Capítulo 1.

Holly comenzó a despejarse del sueño mientras su alarma sonaba. Trató de apagarla, pero lo único que logro fue tirar su despertador de la mesita de noche. Molesta, arrimó su gordo cuerpo y se agachó para recogerlo. Mientras se agachaba, pudo notar todo el esfuerzo que le costó agacharse, incluso cuando estaba sentada. "Dios, he engordado un poco", pensó para sí, pero sabía que no había mucho para hacer al respecto. Después de todo, su tiempo de ejercitarse era ahora totalmente ocupado por su pequeño hijo Ben. 

Se levantó y fue al otro lado de su habitación a recoger al pequeño Ben de su cuna. Había comenzado a empezar a llorar, pero ella lo había ya recargado en su pecho, y mientras más lo hacía se podía notar más la calma del niño y volvió a dormir. "Gracias a Dios", pensó para si. Lo puso al lado de su brazo y bajo a la cocina. Recordó la noche anterior, y todo el desastre que había hecho en la casa y en el bar, Había bebido unas ocho botellas de cerveza, si no es que más, y había sido traída a casa por sus amigos sólo para sacar a la niñera de la casa y atascarse toda la noche con alcohol que tuviera y un helado, o incluso ambos. A pesar de eso, no había encontrado mucho, así que se había quitado los zapatos y tras cinco minutos de acostarse en su cama king size había caído rendida. Mientras no había encontrado mucho alcohol dentro de su casa, en el bar le habían dado lo suficiente para hacer crecer una pequeña panza cervecera en una noche. Está ahora salía del lado de sus pantalones, lo que le hizo desatarse el pantalón y andar en la casa con la panza de fuera. 

Algo lenta y cansada, llegó a la cocina. Puso a Ben en una silla alta para bebé, y comenzó a buscar en el refrigerador para encontrar algo rico para comer. Dentro de este encontró otras dos cervezas, y por alguna razón aún no se había comido unas cinco salchichas y unos seis pedazos de tocino, los cuales dejó a un lado suyo para sentarse en el sillón más cómodo de la casa. Mientras se sentaba le gritó a su novio; 

"¡Zaaaaack!", gritó Holly, y una voz rasposa a lo lejos le contestó.

De la puerta de la habitación, salió un hombre con una gigantesca sonrisa en su cara. Este observaba con fascinación cómo la panza de su esposa se notaba un poco más grande que el día anterior. 

"Hola amor, ¿Que quieres que haga?", preguntó Zack. Holly le señaló que cocinar y luego le plantó un beso en la boca. "No te preocupes bebe, tu siéntate y siéntete cómoda". Él se agachó, y Holly le alborotó el cabello. A Zack nunca le habían gustado las mujeres delgadas. Siempre había preferido a las chicas con algunos kilos de más, específicamente las que pesaban unos 300Kg. Holly no estaba aún cerca de este número, ya que apenas pesaba unos 80Kg, pero el podía notar que su apetito estaba creciendo y que su cuerpo parecía crecer con cada comida. Ella sabía que a él le gustaban las chicas gordas, y a pesar de que al principio se negaba a aceptarlo, con él tiempo llego a aceptar a Zack cómo era. En cambio, dentro de si, ella estaba totalmente alegre. Siempre había tenido un apetito gigantesco, y sus hábitos de comer cómo cerda habían sido reprimidos toda su vida, pero ahora con él, ella podía ponerse gorda y comer todo lo que ella quisiera. 

Algunos minutos después, mientras la boca de Holly se hacía agua con el olor de la comida. Zack se le acercó con un gran plato de comida para ella, y una pequeña rebanada de pan para él. El tocino estaba extra-grasoso, cómo a ella le gustaba, y las salchichas estaban hechas para que supieran el doble de buenas (teniendo el triple de calorías). Ben quedó dormido en los brazos de Holly, dejandoles un momento para conversar. Lamentablemente no lo hicieron. 

Justo cuando Zack ya estaba en una distancia para poder agarrar, Holly le arrebató el plato y comenzó a devorar lo que tenía con sus propias manos. Destrozó la carne de cerdo, y lo embarró todo en su rostro, cubriendo sus cachetes de grasa y comiendo de más, Antes de terminar tomó el plato y comenzó a comer como una cerda, cubriendo su rostro en grasa y terminándose todo el platillo en segundos.

Holly Carbo tenía una debilidad, una que le hacía que al ver un plato de comida se pusiera en el estado mental de una cerda, haciendo de su propósito el sólo comer para llenar su gordito rostro de grasa y luego sentarse para disfrutar su cuerpo ahora lleno de calorías. Mientras dejaba que el plato de plástico cayera al suelo, se extendió en el sofá, y lentamente se sumió en este hasta verse exactamente como una gorda floja se vería. Acarició un poco su panza, la cuál ahora estaba mas pesada y dejo abrir por completo sus pantalones.

"BURRRRRP", hizo durante muchos minutos, sin responder a ninguna palabra o pregunta, sólo preguntando por más comida, a lo que Zack con felicidad la obedecía. De sus trastes, él sacó un enorme pastel de chocolate hecho para unas 12 personas. Mientras Holly veía este sus ojos se iluminaban, pero se había convertido en una cerda mentalmente, así que incluso tenía flojera para levantarse y tomar el pastel, así que Zack le coloco este encima de su ya amontonada y notoria panza. Luego presenció cómo esta se devoraba el pastel, cada mordida resultando en un pedo y un eructo más grande de lo que ella posiblemente parecía ser capaz. Con cada pedazo que comía, sus pantalones parecían crecer mas y más hasta que llegó a sus panties. Cubrió su cara por completo de chocolate y lo comió sin sus manos, sólo mordiéndole de arriba cómo si fuera un animal. Zack observaba admirado, tratando de ocultar su erección mientras ella poco a poco se sumergía en lo que era ser una chica gorda.

Después de una hora de comer, atascarse, eructar y pedorrearse, Holly despertó de su estado de cerda y comenzó a sobar su panza completamente agotada de esta sesión de alimentación. Giró su cabeza y vio a Zack, ese fue el único movimiento que pudo hacer en el resto del día; "Te Amo", le dijo al chico y cayó dormida. Ahora pesando 86Kg, Zack comenzó a jugar con su panza sabiendo que ella sería una chica gorda. Mucho más gorda de lo que él podría imaginar.

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