmado arrastrándome al baño, escucho como Yami se ríe.

Así son todos los días desde que nos volvimos a ver, y cada día que pasa nos queremos más. Después de un tiempo se incorporo a la familia nuestra pequeña teniendo pelo tricolor y ojos azules, después de su nacimiento no tuvimos más hijos ya que los doctores consideraron que Yami no podía concebir por su salud, pero igualmente estamos felices y amándonos por la familia que tenemos.


Narra Aten


Después de una noche romántica, nos encontramos en la cama dormidos, el sol se cuela por la ventana alumbrando mi rostro, yo con pesadez abro los ojos, me estiro y me desperezo, con un brazo busco a Yugi para acurrucarme bien cerca, pero no encontré su cuerpo, sorprendido me siento en la cama buscando con la mirada antes de preguntar por el escucho desde el baño el sonido de la cadena, enseguida sale Yugi más pálido de lo normal, me acerco y huelo que a vomitado, lo cargo estilo princesa al verlo tan pálido, para meterlo en la cama.

- ¿Estás bien, mi vida?- le empiezo a hacer mimos en su cabeza y le beso la mejilla, el me sonríe.
- Si amor, no te preocupes, seguramente comí algo que me callo mal.

Desde que convertí a Yugi en hombre lobo no cayó nunca enfermo ni tuvo ningún tipo de problema de salud, por lo que me preocupe un montón.

- ¿Estas segura que estas bien?- trate de parecer tranquilo, pero estaba lejos de estarlo, Yugi lo noto por lo que me beso con cariño.
- Si estoy bien- dijo cuando se separó de mí, y se acercó a mi oído- feliz día, padre.

Yo me quede helado, ¿padre?, lo mire y el me sonreía, espera, ¿padre? eso quiere decir, Yugi al parecer entendió mi cara de sorpresa.

- Si Aten, estoy embarazado- me abrazó escondiendo su cabeza en mi pecho.
-¿Cuando te enteraste?- le correspondo el abrazo levantando la mirada para besarle la nariz.
- Ayer, te lo quería contar hoy ya que es un día muy importante- lo levantó en el aire y empiezo a girar con el- jaja, me estoy mareando, por favor Aten bájame- suplicaba, lo bajo y lo acuesto cerca mío, se acurruca en mi pecho y yo le acaricio el vientre donde esta mi hijo- te amo Aten.
- Yo también te amo Yugi- le beso la mejilla.

Resulta que tuvimos gemelos una chica y un chico, los años fueron pasando y como éramos inmortales no nos preocupamos él cuando teníamos a nuestros hijos ya que Yugi y yo gozamos de salud, en total hasta ahora tenemos en total 8 hijos, pero como somos inmortales podemos tener más hijos, cosa que los dos queremos. Bueno si tengo que agregar algo más es que por más que pasaran los años Yugi y yo nos seguimos amando como el primer día, y también queremos a nuestros hijos.

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