Capítulo 7



Cerré la puerta pero él la abrió de inmediato. Le miré dispuesta a replicar lo que me dijese pero no abrió el pico. Fue directo a por su maleta, guardó la ropa que encontró por medio, la cerró y salió de la habitación sin mirarme.

- ¿Adónde vas?- pregunté siguiéndole yo

- ¿No tenías sueño? Ya puedes dormir a gusto. Yo me vuelvo a casa.

Se largó dando un portazo. No me lo podía creer. Me costó unos segundos asimilar todo aquello. Cuando quise reaccionar y salir a buscarle ya era tarde. Menudo negocio había hecho, encima de no sacar nada bueno con Tom había discutido con Bill. Pero todo era extraño, Bill nunca se había puesto tan mal al discutir por Tom.

Cuando quise darme cuenta se me estaban saltando las lágrimas. No me podía creer mi mala suerte. ¿Vacaciones? Sí, geniales. Estuve llorando toda la tarde, un rato tirada en la cama, otro en la terraza mientras observaba el mar y la piscina del hotel. Cuando era casi de noche fui al baño a por un rollo de papel para las lágrimas cuando llamaron a la puerta.

- ¿Bill?- era la voz de Tom

Fui enfurecida a abrir la puerta.

- ¡¿Qué quieres?!- pregunté al abrir

- ¡Coño Shannon! Que susto, vaya cara tienes... -dijo confuso- ¿está mi hermano?

- No

- ¿Y dónde está?

Miré el reloj.

- Me imagino que haciendo escala en algún aeropuerto americano- dije con frialdad- ¿Por qué lo preguntas?

- ¿Qué coño dices?

- Tu hermano se ha ido a casa- espeté intentando transmitirle que era su culpa

- ¿Por qué?

- ¡Por tu jodida culpa!- grité dándole una bofetada sin poder contenerme

Se rozó la mejilla donde le había pegado.

- No vuelvas a hacer eso- murmuró mirándome con odio

Temblé durante unos segundos y después volví a pegarle. Me cogió por los hombros y me empujó al interior de la suite, cerrando la puerta con el pie.

- ¿Por qué se ha ido Bill? ¿Qué demonios le has hecho?

- Me preguntó de que habíamos hablado. Y por no contarle lo capullo que eres discutí con él. Cogió su maleta y se fue.

- Joder...- suspiró

Me soltó y se fue de la habitación. Me dejé caer en el suelo y lloré aún con más ganas. No pegué ojo en toda la noche y bajé al comedor para desayunar a primera hora. Georg y Gustav ya estaban allí.

- Cielos Shannon, que mala cara

- No he dormido nada- expliqué

- ¿Por lo de Bill y Tom?- me preguntó Georg

- ¿El qué?

- Se ve que discutieron ayer por ti... Tom decía que controlabas demasiado a Bill y que si ibais a la playa juntos acabarían fotografiándoos- comenzó Gustav

- Y Bill dijo que si estaba de vacaciones contigo no iba a estar encerrado, que pasase lo que tuviese que pasar...

Pestañeé varias veces. Ahora entendía todo un poco mejor... Bill ya venía quemado por haber discutido con Tom.

- Ya veo... ¿sabéis que Bill se ha ido, no?- dije imaginando que Tom se lo había dicho

- Sí, y Tom igual

- ¿Qué?

- Sí, se fue también a casa... yo creo que acabarán teniendo una bronca de las suyas... Ya sabes, a sartenazos- sonrió Georg- pero se les pasará

Me estaba entrando dolor de cabeza.

- Voy... voy a llamar a Bill, a ver que me dice...

Salí del comedor y volví a la habitación. No sabía que decirle: no quería ponerle en contra de Tom, pero no quería quedar yo como la mala de la película.

Entré en la habitación y cogí el móvil. Marqué el número sin pensar en que le diría exactamente.

- ¡Cállate un momento joder!- escuché su voz de fondo- Dime Shannon

- Bill ¿estás bien?-pregunté

- ¿Lo ves? A todas horas agobiando...-era la voz de Tom

- ¡Qué te calles he dicho! No muy bien la verdad ¿te llamo yo en otro momento mejor vale?

- Bill, espera un segundo.- pedí- No discutas con Tom, por favor. Deja el tema estar. Deja que hable y diga lo que quiera...

- No, las cosas no funcionan así

- Bill ¿Qué te parece si vuelvo a casa y lo hablamos los tres juntos?- propuse

- No. Tú disfruta de las vacaciones. No te necesito aquí. Mejor me encargo solo...

- Pero Bill...

- Ya te llamaré

Y colgó. Les había pillado en una discusión. No me gustaba ni un pelo. Algo me decía que todo iba a salir mal. Hice la maleta tan rápido como pude y salí de allí. Llamé a un taxi. En la recepción me encontré con Georg.

- ¿Te vas tú también?

- Sí... creo que me necesitan por allí

- Menudas vacaciones...-puso los ojos en blanco

- Lo siento Georg. – me disculpé- Nos vemos cuando volváis ¿si?

No esperé respuesta y salí corriendo viendo que el taxi ya me esperaba.

- Al aeropuerto por favor- dije en cuanto me senté


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