♡ Capítulo 07. ♡
Estábamos frente a Genaro, estaba muy bien vestido el chico, realmente quería dar una buena impresión, me pregunto si es por mí o por Jacquie.
–Descuida, fuimos nosotras quienes llegamos más temprano –dijo Jacquie mirándolo sonrientemente.
–Menos mal, creí que había llegado muy tarde.
–Bueno, ¿Qué tal si nos vamos a comer? –dije yo.
–Oh claro, vengan, traje mi auto –dijo él y comenzamos a seguirlo.
Llegamos a un lindo auto, bastante lujoso por cierto, por lo que se ve, Genaro es de dinero. Jacquie se subió del lado del copiloto, era obvio, así que yo me subí en la parte de atrás.
–¿Y a dónde les gustaría ir? –preguntó el chico.
–Pues donde sea me da igual –dije yo.
–A donde tú quieras ir Genaro –dijo Jacquie.
–Muy bien, entonces las llevaré a un lugar especial, no es un lugar muy prestigioso, pero cocinan muy bien.
Él manejo por unos minutos hasta que llegamos a un lindo restaurante, tenía un bello jardín, lindos árboles de frutas, manzanas, naranjos y mangos.
–El lugar es lindo, lo hace ver como si estuviera en el campo –dije mirando el lugar.
–Y no solo se ve lindo, su comida sabe increíble.
Genaro estacionó el auto y bajamos, entramos al lugar el cual era aun mejor por dentro. Tenía lindas plantas y una linda fuente en el centro. Caminamos hasta llegar a una linda mesa, cerca de una gran ventana. Tomamos asiento y una mesera se acercó a tomar nuestra orden.
–¿Qué van a ordenar? –dijo amablemente.
–Yo quiero un mole poblano –dije mirando la cartilla.
–Yo quiero un spaghetti a la boloñesa –dijo Jacquie.
–Yo te voy a pedir una ensalada de pollo –dijo Genaro.
–Muy bien en un rato llegan –dijo anotando todo para después irse.
Se alejo dejándonos solos.
–Y, ¿De dónde se conocen chicas? –preguntó él.
–Nosotras nos conocimos en Canadá, en 6to semestre de preparatoria –dije.
–Así es, gracias a nuestros papás –dijo ella.
–¿Y cómo fue?
–Bueno, resulta que mi papá es doctor –comencé a contar–, pero ya ves que a veces ni la ciencia ni la medicina curan a las personas, entonces mi papá tuvo que intervenir a una mujer que esperaba a su bebé, por más que hizo lo que pudo la mujer murió con su bebé, el esposo estaba tan molesto que demando a mi papá, pues imagínate, perdió a su esposa y su hijo. Así que llevo todo eso a un juicio, el papá de Jacquie es abogado, así que mi papá estaba buscando un buen abogado cuando dio con el papá de Jacquie, así que él lo defendió, liberaron a mi papá y pues él y el papá de Jacquie si hicieron muy buenos amigos.
–Después de la fiesta de navidad, el papá de Astrid hizo una fiesta y fuimos invitados, así que ahí la conocí, como era la única chica de mi edad estuvimos toda la noche juntas, hasta que después notamos que nos llevábamos muy bien, así que seguimos reuniéndonos, y solo así nos hicimos las mejores amigas –dijo ella abrazándome.
–¿Y desde entonces son amigas?
–Así es –dijimos al mismo tiempo.
–Que bien.
Después de unos minutos llegaron con nuestras órdenes, comenzamos a comer y si me permiten, esto esta increíble, sabe muy bien.
–¡Esto sabe muy rico! –dijo Jacquie.
–Es verdad, está muy bueno.
–¿Lo ven? Les dije –sonrió él.
Al terminar la comida, decidimos ir al parque, ellos iban un poco adelantados, cuando me encontré a Jeff, jugando con un pequeño pug, me acerqué a él.
–Hola Jeffrey –lo saludé.
El volteo y me sonrió.
–Hola Astrid, ¿Cómo te va?
–Muy bien, ¿Y qué haces?
–Juego con blink –señaló al perro.
–¿Así se llama tu perro? –pregunté burlona.
–No es mío es de Sarah, se supone que es ella la que lo saca a pasear, pero como ella está castigada, tuve que venir yo.
–Aww que lindo hermano –sonreí.
–Ya lo sé, y dime... ¿Qué te trae por acá?
–Se supone que vine a una, ¿Cita? Si así le puedo llamar, con Jacquie y su chico enamorado.
–¿Jacquie está aquí? –preguntó con una enorme sonrisa.
–Así es, con su... enamorado.
–Oh –borró su sonrisa–, creí que venían las dos solas.
Yo solo negué, Jeffrey estaba que se moría de amor por Jacquie y ella apenas y notaba su presencia. Nos sentamos en una banca mirando el pequeño lago, mientras le arrojaba migas de pan a las ardillas.
–¿Y por qué quisiste acompañarla con su cita?
–Se supone que yo venía a conocer al tipo, pero creo que se olvidaron de mí.
–¿Y es muy guapo? –preguntó él.
–¿Jeff, cuando le dirás a Jacquie lo que sientes por ella?
–¿De qué estás hablando? –preguntó nervioso.
–De decirle a Jacquie que la quieres, de eso hablo.
–¡Estás loca! ¡Yo no siento nada por ella!
–¿En serio? Luego luego se nota que la quieres, al mirarla, tus ojos se iluminan como no tienes idea, cuando mencionas su nombre, dices como cuando hablas de la persona amada, admítelo, estás enamorado de ella.
–Bueno sí, estoy enamorado de ella, pero y eso que cambia, si ella está bien ilusionada con ese tipo –dijo y volteamos a verlos.
–No sé qué decirte Jeff, nunca he pasado por algo así pero, espero pronto puedas superarlo, Jacquie está muy flechada con ese tipo.
–Lo sé, por eso no diré absolutamente nada, dejare que ella sea feliz con ese tipo, pero si me llego a enterar que le hizo daño lo va a pagar.
–Me alegra que te preocupes por ella y la dejes ser feliz –sonreí.
–Lo que hace uno por amor, bueno... ya debo irme, nos vemos esta noche.
–Claro, nos vemos.
Él se fue llevándose su pequeño perrito, yo me levanté de la banca y caminé hacia los tortolos que iban muy tomados de las manos. Después de eso todo fue un desastre, por que Jacquie y Genaro se perdieron por ahí dejándome sola, así que tuve que regresar caminando a mi casa. Al llegar estaba Joseph hablando por teléfono y se le oía muy angustiado y nervioso. Al verme colgó y se me acercó.
–Astrid, rápido, mamá está en el hospital, parece que ya se va a dar a luz.
–¿En serio? –pregunté emocionada.
–Si, vamos –salimos de la casa y nos montamos en su auto.
Al llegar al hospital, Joseph preguntó por Miriam a la recepcionista, la cual no dejaba de mirarlo, ¿No entiendo que tanto le ven? Cuando le dijo lo que queríamos saber, salimos corriendo hacia la ubicación y al llegar, afuera de la habitación estaba mi papá caminando de un lado a otro, se le veía nervioso.
–¡Papá! –grité y me acerque a él–. ¿Cómo está Miriam?
–Adentro.
–¿Y por qué no estás con ella? –preguntó Joseph.
–Por qué no me dejaron entrar, Patrick fue quien la atendió y él no me dejo entrar.
–Solo espero que todo salga bien –dijo Joseph.
–Ya verán que todo saldrá bien –dije yo y abracé a mi papá.
Después de una hora y media, Patrick otro médico, salió de la habitación con una gran sonrisa.
–¿Cómo está Miriam? –preguntó mi papá.
–Ella está muy bien, al igual que tus pequeños –dijo él.
–¿Pequeños? –preguntamos los tres al mismo tiempo.
–Felicidades Richard, has tenido unos lindos gemelos, un pequeño y una linda niña.
–¡No puede ser! –dije emocionada.
–¿Estás hablando en serio Patrick? –decía mi papá nervioso.
–Así es, pero no te quedes ahí pasa a verla.
Mi papá aún sin poder creerse la noticia, entró a la habitación, yo me senté en una banca, me sentía muy feliz, dos hermanitos, un niño y una niña, esto es lo mejor de todo.
–Nunca pensé que mi mamá fuera a ser feliz de nuevo –dijo él sentándose a mi lado.
–¿Estás feliz?
–Pero claro que sí, tendré dos pequeños hermanos, una hermana a quien proteger y un hermano para enseñarlo a...
–¿A como ser un patán como tú? –lo interrumpí–. Si es así olvídalo, no dejare que hagas a mi hermanito un cretino con las chicas como tú.
El se me quedo mirando y yo solo me encogí de hombros, simplemente le había dicho la verdad. Después de unos minutos mi papá salió y dijo que podíamos entrar, así que lo hicimos, al entrar abrace a Miriam y bese su mejilla.
–Me alegra que estés bien mamá –dijo Joseph.
–Felicidades... mamá –dije mirándola.
Ella me miró con los ojos llorosos y sonrió.
–Gracias, hija mía.
Pude ver a mis hermanos, el pequeño tenía su cabello rubio como el mío, pero sus ojos eran color marrones, como los de Joseph. En cambio la niña, tenía el cabello oscuro como el de Joseph, y sus ojos verdes como los míos.
Esa misma noche papá se quedó a dormir en el hospital, quería cuidar de Miriam y los pequeños. Yo me regrese a casa en el autobús, pude haberme ido con Joseph, pero sinceramente ya no pienso estar más cerca de ese patán.
Y menos mal no estaría mi papá, así con más libertad podría irme a la bodega, me puse un atuendo especial y mi pequeña mochila. Al salir de la casa Joseph estaba afuera con los brazos cruzados y mirándome serio.
–Genial –susurré.
–¿A dónde se supone que vas?
–Pues supongo que ya has de saber, no sé para qué preguntas.
–¿Tienes como irte? La bodega está algo lejos.
–Puedo tomar el autobús.
–¿Y de regreso? Salen hasta las 2 de la mañana y a esa hora no hay autobuses.
–Le puedo pedir a Jeff que me traiga.
–¡Estás loca! Eso no va a pasar.
–¿Por qué no? Jeff es mi amigo y el haría lo que yo le pidiera, así que dudo que se niegue a traerme.
–Ya te dije que no y no es no.
–Haber Joseph, no recuerdo haberte pedido permiso, así que yo me voy –dije tratando de pasar pero él no me dejo–. ¡Joseph déjame pasar! –grité.
–¿Quieres ir hasta allá? Lo harás, pero te llevaré yo y te traeré.
–Sabes que los ensayos terminan tarde, mañana tienes examen a primera hora.
–No me importa, no permitiré que te vengas con un desconocido.
–Jeff no es ningún desconocido.
–Para mí sí, no pienso arriesgarme a que te haga algo.
–Mira si eso es lo que te preocupa entonces me voy sola, por que tu eres quien más daño me ha hecho, en cambio él no.
–Bueno, ya dije, lo tomas o lo dejas.
–Bien, vámonos.
Él sonrió y se quitó de mi camino, me subí a su auto del lado del copiloto y después él se subió del lado del piloto. Puso el auto en marcha hacia la bodega y al llegar me baje y entre a la bodega corriendo. No soportaba estar con él ni un momento más.
Cuando entre a los vestidores de mujeres salude a las chicas y me puse lo que traía en mi mochila. Cuando estaba lista salí hacia la sala principal, donde ahí estaban todos los demás.
–Que bueno que hayas llegado Astrid –dijo José Luis sonriéndome.
–Sabes que nunca me perdería de venir aquí.
–Bueno, la otra vez, las chicas practicaron, ahora es el turno de los chicos, así que chicas, vayan a sentarse que ahora les toca a los chicos ensayar.
Todas nos alejamos y los chicos se colocaron en la pista, la música comenzó y ellos empezaron a bailar.
https://youtu.be/iNz6nsUIuAU
Yo por mi parte me fui a sentar justo a lado de Joseph, mientras miraba bailar a los chicos.
–Es increíble que te guste ver chicos bailar unas tontas canciones de Kpop, ¿Por qué bailan esas canciones?
–Por que son más movidas, además fueron las únicas que José Luis encontró con la coreografía completa.
–Pues que mal gusto tiene ese José Luis, habiendo muchos Dj's como Marshmello, Avicii, Alan Walker, Calvin Harris y Martin Garrix –dijo enumerando con sus dedos.
–Pues si tanto sabes de eso, por que no le dices a José Luis, que es un pésimo en buscar música.
–Pero claro que lo haré –dijo levantándose de su silla.
Abrí mis ojos a tope, ¿Qué pensaba hacer el torpe?
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♡ Dato curioso ♡
Lo que dijo Joseph, era cierto, la mayoría de las canciones que pondré son música Kpop ya que eran las únicas con las coreografías completas, busque de otras canciones pero me salían incompletas o muy cortas y yo buscaba toda la canción completa, espero no se molesten por poner más música de Kpop que cualquier otra, además de que me gusta mucho el Kpop.
Bueno, les tengo dos noticias, no sé si alguna vez les mencioné que trabajaba, bueno si no lo hice ahora se los digo y digo trabajaba por que ya no, mi contrato se venció y ahorita con lo de la cuarentena no me lo renovaron, por esa razón no actualizaba tan seguido, pero como ya estaré de floja en mi casa, trataré de hacerlo más seguido, ok.
Bueno, sin más que decir me despido, espero les haya gustado el capítulo de hoy.
Nos leeremos después. Bye ;)
Publicado: 17 de Mayo del 2020.
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