Capítulo 3.

A pesar de que sabía que estaba embarazada otra vez, la Holly de 120Kg, se encontraba evitando cualquier tipo de ejercicio o actividad física. Mientras Ben ya alcanza el primer año de vida, ella pasaba gran parte de sus días con él y Zack, comiendo chatarra y otras cosas. La pareja tenía una televisión y un cómodo sofa dentro de su habitación, de esa manera cuando Holly despertará sólo tenía que rodar un poco y llegar al sillón para luego pedir su gordo y gran desayuno. Zack aún alimentaba a su esposa, usualmente con sus manos mientras sobaba su grande y gelatinosa panza, mientras esta hacía ruidos con la boca, gemía y eructaba de manera sensual y excitante. Él se ofrecía a ayudar cada que ella quería levantarse del sofa, ya que ahora con su nuevo y encontrado obeso cuerpo le costaba algo de trabajo alzarse del sillón, y usualmente sólo se levantaba por cuestiones de higiene. Ella pasaba ya gran parte de su tiempo sobando su panza a diferencia de cuando había comenzado. Zack pensaba que ella hacía esto más que nada para que cupiera más comida dentro de su panza, lo que lo impulsaba a alimentarla más. Había notado que la grasa se había ya distribuido en lugares que le agradaban, cómo debajo de su cuello, donde ahora se encontraba una atractiva papada. Holly estaba contenta con esta nueva vida de cerda, más que nada por la parte de estar gorda, decidiendo que en vez de gastar su dinero en ropa cara que le comenzaría a apretar en un par de días, podía ya sólo usar pants y blusas bastante grandes, para gastar el resto del dinero en pasteles y chocolate... nunca se había sentido tan gorda y floja en toda su vida.  

Una noche, mientras Zack preparaba la mesa para él y Holly, colocó un par de vegetales para él y 7 kilos de carne para ella y pensó en retar a Holly a otra cosa; "¿Si esta aumentando tanto de peso aún ahora que esta gorda, cuanto ganaría cuando su metabolismo comenzará a ser más lento?". Recordó haber leído un artículo online donde decía que en casos como los de Holly el embarazo puede resultar en bajar las defensas del metabolismo y subir el apetito por comida no saludable, convirtiendo a estas personas en cerdos comiendo durante aproximadamente unos 9 meses. Se excito bastante sólo pensando en la idea de su esposa llegando a los 130, 180, 270 o incluso a los 400Kg, mientras el la alimentaba por su lindo y bello camino hacia la inmovilidad. Su sueño despierto se acabó cuando escucho los pesados pasos de Holly acercándose a él, vestida en pura lencería negra. Su gorda panza salía por los lados y los botones a duras penas podían contenerse. Su panza se veía en casi todo su esplendor. Sus senos también parecían pelear con el traje, mirándose apretados y saliendose de los lados del mismo traje, parecido a su gorda panza. Su gorda y papadona cara tenía una mirada erótica, pero tras ver la comida frente a ella se transformo en una mirada de emoción y alegría, comenzando a saltar y a celebrar de emoción sobre la mesa antes de sentarse en una silla que chillaba y tronaba por su peso. Lentamente tomó uno de los pedazos, le quito el hueso y comió lentamente, dejando que la grasa de la carne se le embarrará en sus gordos cachetes. Zack se sentó, y pretendía que comía sus vegetales mientras miraba a su gorda esposa quien claramente trataba de comer civilizadamente hasta que se rindió y agresivamente se lanzó al plato, provocando que algunas fibras de su lencería salieran volando.  Lentamente pudo notar cómo su mujer se perdía en ese habito de cerdo al comer, y disfrutaba la deliciosa comida, siendo la grasa la parte que más le fascinaba del platillo. Mientras ella comía, Zack se le puso detrás, sabiendo que ya era momento de que el se divirtiera. Lentamente comenzó a desabotonar la lencería de Holly, y cuando logro hacerlo su gorda panza salió a relucir colgando. Con mucho entusiasmo ella lanzó un gigantesco eructo. Antes de regresar a comer, Zack jugo con la panza de Holly mientras esta comía. Su gordura era tanta que los dedos de Zack se perdían entre la grasa en la panza de Holly. "Es tan sexy", pensaba para sí mientras dejaba que su erección naciera al ver el cuerpo de su esposa que simplemente parecía no parar de crecer.  

Holly regresó a su platillo tras unos segundos, decidiéndose esta vez por el segundo pedazo de carne a comer, este siendo un poco más grande que el anterior. Esta vez se lo dio a Zack, y le dejo que esta lo sostuviera mientras ella se acercaba por él cómo un animal. Lentamente el la alimentaba, mientras esta se embarraba la grasa en la cara y se comportaba como un animal para ser alimentado. Sobaba su panza mientras todo ocurría, y tras un enorme ruido de su estoma, la lencería salió volando por completo. La única parte de su dignidad, quedó en dos pedazos del bra que le cubrían parte de sus pezones, los cuales pronto igual desaparecieron cuando Holly terminó el primer platillo, dejándola respirando pesado en la silla mientras sobaba su panza para calmar el ruido. Por un momento tomo consciencia de lo que pasaba, pero esto desapareció después de que Zack sacará un pastel con doble capa de chocolate, tomándolo con sus manos y cayendo al suelo después de que la silla no soportará más su peso, dejándola comiendo un pedazo de pastel a la vez, sabiendo que era más que capaz de hacer esto. Su desnudo trasero, sus senos y panza se movían mientras ella comía. Todo su cuerpo se esforzaba tratando de soportar todo ese peso nuevo, pero pronto se rindió y comenzó a comer cómo un animal más. Con su cabeza en el suelo y su boca en el platillo. Continuó comiendo de esa manera, hasta que tras cinco minutos logro terminar. Mientras comenzaba a tomar consciencia, lanzó un gigantesco eructo, y luego sin moverse volteó a ver a Zack; "Amor, ¿Me puedes cargar y llevar a la cama?". Él sonrío.

Él pensamiento de ver a su gorda esposa desnuda en el suelo, rodeada de grasa y pedazos de chocolate que aún lamía, le estaba enloqueciendo. "Haría lo que sea por ti, mi gordita". Holly puso su mano en su entrepierna y sonrío; "¿Que tal si después de esto cojemos un rato?... Osea, ya se que no puedo esforzarme mucho, pero tú puedes hacer todo el trabajo". Zack sonrío y abrazó a su mujer. Ella seguía comiendo las boronas; "¿Puedes traer más pastel?".  Zack río, ya que sabía que su mujer estaba hablando en serio. La cargo y la llevó a su cama, para luego decirle; "Te amo tanto, mi hermosa bola de grasa de 120kg". Ella lo tomó del cuello y le plantó un romántico y lento beso; "Yo también te amo. Pero bueno... pon otro bebé en mi panza para tener más excusas para comer y engordar". Mientras ella agarraba la parte más grande su panza y la apretaba, no se dio cuenta que estaba por comenzar su camino a la inmovilidad...

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