Capítulo 32


A la mañana siguiente Georg vino a vernos, a ver a Bill para ser más exactos. Estuvo hasta la hora de la comida haciéndonos compañía.

- Me alegro de que vuelvas a estar bien. Ya verás como dentro de nada puedes correr como un gamo- dijo antes de irse.

- Eso espero- respondió Bill.

Después de la hora de la comida Bill tenía que ir a rehabilitación.

- Le llevo yo- le dije a Tom- total, tengo que ir al hospital igualmente...

Los dos abrieron mucho los ojos.

- Estoy embarazada ¿recordáis?- dije sarcástica

- No sabía que tuvieses cita hoy- dijeron los dos a la vez.

- Pues ya veis. Venga Bill, te ayudo a cambiarte...

Fuimos a la habitación y comenzamos el apasionante ritual de cambiarse de pantalones:

- Odio ir en chándal- se quejó por enésima vez.

- Lo sé, lo dices cada día. ¿Te vas a quitar los otros o tengo que arrancártelos?- protesté.

- Tranqui, tranqui...

Le ayudé a quitárselos y a ponerse el dichoso chándal. Todavía le costaba agacharse del todo para poder quitárselos.

- Por dios... como para ligar con algo así puesto...- se quejó

- ¿Ligar?- dijo Tom que pasaba por el pasillo- ¿Hay alguna fisioterapeuta que debas presentarme?

- ¡Tom!

- Lo siento pequeña, deformación profesional- se disculpó riendo.

Los dos se rieron pero a mí me picaron los celos por partida doble. Como siempre mi expresión me delató.

- Venga, no te pongas así- dijo Bill.

- Eso, solo era una broma ¿vas a dejar que te acompañe al médico?- me preguntó.

Abrí los ojos mirándole.

- Er... eh...uhm...

No sabía que decir, aún no me hacía a la idea de todo aquello. Era una estupidez, pero se me seguía haciendo raro que Tom fuese a ser el padre de mi hijo, que se implicase y que estuviese feliz con todo aquello.

- Vale, déjalo- me dijo.

- No Tom- dije- me parece genial que quieras venir.

Fuimos en coche hasta el hospital y acompañamos a Bill hasta la sala de rehabilitación. En efecto allí le esperaba una fisioterapeuta muy atractiva.

- Anda Bill que bien acompañado vienes hoy...- comentó la chica.

- Sí, no hay nada como la familia- sonrió- bueno, os veo en unas horas- nos dijo antes de entrar en la sala.

Nos despedimos de él y fuimos andando tranquilamente hasta la zona de ginecología.

- Joder con Bill, no pierde el tiempo-comentó Tom.

- No hace falta que lo jures- dije pensando en su conducta de la noche anterior.

La sala de espera estaba llena de embarazadas enormes. Sí, sí, enormes. Parecía que no había ninguna del primer trimestre. Tom y yo nos sentamos algo apartados de los demás. Aunque hacía tiempo que los chicos ya no salían en los medios públicos queríamos mantener mi embarazo y "el despertar" de Bill al margen de la prensa, hasta donde fuese posible.

Aquel momento me pareció bueno para tratar un tema con Tom, algo que llevaba tiempo pensando.

- ¿Te puedo preguntar una cosa?

- Claro ¿de qué se trata?- se mostró muy interesado.

- Hmmm... promete que me responderás.

- No, no voy a hacer eso...

Arrugué el ceño pero no quise discutir, me interesaba estar simpática para que me lo contase.

- ¿De qué discutiste con Bill el día del accidente?

- ¿Cómo? Eso ya lo sabes: de ti.

- Sí, sí... pero tuvo que haber algo diferente al resto de discusiones sobre mí. Pasó algo que hizo que Bill se fuera para dejar de discutir.

- No te lo voy a contar.

Lo sabía. Intentaría chantajearle un poco.

- Tendré que preguntarle a Bill entonces.

- Él no lo recuerda. Perdió la memoria de ese día, ¿recuerdas?

Llevaba razón, no había caído en eso. Intenté encontrar algo para presionarle pero no tardaron en llamarme y ambos entramos en la consulta.

- Vamos a ver Shannon...-dijo el médico mientras abría la carpeta del historial- ya estás en el segundo trimestre...

Él me miró como evaluándome.

- Estás algo delgada todavía pero bueno, de momento no es preocupante. –yo no podía estar más en desacuerdo, me veía enorme ya.

Pareció reparar entonces en Tom.

- Deduzco que usted es el padre, me suena su cara...

- Sí, lo soy- dijo él haciendo caso omiso al otro comentario.

- Bueno, pues vamos a ver cómo va la criatura.

Me hizo una nueva ecografía y se lo enseñó todo a Tom. Este parecía estar alucinando en colores.

- ¡Aiba! Me esperaba que fuese más pequeño... ¿se sabe si es...?

- ¿Niño o niña?- interrumpió el médico- No, todavía no. Quizá en la próxima visita, quizá más adelante.

- Bueno, eso tampoco importa, es genial igualmente.

Ver a Tom tan emocionado me llegó al alma. No podía definirlo, fue simplemente impactante, verle tan feliz y esperanzado me llenó de ilusión. Me quitó un enorme peso de encima.

- En fin, parece que todo está perfectamente. Ya sabes, ahora tienes que cuidarte, comer sano...

- Sí, claro- dije- sin problemas.

Salimos de la sala y aún alucinaba con la actitud de Tom.

- Por favor... quita esa cara.

- ¿Qué cara?- preguntó

- No sé, te has quedado con cara de idiota inocente.

Empezó a reírse y yo con él. Era un alivio verle tan feliz.

- Y bueno, ¿qué hacemos hasta que Bill salga?

- Ehm... yo había quedado con mi hermano para tomar algo...

La relación de David y los gemelos era extraña: apenas se soportaban pero cara a cara mantenían las formas.

- Vale, pues vamos- dijo Tom encogiéndose de hombros.

- ¿Seguro? Si quieres le llamo y le digo que lo dejemos para otro día...

- Que va mujer, es normal que quieras ver a alguien de tu familia.

Fuimos hasta una cafetería cercana y David ya estaba esperándonos.

- ¡Shannon!-dijo al verme.

Se levantó y me dio un abrazo. Cuando nos separamos reparó en la presencia Tom. Su cara de sorpresa le delató pero recompuso el gesto tan rápido que creí habérmelo imaginado todo.

- ¡Cuñao!- dijo con ironía.

- David...

Se dieron la mano con educación y con una sonrisa de circunstancias y nos sentamos todos en la mesa.

- ¿Qué tal todo?- preguntó David

- Genial, venimos del médico ahora...

- Ya me lo imaginé cuando me dijiste la dirección de la cafetería

- ¿y tú qué tal?- inquirí yo

- Como siempre, sin demasiadas novedades... ¿y Bill como está?

- De salud bien- dije

- ¿y en el plano psicológico?

Tom y yo nos miramos.

- Ahí va- dijimos al mismo tiempo

Una camarera se acercó a tomarnos nota: 3 cafés con leche.

- ¿Vas a hablar con papá y mamá?- me preguntó mi hermano de golpe

¿No os lo había dicho? No me hablo con mis padres desde que acepté ser la manager de Tokio Hotel. Ellos se enfadaron por haber "traicionado" de ese modo a mi hermano. Para echar más leña al fuego, cuando se enteraron de que tenía una relación con Bill entraron en cólera, por lo que me contó mi hermano.

- ¿Hablar de qué?

- Que si vas a contarles las novedades que hay en tu vida... nueva pareja, Bill ha despertado, estás embarazada...

- No conocen a Bill, les da igual cual sea mi nueva pareja y mi hijo no va a tener abuelos por parte de madre.

- Me tomaré tu respuesta como un "no".

Creo que Tom se quedó con poco a cuadros. Él no sabía que mi relación con mis padres estaba así de mal.

- En fin...-murmuró mi hermano- ¿cuánto tiempo vas a seguir trabajando?

- ¿Qué?

- No vas a poder volar mucho estando embarazada...

- Ah, eso... creo que hasta el tercer trimestre no hay problema

- ¿Crees?- preguntó Tom- Deberías habérselo preguntado al médico.

- Es que... no me he acordado- reconocí con vergüenza .

Seguimos hablando con mi hermano hasta que llegó la hora de ir a buscar a Bill.

- Bueno, dale un abrazo de mi parte- dijo David.

- No creo que lo quiera- comenté.

Le abracé yo a él.

- Espero verte pronto- comentó mi hermano.

- Yo también.

- Cuídala mucho ¿eh?- le dijo a Tom- Por la cuenta que te trae.

Tom sonrió ligeramente y asintió con la cabeza.

- Descuida, está en buenas manos- afirmó.

Volvimos al hospital y Bill estaba esperándonos hablando con la fisioterapeuta.

- Mira, ya vienen a buscarte- la escuché.

Conforme nos acercábamos me fijé más en ella: rubia, con el pelo ligeramente rizado y muy alta, no pude juzgar el cuerpo porque con la bata no se podía apreciar gran cosa.

- ¿Qué tal la sesión Bill?- preguntó Tom.

- Bien, bastante bien.

- Está recuperándose muy deprisa- añadió la chica.

- ¿Nos vamos?- pregunté.

- Venga, vamos- aceptó Bill.

Los gemelos se miraron entre sí con complicidad pero no supe identificar que se decían exactamente.

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Gracias a todos por las lecturas, votos y comentarios ¡sois los mejores!

Quería comentaros que ya quedan pocos capítulos de la historia, igual os sorprende un poco pero una de mis características como escritora es que no hago finales convencionales ni esperados. Aún así os avisaré cuando estemos más cerca del final. Y habrá epílogo para aclarar toda la situación final ;)

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