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"NO IMPORTA CUÁNTO INTENTES SER ALGUIEN, SEGUIRÁS SIENDO EL MISMO MISERABLE... SEGUIREMOS SIÉNDOLO"
Llevaban un rato de camino, cuando el rubio se percato de que estaban casi sin gasolina, haciéndoles parar a propósito por quizás un poco
Bajando de primera la femenina, notando la falta de presencia humana en el lugar. Tal y como si una incómoda desolación estuviera por todo el lugar -¿Sabes si quiera si este lugar no está abandonado?- Pregunta la femenina en general, sin recibir una respuesta muy clara
Mientras Can intentaba hacer funcionar de alguna manera la máquina que surtía gasolina, el de cabello menta estaba recostado al coche viendo que no le hiciera nada que pudiera dañarlo y por parte del que faltaba pues al parecer había ido a la pequeña tienda que siempre estaba por ahí
Después de un rato sintieron un bajo grito proveniente de allí, obligando a la de ojos grises y a él de cabello menta a ir a ver, mientras que el rubio de ojos aguamarina seguía intentando conseguir combustible
Entraron a la tienda despacio, no notando nada realmente raro además de un obvio desorden por todo el lugar, caminado entre estantes hasta encontrarse con el de cabello marrón en una esquina con cara de haber pasado uno de los mayores sustos de su vida
-¿Se puede saber que te paso?- Pronunció la de ojos grises mientras se cruzaba de brazos, estaba levemente molesta por haber llegado hasta ahí por nada
El de ojos azules y cabello marrón los miro con mala cara -Ahí detrás- Apuntó a uno de los pasillos que al parecer llevaban a la caja registradora -Mierda ni que los hubiera llamado- Se quejo aunque fue ignorado
Los otros dos caminaron por aquella zona, se sorprendieron menos de lo que debían al observar el charco de sangre que provenía de detrás del mostrador, ya era cosa de todos los días...
El de cabellos menta observo detrás del mostrador, la caja vacía y como no un cuerpo que seguramente llevaba ahí un par de horas, por lo que sólo dio unos pasos atrás sin ver mucho más
Por parte de la femenina, esta avanzó hasta poner sus manos sobre el mostrador, analizando por algún motivo la escena -Ahora entiendo porque no hay nadie por aquí...- Hablo para si misma, respondiendo la pregunta que hace unos ratos había hecho
Michael, que aún seguía donde mismo miró leve a aquellos dos sin mucho animo, observaba como el peli menta esperaba paciente a la femenina la cual se llevaba a escondidas una que otra caja de cigarrillos. Hasta que estos ya comenzaban a caminar de vuelta a la salida -Mhm- Carraspeo intentando llamar su atención, consiguiéndola por cierto momento -Eso es inadecuado Emilian-
La de cabellos morados se quedó sin saber a que se refería por cierto momento para luego darse cuenta de lo que hablaba o genial había olvidado ponerse esa estúpida cosa en la cabeza -Sali apurada- Intento responder con calma, no era momento de que le jodiera por no traer el hábito
-Tampoco es como si debieras quitártelo- Murmuró el de ojos azules para irse fuera, dejándola con una leve cara de molestia
Aunque esta desaparecería cuando el de ojos verdes Coloco una de sus manos sobre su hombro -Ignóralo, no pasó la mejor noche de su vida allí- Le habló con calma esperando a que esta caminara de nuevo a la salida
Una vez fuera solo entraron al coche de nuevo, al parecer Can ya había dejado su pelea con aquella máquina de combustible lo cual les daba paso a irse rápido. Aunque en un ambiente algo tenso, nada cómodo en lo absoluto
Este no era el resultado que esperaba... Había roto esa tonta carta, esa entrometido estaba muerta y aún así seguía tratando lo igual. Como si realmente no fuera nada
Llevaba todo el día intentando sacarle de esa habitación en la que se había encerrado, y no había forma de que lo consiguiera. Estaba allí haciendo Dios sabrá que, sabía que aún vivía por como le gritaba cada que le pedía salir de allí, cada que le decía que así no solucionaría nada, que encerrándose ahí no iba a revivirla
Aunque ya no valía la pena intentarlo persistía, quizás le ayudaría a intentar si eso quería, por la voz que había escuchado sabía quien la había fusilado, y la verdad no tenía ganas de ser un chivato a ese extremo pero si así el de ojos azules salía no le importaba el precio a pagar
Toco otra vez la puerta, esta vez sin recibir un grito pidiéndole que se fuera por donde vino -¿Sonne? Se que no quieres que te moleste pero tengo algo importante que decirte- Hablo esperando una respuesta aunque aquel "¿¡Que!?" gritado del otro lado le tomó por sorpresa -Estuve pensando un rato... Y reconocí esa voz-
La puerta fue abierta de una, la cara del de ojos azules dejó en desconcierto al rubio, se veía peor de lo que creía-¿¡Quien es!? Joder si estas mintiendo juro que...- Callo antes de continuar respirando fuerte, prefería escuchar una respuesta claro
-Es mi hermano- Murmuró con algo de pena, estaba traicionando a su propia familia pero eso no importaba si era para conseguir a alguien que tanto deseaba -Puedo reunir información, puedes acabar con el igual que hizo con ella... Puedes acabar con todo aquel que le hizo algo- Hablo rápido, casi sin lograr a entenderse bien lo que decía
Por el otro, su expresión paso a una bastante convencida, o adoraba cada cosa que aquel rubio le había propuesto -Mond, quiero que averigües cada uno de los malditos que le pusieron un solo dedo encima, incluso todo el que al menos la vio antes de... Todos y cada uno de ellos- Sonaba amenazante y extremadamente decidido a lo que iba a hacer
El de ojos diferentes asentiría decidido, tendría que hacer cosas de las que estaba seguro que iba a arrepentirse pero no era momento para eso, por lo que se dio media vuelta y salió del lugar en el que estaba, era el refugio donde solían planear emboscadas, ataques y diversas cosas. Ahora tendría que trabajar solo aunque fuera en contra de su propia sangre
Comezón a caminar a paso lento por la calle, el clima estaba frío aún si no estaba lloviendo como antes. Era solitario a pesar de que siempre hubieran dos o tres personas por ahí
Intentaba no prestarle atención a eso, estaba a nada de ser feliz después de todo. Ya tenía el camino libre, y esta pequeña ayuda iba a hacerlo llegar a su destino o al menos eso esperaba
¡No! Se negaba a ser negativo ahora, no era momento para eso pues lo iba a lograr pasará lo que pasara. El iba a conseguirlo ya sin importarle lo que tendría que hacer, había esperado demasiado y eso empezaba a molestarle
El viaje había sido largo, no realmente incómodo aunque no se habían compartido muchas palabras durante el. La femenina fue la primera en bajarse del auto, no había notado como la mayoría de las personas que allí convivían con ella estaban al otro lado de aquel lugar con un cercado mediano de metal decorado en sus extremos superiores con algunas formas raras de describir
Aunque les dio su leve vistazo no les presto atención, no le importaba mucho que hacían en el cementerio que había allí en la catedral, seguramente no era la gran cosa. Solo espero a que el de ojos verdes bajará del auto para ir dentro con el, necesitaba fumarse un cigarrillo y seguramente el dormir en un lugar tranquilo... O bien un trago también
Por parte de los otros dos, se acercaron al lugar abriendo la rejilla que daba paso dentro. No les prestaron mucha atención estaban más ocupados en otra cosa
Ese de ojos aguamarina camino más al frente, viendo a Mary colocar algunas flores en una lápida que juraría no haber visto antes. Incluso parecía nueva, la falta de nombre en ella, la tierra que parecía recién removida y el hecho de que aquella lagrimeaba un poco -¿Pueden explicarme que pasa?- Pregunto en un murmullo a las hermanas que estaban cerca de él
Una de ella suspiro, no sabía muy bien como explicar lo que había pasado en las pocas horas que se quedaron sin los superiores -Es Charlotte.... No sabemos como pero la trajeron aquí con la condición de que la tumba no tuviera su nombre- Hablaba bajo, intentando que la que aún miraba aquella tumba no le escuchará
-Y no se preocupe reverendo, ella no vio nada hasta que estuviera ahí abajo- Hablo otra de las presentes de igual manera
El rubio miró hacia atrás viendo cómo al parecer el de cabello marrón también averiguaba la situación como el -Gracias Hermanas, asegúrense de que este bien- Dijo en referencia a aquella de cabellos crema para retirarse en dirección a la salida
Siendo alcanzado por el otro que antes había entrado con el -Tenemos que hablar- Escuchó decir por parte de aquel, no sabía que le iba a esperar en esa conversación pero no esperaba que fuera nada malo
Malo, no, no era realmente malo, solo un montón de quejas que no dejaban de repetirse. Por cinco minutos hubiera preferido ser el quien hubiera terminado en esa celda, aunque seguramente PARA NADA que esperaría aquel rescate o no, simplemente lo liberarían al tiempo y allí fuera no hubiera encontrado a nadie más que Emilian, quien ni iría a por él... Pero preferiría eso a aguantar esto
-Dejaste el lugar solo, ni dejaste a alguien a cargo seguramente- Se quejaba a fuerzas el de cabello marrón sin razón alguna, ya no habían motivos para esto más que el intentar buscarlo -Y...- Se pauso intentando saber que más decir, ya ni tenía idea de que más culparlo
Suspiro abrumado, cerrando sus ojos aguamarina con cierto disgusto -¿Ahora de que más me vas a culpar?- Pregunto con cierto toque de irritación -¿De no darte una sola palabra durante todo el camino? ¿Oh de solo sonreírte cuando saliste de allí?-
La mirada fastidiada del otro fue bastante obvio como para saber que pasaba por su mente -Eso tenías que hacer, no es como si te estuviera esperando- Parecía haber querido terminar allí la conversación
Cosa que no pensaba hacer el rubio, cruzándose de brazos más que abrumado harto de esto -¿Quieres que me crea eso?- Claramente no estaban hablando de todo el lío de la cárcel, era algo más que eso -No intentes hacerte el fuerte, sabes como siempre termina esto- Murmuró consiguiendo un leve gruñido por parte del de ojos azules
Quien que sólo camino al frente bastante tenso -¿Cómo termina? ¿¡Contigo repitiendo el Angeli como si te hubieras leído realmente el libro!?- Su tono de voz todo menos tranquilo hacia parecer que esto iba a volverse otra discusión -¿¡Contigo haciéndome sentir como una miserable basura después de tanto!?- Estaba siendo muy fuerte en lo que decía pero que le importaba
-Oh ¿Tu no eres el que necesita distancia? Quizás solo estoy cuidándote de mi mismo o intentado que no me des tus discursos de mierda sobre lo que se supone que no se puede hacer- Respondió con cierto sarcasmo en ciertas partes pero bajando la voz en otras -Un jodido segundo no puedo estar bien contigo-
El silencio se hizo presente en cierto momento, los leves pasos del de cabello marrón por el suelo, apretaba los puños con cierto cólera -Tampoco es como si pudiera estar en paz contigo- Se había acercado levantando un poco la cabeza para mirarle mejor, era algo más bajo y eso a veces solía ser molesto
Se quedaron mirándose por cierto instante, ninguno decía nada y tampoco planeaban decir algo. Bastaba con mirarse así para creer que se odiaban aunque en realidad no lo hacían
Un suspiro se sintió de parte del ligeramente más bajo, este miró hacia abajo para luego volver a levantar la cabeza -¿Porque siempre me haces hacer esto?- Diría bajo, escuchando después una risa leve como respuesta
Casi siempre terminaba igual, discutían luego de estar ligeramente bien y luego sin motivo alguno se besaban (Tal y como ahora) sin ningún tipo de calma, romances o otro sentimiento más que esa obsesión por odiarse un instante y después intentar quererse al menos un poco
Ya llevaban un rato mirando el techo, y seguramente no eran los únicos en el lugar haciéndolo. Realmente no estaban molestos ahora e igualmente no podían hablar con total normalidad
-¿Vas a recitarme el Angeli mañana cuando te mencioné esto?- Hablo primero el de ojos azules mirando leve al otro
La respuesta no llegaría rápido, solo después de un rato -Quizás... ¿Vamos a discutir sin sentido otra vez verdad?- Pregunto esta vez Can, aunque ya sabía la respuesta
No continuo mucho la conversación después, no hasta casi media hora después cuando el rubio de sentó en la cama -Y como justo ahora no estamos tan mal... Tal vez podría quedarme- Dio esa pequeña propuesta que en verdad esperaba que no fuera rechazada
El otro solo coloco su antebrazo sobre sus ojos marrones intentando buscar como responder a eso -C..Cállate-
Podrían considerarlo un si o un no, como le fuera más conveniente. Igualmente volverían a lo mismo de siempre, odiarse, "amarse" si le podíamos decir así al menos un poco y nada más... Llevaban así tanto tiempo que seguramente nunca dejarían esa costumbre
Aunque al menos recordarán que era dormir con alguien más por al menos una noche
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