02 || Un mundo nuevo

El sol pegaba con fuerza, hacia que la piel de nuestro protagonista brillara, traía puestos unos lentes oscuros y cuando se le ocurría bajarselos hacia su cara coqueta y se los reacomodaba, su tío manejaba un auto descapotable con un aire acondicionado que funcionaba a la perfección. ¿Qué podría ser mejor?

-¡Miguel! ¡Despierta! ¡Vas a llegar tarde al aeropuerto!- escuchó a su madre llamarlo, haciendolo despertar de un salto.

-Puedes dormir en el avión m'ijo solo no vayas a babear-.

-¡Abuelita!- respondió enfadado Miguel mientras escuchaba a su abuela burlarse a lo lejos.

Se apresuró a bajar una maleta del armario y buscar suficiente ropa para el viaje, además de llevar su cargador del celular, sus audífonos y sus lentes de sol, después salió corriendo a la sala.

-Miguel- lo regañó su tío -no te van a dejar pasar el xbox en el aeropuerto-.

-¿¡Qué!?- dijo el haciéndose el desentendido -¿Xbox? Yo no traigo ningún xbox-.

-Entonces, ¿Qué escondes bajo esa chamarra? Es verano, no la vas a necesitar-.

-Nada, nada tengo frío nada más-.

-Miguel- le regañó su padre con seriedad.

Se quejó y finalmente se rindió quitandose la chamarra con cuidado para no dejar caer el ordenador. Finalmente murmuró "eso no fue lo único que escondí" pero al parecer nadie lo había escuchado.

Fue un viaje largo hasta la capital, al parecer cuando su tío decía temprano se refería a las 10 de la mañana, no a las 12 ya que iba algo enfadado, fruncía los labios mientras conducía el auto de su padre, casi nunca lo usaba pero esa era la excepción, era eso o pagar mucho dinero por un taxi. El aeropuerto era enorme, desde la carretera podías ver unas máquinas enormes y aladas, en una de esas se subiria luego. Entraron por una de las muchas puertas que conducía el estacionamiento, Miguel se perdería solo ahí.

-Aqui tienes tú visa, tu pasaporte, dinero y tú boleto, no creo que vayas a necesitar nada más ya que tu equipaje es del tamaño del Everest m'ijo- enumeraba su madre mientras su hermana, tomada de la mano de su padre trataba de no llorar. Finalmente se soltó y corrió hacia su hermano haciendolo llorar también. -Voy a extrañarte- le dijo finalmente. Alejandro prometió tarerles regalos a todos antes de partir.

Miguel jamás había viajado en un avión hasta esa vez, su tío le había dejado estar junto a la ventana admirando las nubes y las montañas que pasaban debajo de ellos, incluso pudo ver un ave pero pasó muy rápido y no la reconoció. Finalmente en el último tramo conectó sus audífonos y se dispuso a cantar en inglés para practicar. Novato no era, pero era diferente hablarlo en vida real y no con Dante.

Al llegar al aeropuerto de Hollywood su tío le compró un jugo, Miguel se sorprendió al ver que todos los billetes eran color verde y no de colores y de que su tío no usaba las monedas. Después llamó a una persona para que fuera por ellos en un auto negro, vaya decepción no era descapotable, estaba cubierto de una cosa negra, bueno, al menos tenía aire acondicionado. Muchos más autos como ese avanzaban a un lado de ellos, parecía que competian entre ellos, aunque algunos se desviaban del camino de vez en cuando, había autos de diferentes colores y tamaños como rojos, azules marino, blancos, grises, plateados pero no había ningún asunto rosa, o verde aunque algunos pocos eran amarillos.

La ciudad era impresionante, llena de edificios, tiendas, centros comerciales que allá llamaban "mall" y casas de distintos tamaños y estilos. Llegó a escuchar incluso que algunas personas llamaban a las puntas de los edificios "penthouse". Que raro era ese lugar, aunque bien nosotros solemos llamar "raro" o "extraño" a todo lo que nos parece diferente. Entonces su tío lo volteaba a ver de repente y luego seguia hablando por teléfono. Miguel pudo escuchar como su tío respondía.

-Please give me until eight o'clock this evening, this kid has a lot of talent I swear you'll be very satisfied with the results of his audition-. Y afortunadamente pudo entenderle. (Por favor denme hasta las ocho está tarde, este niño tiene mucho talento, prometo que quedarán muy satisfechos con los resultados de su audición).

Miguel se sintió muy orgulloso y muy nervioso a la vez. ¿Que pasaría si no lo aceptaban? así que se dedicó a mirar por la ventana de nuevo. Si había podido aprender inglés, podría impresionar a un montón de personas que lo evaluarían.

Avanzaron un par de calles más hasta que llegaron a una que estaba a pocas cuadras de uno de los "mall", el auto los dejó al inicio de la calle, Alejandro pagó y el conductor se siguió perdiendose. Caminaron un poco hasta detenerse frente a una casa con puertas de cristal translúcido y bordes de cobre. El tío Alejandro abrió la casa y lo primero que vió Miguel fue una fuente de una diosa en el centro del piso de marmol, detrás de esta se veía el espacio de una puerta la cual daba hacia un patio acogedor adornado con farolas como las que había en las calles esta daba paso a un estacionamiento con capacidad para cuatro autos pero su tío solo tenía tres, a la derecha había unas puertas frencesas de madera que deban paso a un comedor enorme y dentro de este otras más pequeñas que daban paso a la cocina...

-Imagino que sabes tocar el piano sobrino- dijo Alejandro dejando sus llaves en la mesa y señalando al otro lado de la habitación donde había uno. Cuando Miguel negó con la cabeza el solamente le dijo que ya aprendería.

Del otro lado de la cuenta había un pasillo que terminaba en una oficina y en un lado de este había dos salas a diferentes niveles y una pantalla enorme. "aquí si está bueno para jugar Xbox" pensó Miguel. El pasillo conectaba con otro de el doble de largo con cuatro recamaras, de ese se podía salir al estacionamiento.

-Escoje la que quieras menos la última, esa es mia. Y bañate que nos vamos- dijo Alejandro dejando a Miguel cerca de la que estaba paralela a la oficina de su tío y esta escogió.

Este creo que se nota que sí lo edité.

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