Los cinco chicos se habían reunido en casa de Evelyn para arreglarse para el evento de esta noche.

Evelyn se encontraba en la cocina hablando con su esposo.

—En serio Ev, deja de meterte en cosas innecesarias. No quiero que corras peligro, no quiero pasarme la noche entera despierto esperando a que regreses para ver si estás bien. No quiero vivir con el miedo de que un día ya no regreses —Evelyn suspiró y lo abrazó fuerte.

—Amor no te preocupes, volveré — Aharon tomó el rostro de su hermosa esposa entre sus manos

—Más te vale que sea viva —ambos se besaron demostrándose cuanto se amaban y se sonrieron con ternura.

Entrelazaron sus manos y fueron hacia la sala. Nickolas y Aleck estaban sentados en el sillón jugando con Dereck.

—¡Mamá! Los tíos plometielon llevalme al cine a vel muñes —el pequeño de cabello negro corrió entusiasmado hacia su madre.

Evelyn lo cargó y besó sus cachetes con ternura mientras le acariciaba el cabello.

—¿En serio? Eso es genial bebé.

Crystal bajó las escaleras quejándose de que Kateline se demoraba mucho en arreglarse. Por detrás de ella apareció la rubia suspirando cansada de las quejas de la morena.

—¿Nos vamos de una? —preguntó Nick poniéndose de pie.

Los demás asintieron y lo siguieron. Evelyn se despidió de forma cariñosa de su esposo e hijo y subió al auto. Nickolas condujo hasta el lugar, al llegar se bajaron observando el gran letrero que decía "Blow" en letras rojas que alumbraban intensamente aquel callejón oscuro.

Los chicos avanzaron hacia el lugar vistiendo, vistiendo ropas negras, pantalones rotos y prendas de cuero. Caminaban con su habitual estilo y tranquilidad, como modelos en una pasarela o plumas flotando libremente en el aire.

Evelyn ajusto los guantes mitones a sus muñecas y dio tres golpecitos seguidos a la puerta de metal, la ventanilla fue abierta, unos feroces ojos miraban a través de esta, Evelyn sonrió relamiendo sus labios.

—Abre, Clover —la ventanilla fue cerrada bruscamente.

Un par de minutos después la puerta emitió un chirrido mientras era abierta completamente, el gigante musculoso con expresión de querer asesinar a un pueblo entero hizo una enorme reverencia ante Evelyn.

—Bienvenida, mi señora —pronunció con una voz increíblemente ronca. Evelyn le revolvió el cabello como si fuera un cachorrito mientras sonreía.

Clover se volvió hacia los demás y volvió a hacer una reverencia.

—Señores, bienvenidos sean todos. Disfruten el show de hoy.

—Claro que lo haremos —comentó Nick entre risas.

—Apuntanos Clover —ordenó Evelyn sin borrar su sonrisa.

—¿Segura señora?

—Por supuesto, eso lo hará más divertido —aclaró Nick.

El gigante asintió mientras hacia lo dicho.

—Entremos ya, no quiero perderme nada —Nick se adelantó, atravesando los fríos y largos pasillos con su postura sexy y relajada.

Aleck rio viéndolo.

—Venga, vamos —Evelyn le palmeó el hombro al pelinegro y miró a las chicas indicándoles que entraran.

Los cinco chicos al salir de los pasillos tuvieron de frente todo el panorama, muchas personas fumando e ingiriendo sustancias más fuertes, había meseras vestidas con lencerías doradas y negras que llevaban en los platillos B.S y Bittersweet, también algunos cigarrillos, tabacos, y todo tipo de bebidas alcohólicas.

El bullicio era enorme, pero todos ya estaban acostumbrados a aquello, Evelyn visualizó a lo lejos como Tracy sacaba un caramelo y se lo daba a su hermano. La de cabello rosa sonrió y bajó las escaleras de metal caminando hasta los jefes de la mafia Xiao.

—Que honor tenerlos aquí esta noche, los dos herederos Alden —su sonrisa y la forma en que los miraba era escalofriante, como la mirada que te daría un paciente internado en un manicomio a punto de sacarte los ojos, luego de decirte que eran hermosos.

—El diablo vino a saludarnos, somos afortunados —ironizó Dashi volcando sus ojos mientras volvía a meterse el chupa chups a la boca.

—Piérdete de aquí, perra —escupió con odio la de cabello negro.

—Oh, que linda cachorrita —Evelyn rio, enojando aún más a la chica—. Disfruten del show —le quitó el chupa chups a Dashi de la boca y lo metió a la suya, sonriendo traviesa.

Les dio la espalda y se alejó de ellos para ir hacia sus amigos mientras contoneaba sus caderas de forma sensual al caminar.

Dashi permanecía con la boca abierta desde que Ev le había quitado el chupa chups, con su vista fija en el camino por el que se había marchado su enemiga.

—Dashi —su hermana lo llamó, pero el chico seguía mirando a Evelyn. La pelinegra le golpeó la cabeza haciéndolo maldecir y mirarla, confundido.

—¿Qué cojones te pasa?

—¡Deja de mirarle el culo!

—¡No le estaba mirando el culo!

—Hasta se te estaba saliendo la baba.

Un par de minutos después una campana comenzó a sonar indicándoles a todos que el show iba a comenzar.

Los chicos Hollan subieron unas escaleras hasta llegar a unos asientos adornados con oro y diamantes y con pequeñas manchas de lo que parecía ser sangre. En el primer puesto de izquierda a derecha decía "Nick" al lado no decía nombre, el del medio decía "Crys" a su lado "Kate" y por último "Black".

—Este puesto no ha sido usado en años... —comentó Nick mientras pasaba su mano por el puesto sin nombre a su lado—. Creo que viene siendo hora de que alguien lo vuelva a usar —miró a Aleck con una sonrisa.

—Venga Aleck, es tuyo —concluyó Evelyn, haciendo sonreír al mencionado, el cual tomó asiento en su perspectivo lugar y todos hicieron lo mismo.

Un chico con chaqueta de cuero y varios piercings entró corriendo al círculo enrejado que había en medio de toda la multitud, él traía un micrófono en su mano derecha, lo acercó a sus labios y gritó.

—¡¿Están listos para el show?! —el lugar se llenó de gritos eufóricos— ¡No los escucho! —gritos más fuertes se hicieron presentes, incluso algunos golpes contra el suelo o la pared, generando más ruido.

El chico de los piercings rio viendo a toda la multitud enloquecer.

—El show de hoy va a ser especial, estoy seguro de que todos lo van a disfrutar —gritos y más gritos— ¡Por lo tanto! ¡¿Qué les parece conocer a los primeros en entrar a la jaula roja?!

La multitud volvió a enloquecer golpeando las rejas para generar más ruido y tirando alcohol hacia arriba.

—La primera pelea es entre ¡Kateline Rivas! —un enorme gritó resonó en el lugar.

La rubia se abrochó bien los cordones de sus botas militares, se puso de pie ajustando el cinturón de su pantalón negro y recogió su cabello en una coleta alta mientras bajaba las escaleras y entraba a la jaula roja, el lugar estaba manchado de sangre seca y tenía mucha iluminación, todos la miraban y gritaban de emoción.

—Y su rival es ¡Tracy Alden! —el grito fue de sorpresa y euforia, no se podían creer esto. Ni la propia Kate se lo creía.

—¿En qué momento te inscribiste en eso? —Dashi miraba mal a su hermana menor.

—Nos inscribí, querido hermano —la menor sonrió y se puso de pie para ir hasta la jaula.

—Niña ¿Acaso quieres morir? —Kate sonrió mirando a la chica.

—Me subestimas demasiado, rubia — Tracy le tiró un beso chuleándola, pero lejos de molestarse Kate fingió que atrapaba el beso y lo pegaba en su trasero con una fuerte nalgada seguido de que le guiñaba el ojo.

Los espectadores enloquecían por la interacción de las chicas y hasta el mismo presentador se sentía emocionado.

—¿Están listas?

—Siempre —contestó la rubia encogiéndose de hombros

—Muero por machacarla.

—Entonces ¡Que comience la pelea! —el presentador salió y dos guardias cerraron las rejas.

Las chicas se miraban esperando ver quien daba el primer paso mientras el público gritaba:

¡Ataca! ¡Ataca! ¡Ataca! ¡Ataca!

Tracy se lanzó contra Kate para darle un puñetazo, la rubia la esquivó y le golpeó el estómago haciéndola retroceder tratando de recuperar el aire. Los ojos negros llenos de rabia se posaron en la rubia que sonreía y le indicaba a su contrincante que volviera a atacar.

La menor lanzó varios golpes que la rubia bloqueó con sus brazos y devolvió un fuerte golpe en el rostro de la de cabello negro haciéndola caer sosteniendo su mandíbula.

—¡Maldita perra! —Tracy se puso de pie y lanzó una patada que la rubia esquivó y dio contra las rejas.

—Pues esta maldita perra te está dando una paliza, niña.

—No por mucho —Tracy se lanzó contra la rubia y le propinó un fuerte rodillazo en el estómago dejándola sin aire haciendo a la contraria caer de rodillas.

Otro fuerte golpe impactó contra el rostro de Kate, haciéndola jadear de dolor. Tracy se iba a tirar contra ella, pero la rubia fue más rápida y rodó por el suelo para luego ponerse de pie respirando agitada.

La de cabello negro también se levantó sonriendo de lado, Kate fue contra ella, le dio una fuerte bofetada, le agarró el cabello y estampó su cabeza contra las rejas.

Tracy se volteó y miró a la rubia, su nariz comenzando a sangrar, Kate le apretó el cuello asfixiándola, tratando de soltarse le dio un cabezazo haciendo retroceder a la rubia, la cual sonrió y tiró a la contrario al suelo, se subió encima de ella propinándole fuertes golpes en el rostro hasta que el presentador anunció la victoria de la rubia y la gente gritó aplaudiendo recogiendo el dinero de las apuestas.

La rubia salió sonriendo, arreglando su cabello mientras sus amigos la felicitaban. Dashi corrió hacia su hermana, la agarró entre sus brazos arreglándole el cabello y limpiándole la sangre.

Las peleas siguieron, Evelyn se enfrentó contra un chico de rizos negros que peleaba muy bien y dejó bastante exhausta a la chica, pero aun así ella obtuvo la victoria.

Aleck se enfrentó contra un hombre enorme lleno de músculos y tatuajes que era de la mafia rusa, aunque Aleck dio lo mejor de sí el ruso se llevó la victoria.

Nick y Dashi pelearon, Dashi le dio con rabia, pero el rubio peleó con calma y le ganó.

Crys se enfrentó a una chica japonesa y la morena perdió ante las habilidades de la contraria.

Los cinco chicos salieron del Blow suspirando por la larga noche, Evelyn se quitó la chaqueta de cuero y se volvió a ajustar los guantes.

—Señores —dos guardias se acercaron a ellos.

—Informe —respondió Nick

—Hubo una enorme venta el día de hoy, ganamos el 40% más que el día de ayer, y tenemos varios encargos.

—Encargate de eso —concluyó el rubio y los guardias asintieron y se fueron.

—Vámonos ya —pidió el de cabello negro suspirando. Los chicos subieron al auto y fueron a dejar a Kate y Ev a su casa y luego siguieron a la suya.