Extra


Hola gente!! Tal como prometí, el capítulo de hoy es especial. No estaba incluido inicialmente en la historia pero me encanta haberlo agregado. Podréis ver como vive Bill la situación de volver del coma. También veréis que no ha vuelto con superpoderes de adivinación, todo tiene explicación jajajaja. Además es más largo que los capis habituales, espero que os guste :)

--------------------------------------------------------------


Bill. El despertar.

Podía sentir mi propio pulso zumbando en mis oídos. Pum-pum-pum-pum-pum... Era incesante, no paraba. Parecía ser de noche, percibía mucha oscuridad pero por algún extraño motivo me costaba abrir los ojos. ¿Había bebido la noche anterior? Igual era resaca. Igual habíamos trabajado mucho el día anterior y llevaba un día entero durmiendo, no sería la primera vez... Intenté hacer memoria pero no recordaba lo último que había hecho.

Intenté estirar mis brazos y desperezarme, me dolía la espalda y quería cambiar de posición pero mis brazos no reaccionaban. Noté entonces que también me dolía el trasero y que todas mis extremidades las sentía horriblemente pesadas. ¿Qué estaba pasando ahí?

El pum-pump-pum-pum-pum aumentó de intensidad. Sentí mi respiración agitarse extremadamente y centré todas mis energías en abrir los ojos. No fue fácil. ¿Cómo podía ser difícil abrir los ojos? Lo conseguí con un esfuerzo sobrehumano y al hacerlo confirmé que era de noche. Observé las horrorosas y ásperas sábanas blancas, la manta azul apagado llena de pelotillas. Aquella horterada no era mía. Miré mi mano y me costó reconocerla al no ver el habitual esmalte negro que teñía las uñas. Miré hacia mi pecho y vi un camisón blanco con lunares. ¿Estaba en el hospital? ¿Me habían operado de algo? Alcé la mirada y me encontré con la estampa que menos esperaba ver: mi hermano dormitaba en el sofá de acompañantes con la boca medio abierta, y sentada sobre sus piernas estaba Shannon. Ella le agarraba de la sudadera y tenía la cabeza apoyada en su pecho, también dormía. Nunca les había visto en una pose similar, su odio no les permitía acercarse a menos de 30 centímetros. Abrí la boca para llamar a Tom pero de mi garganta no salió ningún sonido. Lo intenté de nuevo, en vano.

Aquello era muy extraño, no podía moverme, mi cuerpo parecía pesar una tonelada, la voz no me salía, no recordaba lo que había hecho el día anterior, y mi hermano y mi novia estaban dormidos en una actitud demasiado familiar hasta para mi gusto. Intenté sacar mi lado más racional. Aquella pesadez de cuerpo podía significar que llevaba mucho tiempo metido en esa cama. ¿Cuánto tiempo? ¿Un par de meses? ¿De años? ¡¿De décadas?! Miré de nuevo a mi hermano, no noté cambios en su rostro desde la última vez que recordaba haberle visto. No habría pasado mucho, aquello era un alivio. Observé mejor a Shannon, estaba tan guapa como siempre que dormía, su rostro reflejaba mucha paz. Si yo había estado fuera de combate un tiempo... ¿podía ser posible que Tom y ella se hubiesen unido más? Podía ser... igual mi enfermedad, o lo que fuese que me pasase había conseguido derribar el muro que les separaba.

Pero aún así, aquella pose... aquello era algo más. Igual en mi ausencia se habían enrollado. Me resultaba curiosamente cómica la situación: ellos que nunca se habían soportado, al final eran el mejor consuelo entre sí. Debía estar allí ingresado por haberme vuelto loco, aquella era la explicación más plausible, si creía que mi novia y mi hermano se habían liado era porque mi mente no funcionaba correctamente, seguro. De repente ella se removió un poco y abrió los ojos. Percibí como pegaba un bote, abría exageradamente los ojos y se quedaba pálida al mirarme. Se levantó con cuidado y se acercó hasta mí.

- ¿Bill? ¿cómo estás?- susurró

Intenté responder pero mi garganta seguía sin colaborar. Ella me miraba angustiada, esperando una respuesta, intenté hablar varias veces más hasta que finalmente un hilo de voz salió de mi garganta.

- ¿Qué... ha pasado?- notaba la boca horriblemente pastosa.

- Shhh- me agarró de la mano con fuerza- tranquilo... tuviste un grave accidente y has estado ingresado un tiempo... -miró alrededor- creo que debería ir a avisar a una enfermera.

¿Un accidente? ¿Cómo? Miré a Tom que seguía durmiendo a pierna suelta y después a ella. Yo había tenido un accidente y ellos se habían dedicado a consolarse. Mi respiración se agitó.

- Tom...- dije con un esfuerzo sobrenatural.

- Está bien, se alegrará de ver que has despertado- me cortó ella.

Deseé poder gritarle que se callara, me costaba demasiado hablar como para que me interrumpiese. Negué con la cabeza, haciéndome daño en el cuello.

- Tom... y tú...- continué.

- Tom y yo hemos estado cuidando de ti.

Cuidando de mí, que bonito sonaba aquello, igual todo era producto de mi mente celosa.

- Estás... con él... ¿verdad?- pregunté para salir de dudas.

- ¿Qué?

Su expresión lo decía todo. La había pillado, la conocía demasiado bien.

- Estás saliendo... con Tom.

Ella ni siquiera era capaz de mirarme. Su voz se volvió débil.

- Eh... -esquivó mi mirada- voy... a llamar a una enfermera.

Se apresuró a salir por la puerta y cuando ésta se cerró chirrió levemente, despertando a mi hermano.

- ¿Shannon adónde mierdas vas...?- de repente se fijó en mí y se levantó de un salto.

Se movió tan rápido hasta mi lado que me costó asimilarlo. Me cogió la cara con las manos al tiempo que hablaba.

- ¡Cielo santo Bill! ¡Estás aquí! ¡Por fin!- su voz se me antojaba demasiado alta, me molestaba.

Sus ojos estaban húmedos y aquello me ablandó. Nunca había soportado ver mal a mi hermano. Siempre se las daba de tipo duro pero yo sabía que solo era fachada.

- Estoy aquí- sonreí.

Noté los músculos de mi cara rígidos, como si se fuesen a romper. ¿Era aquello lo que pasaba con el resto de mi cuerpo?

- Te vas a poner bien, ¿vale Bill? Te lo juro- prometió- te recuperarás.

- Me recuperaré...

- Pero antes tienes que ayudarme- su tono de voz parecía muy agobiado.

¿En serio? ¿Yo a él? Aquello sí que era gracioso. Cómo si yo pudiese ayudar a alguien en aquellas condiciones.

- Te juro que te lo explicaré todo con calma- comenzó- pero ahora no tengo tiempo...- miró hacia la puerta con ansiedad- Shannon está embarazada... de mí.

En aquel momento fue cuando el pum-pum-pum-pum se paró. Mi corazón hizo una pausa, literalmente.

- Ella no me lo ha dicho, lo he averiguado yo por mi cuenta porque la notaba muy rara... fui a su piso...-dudó por unos segundos- a tu piso, sigue viviendo allí.- añadió mi hermano sin darse cuenta de mi shock- Encontré un sobre con una ecografía, y la siguiente visita médica y yo... yo no sé qué demonios hacer. Tú eres el hermano que sabe afrontar este tipo de cosas.

Me costó coger aire durante unos segundos. Si tenía un millón de preguntas en aquel momento se multiplicaron. Tenía ganas de gritar, de patalear, de levantarme e irme a casa. Miré a mi hermano con detenimiento y observé su expresión. Era una mezcla de ansiedad, miedo e incertidumbre.

- Apóyala- respondí rasgándome la garganta al hacerlo- o tendré que partirte las piernas- añadí.

Él soltó una pequeña risa nerviosa. Percibí cómo se quitaba un gran peso de encima. Antes de poder decir nada más Shannon volvió a entrar.

- Ahora vendrá... un médico- dijo.

Parecía un poco ida, se quedó mirándome desde el marco de la puerta. Tom había bajado la mirada, también parecía repentinamente serio e ido.

- Voy... a... a por algo de beber- murmuró ella saliendo de la habitación.

- Lo siento, Bill- dijo mi hermano a continuación.

Me debatía entre la pena y las ganas de darle un puñetazo. Me faltaba información para poder decidirme por una de las dos. Un médico entró en la habitación como un huracán seguido de una enfermera. Tom se apartó y les dejó trabajar. Aquel hombre me apuntó con una luz a los ojos, tocó mi frente, cogió mis brazos y los dejó caer como si fuese un muñeco, estuve a punto de gritar, que no pudiese moverme no implicaba que no me doliese. Shannon volvió a entrar a la habitación.

- ¿Cuánto hace que ha despertado?- le preguntó el médico

- Unos... 10 minutos- contestó ella

- Más- negué- una media hora.

- Hmmm de acuerdo- dijo el médico- ¿Se siente usted bien? ¿Tiene mareos o náuseas? ¿Recuerda lo que sucedió?

- Estoy un poco mareado... desorientado más bien- no quería decir que me dolía todo.- Me han dicho que sufrí un accidente pero no recuerdo nada.

El hombre cogió la carpeta a los pies de la cama y empezó a revisar el historial.

- Sí señor Kaulitz, usted sufrió un accidente de tráfico hace más de un año. ¿No recuerda nada?

¿Accidente de tráfico? Ni hablar. Yo apenas conducía y cuando lo hacía todos me regañaban porque decían que parezco una abuela. Nunca incumplía las normas ni sobrepasaba la velocidad permitida. Aquel hombre se equivocaba.

- No... lo último que recuerdo es... que estuve en la playa con ella- señalé a Shannon- y luego vino mi hermano...

- ¿Eso cuando ocurrió?- nos preguntó el médico

- Pues... dos días antes del accidente...

- Hmmm... lo "normal" es olvidar el accidente, por el shock. Olvidar dos días completos...es más raro- nos comentó el médico- no podemos saber demasiado hasta hacerle pruebas.

- Yo no he olvidado nada- me quejé.

Las vacaciones en la playa no podían haber derivado en todo aquello. Era imposible.

- Relájese señor Kaulitz- recomendó el médico- Por la mañana le haremos una serie de pruebas, le recomiendo que... descanse.

El médico le hizo una señal a Tom y se fue con él. Shannon se quedó conmigo, mirándome con esos ojos llenos de pena.

- Shannon ¿qué se supone que es lo que he olvidado?

- Cuando estábamos en la playa discutiste con Tom... luego después de comer también conmigo... te volviste a casa y Tom se fue unas horas después. Cuando Tom llegó seguisteis discutiendo... - cogió aire- cogiste el coche, te fuiste y...- no acabé la frase

- No recuerdo absolutamente nada de eso.

Ni las discusiones, ni coger el avión, ni el coche, nada. ¿Podía ser posible? ¿O algo fallaba en mi cabeza? ¿Me iba a morir o a quedar con alguna tara?

- Vas a ponerte bien- dijo ella alzando la voz.

No le contesté, agradecía sus ánimos pero ella no sabía nada. Intenté buscar otro tema del que hablar para conseguir evadir mi mente y aterricé en la conversación con Tom.

- ¿Cuánto llevas con Tom?- pregunté.

- ¿Qué?- su voz salió más aguda de lo que realmente era.

- Es una pregunta fácil- si hubiese podido encogerme de hombros lo habría hecho.

- Poco. Unos meses.

- ¿Y ya te ha dejado embarazada?

Pegó un bote. Su mirada se volvió asustadiza. ¿Qué se creía? ¿Qué el coma me había otorgado superpoderes?

- Menudo crack mi hermanito... la de hijos que tendrá por el mundo y él sin saberlo- me imaginé decenas de niños Kaulitz por ahí.

- ¿Cómo...? ¿Cómo sabes...?- murmuró ella

La miré con dulzura. A pesar de que siempre intentaba quedar por encima, era muy inocente. Era evidente que Tom se la había merendado como habría hecho con cualquiera. Aquello me hacía gracia, ella que tanto se quejaba de ese comportamiento en las mujeres... y había acabado igual.

- Sigues igual de inocente por lo que veo. Me lo ha dicho él.

- Él no lo sabe

- Que no se lo hayas dicho no significa que no lo sepa- negué- Empezó a sospechar que te ocurría algo. Así que cogió las llaves de tu piso y fue a ver si encontraba alguna evidencia. Y así fue... dentro de un sobre estaba la ecografía y la próxima visita al médico. ¿Me equivoco?

Retrocedió hasta sentarse en el sofá en el que antes dormía sentada sobre Tom. No dijo nada durante unos segundos pero pude observar como su piel se iba poniendo cada vez más blanca. Sus ojos se entrecerraban y volvían a abrirse con esfuerzo.

- ¿Shannon estás bien?- pregunté preocupado.

- No...

Cerró los ojos pero su aspecto no mejoraba.

- Voy... un rato fuera...-dijo levantándose.

La observé irse. ¿Ella se sentía sobrepasada? Que probase a tener un accidente, estar en coma y encontrarse a su pareja y su hermano liados al despertar. Que me dijese entonces cómo se encontraría.

Sentía mi estómago retorcerse de rabia. Mi cerebro iba a toda velocidad y ningún pensamiento llevaba a ningún lado. Cerré los ojos con fuerza y me mordí los labios. No pensaba perder. No iba a dejarme ganar por aquella estúpida cama que me atrapaba. Ni pensaba dejar que Tom se llevase a mi chica así como así. Ella no me había olvidado, de eso estaba seguro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top