♡ Capítulo 01. ♡

«Mi sueño siempre ha sido bailar, en ser una gran bailarina, llegar a ser como el gran Michael Jackson, bueno... obviamente jamás podré estar a su nivel, pero si me gustaría ser una gran bailarina. Desgraciadamente no cuento con el apoyo de mi papá»

–Hola niña –oí la voz de mi mejor amiga detrás de mí.

Yo me di la vuelta.

–Hola Jacquie, ¿Cómo estás?
–Pues se puede decir que bien, pero mejor dime... ¿Cómo te fue a ti anoche?
–Pues me fue super bien, no gané pero quede en segundo lugar –sonreí.
–Menos mal, por cierto, ¿Aún no le dices nada a tu papá?
–No y será mejor no decirle nada, si se entera lo que hago me mata.
–¿Por qué te mataría tu papá Astrid? –escuché una irritante voz detrás de mí.

Me di la vuelta encontrándome con la persona más fastidiosa del mundo.

–Sea lo que sea, es cosa que no te importa Joseph, así que por qué no te vas con tu estúpida novia.
–¿Qué? ¿Celosa?
–¡¿Yo celosa?! –dije burlándome–. Ya quisieras que estuviera celosa de esa niña estúpida.
–Vámonos Astrid, no vale la pena –dijo Jacquie tomándome del brazo.

Nos alejamos de ahí dejando a Joseph atrás de nosotras.

–¡No lo soporto! –dije fastidiada.
–Lo sé, ni yo lo soporto, pero no puedes hacer nada –dijo encogiéndose de hombros.
–Es una real molestia y deberías verlo en la casa, un verdadero entrometido.

Así es, como lo leyeron, el estúpido de Joseph vive en mi casa, ¿Por qué? Bueno es una historia algo larga, y algo que no valdría la pena contar, pero deben saberlo así que ni modo.

Joseph Wilson y yo, fuimos mejores amigos todo el transcurso de la secundaria, siempre estábamos juntos en todo momento, no íbamos a ningún lugar sin la compañía del otro. ¿Qué fue lo que pasó?

Bueno, al entrar a la preparatoria todo seguía igual, hasta que... Resulta que cada semestre los clubs se quedan sin gente, entonces al inicio de cada semestre, comienzan a ver vacantes en estos, para que la gente se una y a Joseph le intereso entrar al club de futbol soccer, así que fue a las audiciones.

Su gran manera de jugar impactó tanto al entrenador Frank Valdez que lo integro al equipo. Así que Joseph comenzó una nueva etapa de su vida, ser un futbolista, él era feliz y yo lo era, no tendría que haber ningún problema, pero después fue cuando nuestra amistad se echó a perder. Al comenzar como futbolista, comenzó a ganar fama, comenzó a juntarse con los populares de la escuela, dejándome de lado.

La popularidad fue tanta para él, que comenzó a comportarse como ellos, humillaba a los demás, andaba con una chica distinta cada semana, pero eso no es todo... entre todas las personas que él humillaba yo estaba ahí, no sentía culpa ni nada al hacerme todo ese tipo de cosas, cosa que a mí me ponía muy mal, por que éramos amigos desde la primaria. Pero sabía que nuestra amistad algún día terminaría, jamás me imaginé que sería tan pronto.

Cuando entre a tercer semestre, papá recibió una oferta de trabajo en Canadá, pero pensó que yo me opondría, pero en cuanto me lo dijo no lo pensé dos veces y acepte. Nos mudamos a Canadá, ahí dure lo que fue el resto de la preparatoria, y todo iba bien cuando me enteré de algo... desagradable.

Verán, mi papá es un gran doctor, muy reconocido en la ciudad y mientras estábamos en Canadá, conoció a quien sería su enfermera ayudante, siempre me contaba de ella, pero jamás me dijo su nombre por más que yo le preguntaba, nunca me lo dijo. Después de un año y medio de que papá salía con esa mujer, dijo que le propondría matrimonio, que él quería rehacer su vida, a lo que yo acepté, así que le pedí que me llevara a conocerla, por qué a pesar de que salía con ella ya un tiempo, no se me daba la oportunidad de conocerla, así que papá organizó una cena en la casa, todo iba bien, hasta que llegó ella.

Cuando la vi no podía creerlo, por eso papá no me había dicho su nombre, era Miriam Hernández, une mujer de descendencia colombiana o como yo la conocía: "La mamá de Joseph". Ella era una enfermera en práctica cuando nos mudamos a Canadá, ya estaba por terminar y recibir su certificado de enfermera capacitada, así que cuando se graduó la transfirieron a Canadá y justamente a donde trabaja mi papá.

Cuando se casaron, Joseph estaba ahí, con su novia, una chica de cabello castaño muy torpe la verdad, de nombre Karen Torres, una chica plástica y materialista. Y esa es la historia del cómo es que ahora Joseph vive en mi casa.

–No tiene caso molestarse por él Astrid, mejor vámonos a clase.
–A veces me gustaría decirle a mi papá la verdad –dije desanimada.
–¿Cuál verdad?
–De que hago baile por las noches y que quiero dejar la medicina.
–Si haces eso, date por muerta Astrid.
–Lo sé, mejor vámonos.

Ambas entramos a la clase de Biología, sinceramente él día más aburrido del mundo, no había momentos en los que me moría de sueño, excepto en la parte en la que la tonta de Karen fue golpeada con un balón de básquet en la cara, eso fue realmente épico.

Horas más tarde llegué a mi casa, Jacquie tuvo la amabilidad de llevarme a mi casa, ya que Joseph se fue con su novia al cine, o eso me dijeron, pero a mí no me hacen mensa, yo sé que se fueron a un motel, pero en fin, sea como sea no es mi asunto. Estaba en mi habitación realizando mis deberes de la escuela justo cuando entro Miriam por la puerta.

–Hola Astrid –sonrió.
–Hola Miriam –le sonreí.

Una cosa es que su hijo y yo nos odiemos, pero cuando éramos mejores amigos, su mamá me quería muchísimo, como yo a ella, además ella no tiene la culpa que su hijo se haya vuelto tan imbécil.

–¿Cómo les fue en la escuela?
–Muy bien, pero siéntate, sabes que debes cuidarte y al bebé también.

Después de que Miriam y mi papá se casaran, a los 3 meses nos dieron la noticia que iban a tener un bebé, eso me alegro por que ya no sería hija única.

–Tú y tu papá me cuidan mucho –sonrió.
–Es por qué queremos al bebé y a ti obvio.
–¿Dónde está Joseph?
–Se fue con Karen al "cine" –hice comillas con los dedos.
–Bueno, así no pongo más platos en la mesa –sonrió. Se levantó de la cama–. En un momento bajas, la comida estará lista –dijo y salió de mi habitación.

Al terminar de hacer mis deberes, tome un rato mi celular y me dedique a escuchar música. "Make A Move" de Icon For Hire empezó a sonar por los audífonos, ganándome el sueño por completo.

De repente sentí unos ligeros movimientos, abrí los ojos despacio encontrándome con el rostro de Joseph muy cerca de mí.

–¡¿Qué rayos crees que haces?! –grité haciéndome hacia atrás.
–Bueno, mamá me mando a que te dijera que la comida ya esta lista –bufó.
–Bueno... ya me dijiste, ya te puedes largar.
–Como sea, bye looser –dijo saliendo de mi habitación.

Me levanté de la cama, me coloqué mis sandalias y salí de mi habitación. Cuando llegué al comedor, ahí estaban mi papá con Miriam, al igual que Joseph y su novia... Karen.

–¡Hola Astrid! –gritó con su voz chillona.
–Hola –dije sin darle importancia.
–Bueno, ya que estamos todos reunidos podemos empezar a comer –dijo Miriam.

Dimos las gracias y empezamos a comer, estábamos en un silencio total, ni siquiera la estúpida de Karen decía cosas sin sentido, y así seguimos hasta que papá decidió romper el tedioso silencio.

–Y... ¿Cómo les va en la escuela?
–Pues bien... creo –contesté.
–A mí me va super bien, el profesor Caleb dijo que soy el número uno –dijo mirándome con algo de burla.
–Bueno, es normal, eres el único que saca 6, una décima más que los demás, obviamente eres el número uno –le respondí.
–Muy graciosa –dijo serio.
–Y tú Karen... ¿Cómo te ha ido en la escuela?
–Pues a mi muy bien, hace poco di un examen oral y saque 10.
–¿Un examen oral? Vaya –dijo Miriam sorprendida.
–Un examen de anatomía –susurré.

De repente sentí un leve golpe, alce mi mirada y era Joseph mirándome con una ceja alzada. Yo solo le sonreí y le mande un beso y continúe comiendo.

–Eso está muy bien –dijo mi papá–. Astrid, me gustaría que tú llegases a ser una gran doctora, y que algún día seas tan reconocida como yo –sonrió orgulloso.
–Seguro –dije desanimada.

☯☯☯

El reloj marcaba justamente las 11:30, estaba saliendo de mi casa con un atuendo negro y además una enorme mochila. Llegue a la esquina de la calle y un mini Cooper blanco me esperaba ahí.

–¿Ya estás lista? –dijo la persona que conducía el auto.
–Mas que lista –sonreí.

Después de un corto viaje, llegamos a una bodega enorme, donde habían unos 4 autos estacionados, hasta que reconocí un BMW rojo.

–Ya llego Joshua –afirme.
–Así parece –dijo mi acompañante.
–Bueno, eso no tiene que preocuparme por qué, José Luis me ha dicho que soy la mejor.
–Amiga, no es por qué no crea que eres una gran bailarina, pero José Luis solo quiere llevarte a la cama, es obvio que dirá lo que sea con tan de convencerte.
–Bueno, admito que su manera de comportarse conmigo es diferente a como habla con los demás, pero no por eso quiere decir que quiere algo conmigo Jacquie.
–Yo solo digo que te cuides, no quiero que ese hombre te haga daño.
–Lo haré.

Ambas bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada de la bodega. Dónde ahí estaban todas las personas con quienes practicaba.

–Hola Astrid –me saludó Jeffrey, un chico de cabello rojo y rizado, un gran amante de la música electrónica.
–Hola Jeff, ¿Qué pasa?
–No mucho, solo que Joshua ha regresado.
–Si lo note, su auto está afuera.
–¿Crees que esto afecte al grupo?
–No lo sé, José Luis es ahora el entrenador, obviamente Joshua pasara a ser un simple bailarín.

Segundos después llegaron Joshua y José Luis.

–Chicos acérquense –todos nos acercamos a ellos.
–Como Joshua era su antiguo entrenador, él pasara a ser el entrenador suplente –dijo José Luis–. Cuando yo no venga o algo, él seguirá con la coreografía, recuerden que tenemos campeonato a finales de Diciembre y debemos ganar.
–Sinceramente no veo por qué debamos ensayar más –dijo Jeff–. El equipo está completo, además para Diciembre quedan como 5 meses, en una semana nos aprendemos el baile y listo.
–Si Jeff, pero... a veces viene gente de otros equipos y roban nuestras coreografías, debemos ensayar varias coreografías, veremos cuál de todas usan, para nosotros usar la que no se sepan –dijo Joshua.
–Si me permiten opinar –mencioné–, que les parece que si solo ensayamos 2 coreografías, una aquí en la bodega y la otra abajo en el sótano, en el fondo no hay ventanas, es imposible que nuestros rivales la vean, cuando la vayamos a usar en el campeonato final la usamos y puede que ganemos con esa.
–Me agrada tu idea Astrid –me sonrió José Luis de una manera muy... rara, de repente me puse nerviosa.
–Pues no se diga más, comencemos con las prácticas –dijo Joshua.

Estuvimos mirando las coreografías que usaríamos, por que aún así haríamos varios bailes, para las pruebas, para la semifinal y la final, así que si practicamos dos por evento, serían en total seis bailes que debemos aprender, supongo que los 5 meses es más que tiempo suficiente para ensayar.

☯☯☯

Eran las 5:40 de la madrugada cuando entre a mi casa, caminé hasta llegar a la cocina y robarme algo del refrigerador ya que me moría de hambre. Logré tomar una manzana y cerré el refrigerador.

Salí de la cocina dispuesta a subir a mi habitación, cuando...

–¿Dónde estabas Astrid? –dijo una voz detrás de mí.

«Estoy muerta» pensé.

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Primer capítulo de esta linda historia, solo espero que les haya gustado como los siguientes capítulos, nos leeremos en el próximo capítulo.

En multimedia les dejo el atuendo negro que uso Astrid ;)

Publicado: 12 de Marzo del 2020.

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