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"LOS ÁNGELES NO LLORAMOS, A MENOS DE QUE NOS ALEJEN DE LA MITAD DE NUESTRA ALMA"

Las puertas serían abiertas de forma lenta por el de ojos azules, aunque antes de que pudiera al menos mirar afuera quienes allí estaban irrumpieron dentro

-Por órdenes del Cabo While se pide la revisión total del lugar- Hablo al parecer un militar mostrando un papel al parecer hecho a lo rápido que ordenaba la revisión total del lugar -Se requiere que no interrumpan en nada, nuestro supervisor llegará más tarde-

Así comenzaba una extraña revisión que no habían esperado... Aunque bien en algún momento les habían avisado, igualmente después de no ver mucho en el piso de abajo subieron arriba, dónde seguramente iban a recorrer habitación por habitación y para nada iban a dejarles hacer eso sin vigilarlos un poco

Por lo que Emilian subió arriba para evitar que trastearan de más mientras que el de pelo menta y el de ojos azules se quedaban abajo mirando a uno de aquellos que no había subido para echar un vistazo más por ahí

Así la femenina observaba paso por paso de esos militares, como les importaba poco pedir permiso antes de entrar a cada habitación al menos, y como no tenían que buscar en los cuartos de las mujeres primero

Así fueron de uno en uno hasta que solo quedaban el de ella y el de la "rebelde" anteriormente capturada y ejecutada, entrando primero en la suya... Lo cual no le era muy conveniente

Pero de igual manera no le prestaría atención a eso, más observaba como la de cabellos crema salía de la anterior habitación de Charlotte con al parecer un libro entre los brazos, provocandole que se acercara a ella

Coloco su mano con calma en el hombro de la otra intentando parecer calmada -Hermana Mary... Le recomiendo que se vallas su habitación sin que la noten- Hablo bajo intentando no hacer a aquello otra pasar un mal rato -Puede llevarse eso-

La de cabello crema asintió bajo sin responder al inicio, aunque luego la curiosidad la mato -Madre Emilian ¿Que hacen ellos aquí?- Pregunto mirando hacia la habitación en la que seguían

La de ojos grises suspiro lento al parecer de cansancio -Registro pero no de preocupe ya vieron su habitación- Volvió a fijar su vista en su cuarto hasta dejar ir ya a la menor

Miraba de reojo al lugar hasta su atención ser llamada por uno de aquellos hombres -¿Es ese su cuarto?- Se le pregunto a lo lejos dando está por respuesta un corto "si" -Haga el favor de pasar- Fue lo último que le dijeron hasta al final entrar

-¿Que hay en ese cajón?- Hablo uno de los militares mientras señalaba un cajón cerrado con llave que había en el escritorio

La de cabellos morados se acerco al escritorio para sacar la llave de uno de los bolsillos que tenía el vestido y abrirlo para mostrar unos poco importantes blocs de notas -Eso es todo, pueden revisarlo si qui...- Sin apenas dejarla terminar quitaron el cajón del escritorio para virarlo dejando caer todo lo que tenia al suelo

Además de dejarla sorprendida eso la enfado levemente ¿Quien les daba el derecho de si quiera a entrar ahí como si nada? ¿No que ellos eran ángeles? ¿Oh ya no eran nadie de importancia? -¿¡Sabe usted si quiera si puede dañar algo de valor!?- Sabía que no debía levantar la voz pero igual estaba hartándose

Sería ignorada y dejado a atrás por esos que ingresaban a la última habitación de esa parte, llenando algunas cajas con cada pertenencia de la ya no presente, y no podía hacer nada para evitarlo, ella no tenía ni voz ni voto en este asunto

Mientras en el piso de abajo los que allí se habían quedado guiaban al militar a dónde guardaban cada coche que habían en el lugar, pues le apetecía revisar por ahí

Al frente estaba Michael abriendo la puerta que daba paso al lugar, no había mucha luz pero algo era suficiente -Bien aquí es- Paro su caminar ya estando dentro, justo al igual que los otros dos

El militar paseo su vista por cada aparte hasta primero acercarse al coche que parecía haber estado ahí por más tiempo sin usar -¿Y este de quién es?- Pregunto a lo bajo mientras recorría el mismo en círculos

-Es mio- Murmuró de el ojos verdes sin mucho interés -Si quiere revíselo, está abierto- Llevaba tanto tiempo sin usarlo que seguramente tendría tiradas la llaves en algún sitio que ni el recordaba

Así fue como el militar abrió el maletero para no encontró mucho más que alguna caja vieja y cosas sin importancia por el momentos -¿El otro es suyo no?- Le pregunto directamente el de cabellos marrones -Ábralo-

Aquel se acercó abriendo el auto también en el que no había nada de importancia así que estaba listo para salir de la habitación y seguir buscando por ahí cualquier cosa

Así que ahora eran ellos los que estaban detrás de ese tipo -Esto es una mierda...- Pronuncio algo aburrido el de ojos verdes mientras se acomodaba un poco los lentes -No quiero saber cómo la a de estar pasando Emilian...- Sonó un poco preocupado la verdad

-Ya, calma estará bien...- Respondió el de ojos azules que caminaba brazos cruzados -Ella estará bien-

Y en realidad no estaba bien, tener que aguantar a esos, verlos andar en cada habitación hasta que terminaron por completo y desistieron de revisar el ático así que ya bajaban para irse con una que otra caja llena de las pertenencias de Charlotte, había Sido agotador seguirlos a la distancia y aguantar el desorden que hicieron en más de una habitación

Bajo las escaleras después de ellos para visualizar la silueta de el rubio jodida-mente insoportable, ese Cabo While que había venido antes. Sabía que con ese tipo ahí no podía significar nada bueno

Camino un poco hasta el portón, colocándose junto a Sebastian solo dándole una mirada rápida que fue notada al instante y contestada con otra

Logro observar a el de ojos azules intentando dialogar con ese que estaba en la puerta aunque eso no parecía muy posible

-¿Disculpe? No puedo simplemente fingir que la... No puedo aceptar que le sea faltado el respeto a alguien que trabajo aquí por años- Se escuchó como el de cabello marrón parecía discutir probablemente acerca de la ya no presente -Se le debe despedir al igual que se a hecho con cada persona del lugar desde hace siglos- Hablo convencido y quizás demasiado

El rubio murmuró un al parecer "Que fastidio" para luego responder -Ah quien usted quiere despedir con respeto no es mas que una rebelde que no lo merece- Dijo con bastante seriedad, como si cada cosa que salía de su boca fuera la máxima verdad

-Per...-

Y justo antes de que el de cabello marrón volviera a hablar fue interrumpido -Ya lo dije, una criminal no tiene derecho ninguno a ser despedida-

Y eso fue suficiente para que la de cabello morado quisiera meterse, no debía e igual lo hizo -¿Y tú si lo tienes?- Pronunció la de ojos grises entrando en la conversación dando unos paso hacia delante cruzando las brazos detrás de su espalda

El rubio la observo con un leve asco -Primero consiga el permiso para hablar, o mejor no lo haga- Intento sonar autoritario mas que nada -Debería saber que como mujer le es mejor esperar a que se le pida hablar-

Y con esas simples palabras el peli menta también entro en la conversación -Ah ella no le hable así- Fue dicho casi al instante por aquel que ahora había caminado un poco mas al frente que la de cabello morado

-Le sugiero no levantarle la voz a un militar- Pronunció el rubio de ojos azules mientras apretaba los puños

Entonces el de cabello marrón suspiro cansado, no esperaba tanta hostilidad y discusión ese día o más bien ninguno -Yo le sugiero a usted que no le hable así a nadie aquí otra vez, sea hombre o mujer los dos merecen igual respeto-

El rubio apretó los dientes obstinado -Sabe algo, ustedes dos van a aprender como respetar- Miro a los otros militares antes de decir algo mas -Quizás una noche en la estación les haga pensar en cometer otra vez desacato- Hablo firme antes de mandar a algunos de el escuadrón que allí estaba a hacer el favor de llevarlos afuera

Solo pudo quedar una cara de sorpresa en cada uno, más el Can pues apenas y había llegado por ahí pues ni cuenta se había dado de la presencia militar en el lugar, teniendo este que tomar a la femenina de la muñeca para evitar que se metiera en algún problema

Le hizo una seña para dejara que se los llevarán pero estar intentaba soltarse de su agarre de la forma menos notoria posible -Emilian no- Murmuró para aquella intentando que no explotará lo que tenía dentro allí

-Can suéltame mierda- Murmuró con algo de desespero a pesar de parecer tranquila -No puedo dejar que hagan eso- Seguía insistente a sus palabras

Y logro zafarse por un momento fue tomada de nuevo por el de ojos aguamarina -Igual que no voy a dejarte hacer un escándalo y que termines ahí tu también-

Lo miro con enfado para desistir y subir arriba, pasando lento por las escaleras y luego correr a su cuarto, logrando ver como todo el mundo organizaba sus habitaciones luego del pequeño desastre que había quedado

Pero ella solo cerró la puerta con fuerza para tirarse en la cama a medio llorar ¿Porque? Fácil ahora el de ojos verdes estaba por ahí siendo escoltado por unos militares del demonio solo por ella hablar de mas... Oh bueno así se culpaba a si misma

Acostada boca abajo en la cama, lagrimeando contra la almohada un poco, apenas comenzaba pero por sobre todo esperaba al menos tenerlo otra vez ahí junto a ella pronto

Por parte de los otros dos, bueno Michael solo estaba a cabizbajo en el asiento de atrás del coche en el que estaban, mientras que por el de cabello menta miraba la ventana observando como ya había caído la noche después de ese viaje

Hasta que la sensación de aquel auto frenara los saco de sus pensamientos, apenas empezaba su tortura, siendo ambos sacado del interior para ser llevados a un nada acogedora celda en la que seguramente pasarían la noche

-Agh genial- Murmuraría el de ojos azules mientras se cruzaba de brazos y se recostaba a la pared del fondo -Lo pensaré dos veces antes de meterme en esto- Quizás estaba exagerando

El otro solo se sentó en el suelo sin mucha ganas -No tenías porque hablar- Respondió bajo mientras miraba entre las barras de metal hacia el pasillo que conectaba a las demás

El de cabello marrón giro sus ojos con angustia, no era momento de pelear pero necesitaba quitarse el mal momento de alguna manera -Igual tu no tenías porque defender a Emilian, ella sabe hacerlo sola- Hablo en alguna especie de queja

Un suspiro cansado fue lo primero que salió de los labios del de ojos verdes que demoro un rato en responder -¿Crees que no se eso?- Medio pregunto de una forma bastante seria -Se que es capaz de hacerlo sola-

Un silencio incómodo se formaría por algunos momentos, ninguno parecía tener ganas de continuar la conversación aunque igual continuo

-Entonces déjala ser- Murmuró el mayor descruzando sus brazos para ahora mirar el techo

Por parte del otro solo volvió a mirar afuera sin responder mas nada, aunque pudo observar como alguien pasaba por el pasillo pidiéndoles que se callarán provocando que frunciera el ceño casi al instante

Mientras que ya habían pasado las horas y ya el reloj marcaba las tres en punto de la madrugada la de cabellos morados no había podido pegar un ojo en toda la noche

Solo había estado allí con la cabeza contra la almohada sin ganas de nada, ni siquiera tenía el ánimo para tomarse una pastilla para dormir, se había acostumbrado ya a no dormir sola en ningún momento... Una mala costumbre

Asi decidió levantarse, colocando sus manos en la cama para acomodarse hasta quedar sentada, sabía que estaba despeinada a más no poder pero ni le interesaba justo ahora

Luego se levantó para ver el desastre que había en el suelo pues aun no había recogido aquel cajón que habían tirado los militares por lo que se sentó de rodillas en el suelo para al menos ordenar un poco las cosas

Tomando un álbum de fotos viejas y una libreta de notas que por más que no quisiera llamarle así era una especie de diario que había comenzado a llenar desde que llegó, ahora mismo solo era una tontería

Después de tomar lo que hubiera en el suelo y ponerlo sobre el escritorio camino hacia el armario para rebuscar alguna caja de cigarrillos que tenía por ahí bien escondida junto a un mechero para salir de la habitación, ya era tarde y seguramente no abría nadie más despierto

Camino por el pasillo hasta llegar a el balcón que separa las dos zonas del segundo piso donde estaba el rubio de ojos aguamarina observando los jardines traseros

La femenina camino hasta el barandal donde el otro -No esperaba a alguien más despierto- Su voz sonó sin mucho animo aunque igual después de esas palabras se concentro en abrir el paquete de cigarrillos

-Si, bueno yo tampoco- Se escuchó las voz suave del otro que aún miraba hacia el jardín -Y bien ¿Cuál es tu escusa?- Pregunto intentando al menos no hacer un ambiente incómodo

La de ojos grises encendió un cigarrillo después de sacarlo de la caja para darle una calada aburrida -Solo... Ya ni siquiera puedo dormir sola...- Dijo despacio, no tenía muchas ganas de hablar ahora -Seb me acostumbro demasiado- Y ahora sonaba triste aunque no quisiera

El rubio dejo de mirar los jardines para mirar como aquella seguía con su cigarrillo -Tienes suerte, yo apenas recuerdo la última vez que dormí con alguien-

Una pequeña duda apareció en la femenina después de eso, no podía evitar preguntar -¿Tu y Mike no...?-  Cuestionó algo dudosa

El otro solo movió la cabeza en un pequeño y obvio no -Sabes no es algo... Muy... No se explicarlo- Murmuró sin saber ni como contestar correctamente -Suele parecer la gran cosa todo esto pero realmente no es nada-

Sabía que le pediría una explicación ante lo confusas que fueron sus palabras -Aveces solo hago más daño del que debería y Michael no entiende eso- Hablo mientras bajaba su mirada, teniendo un rostro algo triste

-¿Entonces porque sigues aquí?- Pregunto la de ojos grises dándole una última calada al cigarrillo para justo después encender otro -No lo digas... Todos tomamos decisiones malas- Murmuró justo antes de despegarse de la baranda del balcon

El rubio de ojos aguamarina miro sus movimientos antes de volver a hablar -Solo estoy aquí para al menos poder estar juntos al menos por tres segundos... Aunque no espere estar tan preocupado ahora- Hablo despacio para luego soltar una pequeña lagrima

La femenina lo observo un segundo antes de hablar -Can...- Le llamo una última vez para darle alguna otra palabra -Bien... Solo llora-

Ahí se quedaron otro rato, siendo los ángeles que suponen ser... Imperfectos un cada sentido, incluso si deben dejar a flote lo que sienten

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