#34
Adam me estaba esperando en la entrada de la escuela, sonrió al verme, lo besé en los labios y uní mi mano a la suya. Hoy debíamos dar dos exámenes, no estaba muy emocionada por eso, dudo que alguien lo estuviera. Los rumores se habían acabado, ya no me importaba si hablaban de nosotros, todo iba a estar bien, iba aprovechar cada segundo con él, con la expulsión de Kevin nadie hablaba de nada, era como si hubieran perdido a su líder.
Todos los profesores felicitaban Adam por sus buenas notas, le daban buenos consejos para la universidad, era algo que debíamos ver pronto, el primer semestre se iba acabar y debíamos rellenar un formulario para que la escuela nos ayudará a encontrar un lugar donde estudiar. La mayoría de las escuelas eran lejos de aquí, nosotros vivíamos en Ohio, todo estaba muy alejado, la universidad más cerca sería la de Nueva York y la de Kentucky.
El examen para la universidad sería en una semana y se demoraban un mes en revisarlo, teníamos las vacaciones o para divertirnos o estar ansiosos por los resultados y lo mejor es que daban los resultados por internet. Siempre he sido una persona que estudie más de lo normal, siempre estoy preparada para cualquier cosa, si es sobre estudios claro.
Adam estaba mirando el formulario, parecía estar confundido.
– ¿Qué sucede? – Le pregunté.
Él dejó el papel en la mesa y me sonrió.
– Nada, solamente me preocupa el examen.
Le acaricié la mejilla y le besé en los labios, ya estaba acostumbrada hacerlo.
– No te preocupes, te irá excelente. Debemos preocuparnos para que te vaya de esa manera.
Él me sonrió, sabía que había algo más en esa cabecita pero no quise preguntar.
El profesor entró y nos entregó el formulario, era bastante largo. Debíamos poner nuestros datos personales, dónde vivíamos, con quién vivíamos y así. La segunda hoja era sobre lo que queríamos estudiar, muy simple. La tercera hija era sobre el permiso, si éramos mayor de edad debíamos firmarlos nosotros mismos, la mayoría ya éramos mayores de edad, todos estaban firmando y poniendo sus datos, de todas formas los padres igual debían firmarlos. El examen sería en otra ciudad, pero también se podía dar aquí en la escuela, al final del papel salía la fecha en que lo debíamos dar.
19 de noviembre.
No iba a estar aquí.
Miré Adam y entendí porque estaba así. No sabía si iba a dar el examen aquí o en Nueva York. Le entregué el formulario al profesor dejando la última parte en blanco. Volví a mi puesto esperando a que Adam la firmará. Comencé a dibujar, era lo mejor que hacía cuando quería distraerme, empecé con un pequeño paisaje lleno de grandes árboles verdes. Una silla sonó mientras se acercaba a mí, era Adam.
Nunca me ha gustado que vean lo que dibujo, pero Adam hizo que se olvidaran todas esas reglas que tenía. Seguí pintando, mis dedos comenzaron a crear a una pareja agarrada de la mano mientras que caminaban por los pasillos, sabía perfectamente quienes eran.
– Que hermoso – Me susurró.
Sonreí mientras continuaba haciéndolo.
En la clase estuvimos hablando sobre la universidad, el profesor nos explicaba lo importante de tener buenas notas en la escuela y bla bla bla.
El examen de inglés estaba fácil, siempre se me ha hecho simple leer o entender el idioma, con el tiempo le tuve cariño y se convirtió en la carrera que iba a estudiar, mi madre estaba feliz de que me gustara, Felipe siempre supo que me gustaba aprender un idioma nuevo, siempre era yo la que hacía las guías en la escuela.
Quedaba un mes de clases, todos estaban dispuestos a dar lo que sea para volver a dar exámenes, algunos estaban muy atrasados, a veces pensaban en cómo había logrado terminar un semestre, todo había sido muy rápido pero con la ayuda de mi familia y Adam logré hacerlo, aunque siempre la que se planteaba continuar era yo. Había logrado mucho, pensé en todo lo que hice durante un año, fue algo totalmente diferente a los años anteriores, perdí una parte de mí, caí en un agujero lleno de oscuridad, lleno de malos recuerdos, por un leve momento pensé que no iba a poder salir de allí, pero en medio de todo, una mano logró sacarme de allí.
***
El examen no estuvo difícil, estaba esperando afuera de la sala mientras que Adam salía, le había prestado mis apuntes, lo único que esperaba era que lograra pasar la asignatura, estaba apoyada en los casilleros cuando la puerta se abrió, se veía muy cansado, tenía la vista puesta en el suelo.
– ¿Cómo estuvo? – le pregunté.
Se apoyó en los casilleros sin dejar de mirarme, parecía preocupado, lentamente se le formó una sonrisa.
– Tuve todos los puntos, todo gracias a tus apuntes – Exclamó entusiasmado – ¡Gracias!
Me besó en los labios, Adam acariciaba mi mejilla lentamente, su cabeza estaba apoyada en los casilleros, nos quedamos así unos segundos, ¿Qué estará pensando?
Era lo único que quería saber.
– Me alegro que te sirvieran, pero eso también fue tu esfuerzo – aclaré – Eres inteligente Adam, nunca dudes de lo que eres capaz.
Se quedó unos minutos en silencio, podía ver que su mirada había cambiado, miró hacia el techo y dio un largo suspiro, luego de eso me observó.
– Gracias por eso.
Me agarró de la mano y nos fuimos al patio de atrás, los recuerdos de la primera vez que nos conocimos apareció por mi mente, nunca pensé que ese día iba a cambiar por completo. Nos sentamos en el suelo, la parte de atrás de la escuela estaba vacía, nadie venía a verla porque era muy solitario, pero era hermosa. Tenía unos árboles gigantes, con los colores correspondientes a la época, el clima había cambiado, estábamos entrando en invierno. Me gustaba mucho el frío. Adam estaba mirando su teléfono, riéndose de algún vídeo. Nunca iba a entender que le encontraban a esos teléfonos, hacían que te olvidara de todo lo que tenía en frente, me apoyé en Adam mientras leía uno de mis libros, me gustaba la paz que me producía quedarme así durante horas, respirando aire fresco y leer algún libro.
– ¿Qué estás leyendo? – Adam me preguntó curioso.
Le mostré la tapa del libro dónde salía su nombre, este era el único libro que tenía. No había podido terminarlo hace meses, cada vez que lo leía no podía imaginarme nada, lo único que veía eran las letras.
– Es Harry Potter.
Lo miré esperando su respuesta, pero seguía confundido.
– No lo conozco.
Dejé mi libro a un lado y miré Adam que estaba a punto de reírse de mí.
– ¿Cómo no conoces este libro? – Dije señalándolo – Harry Potter es muy conocido, ¿sabes? Es el chico que tiene la cicatriz en la frente, estudia en un colegio de magia.
No podía creerlo.
Adam se estaba perdiéndolo mejor.
– Nop, no lo conozco – decía sin importancia.
– Debes leerlo, incluso te prestaré el mío.
Le entregué mi libro, él me lo recibió con una gran sonrisa.
–Está bien, lo leeré.
Abrió el libro y levantó una ceja mientras leía la primera página, me volví apoyar en su pecho mientras que veía a los árboles, era lo más hermoso que había visto, mientras Adam estaba leyendo me levanté a mirarlos más de cerca, habían unas pequeñas rosas rojas, otras de color morado, eran hermosas.
Lo que daría por tenerlas cerca de mi casa.
Me giré a ver otro árbol, me daba paz verlos y olerlos. Sonreí mientras acariciaba sus hojas, cada vez que los veía me daba la inspiración de poder dibujarlos, debía recordar sus pequeños detalles y sus formas. Cuando me giré, Adam seguía leyendo el libro, por la forma en que estaba se podía ver que le había gustado. Una de sus manos estaba apoyada en su mentón en forma pensativa, me agaché y me quedé mirándolo.
Sus ojos salieron del libro y me miraron.
– Me estás distrayendo.
Me levanté de allí y volví a pasearme, admiraba muchísimo a los árboles, el timbre de la escuela hizo que volviera a la realidad, Adam se levantó del suelo sin despegar los ojos del libro, le cerré el libro haciendo que volviera a mirarme.
– Hey, lo estaba leyendo – decía bastante serio – Iba en la parte dónde lo iban a enviar a su casa, no puedo quedarme con la duda, Diana.
Solté una risa, Adam entrelazó mi mano con la suya.
– Tendrás que esperar, hoy debemos estudiar – Aclaré mirándolo – Supe que no te va muy bien en inglés.
Volteó los ojos luego dio un largo suspiro.
– No te puedo mentir – levantó sus hombros – Me va horrible.
Volvimos a la sala, hoy teníamos el último repaso para la prueba de mañana, me sentía preparada, en cambio Adam parecía que estuviera a punto de desmayarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top