CAPÍTULO 3
Skyler's POV
Terminamos de planear y organizar todo para poder ir a las carreras a ganar más dinero por si lo nuestro no era suficiente.
-Hoy correrá Alexa, Grace y Skyler- anunció sonriente Brooke.
-¿Por qué nosotras tres?- pregunté-. Las que siempre corren son ustedes- señalé a Brooke y Grace.
-Porque Alexa siempre se queja de que nunca participa en las carreras- la miró acusatoria-mente. Palideció y maldijo por lo bajo-. Y tú correrás por simple capricho mío- sonrió inocentemente Brooke-, mientras Chanel y yo nos encargaremos de las apuestas. Pero antes vamos a transformarte en una completa perra así apuesten por ti- apuntó a mis jeans azule oscuro-. Vamos a cambiarla, Grace. A nuestro gusto- la rubia asintió frenéticamente mientras ambas me empujaban por los hombros hasta los baños.
Simplemente es ropa.
Simplemente es ropa.
Simplemente es ropa.
Repetía constantemente. Pero los antojos de las chicas de usarme de muñeca barata de trapo habían traspasado los límites como mis expectativas. Esto no era ropa, era un pedazo de tela que apenas cubría mi cuerpo. Uno short blanco demasiado corto, un top negro, y me hicieron una coleta alta y para suerte me dejaron conservar mis vans.
-Están dementes si creen que voy a salir así vestida de puta, ¡ni muerta!- me aferré a la puerta del baño.
-¡Vamos, Sky! Luces como una total perra- ¿y eso era un cumplido?-. Muchas personas apostaran por tí- si, para que baile como zorra-. Además esta es tu última oportunidad para demostrarle que las mujeres sabemos correr mejor que ellos, porque luego de ésto iremos de vacaciones y luego a la universidad. Demuéstrales quien manda- hablaba muy convencida y un tic en el ojo estaba por confirmar que si decía que no, directamente me llevarían a rastras.
-Está bien, está bien. Lo haré- apreté los párpados y sólo escuché gritos provenientes de ambas.
-Sabía que accederías. Tendrás tu recompensa esta noche- dijo bailando las cejas con su cara pervertida-. Gritarás como nunca antes en tu vida.
-Ahg, sí van a comenzar con sus actos sexuales mejor me voy- Grace nos miró con desagrado.
Abazé por los hombros a Brooke mientras reíamos.
-Por favor, ¿cuán necesitada crees que estoy para estar con Brooke.
-¡Oye! Eso no lo dijiste cuando...- le cubrí la boca, pero alejé mi mano rápidamente al sentir sus babas.
-¡Brooke, eres asquerosa!
-La carrera va a comenzar y tú- Brooke señaló a Grace-, tienes que encargarte de las apuestas y yo de Skyles.
-Me adelantaré- señaló la puerta, Grace no esperó y salió casi corriendo-. Y tu- me miró acusatoria-, saca la perra interior- giró y se encaminó a la salida dejándome sola-. Oye- me miró de nuevo-. Ten- me lanzó unas llaves. Eran las de su moto. Esto tenía que ser una broma, ella jamás se la prestaba a nadie-. No quiero ningún raspón, ¿oíste?- endureció el ceño para luego cambiarla por una sonrisa.
Vaya, esto tenía que ser importante para ella.
Pero ahora... muero por ver la cara de Alexa cuando vea que Brooke me prestó su Ducati negra.
-Corredores, en formación- corrí a buscar su moto que ya estaba esperando para competir. Llegué a la línea de partida y voltee a ver a Alexa; su mandíbula estaba por lo suelos al dar con que yo conduciría la moto. Lo que me produjo una gran sonrisa-. ¡FUERA!
La carrera era sencilla. Un recorrido de tres vueltas y ganaría. Las únicas reglas era que no había reglas, ventajas de ser corredor callejero. Pero tenía su lado negativo, la gran mayoría de los que participaban terminaban con graves heridas y fracturas, y esa es la razón por la que nunca lo había intentado... Bueno, eso era hasta que dos locas completamente desquiciadas me lo plantearan.
Y como soy una de las mejores y me llamo Skyler: gané el primer puesto. Alexa segunda y Grace salió primera en carrera de autos.
-Doscientos cincuenta mil, cada una en total y serían... setecientos. Vamos al bar. Lo siento, esto de hacer las cuentas no es lo mío- Brooke fingió cansancio.
En el bar de siempre, nos acercamos a la barra y pedimos nuestros tragos
Un trago se convirtió en cinco, cinco en diez... hasta que perdimos la cuenta de cuanto habíamos tomado en el momento en el que comenzamos a bailar. De canción en canción.
-Hey, Chanel, ¿viste mi móvil?
-Lo dejé en un cuarto en el tercer pi-piso, debajo de la ca-cama- y no quise preguntar que hacía ella allí, ni mucho menos porque mi móvil estaba debajo de una cama. Sólo me le pedí a Brooke que me acompañara porque no tenía ni idea de donde se encontraba el cuarto.
Al llegar, Brooke aguardó en la puerta, apresurándome. El famoso "cuarto" era muy grande, con paredes azules, una cama matrimonial en medio, un gran espejo, y por cortesía del lugar una pequeña mesita de noche con una variedad de condones.
Sí, la habitación perfecta para los revolcones.
Me incliné para ver debajo de la cama y estire el brazo, pero no lograba alcanzarlo, así que me metí debajo de la dichosa cama, tomé mi móvil, pero antes de poder salir si quiera, la puerta se abrió. Me mantuve callada maldiciendo a Brooke porque seguro se había marchado. Reconocí los zapatos de Chanel y sabía que lo siguiente no iba a ser bueno.
-Vamos, Bryan- dijo con voz "seductora" tirándolo hacia la cama, quedándose ella a horcajadas mientras lo besaba. Le sacó la remera, y el tal Bryan no se quedó atrás; prácticamente le arrancó su top color rosa.
-Esto será rápido- pronunció el chico haciéndome calmar un poco-. Rápido y doloroso. Al menos para ti- no podía creer lo que estaba escuchando. Y lo peor de todo es que tenía el espejo en frente para poder ver todo.
Espiar a una amiga cuando tiene sexo con un chico no es malo ¿No?
Comenzaron a desvestirse o mejor dicho a arrancarse la ropa como bestias- ya veo por qué Chanel siempre trae muda de ropa-, a besarse, mientras Bryan succionaba el cuello de mi amiga y jugaba con sus senos, mientras ella gemía como si su jodida vida dependiera de ello. Aunque de hecho sus gemidos eran muy graciosos, casi me sale una carcajada, pero eso sería arruinar el momento. Un fuerte grito me hizo salir de mis pensamientos. Al fin habían terminado.
¡Qué alegría! Y no me quejo de la vista del sexy trasero del tal Bryan.
Por fin se "vistieron decentemente" o lo que pudieron lograr, y como si nada hubiera pasado salieron de la habitación. No me quedaría a esperar la próxima pareja. Salí apresuradamente de ahí, me dirigí a la puerta y me fui.
Al llegar donde estaban las chicas decidimos partir, porque ya era de madrugada, 5:40 am para ser exacta.
Cada una subió a su respectivo vehículo, a excepción de Brooke que no podía ni mantenerse de pié no me tenía más opción que llevarla hasta su casa, arrastrarla por las escaleras y tirarla en su cama. Hice todo lo planeado y me encaminé a mi casa.
Vaya lo que me esperaba
Mis padres gritándome.
Otra vez.
Sólo los ignore y subí a mi cuarto. Para esta hora mañana estaría muy lejos de aquí. Y con ese pensamiento y una sonrisa en mi rostro, quedé dormida.
Desperté gracias a mi móvil que no dejaba de sonar. Tantee en el suelo con los ojos aún cerrados y contesté.
-¿Quién es y qué quiere?
-¿ACASO SIGUES DORMIDA? ¡PEDAZO DE IMBESILA!- su grito tan reconocedor logró asustarme y caer de la cama. Abrí mis ojos y observé la ventana; ya era de noche-. ¡MALDITA ZORRA LEVANTA ESE TRASERO GORDO Y VEN A BUSCARNOS. TENEMOS QUE IRNOS!- gritó, otra vez, respirando irregularmente para luego cortar la comunicación.
Revisé la hora y eran las 1:50 am.
Wow había dormido casi todo el día. Suerte que antes de ir a las carreras preparé mi maleta. Bajé con sumo cuidado para no caer por las escaleras. Entré al "despacho" de mi padre y robé de su caja fuerte la mitad del dinero que había albergado. Sería buena, tenía que dejarles algo para mis hermanitos pequeños.
Salí de la casa rumbo a mi auto que estaba estacionado en frente. Me detuve a buscar a las chicas según el plan, mientras en el camino a un aero-parque privado me tragaba los regaños de Brooke.
Le pagamos al piloto para que no dijera nada, borrara las cámaras de seguridad y desapareciera registro alguno del vuelo que íbamos a emprender.
-Chanel, ya entra al Jet- gritó Alexa.
-¡NO!- vociferó ésta-. ¿Y si el avión se cae y morimos? Soy muy sexy para morir joven.
-Veremos y escucharemos a Justin Bieber todo el camino- dijo Brooke, enseñándole a la distancia un CD de el famoso cantante.
-Muévanse perras- se convenció y jalarnos así dejarle el camino libre, para entrar como bala al jet.
-Es fácil sobornarla- sonrió con malicia-. Ahora vayámonos, la cuidad de Las Vegas nos espera- abordamos en pequeño avión todas sonrientes.
Desde luego nos aguardaba un largo viaje por delante y como ninguna durmió lo suficiente todas caímos en los brazos de Morfeo en unos minutos.
Adiós a nuestras casas. Hola las Vegas.
Capítulo 3, editado ;)
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