PRÓLOGO
Mientras la suave brisa del frío viento movía los cabellos de aquella mujer que en esos instantes tenía su tono natural de cabello rubio, está miraba sus alrededores y como se había destruido su mundo, y hubiera continuado observando hasta que alguien mas apareció junto a ella
-Después de todo eres un ángel- Diría aquella otra persona, alguien alto de cabello marrón claro y las puntas del mismo verde menta -Un ángel...-
Aquella miraría a la otra persona, no estaba de acuerdo con esas palabras -No soy ángel... Los ángeles no manchas sus manos de sangre por el bien propio...- Su voz de angustia y decepción era clara -Yo no soy un ángel.... Tu no eres un ángel....- Su vista fue puesta en la otra persona, como se miraban el uno al otro daba a entender que sabían los pensamientos contrarios pero aún así su voz seguía sonando angustiada
-...No somos ángeles... Pero tampoco demonios- Diría la otra persona, mientras daba un leve vistazo al cielo y como empezaba una escasa lluvia -No somos los mensajeros de Dios...- Susurro a lo bajo para volver su vista a los ojos grises de aquella femenina
Una sonrisa tenue se formo en los labios de la rubia, ella sabía perfectamente como continuar aquellas palabras y así con un tono más relajado hablaría -...Pero tampoco somos herejes...-
Aun el viento movía el cabello está vez de ambos, así caminaban al barandal del balcón en el que estaban, viendo más allá de lo visible aunque eso sonara imposible
Mientras la persona de cabellos marrones suspiraba con lentitud, y a la vez colocaba una de sus manos sobre el hombro de la otra -Solo somos personas...- Diría sin más, con un leve tono de nostalgia no descifrable
Aquella le daría un vistazo tras escuchar sus palabras, y a la vez pensaba en continuarlas -Simples personas guiadas por el destructivo espíritu humano-
Así la lluvia se intensificará, empapando de a poco su ropa. Quedándose ambos ahí, sin importarles la lluvia, el viento o la destrucción que los rodeaba... Mientras estuvieran ahí los dos siendo simples humanos... No siendo unos ángeles en un cielo de corrupción y sangre
Pero aun falta mucho, aun falta mucho para que dejen de creerse ángeles, aun falta que el mundo a su alrededor se destruya... Y los obligue a mancharse de sangre
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