04 || Recuerdo amargo
Como era de esperarse todo el lugar estaba enterado de lo que estaba pasando, y el suceso más reciente eran las audiciones para cantar la canción principal de la nueva película.
La grabación de la película empezaba más tarde asi que Penny Forrester decidió ir un rato al "mall" a llevar a bañar a Bolt, el centro comercial donde estaba era "pet-friendly" por lo mismo de que la empresa que se encargaba de la higiene de los perros se encontraba dentro de este, usualmente decidía comprarse un helado de yogurt mientras esperaba a que saliera pero esa vez se decidió por un café.
Para ser una chica que en pocos meses cumpliría 15 años era bastante organizada tanto en su tiempo como en su dinero, sabía cuánto gastar en sus mascotas, en ropa y zapatos y cuánto en sus antojos de vez en cuando.
Se sentó a esperar en el café mientras su madre entraba a una tienda de zapatos, toda la semana habían estado entrando personas: niñas, niños, jóvenes a hacer las audiciones pero hasta ahora no habia tenido tiempo de detenerse a socializar. Jugueteaba con su celular aburrida e incluso no se dió cuenta de cuando la llamaron para entregarle cu café.
(Los diálogos de Penny son en inglés pero la verdad me da flojera escribirlos en inglés y traducirlos, quizás lo haga con el tiempo)
-Riley- llamó Penny a su mejor amiga, ella vivia lejos, pero siempre que podían se visitaban.
-Forrester, que gusto escuchar sobre ti ¿Cómo estás?-.
-No seas mensa hablamos ayer. Bien de todas maneras, en un rato entro a trabajar. Ya no nos faltan tantas escenas-.
-Me da gusto, ¡ya quiero que me invites al estreno!- se hizo un silencio, Riley sabía que arruinaría la conversación pero se decidió a sacar el tema. -Y... ¿Qué pasa con lo de Hiro?-.
Penny se apoyó en la mesa con los codos y hundió la cabeza con desesperación mientras mordia el pequeño popote de su vaso. No le agradaba recordarlo, y aún la remordía. Riley sabía que su amiga tenía que superarlo y aunque le dolía verla mal consideraba correcto recordárselo, ya había pasado mucho tiempo pero sabía que Penny aun se sentía culpable.
-¿Podemos cambiar de tema?- dijo Penny entre dientes.
-Penny- la regañó su amiga en el teléfono. -Lo que pasó no fue tu culpa, no tienes que seguirte atormentando por eso-.
-Espera, creo que ya salió Bolt- dijo Penny tratando de cortar la llamada.
Riley rodó los ojos y solamente soltó el teléfono cuando su amiga colgó dejándolo caer en su cama y preparándose para un entrenamiento de hockey.
Penny le dió un trago amargo a su café, ya no le supo igual y eso que el "moka" era uno de sus favoritos.
Caminó rápidamente a la estética porque le tenían que poner extensiones para la película, claro que podían ponerse las los estilistas y maquillistas de la película allá en el estudio pero le gustaba relajarse en el salón.
Bueno, cuando dije que Penny era cuidadosa con su dinero mentí un poco. ¡Pero vamos! a las adolescentes nos gusta gastar.
Se terminó su moka de un trago amargo y tiró el envase. Le agradaba ir al salón ya que se relajaba, se olvidaba de todo y se concentraba en como le arreglaban el cabello y en el color de sus uñas.
-Cariño, ¿Qué tienes?-. Preguntó su madre acariciendole el hombro. Penny no traía su habitual sonrisa si no que se veía sería, fruncía las cejas de vez en cuando y culpaba al sol que "le lastimaba los ojos" olvidando que estaban dentro de un edificio.
-Me duele la cabeza- dijo no muy convencida -es todo-.
Su madre sabía perfectamente que se trataba de Hiro, al principio le había parecido un bien muchacho, tierno y caballeroso pero de repente la relación con Penny se había venido abajo, pero no hablaré de eso ahora.
-Te sentirás mejor actuando- le respondió dándole un sirve masaje en el hombro mientras pagaba el estacionamiento -ya lo verás-.
La chica le dedicó una suave sonrisa y un abrazo rápido a su madre, ella tenía razón siempre llegar a set la hacia sentir feliz aunque a veces saliera cansada de ahí le encantaba, después del incidente con el incendio del cual casi no sale viva decidió buscar otro empleo y aunque su madre lo desaprobaba pronto se dió cuenta de que Penny no se rendiría en su sueño.
-Señorita Forrester, tarde de nuevo, la segunda vez en la semana- la alcanzó un señor bigotudo que era latino.
-Lo siento, no lo haré de nuevo- dijo sabiendo que efectivamente lo volvería a hacer.
-Llegamos justo cuando el protagonista le dice a la chica que no le perdonará la vida y ella ruega que lo haga...- Llegó corriendo otro que sostenía unas hojas con los diálogos.
-Ahi llega su hija a detenerlo y el la empuja bruscamente, si, si entiendo-.
-Bien, Penny- dijo sonriente mientras está guiñaba un ojo con algo de soberbia. Para después entrar corriendo al set en donde rápidamente le arreglarían la ropa para que pareciera sucia y quemada.
...
Hector habia decidido pasearse por el set, estába aburrido e impaciente hasta que vió a una actriz que al parecer hacia de la amiga de la antagonista.
-Tu que dices pepita, bonita ¿Verdad?- Dijo, mientras se agachaba a acariciar a su gato y está maullaba con desaprobación.
Le hablaron a la chica de lejos y está pareció voltear hacia donde estaba Héctor pero su fantasía se le pasó cuando recordó que era papa casada.
Miguel miraba desde la puerta con diversión, supuso que mientras Imelda no le hacía caso él no perdió el tiempo pero no dejaba de causarle gracia que la muchacha ni siquiera podía verlo.
-Ni una palabra chamaco- dijo avergonzado mientras Miguel asentía y entraba junto con él.
-Que dueños tan interesantes tienes- dijo Mittens desde aproximadamente un metro de pepita causandole el susto de su vida.
-¿Hablas?-. Dijo desde lejos mientras comenzaba a caminar. ¡Diablos! ese gato era extraño.
-No...-. Contestó pepita sientiendose extrañamente vulnerable.
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