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"CONTRADICE TUS PALABRAS SOLO PARA DEMOSTRARME QUE SOY TU TODO"
Nosotros mismos provocamos nuestras desgracia, intentando contradecir la voluntad de Dios- Hablaba o más bien casi gritaba quien estaba en el centro de aquella amplia habitación -Y después lloramos arrepentidos de sus castigos... ¿Oh acaso he dicho alguna mentira?- Enuncio con fuerza mientras señalaba el libro del que leía aquellas palabras
¿Realmente algo de lo que hablaba era real? Realmente existía alguien que juzgaba cada acto hecho por cada persona, era poco creíble para muchos pero mas en especial alguien que siempre iba a observar la misa diaria
Unas dos horas de cuestionarse que era real y que no habrían pasado, ya todo había acabado. Con esa cosa al fin terminada y ya le gente ya retirándose poco a poco del lugar, la que antes observaba decidió caminar a paso lento al fondo del amplio cuarto, para seguramente quejarse con el que había estado hablando esas dos horas
-Eres muy malo intentando "convencer" a la gente que lo que dice en ese libro es verdad, Seb- Pronunciaría aquella femenina de menor estatura que el otro menos señalaba el libro que sostenía
Ante sus palabras aquel de ojos verdes solo suspiraría cansado, quizás ese cansancio suyo se debía a estar dos casi tres horas parado en el mismo lugar -Bueno ¿Que tal si la próxima misa la das tu? ¿He Emilian?- Aunque se estuvieran susurrando las palabras se estaban gritando mentalmente
Antes de siquiera la femenina respondiera ambos empezaron a reír por lo bajo ya que en sus mentes se veían muy tontos peleándose con susurros
-Se que soy terrible para hablar con la gente, pero no es necesario que me lo recuerdes-
-Oh vamos, eres bueno en muchas otras cosas- Hablaba en un tono de voz tranquilo, aunque sus palabras pudieran ser fáciles de malinterpretar, así logrando que el que estaba junto a ella se pusiera nervioso -No me refería a eso-
Se podían escuchar unos murmullos inentendibles de parte del de mentas cabellos, seguía nervioso definitivamente
Con aquellos murmullos la otra se pondría curiosa por lo que podía estar diciendo, solo se le ocurría pensar que estaba rezando o algo parecido -¿Estás rezando o algo así?-
-No- Le respondió cambiando su semblante nervioso por uno serio -Tengo cosas que hacer ¿Tu no?- Bueno era lógico en su rutina que después de cada misa tuviera que ir al confesionario
-Ah es cierto... ¿Nos vemos más tarde?- Recibiría de respuesta un leve asentimiento, para después irse caminando a cualquier parte ya que en realidad no tenía nada útil que hacer
Aún caminaba por el lugar, aunque llevará años allí aún no se cansaba de ver las lindas vidrieras que decoraban las paredes
Sabía bien que tarde o temprano se aburriría de caminar, solo se había ido para complacer las peticiones del de mentas cabellos... , podríamos referirnos a él como alguien bastante serio que en lo único que podía pensar era en predicar la palabra del libro "Sagrado" como le llaman ellos, pero claramente solo podía pensar aquello alguien que no lo conocía bien, el era realmente alguien demasiado tímido y serio a la vez, haciendo su personalidad algo rara
Y si aunque está aún caminaba por los pasillos sin rumbo y pensaba en el de ojos verdes había chocado sin querer con alguien -Oh, perdón por eso Hermana Mery- Se disculparía casi al instante de lo ocurrido -Estoy siendo algo distraída- Aunque hablaría todo esto en un tono de voz serio y levemente autoritario, tenía que demostrar seriedad al hablar con otros
-No se preocupe por eso Madre Emilian Celestine, he sido yo la distraída- Pedía tímidamente disculpas la chica de igual vestido que la de ojos grises -Andaba algo rápido y por eso choque con usted, justo ahora iba a tomar algo de té con la Hermana Charlotte-
La de ojos grises pensó unos segundos en que responderle, al final no tenía nada que hacer y colarse en la pequeña fiesta de té de ellas no le parecía mal -¿Seria una molestia si las acompañará?- Preguntaría de forma suave quitándole lo autoritario a su tono de voz
-Oh, para nada Madre, sería un gusto que viniera con nosotras- Contesto aquella casi al instante mientras daba una sonrisa energética con un tono de voz menos tímido
Luego seguiría a aquella chica un poco más joven que ella, a nadie le hacía mal una tasa de te aveces, incluso ella solía disfrutarla de vez en cuando y ni siquiera le gustaba aquel líquido
Había pasado toda la tarde con a ambas jóvenes, por más que les llevara unos 7 o 8 años a cada una su conversación era fluida, no se quedaban en un silencio como era costumbre
-¿Ah alguna de ustedes también les preocupa todo esto de la guerra...?- Preguntaría la de nombre Mary mientras le daba un pequeño sorbo a su tasa de té -Aveces me siento vulnerable con esto a comparación de otras, es como si fuera tan innecesaria que moriría pronto-
La mayor de las tres observaría como hablaba decaída, así dándole una mirada que intentaba calmarla quizás -No tiene que preocuparse por eso... Solo piense que todo estará bien-
Solo segundos después de que está dijera esto ambas la miraron, podían notar como la de cabellos morados intentaba calmarla diciendo cosas que obviamente no podían cumplirse, nada iba a estar bien
-Se que sueno poco creíble pero es mejor no pensar en lo que podría pasar- Había hablado en un tono serio mientras bajaba la mirada a la tasa que tenía en sus manos
La presente que no había hablado observaría con curiosidad la expresión de aquella de ojos grises -Eso suena algo pesimista Madre Emilian... Celestine- Pronunciaría la de nombre Charlotte, ella era alguien de intentar ver las cosas mas positivas o lo intentaba por petición de la de ojos y cabello crema bien nombrada Mary
A la que iban dirigidas aquellas palabras le daría una leve vista -No estoy siendo pesimista, soy realista- Murmuro no muy bajo con algo de molestia -Pero ya es decisión de ustedes como verlo- No les cuestionaría su forma de pensar, después de todo al final solo queda el vació de saber que estabas equivocada -Solo dejen de sobre pensar lo que va a pasar-
Ya habrían dejado de hablar sobre lo mismo, dando un silencio algo incómodo entre ellas, cuando justo en esos momentos alguien paso junto a ellas tres, saludándolas con algo de amabilidad si es que tenía algo de eso en sus palabras -Buenas noches Madre Emilian Celestine y Hermanas Mary... Y Charlotte ¿Alguna sabe si mi hermano está?- Su voz sonaba bastante formal
-Buenas noches Sonne, tu hermano si está presente, nunca sale de aquí- Sería dada una respuesta por la de ojos grises, junto a un semblante serio y al mismo tiempo algo amable
El otro empezaría a caminar sin no antes darle las gracias por la información, y así continuar su camino dentro del lugar
Luego de que las tres terminaran su te, se levantarían y caminarían a distintos lados, algunas a cumplir tareas, mientras que aquella de ojos grises había recordado algo importante que debía hacer
Estaría en el salón principal con otras tres personas, el de antes Sebastian y otros dos, en fin ellos cuatro eran las personas con más autoridad allí
-Ah últimamente no veo mucha gente joven por aquí, así que creo que estamos siendo cada vez menos convincentes- Una voz algo preocupada se escucharía en el cuarto, era uno de ojos azules y cabello marrón, Michael el obispo de la iglesia -Me estoy cansando de esto-
Los otros tres lo mirarían sin interés, mientras lo maldecían en sus pensamientos -Vamos Mike ¿Cuando lo fuimos?- Cuestionaría retándole un rubio de ojos aguamarina -El único aquí que sabe actuar es Storm- Y así señalaría al de pelo menta que a la vez limpiaba sus lentes prestándole poco interés a la situación
El otro se quedaría callado sin saber que decir, enserió se había quedado sin argumentos, solo podía pensar como ya nadie creía en nada y si alguien era capaz de unirse a la iglesia era para no tener que aguantar a su familia, o así era en la mayoría de los casos
-Acaban de joderte Mike- Hablaría el de cabello menta ya con sus lentes puestos mientras que la de gris ojos se reía a la bajo -Hasta tu dejaste de creer en esta basura hace mucho-
La que reía a lo bajo no pudo aguantar las risas que retenía en su garganta y empezaría a reír bastante alto, aunque luego se controlaría y pediría disculpas por aquello
-Tú... tú también... fuiste alguna vez ingenuo y creíste en esto de alguna maner...- Sonaba algo enojado y avergonzado intentando voltear la situación
Y si sus palabras se habían quedado a la mitad ya que alguien había hablado para callarlo un rato -Mike, todos alguna vez creímos en esto, y más nadie lo sabe más que tú- Le interrumpió el rubio de nombre Can
La única mujer del cuarto al fin se dignaría a decir algo y no solo escuchar -Algunos nos dimos cuenta de la mentira mucho antes que otros... Y aún así estamos aquí...- Pausaría sus palabras unos segundos para después suspirar y continuar hablando -Solo estamos aquí por nosotros mismos-
-Mejor no digo nada la próxima vez- Susurro para si mismo el de ojos azules ya bastante cansado de que le llevarán tanto la contraria -Bien... En otros temas tenemos que...-
-Si sobre eso ya he tenido suficiente de esto- Diría la de ojos grises y morados cabellos mientras se levantaba y empezaba a irse -Seb vamos, no hay nada mas que tengamos que escuchar- Diría estando ya en la puerta del cuarto al de ojos verdes, el cual segundos después también se levantaría e iría con ella
Los que quedaban allí dentro solo se mirarían un segundo para luego comenzar un silencio incómodo que no duraría mucho -Solos... Otra vez- Murmuraría el rubio mientras el otro se empezaba a poner incómodo -Quita es cara- Hablaría al observar la casa de incomodidad que tenía el otro, seguramente le estaban pasando muchas cosas por la cabeza
-Es que...- Balbucearía de forma nerviosa el de ojos azules -Sobre lo de anoch...-
Los ojos de que aquel rubio de abrirían con fuerza mientras se dispondría a callara a aquel antes de que terminara -Silencio un momento... Angeli 1.67: Si ocurre algún suceso que te incline al lado de los demonios no hablaras de él ni permitas que nadie hable o lo mencioné, ni con tu persona ni con nadie ajeno a los hechos....- Se apuraría en hablar intentando que el otro no continuará lo que decía -Así que cállate-
-¿Ahora sí crees?- Pensaba que la actitud del otro era bastante hipócrita por así decirlo, se la pasan diciendo que todo era una mentira para luego mandarlo a callar con algún escrito -Llevas haciendo lo mismo los últimos 20 años- Sonaba bastante molesto, aunque no llegaba a gritar por el leve miedo de que alguien lo escuchara
El de ojos aguamarina lo miraría intentando ver si en realidad hablaba enserio y que dejara de exagerar tanto, pero el de ojos azules es tan malo interpretando las cosas que al de cabello rubio no le quedó de otra más que hablar
-Eres más irritante mientras más años pasan- La habitación se quedaría en silencio unos segundos, ninguno quería empezar a hablar, provocar una posible pelea y tal vez terminar besándose como las últimas veces... -Deja de ser tan insistente acerca de esto-
-Yo no soy irritante, tu solo... solo eres el mismo idiota que creía que iba a cambiar- Hablaría bajo para luego levantarse y disponerse a salir del cuarto mientras intentaba no escuchar las quejas del otro, realmente tenía mejores cosas que hacer
Solo le quedaba observar como el otro sé iba, pero no pensaba dejarlo ir sin recordarle algo muy importante -¡Ni siquiera se porque me sigues esperando, o porque crees que puedo cambiar después de tanto!- Sería lo último que diría el rubio antes de ver al otro terminar de irse, no quería pensar que estaba haciendo las cosas mal, aunque el mismo sabía que era una basura
Se podían escuchar algunos pasos por un corto pasillo, no eran de una persona si no se dos más en específico la de morados cabellos junto al peli menta caminas tranquilamente por un pasillo, aunque ninguno hablaba se podía notar que no tenían idea de a donde iban
-¿Puedo saber a dónde vamos?- Pregunto el de ojos verdes, intentando sacarle algo de conversación a la femenina
La de cabellos morados no le prestaría mucha atención a la pregunta pero aun así se dignó a contestarle algo -No lo se... Solo camino- Esa seria su respuesta, en verdad no tenía idea de a donde iban, solo seguía hacia adelante sin rumbo
Y hubiera seguido caminando así si el otro no la hubiera agarrado del brazo frenándola al instante -Claro y justo caminas hacia donde menos personas van en la noche- Hablaría aquel de ojos verdes mientras la juraba hacia el haciendo que está lo mirara fijo -No puedes mentirme, te conozco hace demasiado y se perfectamente cuando lo haces-
-No te estoy mintiendo ¿Porque lo haría ahora?- Respondería la femenina mientras colocaba sus manos en los hombros de aquel -Ademas ¿Que ganaría yo con traerte a un pasillo vacío?- Sonaba seductora por más raro que pudiera parecer eso, incluso le había dado un leve nerviosismo al otro
-Deja de hacer eso...- Pronunció con un leve nerviosismo, aunque no pudo evitar sonreír leve ante las palabras que aquella daba
La de ojos grises reiría leve por las palabras del contrario, venga no podía creerse como podía ser el mismo desde hace años... y no es que ella fuera tan diferente -Yo no hice nada- Sus palabras intentaban sonar relajadas aunque no quitaba por completo el tono de voz que había usado antes
Luego de eso solo se quedarían ahí mirándose, sin muchas intenciones de seguir caminando
-¿Sería raro...?- Pronunciaría él mientras movía un poco su cabeza para poder ver mejor a la de grises ojos
Mientras aquella pensaba que responder solo suspiro algo lento -¿Que sería lo raro?- Sonó dudosa y algo curiosa al mismo tiempo aunque ya tenía fórmulas algunas ideas de qué podría decirle el de mentas cabellos
Antes de responder, el pasaría su mano de forma suave por la mejilla que aquella así levantando un poco su cabeza -¿Sería raro que empezamos a besarnos de la nada?- Terminaría la pregunta que antes hizo esperando una respuesta
-Deja de decir tonterías- Esa seria la única respuesta dada antes de que aquella de cabellos morados acercara su cara a la de aquel lo suficiente como para que se mezclaran sus respiraciones
Así no compartirían ninguna otra palabra, solo se quedaban con una mirada fija en el otro hasta terminar uniendo sus labios de forma suave y a la vez el de ojos verdes pasaba la mano que ante tenía puesta en la mejilla de aquella por la cintura de la misma con algo de fuerza
Y nada dura por siempre así que se separaron a los minutos, aún seguían mirándose como antes -Luces muy diferente a como te veías hablando esta mañana- Hablaría la femenina en referencia a lo diferente que solía comportarse
-Sabes que soy de contradecirme a mi mismo...- Esa seria la respuesta que daría, pero bueno no había forma mejor para hacerlo -Aunque no puedo contradecir a mis pensamientos cada que pienso en lo mucho que te quiero-
Una risita saldría de los labios de la de cabellos morados, amaba lo cursi que el de ojos verdes podía ser -Eres todo un caso... ¿Vienes conmigo? Voy a dormir- En realidad no sonaba como si fuera a dormir pero no había porque tomarle importancia a eso
-Si claro a "dormir"- Le daría una mirada curiosa a la femenina para soltar el agarre de su cintura y seguir caminando con ella -¿Sabes que no te creo?- Así le preguntaría esperando alguna respuesta mas seria por parte de la de ojos grises aunque solo consiguió un "Como sea"
Solo siguieron caminando a dónde iban, quizás hicieron alguna estupidez por el camino pero no lo suficientemente grave como para preocuparse
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En otro lado estaba el rubio dando las últimas palabras de la noche, ya que después de aquella discusión que había tenido se dio cuenta que le correspondía dar la misa de esa noche
-....Por eso, por honrar, por hacer a enorgullecer a nuestro señor y a su libro sagrado, por ninguna razón llegaremos a ser capaces de romper sus leyes- Pronunciaba las palabras tal y como si supiera de memoria cada verso u oración escrita en el libro -No romperás tus votos de castidad, no cuestionaras, preguntaras o dudaras sus palabras o bien pueden irse al infierno-
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