¹⁵

"¿QUE ERAS ADEMAS DE SU MUÑECA DE TRAPO? SOLO FUISTE UN JUGUETE QUE JODIÓ A SU ANTOJÓ"

El sonido de las campanas a las ocho en punto era clave cada día, y que día era ese exactamente... Bueno era un día ubicado unos meses atrás, un momento específico en donde el futuro de algunos se vería afectado por una sola presencia

Un rubio pecoso estaba sentado en una de las bancas del lugar, solía ir ahí todo tiempo o cuando pudiera ya que no era realmente fácil intentar ir allí y ajustar sus horarios en la universidad. Solo estaba allí atendiendo a la misa como hacía cada vez, pero en esta había algo diferente

Al pasar algunos minutos mas, alguien se sentaría junto a este. Eso era algo realmente normal, nada que lo alarmara. Así miraría leve a la persona que estaba allí, podía notar a otro chico de cabello marrón, ojos azules y un poco más de altura que la que el tenía, entonces por cortesía decidió saludar -Hola- Murmuro para no molestar a las demás personas que allí estaban

-Hola... Soy Sonne- Saludaría de vuelta el de ojos azules dándole una sonrisa a aquel rubio -Nunca te había visto ¿Primera vez que vienes?- Pregunto curioso, su voz sonaba tan sincera

El rubio pecoso le devolvería la sonrisa para contestar -Oh no... Ya he venido antes, aunque es raro nunca haberte visto a ti tampoco... Soy Mond- Estiró su mano para completar este saludo siendo está aceptada por el otro

Una pequeña cara de curiosidad se postro en el de marrones cabellos, quizás pensaba algo -Sabes, tu nombre significa luna... Y el mío solo, quizás dios tenía planeado que nosotros dos nos conociéramos-

Una risa baja se escuchó de parte del rubio, era un dato nada necesario pero aun asi curioso -El trabaja de formas misteriosas..- Hablo con algo de misterio pues para el "Dios" hacia su deber de una forma realmente rara

-Pareces alguien muy considerado ¿Te cuento algo?- Pregunto suave consiguiendo una leve asentida de respuesta -Pues desde pequeño me han dicho que soy el elegido de dios... Y yo creo que tú vas a ayudarme en mi misión sagrada- Realmente sus palabras sonaban locas, pero lo decía con tanta confianza que aquel rubio no pudo evitar aceptar

Volviéndose así el segundo al mando de la en esos momentos no completa rebelión, era un asistente de primera que hacía todo lo que el elegido quería. Sin importar que tanto fuera a atormentarlo eso después

El caminar de unos suaves tacones negros se sentía en la madera, el paso a paso se detuvo en el momento en que su dueña fue tomada del brazo y arrastrada de allí hasta algún pasillo oscuro

Y hubiera gritado si quien hasta allí la había llevado no le hubiera puesto una mano en la boca para que no hiciera un escándalo -Shh... Soy yo- Diría aquella voz tan reconocible y odiable a la vez

-¿¡Sonne!? ¿Que haces...? No me asustes así de nuevo- Aquella mujer de cabellos negro se quejaría un poco, causando algo de risa en el otro -Ni se te ocurra volver a hacer eso- Su tono levemente irritado demostraba que realmente se había asustado

Aquel de cabello marrón no respondería a eso, no le importaba mucho lo que ella decía -Vamos cariño ¿Vengo a verte y así me tratas?- Intento hacer una cara de lastimado pero solo se daba a notar lo mucho que mentía -Ademas me estoy arriesgando a que mi hermano me vea contigo- Quizás había intentado hacerla sentir mal con eso, solo consiguiendo una cara de irritación

Esa de cabello negro y ojos zafiro suspiraría para intentar olvidar el susto que acababa de darle -Esta bien, está bien... Compensame los daños-

Recibiría una sonrisa traviesa leve, provocando que aquel de ojos azules acercara su cara a la de ella para finalmente unir sus labios de forma tranquila hasta separarse en un corto tiempo después

Así el de ojos azules pasaría uno de sus brazos por la cintura de aquella femenina, mientras que su otra mano terminaba en una de sus mejillas -Oye, ahora no- Pronunciaría aquella, sabía sus intenciones... Era lo mismo de siempre con el

-¿Porque no? Será la última vez, lo prometo- Sonaba sincero pero era fácil deducir que era una mentira más -Esta vez es de verdad.. Y incluso puede que piense dejaría salir de aquí para que podamos huir juntos- Era una forma de ilucionarla muy cruel pero así sabia que ella aceptaría cualquier cosa

Un suspiro cansado salió de los labios de la otra, no creía que esto era buena idea -¿La última vez? Eso dijiste la vez pasada, y la anterior a esa- Cuestionó bastante disgustada, aunque sabía que era de ceder fácil

Una risa molesta se escucharía, si era del de marrones cabellos -Charlotte, Charlotte, Charlotte, luego no te arrepientas cuando deje de venir a verte- Dijo con algo de molestia sabía bien que si no la convencía así ya no había como hacerlo

Al final siempre lo conseguía, pensando que tenía una linda muñeca con la que jugar cuando pudiera o quisiera. Aunque tendría que dejar de verla por lo que sus impulsos provocaban

Cuando un para de días después se apareció dispuesto a matar a su hermano provocando que lo sacarán de allí y de algún modo le prohibieran volver, aunque intentar dispararle a alguien merecía mas que eso

Aquella pelinegra había pasado un mes tranquilo, hasta que unos insoportables mareos momentáneos. Y justo había sido víctima de uno de esos haciendo que se sentará en uno de los muchos asientos del salón principal, colocándose junto a ella la de cabellos y ojos crema Mary la cual tenía algo de preocupación en su rostro

Así colocaría su mano en el hombro de la de ojos zafiro quien miraba cabizbaja -¿Todo está bien?- Pregunto para hacer que la otra levantará un poco la cabeza, se veía pensativa con un toque a arrepentimiento -Puedes contarme Charlotte.. Lo sabes-

La de pelo negro suspiraría, al verse sin mas opciones decidiría hablar un poco -Yo creo que yo...- Su voz se cortaría sin terminar las palabras, estaba algo nerviosa por lo que iba a decir -Estoy e...- Y sin terminar fue interrumpida por otra presencia

-¿Todo bien Hermana Mary y Hermana Charlotte?- Una voz masculina suave las interrumpiría, proveniente está de aquel rubio de ojos aguamarina -¿Hay algún problema?- Pregunto al observar las caras de aquellas dos, esperaba alguna mala noticia o algo parecido

Luego de unos minutos ambas responderían a la vez un "Todo está bien Reverendo Can" permitiéndole al otro seguir su camino y dejarlas solas, pero quitándole a la de cabellos negro las ganas de continuar hablando excepto para pedir algo -Mary yo necesito que consigas algo...-

Después de una extraña petición aquella de ojos crema se quedaría petrificada en el lugar, con los ojos bien abiertos -Tu... Tu.. ¿Fuiste capas de hacer eso?- Pregunto con un tono de voz roto por lo sorprendida que estaba en ese instante -¿Y quieres que yo te ayude después de que hayas hecho eso?- Sonó decepcionada

La otra asintió lento, no tenía la voluntad para hablar

No había pasado un simple mes después de eso... Más bien unos largos dos meses y medio, con un mal intento de conseguir lo necesario y una extremadamente carta explicándolo todo

Una carta rota, con la cual quizás todo habría tomado otro camino, iniciando aquella con un nombre y terminando en una firma, igual quien la había enviado solo se había sucumbido en esperar, esperar y esperar

Tirada en su cama sin esperanza, acompañada de aquella de cabello crema quien después de todo había perdonado lo que había hecho -Mary... Si no contesta le decimos a la Superiora...- Murmuró con algo de arrepentimiento -No quiero seguir escondiendo esto- Soltó para observar un poco a quien la acompañaba

-Tranquila, ya contestara- Diría para pasar su mano por la cabeza de la otra, intentando calmarla -Veras que todo va a estar bien- Le daba más confianza de la que debía, ya que ni ella sabia si las cosas iban a mejorar -Ademas, si crees conocerlo bien sabes que no sera capaz de eso-

La otra miraría al techo un segundo, pensaba de más lo cual le estresaba ¿Realmente lo conocía? ¿Era algo más que la diversión de un rato? ¿Que era? ¿Quien era? ¿Y en qué se había convertido? No sabía que estaba haciendo, no porque había hecho tantas cosas que ya no sabia cual estaba bien

Todo este lío, esa rebelión tonta.. Ser una "informante" o lo que fuera realmente... Ya no se merecía ni la lastima de alguien, pues era una escoria que si moría pronto sería por su desacato a toda ley impuesta sobre ella

Y así sonarían unos toques en la puerta de la catedral, siendo estás abiertas por Sebastian ya que estaba bastante cerca de allí, quedando cara a cara cok un grupos de militares comandados por un rubio de ojos azules

-Mhm... En orden del ejército se Salvatore, se ha mandado una orden de captura para una de las personas del lugar- Diría aquel que comandaba al grupo mientras le daba un leve empujón al de cabello menta para pasar -Yo soy el Cabo Oskar While y se me a dado el labor de capturar a Charlotte Fikshcer por violar las leyes y ser parte de la rebelión- Así pasaría dentro dando orden a los demás de buscar a aquella

El de ojos verdes se quedaría algo perplejo al escuchar aquello e intentaría actuar lo más calmado posible -Mire, no puede entrar aquí así- Pronunciaría con seriedad, notando como era ignorado. Así junto a él se pararía Emilian, quien no había escuchado lo que hablaban pero nada de esto le daba buenas ideas -Les pido amablemente que...-

Su voz había sido interrumpida par aquel que daba la cara por todo el grupo -¡Silencio! Mire a menos de que quiera venir con nosotros por interrumpir una operación militar será mejor que se calle- Pronunció con algo de odio en la voz, a la vez daba unas miradas de mas poco disimuladas a la femenina de ojos grises

Así ambos, el de cabellos menta y la de ojos grises se quedarían perplejos, nunca nadie había sido capaz de faltarles el respeto... Todos siempre los habían visto como ángeles y no se atrevían a hablarles de más a dos emisarios de dios... Pero ese tipo y los demás... Realmente les habían sorprendido

Mientras algunos la buscaban abajo, otros subían. Abrían cuarto por cuarto sin importarles mucho, llegando la presencia de estos hasta donde estaba Michael, quien se levantaría rápido de la silla de su escritorio para encarar a eso militares -¿Que hacen aquí?- Fue su primera y única pregunta, siendo ignorado

Este los seguiría, no iba a dejar que estos alterarán lo tranquilo que solía
ser todo, y menos que descubrieran las cosas que allí hacían para conseguir comida

Siguiéndoles a lo lejos también estaban el de ojos verdes y la de cabellos morados, así acercándose a aquel otro que también seguía a esos hombres

-¿Saben que hacen aquí?- Pregunto el de ojos azules a aquellos dos, recibiendo respuesta de Sebastian, consiguiendo saber que al parecer venían a por aquella otra femenina -¿Que? Joder esto es malo- Murmuró para si mismo observando como aquellos militares abrían justamente la puerta de la habitación de quien buscaban

Asustando a las que dentro estaban y apuntando con su armas a la de negro cabello -¡Charlotte Fikshcer! Usted queda detenida por ser una participante del grupo de terroristas que deshonran a nuestra patria- Pronunció el hombre a cargo de esta mala captura, mientras caminaba al frente y hacia una leve seña para que dos de sus compañeros fueran a "atraparla"

La de cabellos negros se quedaría estática un momento, no valía la pena huir. Mientras que la de cabello crema la veía con sorpresa, esperaba ya cualquier cosa menos eso

Mientras caminaban hacia la salida con aquella tomada de brazos para que ni se le ocurriera intentar correr, detrás iban los otros tres que los seguían antes junto con Mary, quien tenía los ojos algo llorosos y una de sus manos puesta en su cabeza, sobre pensando seguramente

-¿A dónde se supone que la llevan?- Preguntaría el de pelo menta a aquellos hombre quienes ya sacaban a la de ojos zafiro del lugar

El que en esos momentos estaba a cargo detendría su caminar para responder -Interrogatorio, después se decidirá que hacer con ella- Sonaba poco enérgico, como si realmente no quisiera hablar -Después de su juicio se hará una ardua limpieza aquí-

Escuchando esas palabras el de cabellos marrón se acercaría, dejando atrás a Emilian quien consolaba el leve llanto de la de ojos crema -¿Y eso porque?- Una leve curiosidad se había formado en el tras escuchar esas palabras

El militar de cabellos rubios rodaría los ojos con cansancio para luego de un suspiro hablar -Confiscaremos cualquier cosa de su autoría, ademas, una rebelde no merece mínima piedad y menos mujer-

Luego de eso salió de allí, solo dando a ver cómo se llevaban a aquella en un par de autos, no sin antes ver a la de cabellos y ojos crema correr para al menos verla un segundo mas.. Sin éxito

Las caras que quedaron en cada uno de ellos eran indescriptibles, esa mezcla de confusión, duda y sorpresa eran demasiado. Incluso mas era el miedo de lo que pudiera pasar con Charlotte... Aunque lo que ocurriera con ella solo sería consecuencia de su actos como muñeca de trapo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top